Hace unos días la prensa nacional publicaba la noticia de la aprobación en Cuba de las normas para desarrollar los trabajos asociados a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y su utilización en la producción de agroalimentos. Sin dudas, tener normas que permitan regular la investigación y el uso de estos organismos es saludable para el presente y el futuro de nuestro país.
Según la Organización Mundial de la Salud “los organismos genéticamente modificados se pueden definir como organismos (plantas, animales o microorganismos) en los que el material genético (ADN) se ha alterado de una manera que no ocurre naturalmente por el apareamiento y/o la recombinación natural. La tecnología puede denominarse: “biotecnología moderna” o “tecnología genética”, a veces también “tecnología de ADN recombinante” o “ingeniería genética”. Permite la transferencia de genes individuales seleccionados de un organismo a otro, también entre especies no relacionadas. Los alimentos producidos a partir de organismos GM o que se usan a menudo se denominan alimentos GM.
Los científicos cubanos Fernando R. Funes-Monzote y Eduardo Freyre Roach en su libro “Transgénicos, ¿qué se pierde? ¿qué se gana?” lo definen así:
Un OMG es un organismo al que le ha sido manipulada su información genética en laboratorios, de forma deliberada, con el fin de conferirle una o más características específicas que lo hacen comportarse de manera diferente a organismos de su misma familia, género o especie. Pueden ser considerados como «nuevos organismos» que entran a ser parte de los seres vivos que cohabitamos sobre el planeta. Este hecho ha generado no pocas preocupaciones éticas en cuanto a su comportamiento y regulación biótica.
Sobre la aplicación de estos OGM en la agricultura, sus ventajas y, sobre todo, sus peligros, se ha escrito muchísimo.1 En Cuba las opiniones están divididas, como en buena parte del mundo, entre quienes están a favor o en contra.
Resumo a continuación una parte de la historia de los transgénicos en Cuba publicada en el libro anteriormente citado:
- A finales de los ochenta, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) proyectaba investigaciones en cultivos transgénicos de caña, papa, papaya, maíz, boniato, arroz, tomate, plátano, café, piña y cítricos tolerantes a plaguicidas y resistentes a plagas (virus, bacterias, insectos, nemátodos, hongos).
- Para 2002 se exhibían avances en los experimentos transgénicos, y en 2006 el CIGB anunció la obtención de la primera planta capaz de producir anticuerpos monoclonales con fines farmacéuticos. Estos organismos no serían utilizados en la producción de alimentos, sino que sus modificaciones genéticas ayudarían a obtener biorreactores y moléculas con usos farmacéuticos para combatir el cáncer. No se contemplaba su liberación al ambiente, sino que se cultivarían dentro de las instalaciones del CIGB, en casas de cultivos protegidas con mallas que impidieran su comunicación con el exterior.
- En 2008 se anunció que en cuatro provincias del país se realizaría la primera prueba a campo abierto del maíz modificado genéticamente FR-Bt1.
- En 2009 se continuó ampliando el cultivo de esta variedad transgénica con el propósito de atenuar los efectos sobre la seguridad alimentaria causados por los huracanes que azotaron la Isla el año anterior. Se anunció que las áreas experimentales bajo este cultivo se multiplicarían hasta llegar a las seis mil hectáreas.
* En la fecha de publicación del texto citado mas arriba no se disponía de ningún informe público sobre sus resultados.
Del 2009 a la actualidad es casi seguro que mucho más se ha hecho en esta materia, pero no tengo esa otra parte de la historia.
Cuba abre la puerta a cultivos transgénicos en medio de la crisis alimentaria
¿Una revolución en los rendimientos?
Sucesivos reportes confirman que los rendimientos de las variedades más importantes de cultivos modificados genéticamente son inferiores o, en el mejor de los casos, iguales a los rendimientos de las variedades tradicionales. Varios estudios realizados entre 1999 y 2007 revelan sin lugar a duda, que los rendimientos de soya decrecieron entre un 4 y un 12% en comparación con la soya no modificada genéticamente, mientras los rendimientos de maíz Bt fueron hasta un 12% inferiores a los de las isolíneas convencionales.
En la India se han registrado hasta un 100% de fracasos en cultivos de algodón Bt.21. Recientes investigaciones de la Universidad de Kansas muestran apenas un 10% de rendimiento promedio para la soya Roundup Ready,22 que además demanda fertilización del suelo con manganesio. Científicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) descubrieron
en la Universidad de Georgia que cultivar maíz modificado genéticamente en ese país puede derivar en una caída de los ingresos de hasta un 40%.23.2
Sin embargo, es cierto que en el mundo actual, una parte decisiva de las materias primas que se utilizan para la producción de los piensos para cerdos, aves y ganado bovino es producida a partir de materias primas (maíz y soya genéticamente modificadas) y, por lo tanto, también es cierto que, de alguna manera, los cubanos y casi toda la población mundial hoy, se han convertido en un gran laboratorio de prueba para esos dos grandes monstruos productores de ¿alimentos? Monsanto y Bayer3, mismos que han desplazado sus sistemas de producción hacia muchos países del tercer mundo ante las restricciones en los países desarrollados para utilizar OGM y su paquete tecnológico acompañante con su producto estrella: el glifosato4, de triste recuerdo para los vietnamitas5.
El glifosato es una mezcla al 50 por ciento de dos herbicidas con grupos fenoxi: el 2.4-D (ácido 2,4-diclorodifenoxiacético) y el 2,4,5-T (ácido 2,4,5-triclorofenoxiacético). Estos productos químicos eran muy utilizados en el sector agrícola de EEUU. Aunque los dos herbicidas se degradan con bastante rapidez, la dioxina es un compuesto altamente persistente que puede permanecer en el ambiente durante décadas y causar cáncer y otros problemas de salud.
Para Monsanto6 y Bayer el objetivo principal no es producir alimentos, al final el maíz y la soya GM solo son un medio para incrementar sus ganancias, propósito esencial de la compañía cuya preocupación con la nutrición mundial es muy dudosa.
Es también cierto que los cubanos llevamos ya al menos una década comiendo pollo alimentado con OGM y todavía estamos aquí, caminando sobre esta tierra, sin que aparentemente algo terrible nos haya pasado, más allá de la propia desaparición del pollo GM o no. No conozco exista ninguna investigación documentada que examine la relación entre el crecimiento de algunas enfermedades y el incremento del consumo de alimentos GM en Cuba.
Al presentar el decreto ley el viceministro Armando Rodríguez Batista dijo: “Lo esencial es incorporar el uso ordenado y controlado de los organismos genéticamente modificados (OGM) en los programas de desarrollo agrícola como una alternativa para desarrollar la productividad, coherente con una agricultura sostenible y la soberanía alimentaria, sobre la base de la investigación autóctona”.
El nuevo decreto ley dispone:
- La creación de la Comisión Nacional para el Uso de los Organismos Genéticamente Modificados, presidida por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
- Dicha comisión regulará la adopción de decisiones relacionadas con la investigación, desarrollo, producción, uso, importación y exportación de los OGM.
- Asegurará que toda actividad con OGM en la Isla “tenga una adecuada evaluación de riesgo, siguiendo los principios de precaución, transparencia en el manejo, la comunicación de la información y la responsabilidad ético-científica”
- Fortalecerá el papel de las autoridades nacionales reguladoras –con una gestión coherente desde los sectores de Agricultura y Salud y el CITMA— y las capacidades en instituciones nacionales para la detección e identificación de los OGM, así como el sistema para la vigilancia y monitoreo de estos organismos.
- Establecerá un sistema único y diferenciado de trazabilidad y etiquetado de OGM previo a su comercialización, así como el etiquetado de productos que los contengan, estén compuestos por OGM o hayan sido producidos a partir de estos organismos.
Según el viceministro de CITMA: “Cuba busca emplear esa tecnología con fines de desarrollo sostenible y no con las prácticas que en otros contextos han tenido un impacto ambiental. Cuba puede aprovechar la capacidad de producción y tecnológica que tiene, pero hacerlo con un enfoque ambientalmente sostenible”.
Lograr una sinergia positiva entre el uso de transgénicos en la agricultura y la sostenibilidad agrícola y ambiental es de hecho una meta muy alta que de lograrla será una innovación relevante a escala mundial. ¿Acaso será posible en Cuba cambiar el paradigma tecnológico que acompaña el cultivo transgénico a escala mundial? ¿Es que lograremos semillas que no requieran el uso masivo de glifosato o de glufosinato de aminio? Entonces ¿cómo es posible pensar que el uso de transgénicos en la agricultura cubana pueda ser compatible con la soberanía alimentaria, la sostenibilidad ambiental, la calidad nutricional, y los sistema locales de producción de alimentos?
Del surco a la mesa: quitar trabas y trabadores de la producción de alimentos en Cuba
La agricultura cubana, esa que debe proveernos de productos frescos y sanos del agro para nuestro consumo y producir materias primas para que la industria alimentaria nacional nos provea de otros productos, buenos y sanos tiene varias “características”:
- Existe aun mucha tierra ociosa y la no ociosa en una buena parte se cultiva mal. Todos los días la realidad del desabastecimiento agroalimentario nos lo recuerda.
- Existe una posibilidad de elevar los rendimientos usando los métodos que pudiéramos llamar “tradicionales” que están aun lejos de su frontera de rendimiento, productividad y producción7 para casi todos los productos que debe producir, desde la yuca, esa que los tainos convertían en casabe (que en su tiempo fue utilizado como moneda de cambio por los colonizadores) y la cual estamos descubriendo nuevamente, esta vez como alimento animal, hasta la papa, cultivo en el cual estamos mucho más cerca de la media mundial utilizando el paquete tecnológico original8 con toda su carga de agroquímicos.
- El “sistema de producción agropecuaria” cubano está sometido a distorsiones que gravitan sobre esos mismos rendimientos;
- precios determinados administrativamente y divorciados de los costos, restricciones a la importación directa de los insumos por los productores;
- intermediación poco eficiente y parasitaria de empresas estatales, desde aquellas dedicadas a la exportación e importación, hasta la dedicada a la comercialización interna de los agro productos;
- incentivos distorsionados por una excesiva intervención administrativa; ausencia de instituciones de fomento9;
- desconocimiento de los productores directos del comportamiento de los mercados internacionales;
- resistencias a la introducción de los logros de la ciencia y la tecnología nacionales.
Análisis sobre la estrategia económico-social aprobada por el Gobierno cubano (II)
Las reformas que el gobierno cubano ha anunciado recientemente deben, en un plazo de tiempo razonable, impulsar el cambio de estas características con los consecuentes beneficios en términos de rendimiento, productividad y producción, ¿hace falta entonces emplear los OGM en la agricultura cubana?
Los rendimientos de las variedades cubanas de maíz y los híbridos (no GM) obtenidos por las instituciones científicas durante los últimos cuarenta años, han mostrado que se pueden lograr en condiciones de producción entre 4 y 6 t/ha.10
Recientemente en una reunión sostenida con científicos expertos en temas asociados a la soberanía alimentaria se resaltaba la importancia de los bioproductos, algo bien alejado de los OGM.
Que la ciencia cubana debe investigar sobre este tema, seguir las tendencias y documentar todo lo posible a los decisores, es incuestionable, sin embargo, creo que existe una distancia que debe ser conservada entre lo anterior y promover la utilización de tecnologías de OGM como un camino para elevar los rendimientos y la producción agropecuaria en Cuba, cuando existen otras vías que generan mucha menos incertidumbre sobre la salud humana y la biodiversidad en nuestro país y que están muy lejos de haber agotado sus fronteras tecnológicas.
***
Notas:
1 Cultivos transgénicos: ¿a qué riesgos nos exponemos? Fryre E. Y Chang M.
Transgénicos. ¿qué se gana? ¿qué se pierde? Textos para un debate en Cuba, Fernando R. Funes- Monzote y Eduardo Freyre Roach, Publicaciones Acuario, 2009.
2 Mae-Wan Ho. Confirmado: la modificación genética es peligrosa e inútil / 228- 229. En “Transgénicos. ¿qué se gana? ¿qué se pierde? Textos para un debate en Cuba, Fernando R. Funes- Monzote y Eduardo Freyre Roach, Publicaciones Acuario, 2009.
3El gobierno de Alemania por ejemplo prohibió a Bayer la producción de OGM en territorio alemán.
4 El marzo de 2015, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al glifosato como “Probable carcinógeno para humanos” basándose en numerosos estudios científicos relacionando al glifosato con una variedad de cánceres, incluyendo linfoma no hodgkiniano, cánceres renales, cánceres de piel y de páncreas. El CIIC inicialmente publicó su conclusión en el Periódico Lancet Oncology Journal, el periódico científico líder en estudios de cáncer de todo el mundo. https://consumidoresorganicos.org/wp-content/uploads/2017/07/FICHA-TE%CC%81CNICA-DEL-GLIFOSATO.pdf
5 Componente principal del agente naranja utilizado por Estados Unidos para desfoliar los bosques vietnamitas y causante del nacimiento de miles de niños con deformaciones de diferente tipo.
6 Monsanto fue uno de los principales suministradores de los 76 millones de litros de herbicida con que se roció Vietnam desde 1961 a 1972. Bajo el proyecto militar cuyo código secreto era Operación Ranch Hand, las Fuerzas Aéreas estadounidenses fumigaron alrededor de 2,5 millones de hectáreas de los bosques del sur de Vietnam y de los campos de cultivo para acabar con las cosechas. Cuando no se aplicaba a los cultivos, el herbicida se utilizaba para abrir grandes pasillos en la jungla, impidiendo cualquier escondite a las fuerzas del Vietcong, especialmente a lo largo de las vías de comunicación, y a dificultar las emboscadas.
7 Esto quiere decir que usando la dotación de recursos que tiene, pudiera obtener mayores resultados si lo hiciera bien.
8 Esa misma papa por métodos agroecológicos logra producir hasta 22 toneladas por hectárea, con cero químicos.
9 Algo que comenzará a resolverse cuando se cree el ya anunciado Banco de Fomento Agropecuario
10 “Divergencia de enfoques entre agroecología y transgénicos”, Fernando R. Funes-Monzote .
Hoy no existe ninguna evidencia que el consumo humano de los transgénicos sea perjudicial. Hoy millones de humanos mueren de hambre. Ninguno por haber comido un alimento vegetal o animal modificado. Su aplicación, aumenta la productividad, disminuyen el uso de herbicidas, insecticidas, funguicidas, etc. Se ha logrado que algunas plantas puedan ser regadas con agua salobre e incluso del mar. Incluso muchos de los pollos que se compran a los EEUU son trans. Cómo entonces se puede hablar de que debemos evitarlos. La burocracia, las ataduras y todo lo que se mencionan en el artículo, son casi imposibles de erradicar, como se ha demostrado en los últimos 60 años. Entre ellos, supongo el desarrollo de estas técnicas en CUba de las que ni siquiera se sabe a dónde han ido a parar.
Estimado Bruno, tan solo tres pequeñas aclaraciones
1- Hasta donde conozco los que mueren de hambre no lo hacen por no disponer de transgénicos, sino por sistemas políticos, económicos y sociales que no se centran en los humanos.
2. Por favor, no se le ocurra regar cultivos con agua salobre ni salada, eso acabaría definitivamente con nuestros suelos agrícolas
3. Cómo supongo que sepa que los OGM inevitablemente conllevan riesgos hasta éticos, solo deberían asumirse cuando se hayan agotado todas las variantes menos agresivas de producción, cosa aún muy lejos de alcanzar en Cuba. Entonces, para que arriesgarse?
Si tan seguro esta de que la quimica usada para modificarlos no hacen daño al organismo humano, Por que entonces en EUROPA los eliminaron y no los dejan entrar? En Europa se comen vegetales sanos , no escasean porque la gestion de la agricultura esta en manos privadas pero los OGM se los dejamos a los americanos porque esos productos ademas de no ser sanos no saben a nada.
Sr. no sea ignorante. En la revista NATURE se ha desarrollado una larga discusión acerca de este tema entre pro y contras de los trasgenicos. En muchos paises del mundo MOSANTO (espero que sepa quienes son) es visto como el genio del mal. Cuba lo que necesita es que los dictadores se vayan al carajo de una vez, la tierra cubana produce los suficiente para autoabastecerse.
Empiezo diciendo que soy un ávido lector de las publicaciones sobre economía del Dr Triana.
En esta oportunidad, lamento que en su artículo menciona más de una vez al CIGB como entidad científica que ha liderado investigaciones en organismos MG sin embargo no contrasta la opinión publicada aquí con la opinión o valoraciones que pudiera tener esa institución, o sus investigadores, sobre este tema. De esa manera el artículo pudiera ser más enriquecedor y pudiéramos los lectores tener la oportunidad de formarnos un criterio propio sobre el tema.
Estimado Dr. Triana, en la actualidad es un riesgo muy grande basarse en tan pocas referencias, para opinar sobre un tema que existe tanta información, permítame decirle que no coincido con un numero grande de afirmaciones que usted tomó de esas referencias que adjunta, le puedo asegurar, y lo invito a visitar los sitios de internet oficiales de la OMS, FAO, OPS, las Academias de Ciencia de USA, Rusia, China, India, UK, etc, o cualquier organización científica de renombre mundial, en las cuales aparecen documentos oficiales de estas organizaciones apoyando el uso de los OGM, no existe ninguna organización científica seria, que tenga una opinión oficial, en contra de los OGM. Existe un grupo de más de 150 Premios Nobel en Ciencia que apoyan el uso de los OGM, existen porque los tenemos y se los podemos hacer llegar, más de 1000 publicaciones científicas que demuestran la seguridad de los OGM para el hombre, y el medio ambiente. Le puedo asegurar que de lo que comemos, los OGM son de los alimentos que más conocemos, sin embargo comemos, y digo en Cuba y a nivel Mundial, híbridos, los cuales intercambian cientos de genes y no sabemos las proteínas y moléculas que se producen en esta recombinación genética, le digo más, es totalmente aceptado el uso de radiaciones ionizantes para la generación de nuevas variedades, a partir de las mutaciones que estas provocan al azar en los genomas de las semillas, y eso nadie se lo cuestiona. No le parece raro. La polémica real de los OGM está mucho más allá de la tecnología, y sobre todo de quienes la dominan. Por suerte, y por voluntad política, sobre todo, nuestro país se involucró en la Revolución Científica de la Biología a finales del siglo pasado, y es por ello que podemos con orgullo hablar de los logros de la Biotecnología Cubana, de los medicamentos únicos que hemos logrado desarrollar y de lo que significan para la salud y el bienestar de nuestro pueblo y sin dudas también del aporte que hacen a nuestra economía. Lo invito a tener un debate sobre el tema, y si lo considera oportuno luego, publicaremos en esta misma revista, un análisis con otro punto de vista, o no. Quizás los OGM sean un punto de partida para revolucionar la producción agropecuaria en nuestro país. Queda invitado al debate.
Dr. Mario Pablo Estrada
Director de Investigaciones Agropecuarias, CIGB
Estimado Dr. Triana, en esta ocasión no comparto sus criterios. Es el hombre siempre quien hace uso de las tecnologías y por tanto siempre dependerá de sus fines el resultado de la implementación de cualquier adelanto científico. A nivel mundial están claramente establecidas las regulaciones para la aprobación de la siembra, la cría y el consumo de cualquier OGM y Cuba, por supuesto, es firmante de todos los acuerdos internacionales y tiene muy bien establecido todo el camino regulatorio al respecto. El uso de un OGM en Cuba necesita Licencia de Sanidad Vegetal, de Seguridad Biológica y de Higiene de los alimentos y cada uno de estos permisos se obtienen presentando un expediente de experimentos y datos donde se demuestra la inocuidad para el ambiente y el consumo. Como Ud. mismo declara en Cuba se consumen estos mismos eventos transgénicos desde hace mucho tiempo en el aceite de soya, el yogurt de soya, en la carne de pollo entre otros productos que importamos. Desde el punto de vista de salud, no existe ningún reporte en el mundo de enfermos por consumo de estos cultivos y en Cuba tampoco. Y desde el punto de vista de la producción, no se si conoce que en Cuba se siembran variedades de maiz que se usaban en el mundo en 1930 y cuyo rendimiento no supera las 2Ton por hectárea. En nuestras condiciones el año pasado el rendimiento fue de 0.5 Ton por hectárea. Con este rendimiento ni sembrando todo el territorio nacional de maíz produciríamos todo el que nos hace falta para sustituir los 200 millones de USD que el país destina a la importación de este grano para alimentar cerdos que constituyen la principal fuente de proteína de los cubanos. Ni existe la fuerza de trabajo en el campo que le quite la hierba a ese maíz. No se trata de sustituir una cosa por otra, se trata de aplicar cada cosa donde toca. Este tipo de maíz necesita de la tecnificación y por eso es aplicable en los polos productivos, dejemos las otras formas para las pequeñas fincas y para comer tamales. En nuestro país tampoco aplica el discurso de los monopolios como Monsanto, aquí los generadores de la tecnología somos un Centro al servicio de Cuba y su desarrollo, como mismo hemos estado para mitigar los efectos de la pandemia con nuestros resultados.
Siempre sigo, y coincido, con los artículos de Triana.
Este no pude ni leerlo luego de decir al inicio que los GMO tiene rendimientos menores o iguales a los tradicionales. Luego de leer tal estupidez, discúlpenme pero no hay otra forma de decirlo, no tiene sentido seguir. Imagino que fue informado sobre el tema, porque para nada es su especialidad, por “fundamentalistas verdes”.
Solo un dato: los GMO fueron aprobados en Brasil por un reclamo de los agricultores (que los estaban utilizando ilegalmente) debido a sus rendimientos mucho mayores. Claro, me imagino que en Cuba de lo mismo si siembras una u otra cosa, ahi solo se da bien el marabú.
Profesor, hace tiempo vengo siguiendo sus artículos con los cuales he aprendido muchísimo y me han sido de gran utilidad ; no entiendo porque se mete en un tema del cual no es especialista. No me decepcione
Profesor realmente cuan profundo sea el conocimiento suyo sobre el tema de los alimentos genéticamente modificados no lo sé, economista bueno y de fácil lectura me consta, el conocimiento mío del tema es bien poco, pero me parece contradictorio que usted asegure que los rendimientos son iguales o inferiores y estas dos multinacionales Monsanto y Bayer, que muy acertadamente usted señala prácticamente monopolizan el mercado de semillas, hagan miles de millones de en algo que produce menos y cuesta más plata. Una cosa si conocí bastante bien y desde dentro, el ministerio de la agricultura y su modificación genética crónica de ineficiencia a la hora de poner productos agrícolas en la mesa del cubano, inclusive en épocas de profundización de la prolongada crisis como vemos hoy, la deuda y la duda hacia sus resultados es por todos comprensible, y estamos hablando de boniato, calabaza y plátano burro cosechados por métodos tradicionales y con el famoso paquete tecnológico que ha de llegar desde las alturas y pocas veces llega, en la concreta fallan reiteradamente en cultivar y comercializar lo básico, con los mismos métodos que nuestros abuelos pero demasiado tiempo sin los resultados esperados, así que nada más imaginarse que la solución de los alimentos que les faltan pudiese venir por este lado es de tonto.
En todo tenemos que volver a lo básico para poder visualizar las mejores oportunidades, devolverle al campesino el derecho a vivir y errar en sus decisiones como en todos lados, a dejar que los miles de profesionales muy bien formados e informados tengan las oportunidades de salir adelante y probarse a sí mismo en cubrir necesidades y oportunidades que les permita vivir y progresar en su propia tierra. He estado en varias ocasiones en Finca Marta el proyecto agroecológico del Ing. agrónomo y master en ciencias agrícolas Fernando Funes-Monzote, autor de varias de la bibliografía que usted señala, en muchísimas oportunidades le he oído explicar que una cuestión básica inicial es el problema de la escala de producción, los requerimientos y exigencias, costo beneficio, cuando se plantea explotación intensiva o extensiva en los campos cubanos. La agroindustria desde la época de la actualización de Raúl estaba llamada a ser el sector en el que se podrían ver los primeros resultados del cambio necesario, hoy se sigue empantanado pese a las reiteradas promesas desde la continuidad, muy significativo que 6 onzas de frijoles y 2 libras de arroz per cápita sean anuncio político en un país en donde se puede cosechar el año entero.
“Sólo se que no se nada” por tanto zapatero a tu zapato.
Creo que el principal consumidor es el pueblo y que este pueblo es el que debe saber que está comiendo y que desidia el pueblo no los economista que a lo .ejor mandan a sembrar una variefad x y ellos no la comen.Creo que el problema de nuestra agricultura no está en cuál o tal semilla,bastante tierra hay en nuestro país,el mayor problema está en un mal manejo y dedicación y dirección.Trabajemos cómo se debe que Cuba tiene tierras para alimentar a su pueblo y para exportar sin inventos con cambios en la madre naturaleza.Piensen y actúen con rigol.La naturaleza es sabía,no olviden eso
Tengo entendido que la mezcla al 50 por ciento de 2,4D y 2,4,5T se denomina biester, un herbicida hormonal, eliminado hace bastante tiempo delas prácticas agrícolas y no glifosato como se afirma en el artículo, del cual hay resultados contradictorios sobre su efecto cancerígeno, me refiero al. Glifosato
Colegas este artículo fue elaborado en el 2016 aquí están nuestros argumentos de por que no hace falta utilizar cultivos transgénicos en Cuba. Sólo al final hay algo que hoy ha cambiado bastante y es el posible mercado de productos orgánicos para EEUU. Esta es nuestra mirada
REFLEXIONES SOBRE LA UTILZACIÓN DE LOS ORGANISMOS GENETICAMENTE MODIFICADOS EN CUBA.
La Estación Experimental de Pastos y Forrajes “Indio Hatuey” es una institución científica que defiende el criterio de que en Cuba no se requiere utilizar la tecnología de los organismos genéticamente modificados (OGM), específicamente cultivos transgénicos, para incrementar la producción de alimentos suficientes, inocuos y nutritivos a todas las personas, pues a nivel mundial existen numerosas incógnitas acerca de estos cultivos que no han aportado lo que de ellos se esperaba.
Es preocupante que Cuba, el único país que podría defender con éxito una agricultura más ecológica, introduzca necesariamente esta tecnología, existiendo otras más viables económicamente y menos vulnerables para el ambiente.
Los países que cultivan los transgénicos, como la soya y el maíz, lo hacen para exportar. Brasil, uno de los mayores cultivadores de soya transgénica, alimenta a sus ciudadanos con cultivos de pequeñas fincas con predominio agroecológico. Cualquiera puede darse cuenta que nuestras exportaciones agrícolas serán las orgánicas, que son las que están demandando los países desarrollados.
Como base conceptual y metodológica para reflexionar sobre este tema se tuvo en consideración el hecho de que los cultivos transgénicos se considera una tecnología que no defiende la protección del ambiente y la mitigación de los efectos del cambio climático. Primeramente, porque esos cultivos requieren de fertilizantes sintéticos para su crecimiento y desarrollo, lo que afecta el cuidado del suelo, el cual es el principal soporte y fuente de nutrientes de todas las plantas, además, constituye el “medio de cultivo” que garantiza la estabilidad de una fauna edáfica que hacen posible la vida y su riqueza.
La tecnología de los cultivos transgénicos tiene como principio, en su inmensa mayoría, obtener plantas de interés económico resistentes a herbicidas, por tanto, presupone utilizarlos y con estos se tiene por adelantado un daño inminente a la vida del suelo, lo cual no está acorde con los criterios que se plantean actualmente en la literatura científica acerca de que el uso de los plaguicidas y los fertilizantes sintéticos provocan la pérdida de biodiversidad, el vacío biológico del suelo y el empobrecimiento de los ecosistemas en general. Además de la resistencia a herbicidas, está la concebida en cultivos como el maíz genéticamente modificado con Bacillus thuringiensis (Bt) para disminuir el impacto del ataque de la palomilla (Spodoptera frugiperda). En este sentido, compartimos el criterio del reconocido agroecólogo Peter Rosset de que el maíz Bt puede afectar negativamente a los enemigos naturales de las plagas y a la fertilidad del suelo. La molécula producida en el maíz Bt, a diferencia de la natural, sí es tóxica para los enemigos naturales, de tal manera que puede interferir en el control natural de las poblaciones de plagas y causar su aumento, en lugar de su disminución. Adicionalmente, no se descarta la posibilidad de resistencia de la palomilla a esta toxina como ha sido reportada en algunos lugares.
En diferentes regiones de muchos países donde se ha practicado una agricultura intensiva altamente dependiente de insumos químicos y basada principalmente en el monocultivo de especies de interés económico, el suelo se ha convertido en un sustrato casi inerte que solo sirve de soporte y como medio para donde se aplican todos los nutrientes que requieren los cultivos. Este tipo de agricultura basada en la “revolución verde” es una de las causas que ha contribuido al cambio climático y a peligrar la vida del hombre en muchas regiones del mundo, pues dicho proceso tecnológico da origen a otro serio problema que hoy enfrenta la humanidad: la contaminación ambiental, específicamente de las fuentes acuíferas, las cuales, además, están afectadas debido a las extremas sequías.
La utilización de OGM no es una práctica compatible con la agricultura ecológica, no solo por el OGM per se sino por el paquete tecnológico que es imprescindible utilizar para lograr su supervivencia en el medio productivo natural. Además, el impacto del uso de esta tecnología aún la humanidad no tiene capacidad para medirlo, y emerge el principio de precaución, que para la protección del medio ambiente y ante la posibilidad de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir su degradación.
Además, los OGM afectan la diversidad de semillas autóctonas, ya que pueden alterar, suprimir o inactivar las células originarias de las especies e inciden, por este motivo, en la pérdida de los recursos fitogenéticos locales que se han desarrollado, mejorado, intercambiado y domesticado en forma sistemática y sin interrupción a lo largo de miles de años y que son la base biológica de la seguridad alimentaria de un país; su conservación y uso sostenible son necesarios para garantizar la producción agrícola, satisfacer los crecientes desafíos ambientales y de cambio climático.
Lo que se necesita hoy es una agricultura menos dependiente de insumos importados, que permita que los sistemas productivos sean más resilientes ante el cambio climático y que favorezcan el logro de la seguridad y la soberanía alimentaria del país. El hombre tiene que acercarse cada vez más a la naturaleza, si queremos que la especie humana sobreviva.
En Cuba ya existe la experiencia de lo que sucedió con el modelo de agricultura dependiente de insumos importados, entonces cabría preguntarnos: ¿Cuál era el costo de las producciones con ese modelo productivo? ¿Qué sucedió cuando disminuyó la importación de insumos amparados en el sistema CAME? ¿Acaso podrá Cuba en el mundo globalizado de hoy depender de una agricultura basada en importaciones de insumos?
El Ministro de la Agricultura en una reunión reciente del grupo de trabajo temporal sobre alimento animal y de bioproductos planteó, la agricultura de Cuba será cada vez una agricultura más orgánica, aunque será muy difícil que toda se realice de esa manera, entonces la pregunta sería: ¿Podrá Cuba desarrollar una agricultura cada vez más orgánica con la introducción de OGM en las tierras cultivables?
Cuba es una pequeña isla, bien estrecha y larga, con un cambio significativo en el modelo de gestión de la tierra, hoy el 79 % se gestiona en manos no estatales en las que hay gran diversidad de cultivos y animales, solo un 21 % se gestiona en formas estatales donde en muchas de estas existe el concepto de finca para definir espacios de vinculación del hombre al área y de ahí el pago por resultados. En ese contexto de gran diversidad y cercanías entre UEB, CPA, UBPC y CCS con campesinos y usufructuarios, ¿será entonces seguro un modelo de introducción de organismos genéticamente modificados? ¿Necesita Cuba apuntar a esa agricultura? ¿Vamos a ignorar lo que ha sucedido y sucede en El Salvador, Honduras, Ecuador y en otros países con el efecto sobre la salud de las personas de los productos que se utilizan en las bananeras y otros cultivos?
La compilación de Funes-Monzote y Freyre Roach (2009) sobre el tema de los transgénicos aportó muchos elementos para Cuba que permiten comprobar que esta no sería una opción acertada para nuestras condiciones. En ese libro, Peter Rosset, biólogo de profesión y especialista en agroecología, se cuestiona el por qué desarrollar cultivos transgénicos en Cuba y reflexiona desde argumentos basados en la literatura científica disponible. Un poco más adelante, en otro capítulo, Julia Wright nos pone ante la disyuntiva de decidir entre una alfabetización ecológica o la mentalidad de una agricultura industrializada.
Estos son dos investigadores, que se dedican a la agroecología, tienen formación en biología y genética vegetal, han visitado nuestro país y conocen nuestra agricultura. Ellos, junto con muchos especialistas de otros países y de Cuba aspiramos a que nuestro país sea un ejemplo para el mundo en el logro de la Soberanía Alimentaria, por desarrollar una agricultura con sistemas diversificados vinculados al territorio, intensivos, rentables y sostenibles sobre bases agroecológicas, eficientes en el uso y cuidado del suelo y de bajo impacto ambiental. ¿Podrían los transgénicos incluirse en este tipo de agricultura?
Cuba gracias a la Revolución desarrolló un potencial científico en todas las ramas de las ciencias agrarias que le permite hoy disponer de fito y zoo-recursos genéticos adaptados a nuestras condiciones edafoclimáticas y ha desarrollado conocimientos, tecnologías e innovaciones de referencia internacional sobre una agricultura menos dependientes de insumos químicos, a la vez que garantiza una productividad y uso eficiente de la tierra superiores a los sistemas convencionales.
Hoy en Cuba se desarrollan investigaciones en las que se ha demostrado que existen otras alternativas de cultivos (plantas proteínicas, granos como el sorgo, alimentos derivados de raíces y tubérculos, hortalizas y tubérculos orgánicos, entre otros ejemplos) y de sistemas agropecuarios, que pueden cambiar la dinámica de las prácticas convencionales para producir alimentos destinados a las personas y los animales.
Se ha demostrado también que existe la posibilidad de producir niveles energéticos y proteicos superiores a los alcanzados con métodos convencionales que garantizarían, sobre bases ecológicas, con tres millones de hectáreas de tierra cultivables, satisfacer las demandas calóricas y proteicas de la población cubana y todo ello con un mínimo de recursos importados. En Cuba hay numerosas experiencias que demuestran que el problema de la improductividad de la agricultura no es de variedades, es decir, no es del potencial genético de los cultivos y de los animales, tenemos otros problemas de gestión, financiamiento, de tecnologías apropiadas y de capacitación, que son las causas fundamentales de la improductividad de la tierra.
Ante la apertura del comercio con los Estados Unidos, desarrollar una agricultura más ecológica, menos dependientes de insumos importados y capaz de aportar productos sanos, nutritivos y rentables, es nuestro gran reto y la gran oportunidad para que la producción agropecuaria ocupe un lugar más destacado en el PIB de la nación y con ello una mejoría en el bienestar de la población con una mayor seguridad e incluso soberanía alimentaria.
Los alimentos transgénicos o AGM han sido desde su surgimiento un tema de intenso debate, cada quien analiza los datos a su manera, se han realizado reportes sin evidencia y luego se han desmentido algunos hallazgos también, lo que sin lugar a dudas ellos forman parte de nuestra vida, mucho más de lo que algunos piensan. Considero que todos deberíamos tener unas nociones básicas de qué es un transgénico, cómo se ha formado, sus ventajas e inconvenientes, o el alcance de su expansión. Es justo que las opiniones de todos difieran, la gran polémica ha sido su característica más notoria en cada tiempo, y tienen algunos años ya.
En 1876 se realizó el primer cruzamiento intergenérico. En 1983, se produjo la primera planta transgénica. Muchos expertos y organizaciones se oponen a la comercialización de estos productos. No son tantas las publicaciones con evidencias sólidas, sino un repetir contínuo a modo de cita de los mismos estudios. Sí hay posibles riesgos para la salud humana: reacciones alérgicas a los alimentos transgénicos y resistencia a los antibióticos las más difundidas.
La raíz del hambre y la desnutrición descansa en desigualdades sociales, políticas inadecuadas, modos de alimentación, inadecuado manejo de los recursos naturales, etc.
Considero que la difusión de información sobre los organismos vivos modificados (OVM) o los alimentos genéticamente modificados hacia los consumidores es esencial, un etiquetado de los alimentos también. Aunque cada quien ya los ha consumido, igual, hay que actuar con cautela , nadie puede lanzar la piedra y decir que en un futuro no nos producirán cambios irreversibles.
Que error. !!!!!! Malas experiencia en argentina. En europa es muy controlado . Todo lo que es el Ex Monsanto ( yankee ) y ahora bayer ( aleman ) es malissimo. Pero bueno ……
Ya que cuba importa pollo ( con cloro : lo que viene de estados unidos )
Lo que debe hacer Cuba es producir productos del agro de una vez liberando a los guajiros. Antes de 1959 eso era lo que pasaba, sin modificar geneticamente ni a la madre de los tomates.
La utilización de OGM no es una práctica compatible con la agricultura ecológica, no solo por el OGM per se, sino por el paquete tecnológico que es imprescindible utilizar para lograr su supervivencia en el medio productivo natural. Además, el impacto del uso de esta tecnología aún la humanidad no tiene capacidad para medirlo, y emerge el principio de precaución, que para la protección del medio ambiente y ante la posibilidad de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir su degradación.
Los OGM afectan la diversidad de semillas autóctonas, ya que pueden alterar, suprimir o inactivar las células originarias de las especies e inciden, por este motivo, en la pérdida de los recursos fitogenéticos locales que se han desarrollado, mejorado, intercambiado y domesticado en forma sistemática y sin interrupción a lo largo de miles de años y que son la base biológica de la seguridad alimentaria de un país; su conservación y uso sostenible son necesarios para garantizar la producción agrícola, satisfacer los crecientes desafíos ambientales y de cambio climático.
Lo que se necesita hoy es una agricultura menos dependiente de insumos importados, que permita que los sistemas productivos sean más resilientes ante el cambio climático y que favorezcan el logro de la seguridad y la soberanía alimentaria del país. El hombre tiene que acercarse cada vez más a la naturaleza, si queremos que la especie humana sobreviva.
En Cuba ya existe la experiencia de lo que sucedió con el modelo de agricultura dependiente de insumos importados, entonces cabría preguntarnos: ¿Cuál era el costo de las producciones con ese modelo productivo? ¿Qué sucedió cuando disminuyó la importación de insumos amparados en el sistema CAME? ¿Acaso podrá Cuba en el mundo globalizado de hoy depender de una agricultura basada en importaciones de insumos?
Cuba es una pequeña isla, bien estrecha y larga, con un cambio significativo en el modelo de gestión de la tierra, hoy el 79 % se gestiona en manos no estatales en las que hay gran diversidad de cultivos y animales, solo un 21 % se gestiona en formas estatales donde en muchas de estas existe el concepto de finca para definir espacios de vinculación del hombre al área y de ahí el pago por resultados. En ese contexto de gran diversidad y cercanías entre UEB, CPA, UBPC y CCS con campesinos y usufructuarios, ¿será entonces seguro un modelo de introducción de organismos genéticamente modificados? ¿Necesita Cuba apuntar a esa agricultura? ¿Vamos a ignorar lo que ha sucedido y sucede en El Salvador, Honduras, Ecuador y en otros países con el efecto sobre la salud de las personas de los productos que se utilizan en las bananeras y otros cultivos?
Hoy en Cuba se desarrollan investigaciones en las que se ha demostrado que existen otras alternativas de cultivos (plantas proteínicas, granos como el sorgo, alimentos derivados de raíces y tubérculos, hortalizas y tubérculos orgánicos, entre otros ejemplos) y de sistemas agropecuarios, que pueden cambiar la dinámica de las prácticas convencionales para producir alimentos destinados a las personas y los animales.
Se ha demostrado también que existe la posibilidad de producir niveles energéticos y proteicos superiores a los alcanzados con métodos convencionales que garantizarían, sobre bases ecológicas, con tres millones de hectáreas de tierra cultivables, satisfacer las demandas calóricas y proteicas de la población cubana y todo ello con un mínimo de recursos importados. En Cuba hay numerosas experiencias que demuestran que el problema de la improductividad de la agricultura no es de variedades, es decir, no es del potencial genético de los cultivos y de los animales, tenemos otros problemas de gestión, financiamiento, de tecnologías apropiadas y de capacitación, que son las causas fundamentales de la improductividad de la tierra.
Francamente, amigos, lo que más me preocupa de la realidad no es si el tomate es trans o no. Lo que me preocupa es que falte a la mesa de los cubanos en un país de tierras tan feraces. Y ese sí es un problema. Y lo que digo de los vegetales lo hago extensivo a las viandas. Yo no soy vegetariano, pero mi abuela lo era y vivió más de 90 años. Si la producción de transgénicos ayuda a crecer la producción agroalimentaria, pues perfecto. Pero ese no ha de ser el problema. El problema es poner a producir al máximo las maravillosas tierras que tenemos.
He leído las distintas opciones y para ser sincera los argumentos a favor no me convencen y me siguen preocupado algunos integrantes:
Cómo se puede garantizar la importación de los productos químicos que supone los cultivos GM
Cómo se puede garantizar que no se produzca cruzamientos con las variedades no transgénicas.
Como vamos a resolver el problemas del control en condiciones de producción de la semilla GM.
Donde
El que conozca un poquito de Agronomía, sabe que a la plantación hay que hacerle la labor de cultivo y las aplicaciones en su momento, y en el caso de los transgénicos si no se cumple la tecnología con precisión se pierde el resultado esperado
Doctor, debe usted revisar sus fuentes. Tiene errores de concepto, y otros elementales, como lo que refleja sobre el glifosato.
Mantenga el enfoque en lo económico, donde sin dudas es autoridad.
La agronomía es ciencia y no se debe improvisar sobre estos temas. Reciba cordial saludo
Seguimos buscando soluciones mágicas a problemas simples, no somos capaces en el 2020 de producir un tractor o maquinaria agrícola sencilla para sustituir bueyes, o eliminar burocracia y limitaciones, solo eso por poner par de ejemplos, aumentará notablemente el rendimiento, pensemos en transgenicos cuando la producción llegue a su límite real, Saludos
Lo primero a decir es que este articulo tiene un análisis poco profundo de las cosas.
1. Estados Unidos siembra, siembra más de 20 millones de ha de maiz y soya y todo es transgénicos. Los rendimientos promedio en maiz hoy son 11.3 t/ha y de soya 3.4 t/ha. Saltaron con la introducción de transgénicos de 5 t/ha promedio a 11.3. Deben consultar la FAO y USDA antes de decir que los rendimientos son menores.
2. Fune, como agroecologo que conozco muchos sus artículos, solo defiende la parte verde del asunto. He leído varios libros y ninguno tiene un número de costo de nada. La agricultura del futuro no puede ser eliminar los caracoles saliendo por la noche a dar chancletas y matarlos. Hablan de Cafe ecológico y el rendimiento ni lo hablan y el costo cada vez es mayor.
3. Hay mucha cosas incierta en esto. Cuba con variedades ha logrado 4 = 6 t/ha de maiz?. Eso es un campo de prueba con pocas hectáreas y con los estimados de cosecha no con la producción. El CIMMYT tiene claro que el cambio de variedades a híbridos generó un incremento de los rendimientos. Las variedades que tiene Cuba se plantea que las trajeron los indios Arawacos en 1490 aproximadamente ( The races of maiz in Cuba). Los rendimientos antes del 59 eran 1.28 t/ha. Hoy el promedio de . Cuba es 0.8 t/ha con rendimientos menores. Donde están las 4 a 6 t/ha que hablan?. Dónde la estación experimental que comento aquí tiene más de 100 ha con 4 t /ha.? En ningún lugar todos son parcelas y deseos.
4. Cuba no tiene más rendimiento en maiz porque no saben hacerlo. Hoy hay experiencias con las recomendaciones internacionales sembradas y ningún funcionario del MINAG va a verlas. Cuando han ido que son escasas las veces, van a criticar sin base científica ninguna. Hablan de lo que pueden hacer pero que demuestren en mas de 100 ha rendimientos mayores a 4. Nooo eso es mentira no lo han logrado.
5. Nadie habla de costos. En la primavera la palomilla tumba el 30% del rendimiento. Hay que hacer aplicaciones de medios biológicos y químicos y así todo no se controla por el sitio que esta se ubica. La hierba en primavera se vuelve incontrolable. Los transgénicos resuelven esto. Díganle a Fune que vaya al campo le vamos a preparar 20 ha para que el las maneje con convencionales de variedades y vamos a sembrar nosotros híbridos y matices transgénicos. Van a ver como nada de lo que dice Fune es verdad. Quiero ver como va a controlar la hierba y la palomilla. Quiero ver que costo va a tener y que rendimiento va a obtener.
6. El MINAG tiene un desconocimiento tan grande en la producción de maiz que hasta la UAM los ha desmoralizado en la TV. Tienen no se cuantas estaciones experimentales defienden su verdad, pero no piensa como país. Los OGM son la solución y eso de que rinden menos no es tan así. La verdad es que Cuba tiene promedio en los últimos 50 años por debajo de 1.5 t/ha. Haciendo lo mismo seguirán igual.
7. Hablan que no se ha estudiado los efectos de los OGM, pero tampoco se ha estudiado que pasa con el maíz convencional cuando se cosecha lleno de hongos como Fusarium y Aspergillus que provocan toxinas letales a largo plazo. Estos hongos se producen en gran mediada por los daños de lepidopteros que provocan la entrada de estos a la mazorca. Eso es más peligroso que los transgénicos que además la gente no los comerá directamente sino que se le dará como alimento a los animales y el hombre después se los come. Jaja hoy todo el pollo de Brasil argentina usa y demás productores comen pienso GMO y la población cubana y mundial sigue creciendo desorbitafamente.
8. El maiz Bt usa el mismo principio que lo que esta promoviendo Fune pero con menor costo. Fune propone el uso de medios biológicos para el control de Palomilla y los matices Bt lo tienen en el genoma y controlan palomilla. Si es toxico uno el otro también lo es. Analicen las coles que se comen en Cuba que le hacen hasta 20 aplicaciones de Bt y nadie sabe si es bueno o malo solo comentan y hablan los ecológos.
9. Hablen de costos. Una ha promedio de maiz cuesta producirla entre 700 y 1000 usd/ha. El costo por tonelada depende del rendimiento que al final es el retorno y quien paga esos gastos. Cuba cuando prepara la tierra ya tiene casi 200 usd/ha gastados. Cuando aplica Bt tiene unos 100 más, cuando controla la hierba con cultivos que rompen raíces y no la elimina tiene gastos entre 20 y 50 usd. Cuando al final agarra 0.8 t/ha suponiendo un gasto solo de 500 usd que esta por debajo de la media mundial la tonelada le cuesta 625 usd. En el mercado internacional esta en 385 usd/t para Cuba. Por lo tanto pierden doble o triple.
Creo deben ir a ver experiencias de verdad y no dejarse guiar por los que defienden esa verdad que tiene a Cuba hace 50 años importando granos y que solo hablan de su pequeño mundo. Vamos a poner un maiz híbrido, una variedad y un OGM uno al lado del otro para que me enseñen como se hace y el que agarre menos rendimientos paga la diferencia. Verán que este es el momento donde comienzan a esconderse. No ir al campo, dejan de hablar de ecología y se les olvida sacar cuentas.
Respeto mucho al Profesor Triana y sus análisis, pero en este muestra una especie de parcialización con la opinión anti-transgénica, tanto de Funes a quien tanto reverencia porque lo cita y lo recita como de otras pocas fuentes con el mismo enfoque. Decir que los transgénicos son la panacea es falso, la agricultura cubana tiene demasiados lastres como para pensar que una tecnología va a resolverlos. Pero de ahí a afirmar que los transgénicos tienen menores rendimientos que las variedades no modificadas es tan desacertado que limita la calidad del artículo. Si además, por supuesto porque usa escasas fuentes y todas anti-transgénicas, algunas de las cuales confunden las posiciones anti-monopolio con las anti-transgénicas, lo lleva al error de ver solo lo negativo de la tecnología. La percepción pública es un fenómeno muy complejo, hay quien se lanza en un parapente de varios miles de metros de altura y no lo considera riesgoso, o quien sube al autobús o a su carro con tremenda confianza y cuando va a montar en un avión reza diez padrenuestros. Tengo entendido que una de las primeras veces que se utilizó la energía eléctrica de manera pública en los Estados Unidos fue en un partido nocturno de béisbol y que los asistentes quedaron anonadados. Si en lugar de ese evento la demostración del poder de la electricidad hubiese sido una ejecución pública en la silla eléctrica, quizás hoy nos estuviéramos alumbrando con teas y candiles. Mis respetos nuevamente Profesor Triana, pero el tema requería de más puntos de vista menos parcializados.
Al final si compras alimento a EEUU es trangenico a Canada igual que nos da producirlo nosotros. Ese era un viejo tabu de otros lideres pero el de hoy es mas realista .ahora falta producir etanol igual que Brasil y ya vera el mundo como cuba cambia de un dia para otro en materia economica.