Reportes varios de prensa indican que los hospitales de Gaza se enfrentaban al colapso hoy lunes a medida que el agua, la energía y los medicamentos se empiezan a agotar.
Cientos de miles de palestinos buscaban suministros de alimentos cada vez más escasos, mientras Israel continuaba con sus demoledores ataques aéreos.
Las vidas de miles de pacientes estaban en riesgo, dijeron funcionarios de la ONU, y los mediadores lucharon por un alto al fuego para permitir la entrada de la ayuda humanitaria que esperaba en la frontera egipcia.
Se estima que más de 2 700 personas han muerto en el lado palestino, en su mayoría mujeres y niños. Miles de habitantes lo han perdido todo cuando sus hogares y negocios quedaron reducidos a escombros.
Necesitan desesperadamente agua, refugio y alimentos para salvar sus vidas.
Incluso antes de este nuevo ciclo de bombardeos, más del 80 % de los palestinos en Gaza necesitaban ayuda humanitaria.
Más de una semana después de que Israel impidiera la entrada de suministros, todas las miradas estaban puestas en el cruce de Rafah, la única conexión de Gaza con Egipto, donde los camiones que transportaban ayuda han esperado durante días para pasar.
La semana pasada Israel obligó a cerrar el cruce con ataques aéreos en el lado de Gaza y no ha aceptado reabrirlo para recibir ayuda.
La televisión estatal egipcia y los medios de Gaza informaron que Israel volvió a atacar el cruce hoy lunes. Mientras Israel preparaba una probable ofensiva terrestre en Gaza , han crecido los temores de que el conflicto se extendiera a otros actores regionales.
Israel evacuó ciudades cercanas a su frontera norte con el Líbano, donde el ejército ha intercambiado disparos repetidamente con el grupo Hezbollah, respaldado por Irán.
Un motivo de preocupación inmediata es el cierre de la única central eléctrica de Gaza debido a la falta de combustible.
Cientos de ataques aéreos militares por parte de Israel han destruido infraestructuras esenciales de agua y saneamiento, así como servicios públicos.