El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, conversaron brevemente el jueves. Fueron las conversaciones personales de más alto nivel entre los dos países desde la invasión rusa a Ucrania.
Funcionarios estadounidenses dijeron que Blinken y Lavrov hablaron durante aproximadamente 10 minutos en el escenario de la conferencia de ministros de Relaciones Exteriores del G-20, en Nueva Delhi.
Pero no hubo señales de ningún progreso. La conferencia terminó sin llegar un consenso sobre la guerra en Ucrania.
En una conferencia de prensa, Blinken dijo que le había dicho a Lavrov que Estados Unidos continuaría apoyando a Ucrania durante el tiempo que fuera necesario y que presionaría para que la guerra termine a través de los términos diplomáticos que acepta Kiev.
Aun así, con las relaciones en su punto muy bajo, el solo hecho de que los dos hombres contactaran mostró que, al menos por el momento, las líneas de comunicación de alto nivel entre Washington y Moscú siguen abiertas.
“Debemos seguir pidiendo a Rusia que ponga fin a su guerra de agresión y se retire de Ucrania por el bien de la paz internacional y la estabilidad económica”, dijo Blinken.
Señaló que 141 países habían condenado a Rusia en las Naciones Unidas en el primer aniversario de la invasión.
Sin embargo, varios miembros del G-20, incluidos India, China y Sudáfrica, optaron por abstenerse en esa votación y a pesar de los llamamientos de los principales funcionarios indios para mirar más allá de sus diferencias sobre Ucrania y forjar un consenso sobre otros temas, los ministros de Relaciones Exteriores fueron incapaz de hacerlo o acordar un comunicado final.
El ministro de Relaciones Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar, dijo que había “divergencias” sobre el tema de la guerra en Ucrania “que no pudimos conciliar porque varias partes tenían puntos de vista diferentes”.
El primer ministro indio, Narendra Modi, había pedido antes a todos los miembros del G-20 que llegaran a un consenso sobre temas de particular preocupación para los países más pobres, incluso si la división entre el Este y el Oeste sobre Ucrania no pudiera superarse.
“Todos tenemos nuestras posiciones y nuestras perspectivas sobre cómo se deben resolver estas tensiones”, dijo Modi. “No debemos permitir que los problemas que no podemos resolver juntos se interpongan en el camino de los que podemos”.
China y Rusia se opusieron a dos párrafos tomados de la declaración anterior del G-20 en Bali el año pasado. Blinken lamentó que “Rusia y China fueron los únicos dos países que dejaron claro que no aprobarían el texto”.