El fundador de WikiLeaks, el periodista australiano Julian Assange, salió este lunes de la cárcel del Reino Unido donde permaneció por casi 2 mil días, y pronto será un hombre oficialmente libre.
Assange, quien sacudió al mundo en 2010 con sus filtraciones sobre el Gobierno y el Ejército de EE.UU., fue liberado de la prisión donde esperaba por una posible deportación tras llegar a un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense.
El activista de 52 años viajó rumbo a la isla de Saipán, territorio del archipiélago estadounidense de Las Marianas, en el Pacífico, donde este miércoles se declarará culpable de violar la ley estadounidense de espionaje, informan medios internacionales.
Esa aceptación llevará una sentencia de 62 meses de prisión, que equivale al tiempo que ha pasado encarcelado en Reino Unido, por lo que quedará automáticamente en libertad.
Se espera que regrese a Australia tras la audiencia en Saipán.
Assange aceptó declararse culpable de un único cargo penal de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos, según los documentos presentados ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para las Islas Marianas del Norte.
De haber sido extraditado a Estados Unidos, donde pendía sobre él un cartapacio de cargos criminales, el periodista podía haber enfrentado una pena conjunta de 175 años de prisión.
El lunes, el Tribunal Superior de Londres dejó en libertad a Julian Assange, quien pasó más de cinco años encarcelado en una prisión de máxima seguridad, en virtud de una orden de arresto emitida desde Estados Unidos por difusión de documentos secretos.
“Julian Assange está libre. Ha abandonado la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en la mañana del 24 de junio, tras haber pasado allí mil 901 días”, reza un comunicado de Wikileaks publicado en su cuenta de la red social X.
“El Tribunal Superior de Londres le ha concedido la libertad bajo fianza y ha sido puesto en libertad en el aeropuerto de Stansted por la tarde, donde embarcó en un avión y ha partido de Reino Unido”, añade el mensaje.
El acuerdo pone fin a su encarcelamiento, período en el que su salud física y mental se resintió notablemente, y le permitirá regresar a su país, Australia, poniendo fin a una larga odisea legal.
El bombazo mediático
En 2010, el portal WikiLeaks publicó más de 250 mil documentos clasificados del Departamento de Estado relativos a las intervenciones de Washington en Afganistán e Irak y centenares de miles de comunicaciones de las embajadas estadounidenses.
El volumen crítico de información secreta tuvo un primer canal propiciatorio, Chelsea Manning, una exanalista de inteligencia militar estadounidense nacida como Bradley Edward Manning, quien también fue procesada en virtud de la Ley de Espionaje y condenada a 35 años de prisión.
Manning fue indultada por el presidente Obama en 2017, pero volvió a la cárcel posteriormente por negarse a testificar ante un gran jurado sobre una investigación a WikiLeaks.
En 2020, un juez decidió volver a ponerla en libertad, poco después de que su equipo legal asegurara que se había intentado suicidar en prisión.
El escándalo se consideró la mayor violación de seguridad de este tipo en la historia militar de Estados Unidos. Assange fue acusado formalmente durante la administración del expresidente Donald Trump y fue mantenido encarcelado en el Reino Unido, mientras se desarrollaba una intensa batalla legal con su extradición y su liberación como peticiones de uno y otro bando.
Los más de 700 mil documentos finalmente publicados incluían cables diplomáticos y relatos del campo de batalla, como un video de 2007 de un helicóptero Apache estadounidense disparando contra presuntos insurgentes en Irak. El ataque mató a una docena de personas, entre ellas dos miembros del personal de la agencia Reuters.
En total, la web Wikileaks publicó 391 mil documentos del Pentágono sobre la guerra de Irak, 91 mil documentos sobre la guerra en Afganistán y 250 mil documentos diplomáticos relativos a la campaña en territorio afgano.
Asilo en la embajada ecuatoriana
Las revelaciones de Assange pusieron en evidencia la identidad de colaboradores e informadores de Estados Unidos por todo el mundo.
Assange fue detenido por primera vez en Reino Unido en 2010 en virtud de una orden de detención europea, después de que las autoridades suecas dijeran que querían interrogarlo por acusaciones de presuntos delitos sexuales que posteriormente fueron retiradas.
El periodista huyó entonces a la embajada de Ecuador, donde permaneció asilado durante siete años, para evitar su extradición a Suecia.
En 2019, el gobierno ecuatoriano, presidido entonces por Lenín Moreno, se desentendió del derecho de asilo y permitió que la policía británica irrumpiera en la legación y sacara a rastras al refugiado.
Assange fue remitido entonces a la cárcel de máxima seguridad londinense de Belmarsh, desde la cual se resistió a la extradición a Estados Unidos mediante diversos recursos legales.
Esos cinco años de reclusión son similares a la condena impuesta a Reality Winner, veterana de las Fuerzas Aéreas y antigua contratista de inteligencia, que fue condenada a 63 meses tras sustraer material clasificado y enviarlo por correo a un medio de comunicación.
Durante su estancia en Belmarsh, Assange se casó con su compañera Stella, con la que tuvo dos hijos mientras estaba refugiado en la embajada de Ecuador.
Ahora, finalmente, podrá reunirse finalmente con su familia y seguidores, que lo han apoyado durante años y han insistido en su liberación. A esta campaña se han sumado personalidades de todo el mundo, desde políticos progresistas hasta artistas e intelectuales, que ahora celebran la noticia de la liberación de Assange.
Incluso, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, había solicitado en varias ocasiones a Estados Unidos que concluyera el caso, y en abril, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que lo estaba “considerando”.
(Con información de medios y agencias internacionales)