La humanidad saldrá de esta pandemia. Antes también sobrevinieron pandemias y la humanidad sobrevivió. Es cierto que en todas las anteriores el mundo estaba menos conectado y que la aun escasa movilidad creaba barreras físicas que retrasaban la expansión de cualquier contagio. Ahora esa gran movilidad que todos hemos identificado como una de las grandes fortalezas de la economía global se convierte en un aliado perfecto de un virus que ya de por si tiene una alta capacidad de propagación. Pero los seres humanos lo lograrán porque a lo largo de su corta vida sobre esta Tierra han aprendido a adaptarse.
Es cierto que mucho tendrá que ver esa salida y la reducción del daño de su capacidad para comportarse colectivamente, de la seriedad con que cada ciudadano y ciudadana de este mundo se tome esta situación, del respeto y la consideración que todos tengamos hacia nuestros conciudadanos, de la disciplina colectiva pero también de la disciplina individual y de que cada cual ejerza el deber de respetar y el derecho de ser respetado. Nada se le puede exigir al otro o a la otra si no somos capaces de exigírnoslo a nosotros mismos.
Sobreviviremos, pero sobrevivir no basta. La experiencia debería llevarnos a ser mejores como seres humanos, porque esta experiencia sacará a flote todo lo mejor que tenemos y todo lo peor que aun nos queda como especie.
Y así también será para los gobiernos, para aquellos que se tomaron esta situación con tremenda irresponsabilidad y para aquellos otros que han actuado y actúan con muchísima cordura y han sido consecuentes con el propósito de proteger a los ciudadanos de sus países, que también ha significado proteger a los ciudadanos de todos los países.
Ya el mundo es otro. Las grandes cadenas de suministros están rotas, la oferta se ha quedado corta ante un incremento exponencial de la demanda en un corto período de tiempo, la necesidad sobrepasa a la demanda y la demanda efectiva se reduce significativamente. Los “necesitados” sobrepasarán a los “consumidores”, repitiendo a una escala mayor este viejo dilema que tendrán que enfrentar los gobiernos.
Las inversiones no reaccionarán agresivamente porque la incertidumbre es abrumadora y ni la inyección de liquidez, ni la reducción drástica de las tasas de interés lograrán hacer reaccionar a los inversionistas en el corto plazo, preocupados siempre por el retorno del capital invertido.
Recomponer la economía mundial costará tiempo, el más preciado de todos los recursos del ser humano y el más escaso de todos y requerirá de actitudes responsables e inteligentes de los Estados y de sus gobiernos, y en que estos se centren mas en el bien común que en el beneficio individual.
Sin dudas el “día después” del COVID 19 será muy duro y por un tiempo largo recordaremos esta primera pandemia del siglo XXI. Y es probable que al pasar de los años hablemos de la “generación del coronavirus” o del mundo pre y post coronavirus.
Para nuestra patria, la de todos las cubanas y cubanos, esta es quizás la situación más dura de todas las que han tenido que enfrentar desde el inicio del siglo pasado. Si hasta hace muy poco cuando se deseaba recordar una situación muy difícil la referencia obligada era el Período Especial, ya está muy claro que la situación a la que todas y todos tendrán que enfrentar y vencer sobrepasa en todos los aspectos aquella otra vivida a inicios de los noventa. No hay parangón.
La pandemia nos toma, luego de años de enfrentar un deterioro profundo de nuestra economía, con restricciones externas muy duras, sin haber podido remontar el deterioro tecnológico acumulado, con un sistema productivo que salvo honrosas excepciones exhibe baja productividad del trabajo, razón, entre otras, que genera una alta propensión a la importación, de la cual no están exentas nuestras principales exportaciones de bienes.
Nos encuentra en pleno proceso de enmendar entuertos, de armar cadenas productivas, de intentar transformar prácticas que dieron poco resultado y de erradicar otras que condujeron a males mayores. Luego de tres años de pulseo tenaz con la más agresiva de todas las administraciones norteamericanos que Cuba haya tenido que enfrentar luego de 1962, que ha puesto en práctica casi 300 nuevas medidas para hacer más difícil nuestra situación, en una exhibición de ideas innovadoras únicas. Por cierto, cada una de esas medias ha sido la constatación de la derrota de la anterior.
Será también una ocasión para aprender, pues todas nuestras fortalezas se pondrán de manifiesto, igual que todas nuestras falencias se harán más evidente y se evidenciaran algunas otras que hasta hora no parecían tan claras, tanto aquellas de tipo material, como organizativo y conductual. No debemos perder la oportunidad de aprender, pues será también la posibilidad para ser mejores el día después.
Será duro, muy duro el 2020. Nuestros ya menguados ingresos por exportaciones (2 372 779 de dólares en el 2018) pueden menguar aun más; la ralentización de la economía mundial impactará en los precios del níquel y puede reducir sus ingresos (775 869 000 dólares en 2018) probablemente también en los del azúcar (196 849 000 dólares en 2018) responsables entre ambos del 41% de los ingresos por exportaciones de bienes en ese año. ¿En cuanto? Es difícil de estimar, pero es segura la reducción. Y cualquier reducción de los ingresos por exportaciones es muy sensible para el país.
Tampoco podemos compensar la posible caída de precios con mas exportaciones por insuficiente demanda externa y por insuficiente producción nacional.
La recuperación de la economía China será decisiva y está dependerá en mucho de la recuperación de la demanda en los principales centros económicos mundiales.
Los ingresos por las exportaciones de bebidas y tabacos (396 916 000 millones de dólares) responsables del 16% de total de los ingresos por exportaciones de bienes son más difíciles de predecir dada las características de estos bienes. Pero hay que tomar en consideración que los principales mercados de ambos están en los países europeos, hoy por hoy, de los mas golpeados por el COVID 19.
No sucederá igual con los producto médicos y farmacéuticos, (385 348 000 de dólares en el 2018) responsables del 16% de los ingresos totales y que probablemente incrementen su aporte al balance externo.
En el caso de los ingresos por exportaciones de servicios (11 289 821 100 millones de dólares en el 2018) alrededor del 82% del total de exportaciones, es muy probable que los principales rubros se vean afectados. Alojamiento y servicios de suministro de comidas y bebidas aportó mas de 970 millones ese año, con un impacto directo en la reducción de la demanda agregada, mientas que los servicios de comunicaciones aportaron mas de 772 millones de dólares, ambos serán afectados, en el primero de los casos por la reducción drástica del turismo y también de las remesas, en el segundo, en lo fundamental por la reducción de las remesas provenientes de Estados Unidos, que serán afectadas en la misma medida que la crisis económica se profundice en ese país. Los servicios médicos, con 6 398 538 800 de ingresos por exportaciones en el 2018 (56% del total de exportaciones de servicios) podrían compensar en parte esta situación.
Entonces cuando las oportunidades en el mercado externo se hacen más difíciles, sin dudas una alternativa será nuestro mercado interno, aparentemente pequeño pero enorme si consideramos cuán difícil le resulta a la producción nacional cubrir esa demanda. Hay aquí nuevas oportunidades, hay que aprovecharlas.
Hoy se hace más evidente para todos cuánto nos expone la debilidad de nuestro sector agroalimentario; cuán necesario es repensar la asignación de recursos de inversión entre los diferentes sectores de nuestra economía, cuánto más debemos apurarnos para lograr una mayor diversificación de nuestra matriz energética; cuán necesario es dedicar más recursos de inversión a nuestro sistema industrial; cuán sensible es un sector tan estratégico como el turismo, que tan importante resulta nuestro mercado interno pensado de forma global y no solo circunscrito a bienes de consumo.
La pandemia de Covid-19 también ha puesto sobre la mesa la enorme importancia de la ciencia, de tener mirada larga y andar siempre atentos a las tendencias mundiales del desarrollo científico pues ¿cómo si no tendríamos el interferón tan reclamado?
Saldremos adelante y seremos mejores y lo haremos mejor.
***
Desde Noreña en Asturias un pueblo pequeño y precioso, mi cuñada me envió este poema que es una canción de esperanza
Y la gente se quedaba en casa.
Y leía libros y escuchaba.
Y descansó e hizo ejercicios.
E hizo arte y jugó.
Y aprendió nuevas formas de ser.
Y se detuvo.
Y escuchó más profundamente…
Alguno meditaba,
Alguno rezaba.
Algún otro bailaba…
Alguien se encontró con su sombra.
Comenzaron a pensar de un modo diferente.
Y la gente sanó.
Y en ausencia de personas que vivían
de forma ignorante, peligrosa,
sin sentido y sin corazón,
Incluso la tierra comenzó a sanar.
Y cuando el peligro terminó
y las personas se reencontraron,
lloraron por los muertos.
Y tomaron nuevas decisiones.
Y soñaban con nuevas visiones.
Y crearon nuevas formas de vida.
Y curaron completamente la tierra.
Así como se curaron ellos.
(Poema escrito durante la epidemia de peste de 1800. Kitty O’Meara. 1839-1888)
Cierto, este será un año muy duro, pero haremos más que sobrevivir.
NO me gusta el título, no va de acuerdo con el final “Saldremos adelante y seremos mejores y lo haremos mejor”, porque facilmente puedo decir, eso no basta, me imagino que hacia falta un título, y escogió una frase dicha muy recientemente, por alguien, en algún lugar, para polemizar
Eln articulo es bueno chico, amen que te guste o no el titulito, lo importante es el pollo del arroz con pollo. No importa incluso si el titulo pudiera manipular un poco la atencion inicial. Es un articulo hecho por el profe, que sabe de que escribe…. Sopla el viento y nos lleva el taparrabos, agarratelo fuerte…que eso si no va gusstaaa
Profesor: Las consignas no funcionan en la economía, usted mejor que nadie lo sabe. Para nada de acuerdo con el final de su artículo; “Cierto, este será un año muy duro, pero haremos más que sobrevivir.”
Si el estado cubano no cambia profundamente su política económica y sus relaciones con la emigración cubana, veremos en la vida real la película cubana “Los sobrevivientes” en vivo.
La economía se debe repensar y actuar en correspondencia con los acontecimientos. Antes, por supuesto tener las previsiones y provisiones para hacerlo. El Coronavirus es una especie de prueba del ácido y también rescata a la actualidad la teoría de Darwin. En la capacidad de prever, actuar y adaptarnos está una buena parte del éxito.
En primer lugar está poniendo de manifiesto que desdeñar el papel de los Estados en la gestión y control de los países y dejar en manos de las corporaciones, transnacionales los destinos es un fracaso. China está dando un ejemplo, independientemente de algunas fallas de inicio. Hoy no solo ha logrado detener y revertir la situación, sino que es el país que mayor colaboración mundial está teniendo. Las leyes del mercado no son antídoto para estos casos, son su contrario.
Estados Unidos está demostrando el fracaso de sus políticas y lo peor está por llegar.
En el caso de Cuba para esta Pandemia es necesario y comparto el criterio del amigo Triana, que si hay que ralentizar el desarrollo inversionista en otros sectores, como el turismo por ejemplo y situar ese financiamiento en la agricultura y la industria y hacerlo con pensamiento, con inteligencia y situar los dineros donde mayor rendimientos se alcance.
Son momentos de más unidad y menos lucha de contrarios y no lo digo solamente por los que tienen y expresan criterios desfavorables y perturbadores, es también para los que estamos comprometidos con el avance de nuestro sistema socialista y no en pocas ocasiones ponemos el palo a las ruedas, por estar anclados a viejos esquemas derrotados por el tiempo.
El modelo económico cubano está sometido a una prueba crucial. En su capacidad de irse adelantando a los acontecimientos, prever, de accionar con diligencia y capacidad de adaptación a los eventos en pleno desarrollo, está el futuro de la nación. En lo personal tengo plena confianza en nuestra dirección. No sólo sobreviviremos, podemos salir más fortalecidos y constituirnos en un ejemplo por la capacidad de derrotar al coronavirus y mostrar al mundo una capacidad de colaboración solidaria sin precedentes.
Y en eso ud se cayó de la cama. No hay lideres en Cuba capaces de sacar el país adelante no hay políticos no hay un proyecto de país solo improvisación y una desconexión total del gobierno con el pueblo. El gobierno de China el PCCH es el responsable de la propagación del Coronavirus tendrá en algún momento que rendir cuentas al mundo por esta tragedia, el irrespeto a los derechos humanos en especial a la libertad de expresión y al derecho de los ciudadanos de ser oídos y tomados en cuenta seguramente será tomado en cuenta para obligar a los gobiernos que legilen para garantizar este derecho ausente en China y que hubiera evitado esta tragedia.
Es tan evidente donde se debe poner el dinero a prioridad en post del desarrollo, mas aun ahora sabiendo la cicatriz que va a dejar esta crisis que no se como pudiera haber alguien en desacuerdo con usted. Tantos miles de millones gastado para gabricar hotele para que esten vacíos o mal gestionados (?)
La gran pregunta es….¡¿Como no se dan cuenta quienes deben darse cuenta?…. Que cosa mas rara? Me lo pregunto muchas veces durante todos estos años en que paso y veo… Nuevo hotel en construccion,, y otro,, yyy otro,, otro mas!
no….encuentro…respuesta logica. Quizas alguien me ayuda a entender (?)
En general considero valiosa y oportuna esta contribución del Dr Triana. Me he quedado con la duda si algunas cifras con millones de dólares como unidad están correctas.
Me parece genial el artículo, aunque no veo que el profe hable sobre en mi opinión sería el problema fundamental al que se enfrentaría nuestra sociedad, que no es más que la conciencia del pueblo.
Las personas como ya nos advirtió Adam Smith son egoístas por naturaleza, y si la sociedad cubana no se encuentra estrechamente relacionada y debida a los objetivos imperantes a cumplir luego de rebasar la pandemia; el cubano ordinario no hará más que satisfacer su necesidad y la de su familia sacrificando él bienestar colectivo si fuera necesario.
Un trabajo ideológico donde se busque la unidad de la sociedad cubana sería más que necesario para enfrentar en bache que se nos viene. Solo si trabajamos juntos seremos capaces de salir adelante. El Estado-Academia—Sector no Estatal deben caminar de la mano creando un marco donde permita el desarrollo de las actividades sociales-políticas-económicas.
Mi más humilde opinión.
Alejandro, el trabajo ideologico toma tiempo y satisfacciones basicasss! En una sociedad desgastada de escuchar palabras como por ejemplo: “ideologico”…. La cosa es que no estoy del todo en desacuerdo con lo que planteas. Es solo que a estas alturas por ahi por esa via de la muela deologica… Nos vamos a morir y no lo vamos ver! Se nos ha ido un volumen importante de capital humano,, gente capaz e inteligente a buscarsela en otras partes,, sabes que sin ellos a lo mejor se puede,, Pero no igual de rapido… Hace falta un equipo de gobierno inteligente que pare ésto… No hablo de Diaz Canel que el pobre no para de pinchar oodran estar en desacuerdo o no con el,,. Pero de que trabaja trabaja el hombre… ( Pero un gobierno no es una persona) Pero donde me quede. No sea que lo paren forzosamente, como antes ( no te vas)! Asi noo… Pero escuchando a su pueblo y abandonando terquedades disfuncionales que todos conocemos,, que lo han sido por decenios,, y aun estan AQUI! Un gobierno es bueno segun su capacidad de otrogarle la mayor cantidad se felicidad a su gente…. Y todo va a empezar con una palabra que no es Ideologia tigre… Si no, Esperanza!
gracias por su artículo que me ha hecho reflexionar y además por compartir este poema que tiene hoy tanta vigencia. Hace falta que todos tomemos conciencia para prepararnos mejor.
No Triana, no todos vamos a sobrevivir. El artículo se refiere a algo que resulta obvio incluso para nosotros, los vulgos en temas económicos: la pandemia será un parteaguas y este año es difícil para la economía mundial (probablemente también el próximo) y particularmente crítico para la ya maltrecha economía cubana. Sin embargo, no coincido con Triana en el análisis de las razones del porqué el impacto de la emergencia sanitaria toma a Cuba en calzoncillos (y rotos) con una economía sumida en una crisis brutal: la infraestructura industrial en ruinas, descapitalizada, sin reservas ni liquidez y una crisis del sector turistico y del precio de las commodities que ya era previa al COVID19. Su texto hace casi única referencia a las restricciones de la Administración Trump, obviando los 57 años previos a Trump en los que la isla ha sufrido lo mismo que hoy: un estatismo de corte stalinista con posteriores injertos de un deforme capitalismo de estado. Triana solo se explica muy superficialmente más o menos en estos términos “…ahora que empezábamos a hacer las cosas bien… llegó Trump…” ¡Por favor! Ni ahora estaban haciendo las cosas bien porque de lo contrario no se justifican las limitaciones a la iniciativa privada, las restricciones a la inversión extranjera que pese a lo que dicen los dirigentes cubanos, siguen siendo de las mayores a nivel mundial. Triana no deja de ser un funcionario oficialista, encadenado a una comprensión fracasada de la economía. La solución para Cuba es que los jefes de Triana, los dictadores, sean tirados a un lado.
Adoro a articulo y a cancion!