Finalmente el misterio fue develado: la cumbre del presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un será el próximo 12 de junio en Singapur.
La noticia la dio este jueves el propio Trump en su plataforma favorita, Twitter, luego de que hace cinco días anunciara que la entrevista ya estaba concertada pero dejara al mundo en suspenso sobre la fecha y el lugar.
“La muy esperada reunión entre Kim Jong Un y yo se llevará a cabo en Singapur el 12 de junio. ¡Ambos trataremos de convertirlo en un momento muy especial para la Paz Mundial!”, tuiteó el mandatario.
The highly anticipated meeting between Kim Jong Un and myself will take place in Singapore on June 12th. We will both try to make it a very special moment for World Peace!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 10 de mayo de 2018
La cumbre será el primer encuentro entre un presidente de Estados Unidos en funciones y un líder de Corea del Norte.
Durante los preparativos se especuló que podría realizarse en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas o en Mongolia, pero finalmente la decisión privilegió a Singapur, una opción que también estaba sobre la mesa.
Este miércoles, el nuevo Secretario de Estado, Mike Pompeo, visitó Corea del Norte para finalizar los planes de la histórica reunión. Además, negoció con las autoridades norcoreanas la liberación de tres ciudadanos estadounidenses detenidos en ese país.
“Durante décadas, hemos sido adversarios. Ahora tenemos la esperanza de poder trabajar juntos para resolver este conflicto”, dijo Pompeo y añadió que “hay muchos retos por el camino”.
Por su parte, Kim destacó la mejora de las relaciones entre las Coreas, así como la política norcoreana de “concentrar todos los esfuerzos en el progreso económico” de la nación.
“Esto no es resultado de las sanciones impuestas desde el extranjero”, agregó.
Trump ha dicho que sus tácticas de presión habían hecho que Pyongyang se sentase a la mesa de negociación. Además, aseguró que el retiro de las fuerzas estadounidenses de Corea del Sur no estaba “sobre la mesa”.
Este jueves en la madrugada, el presidente de Estados Unidos se reunió con los tres liberados y dijo que su regreso era una señal prometedora de cara a su objetivo de desnuclearizar la Península de Corea.
Trump declaró que era un “gran honor” recibirlos en territorio estadounidense y agregó que “el verdadero honor será si tenemos una victoria para deshacernos de las armas nucleares”.
Además, dio las gracias al líder norcoreano y apuntó que cree que Kim Yong Un quiere alcanzar un acuerdo para la desnuclearización de la región. “Realmente pienso que quiere hacer algo”, señaló.
La primera dama, Melania Trump, el vicepresidente, Mike Pence, y varios altos cargos del gobierno acompañaron al presidente en la recepción en la base aérea Andrews, cerca de Washington, en el recibimiento de Kim Dong Chul, Kim Hak Song y Tony Kim, quienes estuvieron detenidos por diferentes períodos, entre uno y dos años.
“Esta es una noche especial para estas tres grandes personas”, declaró Trump a reporteros, parado sobre la pista junto a los tres libertados. Sobre la relación entre Washington y Pyongyang, dijo: “Estamos comenzando con buen pie”.
Tras las declaraciones de Trump, los tres hombres liberados subieron a un autobús del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. La Casa Blanca explicó antes que serían examinados y recibirían tratamiento médico en un centro del área de Washington antes de reunirse con sus familias.
Pyongyang acusó a los estadounidenses de origen coreano de actividades en contra del estado, pero sus arrestos fueron ampliamente percibidos como una estrategia política y agravaron en su día la difícil relación entre los países. Ellos son los últimos de una serie de estadounidenses que han sido detenidos en Corea del Norte en los últimos años y que generalmente han sido puestos en libertad cuando funcionarios de Estados Unidos o líderes políticos fueron a abogar por ellos en persona.
AP / OnCuba