El gobierno del presidente Donald Trump rechazó el jueves un nuevo acuerdo bipartidista alcanzado en el Senado para tratar de regularizar la situación de cientos de miles de jóvenes inmigrantes sin residencia legal en Estados Unidos, diciendo que “creará una amnistía masiva para más de 10 millones de extranjeros ilegales, incluso criminales”.
El miércoles, un grupo de 16 senadores alcanzó el acuerdo que está dirigido a equilibrar la lucha de los demócratas por ofrecer la ciudadanía a los “dreamers”, con las demandas del presidente Trump para asignar miles de millones de dólares para construir un muro en la frontera con México.
El Departamento de Seguridad Nacional emitió una declaración sobre la iniciativa justo antes de la 1 de la mañana del jueves. Dijo que el acuerdo “sería el fin de la aplicación de la ley de inmigración en Estados Unidos y solo serviría para atraer a millones de extranjeros ilegales, sin forma de retirarlos”.
El departamento agregó que la propuesta de los senadores no aborda las preocupaciones de seguridad fronteriza y de inmigración expresadas por el gobierno de Trump.
La iniciativa surgió de una veintena de senadores con posturas centristas en el tema y ganaba apoyo de muchos demócratas, pero su destino es incierto. Los líderes legislativos trataban de programar votaciones sobre esa y otras tres propuestas de inmigración para el jueves.
La propuesta bipartidista surgió en el tercer día de debate sobre el tema en el Senado, que se lleva a cabo con la cámara prácticamente vacía. A no ser por una lista inicial que permite comenzar el debate formal, no ha habido otras votaciones, aunque los líderes de los partidos hablan sobre programar votaciones para propuestas específicas.
De acuerdo con varios senadores, la propuesta centrista crearía un mecanismo de naturalización para los jóvenes inmigrantes, que según el senador Lindsey Graham cubriría a más de 1,8 millones de ellos.
Ese es el mismo número que Trump ha sugerido en su propia propuesta, que es más amplia pero más restrictiva. Los “dreamers” son jóvenes inmigrantes que fueron traídos a Estados Unidos de forma ilegal siendo niños y que todavía no tienen una protección permanente contra la deportación.
AP / OnCuba