La muerte, el último fin de semana, de un joven alemán de 22 años, supuestamente tras una pelea con dos personas afganas, en la localidad sajona de Köthen vuelve a movilizar a grupos de ultraderecha.
Hace dos semamas tras otra movilización, se viralizaron videos en los militantes extremistas perseguían migrantes y atacaron un restaurante judío en Chemnitz, en el este del país. El jefe de la agencia de seguridad alemana había puesto en duda los hechos y ahora fue citado por el parlamento.
“Ellos empezaron”
Los argumentos de la derecha radicalizada son que Alemania “está sufriendo una invasión” y que los que llegan “son delincuentes”. “El pueblo somos nosotros” es un lema que se repite.
Desde los episodios de violencia contra migrantes y judíos en Chemnitz que se viralizaron en las redes sociales (supuestamente amparados en que el autor de un homicidio en esa ciudad fue una persona de nacionalidad siria) ha habido más brotes de violencia de extrema derecha. Los principales fueron en Köthen y Halle. En el primero, este fin de semana, a los disturbios siguió la muerte de un hombre de 22 años durante el fin de semana después de una aparente disputa con dos afganos, que fueron arrestados. Tras la muerte del joven, dice el Diario El País, “desfilaron el domingo por la noche unas 2,000 personas de nuevo al grito de ¡Nacionalsocialismo ya!”.
El lunes por la noche, en la ciudad de Halle, se reunieron unos 450 manifestantes de extrema derecha, algunos de los cuales escupieron a la policía e hicieron el saludo nazi. La policía dijo que se realizaron varias detenciones por “incitación a la violencia”. En Munich, Hamburgo y Berlín también hubo grupos de ultraderecha movilizados.
Error de alto rango
El jefe de seguridad alemán, Hans-Georg Maaßen, fue llamado por una comisión del parlamento este martes, para explicar sus declaraciones sobre los videos de las movilizaciones de la extrema derecha. Maaßen había puesto en duda la veracidad de las imágenes de las bandas que perseguían a inmigrantes en Chemnitz.
Hans-Georg Maaßen comparecerá, además, ante un comité del Ministerio del Interior mañana miércoles en medio de pedidos generalizados de su renuncia, luego de una entrevista en la que dijo que las grabaciones “podrían haber sido falsificadas” y que “no había evidencia de que los manifestantes de derecha hubieran perseguido extranjeros”.
Luego de la polémica, Maaßen se retractó y hasta entregó un informe al ministro del Interior, Horst Seehofer, que supuestamente trazó el curso de los acontecimientos en Chemnitz.
En sus comentarios originales al periódico Bild, Maaßen pareció contradecir directamente las respuestas que la propia Angela Merkel y su portavoz, Steffen Seibert, habían hecho sobre las manifestaciones. Tanto Merkel como Seibert se habían referido a los hechos como un hetzjagd (persecución generalizada) de extranjeros.
La xenofobia
Alemania ve en sus portales de noticias imágenes que hasta hace poco tiempo era imposible pensar que se repetirían después del Holocausto perpetrado por Adolf Hitler. No solo el gobierno muestra desconcierto para reaccionar, también la ciudadanía. Una ola de noticias falsas y sin verificar abundan en las redes sociales acusando a migrantes de delitos.
Desde 2006, según datos oficiales, el índice de episodios violentos con caracter xenófobo viene en aumento entre un 40 y un 50 porciento anualmente.