Era una perfecta desconocida a nivel nacional, cuando la postulación de Sarah Palin (Idaho, 1964) como vicepresidenta del candidato John McCain en 2008 tomó por sorpresa a analistas y partidarios republicanos, que esperaban la nominación de políticos de más pegada y ejecutoria como el exgobernador de Massachussets, Mitt Romney.
La decisión tuvo dos motivaciones básicas: primero, su condición de mujer —algo casi sin precedentes en el partido de Ronald Reagan—, lo cual se dirigía a tratar de capitalizar a favor de la causa republicana los votos de sectores femeninos del Partido Demócrata.
Y, segundo, contar con el apoyo de las bases más conservadoras, que consideraban a McCain excesivamente liberal en ciertos puntos de la agenda. Se trata de una base de fundamentalistas y cristianos renacidos que resultó sumamente importante para George W. Bush durante las elecciones de 2000, en las que los electores blancos protestantes evangélicos le aportaron alrededor del 84 % de sus votos. Los evangélicos se han convertido, a no dudarlo, en una importantísima fuerza dentro del partido.
Palin tiene las trazas de ser toda una heroína habiendo sido Miss Wasila (Alaska) en 1984. Cuentan que en sus días de estudiante de Secundaria, cuando integraba un equipo de básquet en esas lejanas tierras blancas y congeladas, encestó en el último momento una canasta salvadora, válida para ganar el juego. Y que sus compañeros la bautizaron con un apelativo de la fauna marina, Sarah Barracuda, por una tonada de la banda de rock Heart que terminaría utilizándose en la Convención Republicana de 2008, hecho disputado por las hermanas Wilson, autoras de la canción. Fumó marihuana cuando la posesión de la yerba se despenalizó en el estado; pero dijo que “no le gustó”, frase que la acerca al Bill Clinton de “la fumé, pero no la inhalé”.
Al enrolarse en el bando republicano, años después de su inicios como católica, apostólica y romana, y de ser rebautizada en una iglesia de la Asamblea de Dios (pentecostales), incorporó una agenda social que le avaló su inclusión en la boleta, como apoyar los “valores tradicionales de la familia estadounidense” y la pena capital; oponerse al aborto y al matrimonio igualitario; defender que el calentamiento global no lo causa la civilización —es decir, las industrias contaminantes—; ser una entusiasta defensora de la segunda enmienda a la Constitución y, por consiguiente, del derecho a poseer y portar armas, según corresponde a una distinguida miembro de la Asociación Nacional del Rifle.
En 2010 añadió una nueva hoja de servicio a la causa conservadora haciendo campaña a favor del Tea Party y un poco más tarde respaldando a varios candidatos republicanos, incluido Donald Trump. Tampoco ha perdido espacios en el ojo mágico de la TV. De 2010 a 2015 se convirtió en comentarista política de Fox News y en anfitriona de varios programas a tono con su signo e ideario.
Hace dos años, en 2022, quiso regresar a las andanzas de la política al postularse en unas elecciones especiales para el Congreso de Alaska, pero perdió ante la demócrata Mary Peltola, quien completó el mandato de Don Young (1933-2020), fallecido poco antes. Se enfrentó de nuevo a Peltola en las elecciones generales de noviembre. Y otra vez perdió.
Pero más recientemente ha vuelto a la palestra, en este caso incorporándose a la dinámica entre el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el presidente Biden por el tema de la frontera. En febrero de este año, Palin llamó en un mítin a “recuperar nuestra frontera, recuperar nuestro país”. Según ella, “el Gobierno Federal había permitido la invasión“.
Siempre se puede ir por más, incluso llegar a autoproponerse, de hecho, vicepresidenta de Donald Trump en 2024. Y para ello lo primero es la lealtad. “El expresidente de Estados Unidos está siendo atacado sin motivo alguno”, escribió mientras a Trump le hacían el mugshot (foto policial) en Georgia por los cargos que él y otros implicados recibieron al participar en un plan para anular los resultados de las elecciones de 2020 en el estado.
Palin se sumó entonces al coro de los agoreros de una nueva guerra civil si a Trump lo tocaban con el pétalo de una rosa: “A quienes están llevando a cabo esta parodia y creando este sistema de justicia de dos niveles, quiero preguntarles: ¿Qué carajo les pasa? ¿Quieren que entremos en una guerra civil? Porque eso es lo que va a pasar”.
Todo esto, en medio de una nueva relación: Ron Duguay, de 66 años, exjugador de la National Hockey League (NHL) y leyenda en el mundo de los patines sobre hielo. Dicen que comenzaron salir en 2022, poco después del divorcio de Todd Palin, su esposo durante treinta años.
Palin dijo que el divorcio fue “trascendental” y que se había enterado de que tenía la demanda por un correo electrónico del abogado de su marido. Un dato que, a pesar del intento de parche, no fue precisamente bien recibido por esas bases evangélicas, como tampoco lo había sido el de su hija Bristol Palin, quien a sus 17 años saltó a la fama al estar embarazada de cinco meses “por la izquierda” mientras su madre se anunciaba como candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos.
De entonces a acá ha seguido por el mismo camino de la pitia. En septiembre pasado, aseguró que la exprimera dama Michelle Obama sería la candidata demócrata en las elecciones presidenciales de 2024, y que el presidente Biden estaba “fuera” del juego. Como parte de una serie de teorías de conspiración según las cuales Biden podría ser destituido de su cargo, Palin escribió enfáticamente en X: “No se sorprendan. Pero sigo diciendo que será la elección #2024 de Michelle O. Biden está fuera”.
Lo hizo a pesar de que en repetidas ocasiones la esposa de Obama ha dicho públicamente que no se postulará, algo que reiteró oficialmente su Oficina el 5 de marzo. “Como ha expresado varias veces la exprimera dama Michelle Obama a lo largo de los años, no se postulará para la presidencia”, dijo Crystal Carson, la directora de Comunicaciones. Y seguidamente subrayó: “La señora Obama apoya la campaña de reelección del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris”.
Oficina de Michelle Obama anuncia que no se postulará para la presidencia
El portavoz de la campaña de Biden, Kevin Muñoz, lo remató: “El presidente y Michelle Obama fueron de gran ayuda en la lucha para vencer a Donald Trump y elegir al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris por primera vez. Estamos agradecidos de contar con su voz y su apoyo en la lucha por el destino de nuestra democracia este noviembre”.
Nadie es perfecto. Pero parece que esa inusual mezcla de reina de belleza, barracuda, activista conservadora y pitonisa no es después de todo muy compatible con los tiempos que corren.