Los líderes del Congreso de Estados Unidos cerraron este miércoles un presupuesto federal de 1,3 billones de dólares que incluye un incremento sustancial en el gasto militar y nacional pero se olvida de los inmigrantes jóvenes conocidos como “dreamers” y priva al presidente Donald Trump de la mayor parte de los fondos para su muro fronterizo.
La propuesta también contempla medidas graduales sobre la violencia armada que afecta a la sociedad estadounidense.
Mientras las negociaciones se acercaban a la fecha tope de finales de esta semana para cerrar el financiamiento o enfrentar a un nuevo cierre del gobierno, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, acudió a la Casa Blanca ante la preocupación de que el respaldo de Trump estuviese en duda. Aunque algunos republicanos conservadores se opusieron al aumento del gasto y a las prisas por aprobar el proyecto de ley, la Casa Blanca dijo que el mandatario apoyó la propuesta.
Trump sonó algo menos entusiasmado en un tuit publicado el miércoles por la noche. “Tuvimos que gastar dinero en concesiones a demócratas para hacernos cargo del incremento salarial a los militares y el nuevo equipamiento”, dijo.
Got $1.6 Billion to start Wall on Southern Border, rest will be forthcoming. Most importantly, got $700 Billion to rebuild our Military, $716 Billion next year…most ever. Had to waste money on Dem giveaways in order to take care of military pay increase and new equipment.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 22 de marzo de 2018
Las conversaciones se prolongaron hasta el miércoles en la noche, antes de la publicación del texto final de 2,232 páginas.
“Ningún proyecto de ley de este tamaño es perfecto”, apuntó Ryan. “Pero esta legislación aborda prioridades importantes y nos hace más fuertes en el país y fuera”.
Los líderes esperan empezar a votar la propuesta como pronto como este jueves. Podrían necesitar un acuerdo provisional para evitar que las oficinas federales se vean afectadas por un cierre parcial del gobierno a medianoche del viernes, cuando expirará el financiamiento del ejecutivo.
Los negociadores trabajaron durante días y noches en los detalles de la propuesta, que para muchos es la ley más importante que se aprobará en el Congreso en este año electoral.
Dos de los grandes asuntos pendientes fueron la financiación del muro que Trump quiere levantar en la frontera con México y la respuesta legislativa a la violencia armada tras el clamor generado por balaceras recientes en escuelas, incluyendo la de Parkland, Florida.
En lo relativo a las armas, los líderes acordaron incluir disposiciones bipartidistas para reforzar los fondos para seguridad escolar y mejorar el cumplimiento del sistema de verificación de antecedentes para la compra de armamento. El proyecto de ley señala que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos pueden investigar este tipo de violencia, aunque no promocionarla, una idea propuesta por los demócratas.
El nuevo presupuesto tampoco ofrece una solución para los “dreamers”, inmigrantes jóvenes que viven de forma ilegal en los Estados Unidos desde que llegaron siendo niños. Las protecciones a su deportación impuestas por el expresidente Barack Obama fueron llevadas a los tribunales después de que Trump intentó anular la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia” (DACA por sus siglas en inglés).
Los demócratas forzaron un breve cierre del gobierno a principios de año mientras luchaban por esta protección. Pero el asunto solo entró en la discusión cuando Trump hizo un intento de última hora para llegar a un acuerdo a cambio de 25,000 millones para financiar su muro fronterizo.
En su lugar, el dirigente tendrá 1,600 millones para protecciones fronterizas, que no irán destinados a ninguno de los nuevos prototipos que visitó recientemente en California. En una victoria para los migrantes, los negociadores rechazaron los planes de Trump para contratar más agentes fronterizos y de inmigración.
AP / OnCuba