La mayoría de las opiniones circulantes sobre las protestas del 11 de julio en Cuba, en particular las que rechazan el desorden y la violencia, así como las que interpretan y proponen soluciones al conflicto, deben tener su cuota de razón. Muchas reflejan preocupación y compromiso cívico ante problemas que van más allá del interés personal. Vistas así, serían una señal de “pegamento social”, de participación ciudadana y de consenso. Al mismo tiempo, son el espejo de una conflictividad nada despreciable.
En este breve espacio, evitaré discutir interpretaciones bien o mal intencionadas, experiencias vividas, leídas o escuchadas, recomendaciones al gobierno, etc. Me propongo apenas dar un paso atrás, para examinar en frío algunos problemas básicos, entre los muchos que tenemos por delante.
¿Qué significan las protestas?
Si le preguntáramos a Émile Durkheim, uno de los fundadores de la Sociología, cuál es la naturaleza de estas protestas, podría responder que se trata de un caso clásico de anomia. La anomia define una situación donde se desintegran normas y valores previamente establecidos; una reacción típica de períodos de cambios drásticos y rápidos en las estructuras sociales, económicas o políticas de la sociedad. Los grupos sociales que experimentan reacciones anómicas pueden sentirse desconectados, como si no pertenecieran a su sociedad, y como si esta no valorara su identidad. La anomia puede provocar falta de propósito, desesperanza, y alentar la desviación y el delito. He subrayado intencionalmente algunas palabras clave en esta definición clásica, que es el ABC de la sociología.
En Cuba, hemos estado atravesando un proceso de transición durante más de dos décadas, caracterizado por cambios profundos en las estructuras sociales y en la vida económica de las personas, pero también en las relaciones entre la sociedad civil y el poder político. Entre otros cambios, digamos, está la propia idea del socialismo, que ahora incorpora concepciones diferentes a las defendidas durante medio siglo, así como políticas inéditas. Esta transición ha hecho visible una crisis de normas y valores, ampliamente debatida en diversos espacios y medios públicos. Asimismo, se ha apuntado el debilitamiento del sentido de pertenencia; y la reproducción de la marginalidad y sus conductas típicas, dentro de barrios y grupos sociales subalternos, pero también la proliferación del delito en otros espacios sociales e institucionales, donde crece la corrupción. En cuanto a la desesperanza, el arte y la literatura difundidos en la Isla son un buen espejo.
En otras palabras, lo que ocurre en Cuba es una anomia que no nos debería coger de sorpresa, porque sus factores y manifestaciones no han permanecido ocultos ni amordazados, como cualquiera puede comprobar sin tener para eso que leer las redes sociales o los periódicos antigobierno. Ha estado ahí, delante de todos, analizada y comentada durante demasiado tiempo, para preguntarnos ahora de dónde salen las protestas, como si fueran un trueno en un cielo despejado. Habría que preguntarse más bien por qué no han ocurrido antes.
¿Cómo es que la oposición cubana, en la Isla y en Miami, apertrechada con los manuales de guerra no convencional de moda, y la misma CIA, no hayan logrado desencadenar algo así hasta ahora? ¿Y por qué precisamente ahora? Durkheim recurriría a otro concepto que comparten las Ciencias Sociales y la ingeniería civil: la fatiga. Después de año y medio de COVID-19 y de seis meses de colas para comprar productos básicos —como diría el Dr. Durán— todos somos más vulnerables.
¿Qué le pasa al nuevo gobierno?
Antes he apuntado que el consenso se ha hecho más heterogéneo y contradictorio en Cuba, que ha incorporado el disentimiento, y que el gobierno cubano lo sabe. Antes de tomar posesión como presidente, Raúl reconoció que el liderazgo del fundador de la Revolución, Fidel, no se heredaba. Díaz-Canel, que ya estaba en el Buró Político en tiempos de Fidel, también lo pudo saber; y en todo caso, lo ha experimentado en carne propia desde que tomó posesión en 2018. De hecho, la continuidad ha conllevado maneras diferentes a como lo hicieron antes los históricos. Las circunstancias, que son el referente de la política, ya se los había impuesto a ellos antes de que se retiraran.
Subrayo lo del nuevo gobierno, porque si se postula que esta es “la misma Cuba de Fidel y Raúl” se pueden construir metáforas literarias ocurrentes, pero difícilmente entender el proceso político y social del país. Este gobierno ha procurado construir su propio consenso desde el principio, en vez de descansar sobre lo que algunos llaman “el capital político” de la Revolución. Sin embargo, la vara de medir los cambios ya es otra.
En efecto, el nuevo gobierno ha propuesto reformas sin precedentes desde 1960, empezando por una nueva Constitución, que admite una economía mixta, con mercados y sector privado, y que les otorga una autonomía inédita a los poderes locales. Su nuevo estilo, aprendido dirigiendo provincias, enfatiza la interacción entre el nivel central y local; y pone a ministros menores de 60 años a explicar problemas y responder preguntas en la televisión. A diferencia de períodos precedentes, los ciudadanos pueden identificarlos por sus nombres, juzgarlos, elogiarlos o burlarse abiertamente de ellos.
No ha habido antes un momento como este en términos de libertad para criticar al gobierno, en las redes sociales, pero tampoco en los medios públicos, ni para acceder a información de fuentes muy diversas, incluidas las de la oposición; tampoco una mayor libertad para entrar y salir del país. El Artículo 56 de la Constitución aprobada en 2019 establece el derecho de asociación y manifestación pública. De hecho, una ley de manifestaciones estaba prevista en el calendario legislativo para octubre de 2020 —pospuesta, junto a otra docena de proyectos de ley a causa del coronavirus. A pesar de todo, la vara de medir predominante dictamina que este gobierno ha hecho muchísimo menos de lo que debería. Según esa vara, su vaso estaría casi vacío.
Por si fuera poco, después de año y medio concentrado en una formidable crisis de seguridad humana a nivel global llamada pandemia, sin recursos ni alianzas protectoras como las de antaño, a este gobierno le ha tocado lidiar con las mayores manifestaciones de descontento ocurridas desde 1959. Bajando por las calles de San Antonio de los Baños, el Presidente Díaz-Canel debe haber recordado, como todos los que vivimos el verano de 1994, a Fidel seguido por un mar de gente, San Lázaro abajo, para controlar aquel brote de anomia en el Malecón, sin armas ni fuerzas especializadas en enfrentar disturbios. De cierta manera, él hizo exactamente lo mismo que Fidel: personarse en el lugar de los hechos, y convocar a los revolucionarios a tomar las calles y enfrentar la violencia, por la fuerza, en caso de ser necesario.
Los mismos medios, sin embargo, pueden producir resultados diferentes en otras circunstancias. Darse cuenta le tomó algunas horas. Pero su primera consigna se cumplió al pie de la letra, no solo por la policía, sino por las organizaciones convocadas, en primer lugar, el Partido. En la acera de enfrente, la oposición, como el 27 de noviembre de 2020, capitalizó el descontento, y arrimó la brasa a su sardina. La clásica escalada de violencia que estudian los expertos en resolución de conflictos 1 no se hizo esperar.
No podría imaginarse un escenario más complicado para mantener la ruta trazada en el VIII Congreso del Partido, hace apenas 90 días.
¿Qué violencia y cómo?
En un país modelo para muchos en materia de estabilidad, respeto ciudadano y orden interior, como Japón, no son raras las protestas ante la brutalidad policial contra los extranjeros o el racismo. Un grupo de protestantes “extranjeros” (o sea, coreanos) puede reunir a su alrededor una nube de policías ataviados como personajes de la Guerra de las galaxias, con cascos y armaduras de policarbonato, escudos blindados y tonfas.
Estamos habituados a ver imágenes de manifestaciones violentas en otros países. Los que tiran piedras son parte del pueblo, que se rebela contra la injusticia; los que le tiran chorros de agua a presión desde vehículos antidisturbios, gases lacrimógenos, balas de goma, o de verdad, son las fuerzas represivas. Estas imágenes globales no discriminan entre países como Chile, Sudáfrica, Kirguistán o los EEUU, sin ahorrarse los cientos de heridos y docenas de muertos que son su saldo.
Las fotos y videos que circulan en medios —como BBC Mundo— por encima de toda sospecha de colusión con el “régimen cubano”, revelan que ni la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), que aquí en Cuba es la única institución policial, ni las tropas especiales del Ministerio del Interior (MININT) o las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), despliegan esos recursos. Seguramente en el Instituto de Ciencias Policiales del MININT se aprende cómo enfrentar escenarios de violencia. Pero ninguna clase o ejercicio equivale a lidiar con 700 personas enardecidas marchando por la calle, bajo el sol del verano —ni de hacerlo por la fuerza si es necesario— aunque sus instrucciones indiquen evitar producirles lesiones o usar medios letales.
Este no es un detalle técnico ni circunstancial. Entre las imágenes de las protestas que se hicieron virales en las redes sociales, una docena de manifestantes pone ruedas arriba autos de la policía, e incluso otros vehículos, les salta encima y los destroza. En contraste con cualquier capital de América Latina, no se ven fuerzas que impidan estas agresiones a la autoridad, y que los repriman en ese momento. Al mismo tiempo, algunos policías y civiles, convocados a movilizarse en el teatro del enfrentamiento incurrieron en excesos.
Entre los pocos datos disponibles para medir la violencia física está el saqueo de tiendas, en Moneda Libremente Convertible (MLC) y en pesos cubanos (CUP). No hubo ninguno en San Antonio de los Baños; ni tampoco en La Habana hasta después de la comparecencia televisiva del presidente Díaz-Canel (4:30pm). De los 28 asaltos registrados hasta esa hora, el 68% (19) ocurrió en Matanzas, la provincia más afectada por la pandemia; casi todos en Cárdenas (13), donde la combinación entre la caída del turismo de Varadero más la cuarentena ha golpeado un nivel de vida relativamente más alto que el de otros lugares de la provincia. En ese lapso, solo hubo saqueos significativos (4) en Colón (Matanzas), y Güines (Mayabeque); y otros dispersos en Holguín, Bayamo, Güira (1). Luego de la intervención del Presidente, fueron asaltadas 13 tiendas, incluidas 4 en La Habana.
La polarización social que evidencia esta violencia es inversamente proporcional a la unidad, o sea, a la construcción de consenso. Además, repercute negativamente en la imagen del país, lo que opera a favor de la piedra angular de la política de EEUU: el aislamiento. Evitar que la batalla ganada en la ONU se pierda en las calles de Cárdenas o el Paseo del Prado es también un interés nacional.
Después de haberlo probado todo con Fidel y Raúl, y 25 años después del fin de la Guerra Fría, Barack Obama y su gobierno consideraron que esa política era ineficaz, según su interés nacional. Sin embargo, aunque Joseph Biden, vicepresidente de aquel gobierno, apoyó la normalización, las cosas han cambiado para ellos. ¿Y si Díaz-Canel, sin la sabiduría y experiencia de “los Castro”, no fuera capaz de lidiar, en este momento de vulnerabilidad, con la crisis cubana? Podrían razonar que es mejor no bajarle ahora mismo la candela al bloqueo, sino dejar que siga cocinando la Isla a fuego lento. Como se diría en cubano: ¿cuál es el apuro?
Las protestas ofrecen lecciones a todos los que quieran leerlas. Podrían enseñar a algunos economistas que el éxito de las reformas no depende solo de resolver técnicamente la planificación, el mercado, la empresa estatal socialista o el sector privado, sino de abordar problemas como la redistribución del ingreso, la estratificación del consumo, los espacios económicamente “luminosos” u “oscuros” colindantes, las desigualdades y retrancas territoriales y locales, el estado de las fuerzas productivas llamadas los trabajadores. Han demostrado además a los políticos que el problema de la unidad nacional es el del consenso, y que no se resuelve únicamente con convocatorias y movilizaciones de revolucionarios, sino mediante el diálogo sostenido con todos los ciudadanos. Han evidenciado a los aparatos del Partido, una vez más, que la eficacia de un sistema de medios públicos no es ideológica, sino política, y que se mide por su credibilidad y capacidad de convencimiento (a los no convencidos, naturalmente). Han confirmado que las fuerzas del orden pueden proveer primeros auxilios a los brotes de violencia, pero a costa de otros daños, y que no son ellas las que deberían lidiar con los problemas sociales y políticos donde se arraiga el disentimiento. Finalmente, les ha demostrado a los políticos estadounidenses que sus alianzas con esta oposición belicosa refuerza la línea dura de los dos lados, y daña el ejercicio real de la libertad y los derechos humanos en Cuba.
El denominador común de estas lecciones es la sociedad cubana, con sus luces y sus sombras. Saber descifrar su presente, sin hojas de ruta bipolares, decidirá lo que vendrá.
Nota:
1 “Violencia y solución de conflictos”, en Revista Temas # 53, enero-marzo, 2008.
El artículo es correcto y estoy de acuerdo con lo que dice, salvo en una cosa: que no relaciona el efecto bloqueo con la situación concreta de la Isla. Como si los sucesos recientes fueran sólo el resultado de eso que el autor denomina “anomia” y no como consecuencia del fenómerno en su totalidad. Nos referimos a una Cuba que ha hecho todo lo posible por adapatar su economía socialista al mundo del mercado en medio de una crisis global. Que lo haya hecho bien o mal es tema para otro artículo. Lo obvio es que ningún país del mundo puede soportar 62 años de bloqueo sistemático por parte de la potencia más agresiva y poderosa -militar y económicamente dicho-, sin contar con una economía sólida. Cuba lo ha hecho. Y lo ha hecho a sólo 90 millas de las costas de su vecino. Cuba y nadie más. Ni siquiera el pueblo alemán, cómplice en su inmensa mayoría del genocidio hitleriano lo sufrió. Perdió la guerra, perdió millones de vidas, sus ciudades quedaron en ruinas, pero tan pronto como acabó el conflicto tuvo una inmensa ayuda económica por parte de Estados Unidos dentro del llamado “Plan Marshall”, y eso a pesar de haber sido enemigos. El actual presidente norteamericano, Mr Biden, está utilizando el juego del gato y el ratón con la Isla. Habla, hace declaraciones de ayudar al pueblo cubano, bla, bla, bla. Pero en el fondo -y en eso sí que estoy de acuerdo con el redactor del artículo- lo que desea es sentarse en un cómodo sillón y ver “los toros desde la barrera”. Lo único que le falta a Mr. Biden es ponerse a tocar el arpa de Nerón. De modo que la suya es una política engañosa, poco “saludable” para la mayor de las Antillas. Al menos, Mr. Trump era más directo: quería destruir la Revolución por medio del hambre, provocar el cambio sacudiendo el árbol hasta que la “fruta madura” cayera en sus manos. Las intenciones de Estados Unidos hacia Cuba siempre han sido espurias. Y eso ya lo dejó claro Martí en su carta a Manuel Mercado. Lo que hemos visto, en estos 62 años, es que cuanto más espurias son esas intenciones tanto más se valen de ellas quienes la utilizan para lograr sus intereses. Es obvio que en la vida norteamericana tampoco hay otro político como Obama. Será porque la sensatez y la inteligencia son dones que no vienen dentro de la herencia y las propiedades, ni tienen nada que ver con los millones de dólares en la cuenta de un banco. También resulta obvio (cada vez más obvio) que Cuba no puede esperar ninguna ayuda real de Estados Unidos sin ponerse primero de rodillas. De modo que por dura que resulte su situación no le queda otra que currarse a como toque su economía, sacándola adelante con o sin crisis. Si quiere seguir siendo soberana. Y eso no lo puede hacer contando nada más que con los incondicionales al régimen. Tiene que hacerlo como pedía Martí. Lo demás, amigos, es baba de Alí Babá y los cuarenta ladrones.
Muy buen artículo. Aunque yo defiendo el socialismo horizontal, que ahora no tenemos, estoy de acuerdo que la dirección política del país debe aprender de estos errores cometidos en el proceso de ordenamiento, debe reconocer que se equivocó. Debemos acabar con la burocracia y aterrizar en la eliminación de la desigualdad y la pobreza. Como bien dice este artículo, hay desigualdad muy asentada en Cuba, en parte por el bloqueo y en parte porque repartimos (ellos reparten) muy mal lo poco que tenemos. Las brechas entre oriente y occidente son enormes, las brechas entre Miramar y la Lisa son enormes. El socialismo que yo sueño no es así. Dijo Fidel que ésta es una Revolución por los humilde y para los humildes. No podemos seguir tomando medidas que amplíe las desigualdades. En el otro lado el bloque real y que los amigos que incitan al odio desde el sur de la florida se empeñan en decir que no existe.
Debemos todos y todas aprender del día 11 de julio.
Comento por vez primera en redes sobre estos sucesos. Quizás esté me ha resultado un artículo con bastante sentido común, aunque, como es lógico no aborde todas las aristas de una compleja situación que se inició desde el mismo día que triunfó la Revolución cubana el 1 de enero de 1959.
Tampoco yo pretendo abordar, por imposible, ese fenómeno. Solamente apuntaré que agradezco mucho uno de los asuntos aquí abordados: Cuba es de todos los cubanos y su actual gobierno debe entender de una vez y por todas que las palabras y las leyes deben acomodarse a las circunstancias y cualquier método de barricada y enfrentamiento violento es nocivo para su soberanía, su revolución y su socialismo. Nada ayudaría más ahora mismo que, partir con toda sinceridad de los errores cometidos antes y algo tan sencillo como publicar la lista de todos los apresados en los pasados disturbios y su inmediata libertad con todas las garantías, sería un gran comienzo para un diálogo entre cubanos, sin importar su posición política. Cuba no debe esperar, en ninguna circunstancia apoyo de EUA sin estar dispuesta a bajar la cabeza ante sus demandas, muchas veces hipócritas para conseguir el viejo propósito de evitar un opositor tan firme como Cuba a sus políticas egemonicas.El resultado de cualquier análisis, pone al actual gobierno cubano como máximo responsable de lo que acontezca en cualquier término futuro con el país, con su soberanía, su independencia, su revolución y su socialismo y lo más importante, con una mejoría en las circunstancias de vida de su población, en especial aquella que habita los espacios más deprimidos desde el punto de vista económico y social. Se impone una Revolución muy profunda dentro de la revolución histórica iniciada en 1959. Quizás revisar los puntos de vista de Mujica y López Obrador sobre varios temas, ayudarían mucho.Quizas revisar un discurso de Fidel durante un encuentro con la AHS en 1988, les daría muchas luces para hacer bien las cosas antes de salir a buscar refuerzos como los citados antes, aunque ambas acciones fueran preferibles. El discurso aludido estoy seguro que contiene las claves para que el gobierno enfrente con éxito las actuales circunstancias. Por alguna razón fue autorizado a publicarse 30 años después de haber sido pronunciado y se hizo con una tibieza que llama la atención. Estoy convencido que muy pocos lo han leído y de los que lo han hecho, al menos algunos no le ven ninguna utilidad hoy como para considerarlo una fuente en las políticas que se necesitan. Un alto funcionario al que se le comentó al respecto, respondió que ese discurso ya estaba publicado en un libro titulado Fidel y la AHS. Cansancio? Temor a lo que allí Fidel propone? Puedo resumir que los temas de interés en esa intervención se refieren a dialogar con enemigos, el derecho al error, la preferencia a que haya mucha libertad a falta de libertad y la urgente necesidad de encontrar respuestas nuevas a viejos y nuevos problemas.
En cualquier protesta ocurrida en cualquier lugar del mundo pueden penetrar vándalos.
De hecho eso ha ocurrido últimamente en Europa, USA y Latinoamérica sin que por eso en los medios cubanos se condenara al resto de los protestantes.
La incapacidad policial para distinguir la protesta pacífica del vandalismo y dar apropiadas respuestas a cada una, solo es comparable con la de algunos analistas que intentan relativizar la inadecuada acción represiva y el llamado indefendible de Diaz Canel (que han tratado de esconder los medios cubanos en los días subsiguientes) de combate cubano a cubano cuando lo correcto era hacer un llamado a los participantes a manifestarse en paz y a las fuerzas del orden a respetar esa protesta y prevenir el desorden.
Eso lo convierte en el mayor culpable , porque por poner solo un ejemplo, si las fuerzas empleadas en disolver la protesta pacífica del Parque Central se hubieran dislocado en protección de tiendas, estuviéramos hablando de otra historia .
Martí decía: “Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías”. Es una frase de uno de sus textos más emblemáticos. Porque, para Martí, “conocer es resolver”. Pienso, por tanto que el socialismo verdadero no necesita apellidos. Cuando hay que ponerle adjetivos es porque la cosa no iba como debía ir. Hoy, en Rusia, hay toda una generación frustrada por haber sido fue engañada, tanto por Gorbachov como por los que han llegado detrás de él. Cuando el glorioso Mihail vio que la cosa se ponía al rojo vivo, renunció, y que los demás se las arreglen como puedan. Lo que dejó tras de sí fue, además del preámbulo a un capitalismo salvaje, y al pillaje más desvergonzado, ciento treinta conflictos bélicos entre las antiguas naciones de aquel gran país. Ese fue uno de los logros de la perestroika. ¡Qué le vamos a hacer! -dirán algunos en forma de consuelo- si el infierno está empedrado de buenas intenciones! Y también de malas. Sobre todo de malas y muy malas intenciones. Pero esto no lo digo yo, lo dice una Premio Nobel de Literatura bielorrusa en su libro “El fin de homo sovieticus” que acabo de leer. Tampoco es que lo diga ella, lo dicen sus entrevistados, que lo vivieron en carne propia. Les advierto que es libro duro. Durísimo. Y debería ser publicado en Cuba, a ver si los ingenuos de siempre aprenden con los errores de otros. Con esto no quiero decir que “más vale mal conocido que bueno por conocer”. Quiero decir sólo lo que digo.
“Los cubanos han pagado el precio de estar atrapados en los sueños de otros”.
Zlavoj Zizek
Creo que lo analizado y explicado por Rafael Hdez en su artículo toca un conjunto de claves para entender la situación en la que nos encontramos en el país. Especialmente, la alta dirección que enfrenta los retos con cambios trascendentales vistos y comparados en la trayectoria de la Revolución, le toca enfrentar estos aspectos unidos a los analizados por quienes aportaron comentarios. Quiero referirme también a la necesidad de transformación profunda del rol de los medios de comunicación y el abordaje político de los disensos. Los medios públicos en todas partes abordan la política oficial pero la hegemonía en Cuba de los mismos sin otros alternativos que brinden información y ayuden a representar aristas necesarias sobre la realidad social, requieren de prever los espacios para los puntos de vista diferentes. Los mensajes en la mayoría de los medios masivos son en exceso propagandísticos, de maquillaje de errores y con otros problemas comunicacionales en contenidos narrativas y a veces contraproducentes. Se necesita de importantes contenidos que debemos conocer para construirnos una subjetividad mas acordes con el momento representando mas el sentir del pueblo. A esro se incluye la valentía del abordaje necesario con mayor enfoque de democracia y realismo de las medidas económicas que se vienen dando por la dirección del país, más allá de los faltantes muy bien mencionados. Hoy en los medios sólo tienen un tratamiento informativo y noticioso. Falta el debate, el valor del cambio hacia una mayor democratización y adaptación al mundo de estas medidas entre otras comparaciones con el modo de actuar histórico.
Lo otro a referirme es a la comunidad cubana y su rol especialmente en los eeuu . Se que Rafael Hdez es un conocedor bastante profundo de este tema y la política de EEUU. Si fuera posible desearía proponerle conocer su análisis y valoraciones de como ve esta realidad actualmente y su impacto en la política. También carecemos los cubanos de conocer y educarnos sobre los entramados de esta situación. El bloqueo o embargo tiene que estar mejor desentrañado en nuestras mentes pero la mayoría de los cubanos sabemos bastante poco de su anatomía, patologías y sobre todo los factores y roles , allá en los eeuu, que determinan su estado actual. Si debemos entrar a profundizar en nuestra parte de la sociedad más desasistida socialmente también debemos conocer mejor a nuestros 2 millones y tantos familiares nuestros que viven, votan y alimentan la política allá en el norte. La participación ciudadana puede contrbuir a transformar mentalidades, pero en esto estamos con la tarea por hacer. Ha sido un placer leer este artículo y también todos los comentarios también valiosos que le han acompañado. Muchas gracias.
Porque no vamos al origen del bloqueo?
El bloqueo se origino por la lucha política entre la extinta Urss y EEUU , donde Cuba aparecía como el fruto en discusión.
Se prolongó precisamente por el mantenimiento de esta política por casi 30 años en los cuales no se hablaba de bloqueo
Con la caída de la URSS, el gobierno cubano se vio aislado y se refugio en el sacrificio interno y la terquedad.
Durante el periodo especial hubo intentos por ambos lados de resolver la situación que se vieron frustrados por el derribo de la avioneta que acelero la firma de la helms-Burton.
Nuevamente triunfo la terquedad histórica del lider a costa del sacrificio del pueblo, aunque después de reconocer que la economía socialista era un fracaso.
Después los que han seguido han tratado de utilizar el capital político anterior pero, si el capital histórico ni el liderazgo.
No hay programa económico ni político.
Decir que esta es una revolución socialista es un grave error.
Se ha convertido en una enorme reacción a los cambios necesarios que exige la sociedad y el pueblo.
Ya no es una revolución sino, una contrarrevolución y los intentos de mantener el status quo son todos inútiles.
Hay que buscar consenso entre todo el pueblo donde quiera que se encuentre y soluciones innovadoras y verdaderamente revolucionarias.
Nadie por si solo las tiene, las tiene todo el pueblo y solo con el se encontrarán.
No es copiar modelos, ni regresar al capitalismo que, nunca será igual al de Estados Unidos ni noruega sino al de Haití, Guatemala y Honduras.
mas de lo mismo: los “revolucioarios” tratando de ajustar la realidad a sus suenos …..Los pueblos no soportan la tirania totalitaria y sus errores e ineficiencias.Si,aparentemente lo soportan,es porque no pueden hacer otra cosa frente al Poder.Y asi sera,siempre…dominar no es convencer y teorizar no es o mismo que trabajar.En Rusia existe el partido comunista y…..que lugar ocupa ? No sean insensatos,el comunismo es inoperante,injusto y obsoleto.No se da cuenta ?? Cuba comunista cada dia escoge el camino de la confrontacion con los EEUU y entonces…..que debe esperar ? Por que no se le pregunta al pueblo de cuba,con libertad y opciones que es lo que quiere ?? O no se confia en el pueblo cubano ???No dicen que somos soberanos ?? Demuestrelo !!!
La esencia de lo que ha ocurrido, ocurre y ocurrira en Cuba no necesita de un analisis intelectual, aleccionador o detallado de las circunstancias que aqui se exponen, tienen un origen claro, detallado, aleccionador, politico e ideologico claro y preciso LAS POLITICAS CRIMINALES, GENOCIDAS, TERRORISTAS, FACISTAS Y HEGEMONICAS DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CONTRA CUBA DESDE 1959.
Repito cualquier analisis que no parte de LAS POLITICAS CRIMINALES, TERRORISTAS, FACISTAS Y HEGEMONICAS DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CONTRA CUBA, no es un analisis honesto, honrado, sensible, humano y sobre todo defensor de los derechos de un pueblo, como el cubano a darse el regimen politico, economico, ideologico y social que desea, NO EL QUE TRATAN DE IMPONERNOS LOS GOBERNANTES NORTEAMERICANOS POR MAS DE 60 ANOS.
Este tipo de articulo no se compromete con el pueblo cubano y su derecho a la vida, su derecho a la independencia, su derecho a la soberania y a la libertad que conseguimos el primero de Enero de 1959, esto no es atacar el articulo y su escritor y senalarle las deficiencias que tiene el mismo pues no senala las verdaderas razones, causas y efectos que UN BLOQUEO CRIMINAL, GENOCIDA, TERRORISTAS Y FACISTA COMO EL QUE NO TIENE IMPUESTO EL GOBIERNO DE LOS EEUU ES LA CAUSA DE TODOS NUESTROS ACTUALES PROBLEMAS.
Los gringos no acaban de entender que de tomar ellos acciones militares de cualquier tipo contra Cuba, ocurrira lo dicho por el General Antonio Maceo y Grajales durante la contienda en la manigua cubana, EL QUE INTENTE APODERARSE DE CUBA, RECOGERA EL POLVO DE SU SUELO ANEGADO EN SANGRE SINO PERECE EN LA LUCHA.
PATRIA O MUERTE VENCEREMOS
Según explica uno de los usuarios del foro, “dominar no es convencer y teorizar no es lo mismo que trabajar”. Al parecer -y siguiendo el hilo de sus interesantes reflexiones- los países -y sus gobiernos- no se rigen por teorías económicas y políticas, sino a la buena de Dios. Y los ejércitos y demás instituciones, (como la policía) tampoco responden a los intereses de quienes gobiernan, bien por delante o por detrás del Poder mismo. Confieso que es una bella teoría, pero falsa. Francamente no me atrevería a hacer esos juicios tan fáciles, como queriendo dar lecciones. Para entender y explicar unos cambios sociopolíticos tan dramáticos como los que ocurrieron en la URSS, se requiere algo más de información y de sentido común. Porque, en una Rusia desmoralizada y destruida por sus propios líderes, ¿qué partido comunista puede quedar? ¡Si fueron los mismos dirigentes quienes acabaron con un sistema que tanto esfuerzo y sangre le había costado a varias generaciones de soviéticos y soviéticas! Veamos: primero fue Stalin con su despotismo (denunciado por Jruschov durante el XX Congreso del PCUS, en 1956). Y luego, con el arribo del santo Mihail, que haría el resto, porque los cambios comenzaron con él y por la misma cúpula del PCUS. La excusa (siempre hay una excusa) fue perfeccionar el socialismo, pero Gorbachov, obviamente, ya no era comunista, sino socialdemócrata. Y dejó el país inmerso en el caos. Le sugiero buenamente al amigo teórico que, en vez de hacer lo que tanto critica (teorizar), se lea el libro de la escritora bielorrusa citada. A través de él recibirá la información que tanto necesita.
El mismo primer día de las ya el presidente hablaba de la necesaria autocrítica lo que reconoce que hay factores que dependen de nosotros.
Pero cada vez que se hace un análisis de la situación cubana y no se habla de la criminal política de cambio de régimen el análisis es parcial.
Esa anomia es también, como lo fue en el 94, resultado ante todo de las agresiones.
Tan sencillo como que si no hubiera bloqueo y no financiaran, lo que el profe llamo cortésmente, oposición, no hubiera habido ni 94 ni el mes pasado.
Con todo el respeto, es tan evidente que para verlo no hay que ir a la universidad.
reflexionar tambien sobre el concepto de ENAJENACIÓN SOCIAL
Después del triunfo de la Revolucion la historia nos ha demostrado cuán gravitante resulta el contexto internacional o la suma de las variables externas que actúan sobre nuestro país,con un alto contenido de incertidumbres en el comportamiento de las estructuras que conforman nuestro sistema social.
Los procesos de cambio en nuestro país esta sustentado en una corriente neomarxista donde la economía y la política van separadas,sus ideas no son la armonía que anteriormente disframos,la tranquilidad,como manifiestas en tu artículo,sino el conflicto,las contradicciones sociales,que emergen de las políticas erróneas para mantener un pais en crisis sucesiva,que termina en el incremento del costo y la complejidad del aparato estatal,provocando una crisis fiscal y de racionalidad en la gestión que a su vez provoca el cuestionamiento de la confianza y legitimidad de las instituciones,lo que nos irá conduciendo a un cambio paulatino del orden establecido.
Los neomarxistas en nombre del pogreso y la democracia con intereses,propositos y ambiciones impulsan y maximizan las potencialidades individuales exacerbadas y demuestran la falta de voluntad política persiguiendo objetivos que son incompatibles con el sistema social,las responsabilidad del estado de proteger y proporcionarle protección y seguridad la cual se diluye para trasladarle esa responsabilidad a la poblacion,que termina emitiendo decretos leyes imponiéndo legalmente la represión.
Cuando se analizan los cambios en nombre del capital,en esos análisis se perdió la historia,el análisis externo e interno incluyendo el medio ambiente en una guerra de desgaste que se ha intensificado por el desarrollo científico_tecnologico lo cual utilizan los EEUU para presionar a los países que consideraran sus enemigos,las teorías de los nuevos neomarxistas mueren en este país por no ir precedidas del sentido común,las protestas la contrarrevolución la sustento en las debilidades en la cual nos han colocados los innovadores que desean contraer el bienestar del pueblo a sus intereses personales para esto están utilizando el adormecimiento de las conciencias.
Por lo tanto los hechos violentos ocurridos parten de estas premisas y los problemas que subyacen por la desatención a los problemas sociales,en general amenazas existenciales que generan agresividad y violencia,añadiendo los errores cometidos en el enfrentamiento a la COVID como parte de sus mentes innovadoras, lo cual ha traído luto,incertidumbre,falta de seguridad,daños sicológicos a la población,etc .. ,todo en nombre del capital,su justificación la marcha de la economía..
Porque no existe valor en este país para preguntar por los Manuales de Seguridad Nacional y los de la Defensa Civil,en los cuales Fidel fusionó en una unidad los aspectos políticos, económicos y sociales donde se estructura el funcionamiento de nuestra sociedad para PROTEGER Y darle SEGURIDAD al pueblo ante los riesgos y amenazas exepcionales los cuales se actualizan sistematicamente acorde a las circunstancias,su objetivo se basa en estudiar el entorno para anticiparse a los riesgos o los conflictos para mitigar los daños en personas,animales,plantas o inmuebles,las batallas que se libraron en este país son el contenido práctico de la historia de nuestra nacion,cada victoria obtenida le demostró al gobierno yanqui un nivel de organización muy alto en lo tactico,operacional y estrategico lo cual tuvo el reconocimiento de nuestros enemigos en la voz de Obama,todo esto se lo debemos a Fidel cuya Doctrina de la Guerra de todo el pueblo demostró lo inexpugnable de la defensa de nuestro pais,solo recordemos la muerte de más de 100 niños por un ataque bioterrorista y la respuesta de Fidel para el presente y el futuro la creación del instituto de Biotecnología y todos los demás centros con los cuales tenemos la dicha de tener nuestras vacunas,la sociedad esta siendo debilitada en nombre del capital,cuando se trata de la protección del pueblo,se toman medidas radicales,puedo profundizar más sobre este tema,no se puede reparar lo irreparable,se lo dejo a los expertos y académicos porque las decisiones han sido mal concebidas en un tribunal se resolvería este litigio.
Nos compara con países ricos,algo imposible,busquen información y sacarán sus propias conclusiones con los manuales de seguridad nacional de esos paises,nosotros le hemos aportado experiencias para enriquecer esa tematica y hoy padecemos de la conciencia adormecida,como el café que le enseñamos a los Vietnamita a sembrarlo y hoy son nuestros intructores,
profundizan en este siglo XXI,sobre el tema de los conflictos para enfrentar a los neomarxistas y alertar a nuestra patria de la nueva estrategia del enemigo “Las guerras tranquilas con armas silenciosas.”,lograremos que vuelva el sentido común y se elimine la doctrina SALVASE QUIEN PUEDA”.