La ONU señala que todavía falta mucho para concretar la agenda adoptada hace 25 con la intención de alcanzar la igualdad de género. Las mujeres siguen enfrentando pobreza, discriminación y violencia. Tampoco llegan a despuntar en política y en la esfera empresarial, a pesar de los avances.
Para ellas, el mundo hoy se encuentra “muy lejos” de la visión que presentaba el programa de 150 páginas adoptado por 189 naciones en la Cuarta Conferencia sobre la Mujer, celebrada en Beijing, en 1995.
La plataforma requería acciones ambiciosas en doce áreas, incluyendo la lucha contra la pobreza y la violencia. Busca garantizar que las menores reciban educación, así como intenta que las mujeres alcancen protagonismo en las altas esferas empresariales y políticas, además de que se encuentren presentes en las mesas de negociaciones de paz.
Fue el primer documento de la ONU en el cual se expresó claramente que los derechos de las mujeres incluyen el derecho a controlar y decidir “asuntos relacionados con su sexualidad, incluyendo su salud sexual y reproductiva, libertad de discriminación, coerción y violencia”.
La conferencia de Beijing fue celebrada en un momento “álgido de la democracia y el multilateralismo en el mundo”, apunta el nuevo reporte de ONU Mujeres. Pero, “ahora, en un mundo cada vez más desigual, el futuro parece mucho más incierto”.
“El ímpetu se ha perdido. Las mujeres y niñas están avanzando hacia la paralización ya que las peleadas victorias se han estancado o están siendo revertidas”.
En conferencia de prensa, la directora ejecutiva de la agencia de la ONU, la sudafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka subrayó la existencia de un “potente retroceso”, y dijo que las mujeres están quedando relegadas por los hombres.
“Los derechos de las mujeres están siendo erosionados en nombre de un regreso a los ‘valores tradicionales’, y las instituciones que se habían creado para promover la igualdad de género están siendo socavadas”, señala, por su parte, el informe.
Los grupos de defensa de las mujeres encuentran cada vez más trabas para trabajar debido a las restricciones y la escasa financiación.
Las noticias positivas subrayan que en la última década 131 países aprobaron 274 reformas legales y regulatorias para respaldar la igualdad de género; hay más niñas escolarizadas, aunque siguen habiendo grandes diferencias entre naciones. La mortalidad materna bajó un 38% entre 2000 y 2017. Entre las malas, Silke Staab, investigadora y especialista en datos de ONU Mujeres, subraya que “ha habido muy poco progreso en el empoderamiento económico”.
“A nivel mundial, la brecha de género en la participación en la fuerza laboral se ha estancado en los últimos 20 años”, explicó.
Hoy en día, menos de dos tercios de las mujeres forman parte de la fuerza laboral, frente al 90% de los hombres. Aquellas cuyas edades están entre los 25 y los 34 años tienen un 25% más de posibilidades de vivir en la pobreza extrema que los hombres, señala Staab.
La violencia contra las mujeres tampoco da tregua: casi una de cada cinco sufrió violencia a menos de una pareja íntima en los 12 últimos meses, dijo, apuntando que “la mayoría de los países, algo que es alentador, tienen ahora leyes contra el maltrato doméstico, pero su implementación y cumplimiento sigue siendo débil”.
Las nuevas tecnologías y las redes sociales alimentan nuevas formas de abuso, especialmente el ciberacoso, “para el que en gran medida no hay soluciones”, afirmó Staab añadiendo que las mujeres en política “a menudo son expulsadas de la esfera política”.
Pese a los avances en aspectos como la salud materna, según la experta, “los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres siguen estando lejos de realizarse”. La proporción de quienes no tienen acceso a planificación familiar no varía desde 2000, y de las 190 millones que quieren evitar embarazos no deseados no tienen medios para hacerlo, agregó.
El cambio es posible, apuntó señalando a Latinoamérica, donde la participación de la mujer en la fuerza laboral ha crecido en los últimos 20 años, y países como Chile y Uruguay han impulsado los cuidados a los niños.
Con la vista puesta en el futuro, el reporte insta a respaldar los movimientos y el liderazgo de las mujeres, cerrando la brecha digital y aprovechando la tecnología para la igualdad de género.
(AP/OnCuba)