El presidente Donald Trump recibió este viernes a la canciller alemana Angela Merkel en la Casa Blanca para una visita de menos de tres horas, en la que ambos lucieron cordiales, pero sin que hayan tomado decisiones aparentes sobre el acuerdo nuclear con Irán.
Trump saludó a Merkel con un apretón de manos y un beso en cada mejilla, una bienvenida tradicional pero muy lejos de la generosa muestra de calidez personal que se vio a principios de semana cuando el mandatario estadounidense fue anfitrión de su colega francés Emmanuel Macron para una fastuosa visita de Estado de tres días. Esta vez, hubo muchos menos abrazos.
En breves comentarios junto a Merkel en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump la calificó de “mujer extraordinaria”, la felicitó por su reciente reelección y cuestionó cualquier idea de que la relación entre ambos es más que fría.
“Tenemos una gran relación. De hecho, hemos tenido una gran relación desde el principio”, aseguró Trump.
Aunque la visita de la canciller de Alemania fue corta en pompa, su mensaje fue similar al de Macron: que Estados Unidos y Europa necesitan acercarse en temas clave, desde el comercio global hasta la seguridad internacional.
En una conferencia de prensa conjunta el viernes por la tarde, fue evidente que a pesar de las visitas consecutivas, las divisiones de Trump con Europa siguen siendo sustanciales.
En su encuentro previo, Merkel pidió al presidente de Estados Unidos que haga permanente la exención arancelaria a la Unión Europea sobre el acero y el aluminio, que vence el 1 de mayo y presionó para que no abandone el pacto nuclear con Irán. Sin embargo, Trump se mostró inalterable.
Sobre los aranceles se limitó a pedir “reciprocidad y justicia”. “Con la Unión Europea tenemos un déficit comercial de 150,000 millones de dólares, de los que 50,000 millones corresponden al sector automovilístico”, usó como argumento.
Tampoco prometió ningún cambio sobre el país persa, al que llamó “régimen asesino” y lo acusó de apoyar el terrorismo “en todo Oriente Próximo”.
Se espera que Trump retire a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán el próximo mes, a pesar de las súplicas de Macron, a principios de esta semana, y los consejos de Merkel el viernes.
“Today I am honored to welcome Chancellor Angela Merkel back to the White House… We are also pleased to have our newly confirmed United States Ambassador to Germany, Richard Grenell.” pic.twitter.com/vgNEFJ6mU6
— The White House (@WhiteHouse) 27 de abril de 2018
Merkel usó su reunión con Trump para tratar de allanar las diferencias, calificando el acuerdo de la era de Obama como un “primer paso” hacia la reducción y contención de las ambiciones regionales de Irán y sugiriendo apertura a un acuerdo paralelo.
Trump ha dicho que él está abierto a nuevas negociaciones con Irán, pero no ha dicho si escucharía los llamamientos europeos para que Washington se mantenga en el convenio. Su decisión se espera para el 12 de mayo.
La canciller alemana ha defendido el acuerdo nuclear con Irán y ha afirmado que es mejor tener uno imperfecto que ninguno y que su país “observará muy de cerca” para asegurarse que se cumpla.
El acuerdo firmado en 2015 y negociado por Estados Unidos y otras potencias mundiales, refrena el programa nuclear iraní a cambio de una reducción de las sanciones económicas.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se ha opuesto vehementemente con el argumento de que no logra contener las ambiciones nucleares de Irán, pero la Unión Europea y la administración Obama celebraron su firma, al igual que gran parte de la comunidad internacional.
AP / OnCuba