Lo menos que se podría decir de la obra de Yudel Francisco (Güines, 1991) es que resulta perturbadora. Personajes fantasmagóricos, escenas sangrientas se nos presentan “naturalmente” en piezas pictóricas de gran impacto visual. Quizás el efecto aterrador venga dado por el contrapunto entre belleza convencional y lo insólito de la iconografía.
Viendo sus piezas, no puedo dejar de recordar los tan citados versos de Rilke, pues parece que, consciente o inconscientemente, de ellos dimana la poética de este joven artista cubano con apariencia de pintor de iconos del imperio bizantino:
“Todo ángel es terrible. Y sin embargo, ay, los invoco a ustedes, casi mortíferos pájaros del alma…”
Relata brevemente tu proceso de formación en las artes.
Natural de Güines, Mayabeque, comunidad de zona rural donde dedicarse a las artes plásticas no es muy común, el influjo viene de mi padre, quien pintaba en sus momentos libres. De ahí mi pasión por la pintura desde niño.
En 2006 comienzo los estudios en la Academia Provincial de Artes Plásticas “Eduardo Abela”. Me gradúo en el 2010, en la especialidad de dibujo. Años más tarde matriculo en la Facultad de Restauración y Conservación en el Instituto Superior de Arte, pero no termino los estudios. Unos pocos meses fueron suficientes para darme cuenta de que mi interés era más la pintura, vivir dentro de ella para siempre.
¿De dónde viene tu pintura? ¿Cuáles son los antecedentes estéticos, temáticos?
Desde siempre me llamó mucho la atención la pintura expresionista, los temas que abordaba Goya, Antonia Eiriz y, sobre todo, la singularidad de la obra de Fidelio Ponce.
Algunas de tus piezas citan, establecen intertextualidades con obras preexistentes, reconocibles. ¿Por qué usas ese recurso?
Bebo de las energías de los grandes maestros. Me siento muy a gusto haciendo eso. Abrir un libro de pintura clásica, expresionista, o simplemente tomar la reproducción de alguna obra en particular, y copiarla; a medida que todo va sucediendo, comienzo adentrarme en la obra que deseo realizar.
Paradigmas de artistas universales, paradigmas de artistas cubanos.
En mi obra hago referencia a muchos artistas, libros, películas, noticias; todo en general; la historia del arte… En fin, trato de nutrirme de todo lo que me rodea; en particular, la obra oscura de Goya me ha marcado mucho. También la obra de Carlos Quintana, su gestualidad, me encanta. Me fascina, además, Cecily Brown. Hay otros artistas de calibre que me influyen. Cito solamente a los más cercanos.
¿Te molesta que alguien piense que algunas de tus obras son atemorizantes?
Para nada. Al contrario, me parece bien que los espectadores sientan muchas veces la energía con que fueron realizadas.
¿Por qué la recurrencia de la hiena?
Las hienas son unos depredadores muy inteligentes, cazan en grupo, se comunican entre ellas mediante la llamada “risa”, que revela su edad, además de su rango social. Las veo como el correlato de la filosofía del mundo moderno, en el que muchas personas se comportan como hienas. En fin, para mí son animales visualmente espectaculares.
En una pieza como La partida hay intención narrativa. ¿Es un efecto buscado? ¿Te haces una historia que luego pintas, o trabajas libremente y, a posteriori, le buscas una explicación al resultado?
El proceso varía. En ocasiones creo algo en mi mente que luego comienzo a desarrollar en la tela, a veces es todo lo contrario. Esta pieza en particular fue realizada a partir de una historia que me contara mi abuela, y que siempre me agradó. Ocurrió cuando ella era niña, una historia muy personal. Sentí el deseo de recordarla y compartirla. Me hice un retrato al fondo de la pieza, pues me hubiese gustado estar en ese momento junto a mi abuela. Es una de mis obras favoritas.
¿Crees en la importancia del accidente en la creación de la obra? Me refiero a esas soluciones no buscadas que aparecen por “error” y luego resultan hallazgos que se integran con naturalidad al resultado.
Si, totalmente. Mientras comienzo a trabajar, se produce un proceso algo abstracto, y a medida que me adentro en esa relación obra-autor, donde no hay nada más que las energías que me impulsan, todo lo que sucede en esa dinámica es parte del resultado final, incluso los accidentes.
¿Trabajas por series? ¿Investigas en una temática determinada o tus investigaciones se limitan exclusivamente al oficio?
Siempre he trabajado por series. Ahora mismo ando en busca de nuevos planteamientos, pues estoy leyendo un libro que me tiene muy conectado con esta nueva propuesta.
¿Cómo, cuándo, dónde se comercializa tu obra?
Gracias a Dios, en estos tiempos tan difíciles que vivimos he tenido la oportunidad de comercializar la obra, sobre todo en América del Sur y los Estados Unidos. En este último país, el pasado 18 de septiembre, tuve el privilegio de estar en una muestra colectiva en la galería Dorfman Fine Arts, de Bay Harbor Islands, Florida.
¿Cómo ha sido tu relación con la crítica?
No se ha escrito mucho sobre mi trabajo, a decir verdad. Me encantaría que comentaran mi obra, para bien o para mal. La mirada crítica del otro enriquece, a la larga, la percepción de uno mismo sobre el camino que va tomando la obra en general.
No te preocupes, ya se van a fijar en ti.
Eso espero.