Alaska Airlines suspenderá sus vuelos a Cuba luego que la demanda de viajeros cayera y el gobierno del presidente Donald Trump impusiera nuevas restricciones para visitar la Isla, anunció el martes la compañía.
La aerolínea con sede en Seattle dijo que su último vuelo de Los Ángeles a La Habana está programado para el 22 de enero.
La semana pasada, el gobierno de Trump implementó normas que ponen fin a una autorización para que los estadounidenses viajen de manera independiente a la Isla. Alaska indicó que el 80 por ciento de sus pasajeros viajaba de esa forma.
La aerolínea comenzó a viajar a La Habana en enero, pero dijeron que ya sopesaban detener sus operaciones, incluso antes del anunció de las nuevas restricciones.
Después de un comienzo lento– los vuelos de Los Ángeles a La Habana apenas llevaban la mitad de su capacidad en enero– para abril ya vendían, aproximadamente, el 85 por ciento de los asientos.
La demanda continuó en alza a mediados de año, “pero a partir de allí vimos menos reservaciones para otoño”, dijo Bobbie Egan, portavoz de Alaska Airlines.
Los huracanes en el Caribe y el inminente cambio en las reglas para viajar a la isla contribuyeron a reducir la demanda de reservaciones, agregó Egan.
Las aerolíneas estadounidenses ansiaban volar hacia Cuba el año pasado, cuando el gobierno del expresidente Barack Obama redujo las limitaciones para los viajes entre los dos países. Las aerolíneas reconectaron a los estadounidenses con una Isla aislada por un embargo comercial de 55 años y una prohibición formal para que los estadounidenses la visitaran como turistas.
Pero la disminución de la demanda y las expectativas exageradas han llevado a varias aerolíneas a finalizar o a reducir su servicio hacia Cuba, incluidas American Airlines, Southwest, Spirit, Frontier y Silver Airways.
En agosto pasado, el experto en aviación John Grant consideraba que el interés de los estadounidenses en viajar a Cuba seguía siendo alto, pero no tan brillante, decía.
En un artículo publicado en el sitio especializado Aviationpros, Grant analizó las causas de la reducción en el número de vuelos experimentada hasta esa fecha, luego del pico alcanzado en enero de 2017. Entonces se registraron 160,648 asientos vendidos, una cifra que bajó luego hasta un promedio de 135,000 plazas mensuales.
Grant recordó que antes de la normalización de las relaciones bilaterales anunciada en diciembre de 2014, el número de reservas aéreas ese año entre Estados Unidos y Cuba fue de poco más de 24,000, a través de vuelos fletados que partían en su mayoría desde el Aeropuerto Internacional de Miami.
Sin embargo, tras la autorización de los vuelos regulares por la administración Obama, el alza de las reservaciones fue notable. El clímax se alcanzó a partir de diciembre de 2016, coincidiendo con la llamada temporada alta del turismo –a pesar de que los estadounidenses no tiene permitido por ley hacer turismo en la Isla– cuando crecieron hasta diez las aerolíneas que ofrecen servicio regular a Cuba y aumentó considerablemente el número de rutas y reservaciones.
Entre las compañías que comenzaron a volar a la Isla se cuentan American Airlines, Frontier, JetBlue, Delta, Spirit y Southwest. Tras llegar a La Habana en noviembre, American Airlines decidió abrir en febrero una oficina comercial en la capital cubana.
En realidad, las reducciones de vuelos se habían iniciado antes –ya en los meses finales de 2016 algunas aerolíneas habían recortado sus vuelos y destinos–, debido a la evidente sobreestimación de la demanda.
Las restricciones de viajes a Cuba y prohibiciones de hacer negocios con ciertas empresas de la Isla anunciadas en junio por el presidente Donald Trump entraron ya en vigor.
Como ya adelantó Trump en un discurso el 16 de junio en Miami, en el que anunció los cambios en la política hacia la Isla, a partir de ahora los estadounidenses tendrán prohibido hacer transacciones con entidades cubanas controladas por los servicios militares, de inteligencia y de seguridad.
Por otro lado, los viajes individuales de estadounidenses a la Isla para abrir contactos con el pueblo cubano “que no tengan carácter académico ya no estarán autorizados”, de acuerdo con el Departamento del Tesoro.
No obstante, algunos de esos viajes, antes autorizados, se podrán llevar a cabo si el interesado compró el billete de avión o hizo su reserva de alojamiento antes del pasado 16 de junio.
En cuanto a los llamados “viajes de apoyo al pueblo cubano”, el gobierno de EE.UU. exigirá a partir de ahora que los interesados participen “en un programa de actividades de tiempo completo que impliquen una interacción genuina con individuos en Cuba”.
AP / OnCuba
Para Cuba todo se hace más difcil . porque es imposible pensar que in hombre de negocios y no politico , como es Trump no tenga en cuenta los intereses de las Compañías aereas norteamericanas y la demanda turistica, traicione labandera d ela libertad de comercio por estar atrapado en la farsa y el “teatro democratico” de los cubanoamericanos de Miami y de los que escriben aqui apoyandolo en su politica contra Cuba. Queieren ser lo smas democraticos del mundo y su esencia es de odio y fascismo. Son tan barbaros y autosuficiente que contradicen y niegan la voluntad a establecer relaciones de un presidente norteamericano, como fue Obama , o a todos lo gobernadores y personalidades norteamericanas que etan a favor de que se quite el bloqueo. Lo mejor de todo es que estan contra la voluntad de 191 países que votaron en contra del bloqueo en la ONU. Yo creo que ningun país del mundo tiene una oposición tan ignorante, autosuficiente, ilusa y destructiva (entendido en qu ese debe busacar una oposción constructiva)
Todos los que no quieren volar a Cuba, son unos cobardes, que se convierten en títeres de un solo hombre, dan pena, asco.
Una pena, pero tal vez las expectativas fueron un poco irrealistas. Tambien lo han sido para otras aerolineas mas pequenas que pensaron en grande. Sin embargo, parece que United Airlines quiere incrementar sus frecuencias desde Houston.
Para ser honesto, creo que además de los límites creados por la política, en Cuba el turismo funciona muy mal todavía, es muy caro, servicios malos, comida poco diversa y más encima las restricciones del gobierno a la concesión de nuevas licencias perjudican al turismo. La industria turística en Cuba tiene que ponerse las pilas y ser más creativa, bajar la precios y generar mecanismos para que el turista vuelva. No sé si existen estudios al respecto pero me atrevería a decir que el coeficiente de retorno del turista que va a Cuba es pequeñísimo
se acabó la moda de Cuba….no me extraña, no hay nada espectacular con Cuba…¿playas? hay muchísimas mejores por todo el mundo…en fin, turismo sexual si funciona porque hay tanta miseria, pero nada más funciona allí