A través de los cristales yo trataba de ver si había tubos de media pulgada. La señora se paró junto a mí, intentó abrir la puerta de la ferretería, cerrada con llave, comprobó que no había nadie. “Dondequiera es lo mismo”, dijo. Eran poco más de las 11, era sábado, estábamos los dos en el pequeño complejo de tiendas Panamericanas ubicado junto al cine de Cojímar. “Comprar aquí es un horror”, dijo. “¿Aquí aquí, o aquí en general?”, le pregunté. Por la forma azorada en que me miró era evidente que hasta ese minuto hablaba con ella misma. “Ay, perdone, no me haga caso, que yo estoy loca”, y se fue.
Poco antes, fui a entrar en la tienda de productos alimenticios de La Palma, en la Villa Panamericana. Dentro una persona pagaba. La puerta, con llave. Cuando por fin la empleada vino a abrir, ante el reclamo de alguno de los que ingresó dijo que lo hacía porque estaba sola. Me pareció razonable que limitara el acceso de compradores, pero al mismo tiempo era insólito que ese día, a esa hora, no hubiese otro empleado. Vuelvo a Cojímar: una vez que la señora atribulada siguió su camino, encontré otra cola (la misma cola infinita) en donde venden alimentos y bebidas. La cajera dejaba pasar tres clientes cada vez. A su alrededor, otros cuatro empleados perdían el tiempo. Uno bebía un refresco; otra, almorzaba; dos más estaban “viendo la vida pasar”. Nosotros, afuera, bajo el sol de agosto.
Comprar en Cuba es un horror, quise decirle a la señora que monologaba frente a los cristales. Y si me dedicara a enumerar los obstáculos, el primero siempre es entrar. El nuestro debe ser el único país del mundo en que los empleados de los establecimientos comerciales prefieren que los clientes permanezcan en el exterior de las tiendas, y si no acuden a ellas, mejor. Es comprensible que necesiten cuidarse de los rateros, que nunca faltan, pero, en mi experiencia, en ningún otro lugar esa precaución supone maltrato (obligar a hacer colas siempre es maltratar).
Después de superada esa barrera, lo siguiente es el desabastecimiento. Vitrinas, estantes, muebles que exhiben hasta la fatiga un mismo producto (que casi nunca es el que uno necesita). Siempre me curo en salud y aclaro que de economía sé poco, o nada. Por eso no alcanzo a comprender por qué, si algo se vende bien, luego desaparece del mercado, si la esencia del mercado es recaudar dinero. O por qué, en cambio, se ofrecen exquisiteces que apenas serán compradas. Desde hace varios meses, en el grócery de la Villa Panamericana se anuncia “solomillo de avestruz”. Pero no hay pollo. O es ilusorio suponer que en cualquier cafetería pueda comprarse agua, y menos tener la esperanza de que esté fría.
El tercer obstáculo es el maltrato que se recibe por parte de los empleados, lo que cada vez se generaliza más. No sé cuánto les abruma la burocracia, pero la imagen de cajeras y cajeros revisando o llenando papeles mientras la cola crece frente a ellos se me ha hecho común.
En la Casa del Tabaco, en Varadero, vi cómo una empleada pasó por encima del mostrador una escalera para que una cliente se encaramara en ella y tomara pañales desechables para adultos que estaban en estantes altísimos.
En ocasiones, han sido abastecidas de uno o dos productos cuyas cajas o embalajes ocupan todo el espacio, y la tienda, durante días, se convierte en almacén. Lo feo, lo incómodo, se instala en un lugar que prescinde por completo de uno de sus deberes: ser agradable a quien lo visita.
Todo lo anterior palidece ante el más artero de los obstáculos. Se ha hecho tan habitual, que ya el lenguaje popular tiene una palabra para designarlo: las multas. Salvo productos estables o populares, como la cerveza, es muy difícil estar seguro de que se paga lo que realmente vale algo. Yo mismo, en San Antonio de los Baños, compré una pieza para filtro de agua que después vi en Alamar casi en la mitad de lo que me había costado. Y no es extraño ver en tiendas cercanas, o incluso en departamentos de un mismo mercado, que un producto tiene distintos valores. Alterar precios no es obra de una sola persona.
Puede, debe haber soluciones administrativas para todo cuanto vengo enumerando. Las cadenas de tiendas tendrían que ser las primeras responsables de eliminar la ineficiencia, de crear la cultura del servicio del que carecemos, sobre todo en el sector estatal. Porque las víctimas estamos a ambos lados. Los empleados pueden soportar temperaturas infrahumanas porque no hay aire acondicionado, o carecen de otras condiciones elementales para permanecer no sé cuántas horas de pie. Para los demás, los elevadísimos precios que pagamos tendrían que ser compensados, al menos, con una atención tan valiosa como los pesos, de cualquier tipo, con que pagamos.
La sistemática, persistente escasez en que hemos vivido durante décadas ha empoderado a todo aquel que tiene algo material que ofrecer, y ese desequilibrio entre la oferta y la demanda, lejos de atenuarse, se hace cada día mayor.
Más allá de esas soluciones que tratan de aplicarse con inspectores, teléfonos para dar quejas, papeles y más papeles, a mi juicio lo realmente nocivo es que se ha creado un juego de nosotros contra nosotros mismos, como escuché decir a un señor que, para variar, era mal atendido en otra tienda. Lo que expresan estas acciones (que comienzan, en otro orden, por el desabastecimiento) es el menosprecio que unos ejercemos contra los demás.
En ese deterioro de valores de que tanto se habla y contra el que, al parecer, ya nadie puede, coloco en primer lugar la exacerbación del egoísmo y el retroceso de la solidaridad. Ver, en la calle, entre desconocidos, gestos solidarios se ha ido convirtiendo, progresivamente, en excepción.
Para los debates actuales sobre cómo prolongar el socialismo en Cuba es imprescindible comprender qué ha sucedido en la sensibilidad, en las necesidades cotidianas, en los agobios que provoca la sobrevivencia. El socialismo implica equidad, soberanía, justicia social, pero primero que todo humanismo. La filosofía popular sostenida por frases como “sálvese el que pueda” o “que cada quien resuelva como pueda” no la ha generado entre nosotros el capitalismo. Son el resultado de las deformaciones de este modelo de socialismo que se adoptó, de perpetuas carencias materiales, y de la falta de expectativas para un futuro inmediato más próspero y amable.
No basta con que una sociedad se autoproclame socialista. El humanismo es una construcción cotidiana y de todos, y sin él poco importan los rótulos.
“Comprar en Cuba es un horror (…) lo siguiente es el desabastecimiento (…) el maltrato que se recibe por parte de los empleados”. Todo eso ocurre hace 60 anos, mas articulos de periodicos diciendo lo mismo y no sirven de nada porque el sistema no funciona.
“El socialismo implica equidad, soberanía, justicia social, pero primero que todo humanismo”…Falso, ningun pais socialista ha cumplido con esas expectativas. Una falacia. Y lo de “teléfonos para dar quejas” me imagino que es un chiste del articulista.
La degradación ética, cultural, moral e incluso política o como quiera llamarse, es una crisis en el plano de la superestructura que no es sino el reflejo de la crisis en la base económica. La política económica de la revolución (es hora que se escriba con minúscula) se ha develado un desastre a lo largo de más de 50 años. (o es que hacen falta otros 50 para demostrarlo?) Es la crisis económica de un modelo de desarrollo estúpido que aunque se anuncie mucho, nadie de la actual dirección quiere cambiar. El próximo cambio será con la sustitución natural de los miembros de la dirección histórica que quedan. Para ese entonces podría ser muy tarde para salvar los valores éticos que creó la revolución.
El senor Miguel Díaz-Canel acaba de amenazar con cerrar este sitio Oncuba ya que segun dice es una plataforma contra los valores de la revolucion. Nada que cualquier halito de libertad de expresion hay que cercenarlo.
Acabo de ver lo de Diaz Canel. La cosa viene fula
Si este articulo es considerado contrarevolucionario, espero que hasta Progreso Semanal sea censurado por Diaz- Canel . Es lamentable pero estoy por creer a quienes califican de “talibanes” a esta Nueva Generación que sustituira a la Historica
Si Cuba cierra esta pagina sigan haciendola desde otro lugar. Esta claro que el gobierno no tolera la mas minima critica, aunque venga de la izquierda. Todos somos enemigos del gobierno, que no del pueblo. Suerte
Si Leticia es así.., alguien se equivoca si piensa que sistemas como el cubano va a promover la libre expresión, aunque tenga un tono constructivo…criticar lo mal hecho en Cuba tiene dos acepciones, si la critica de forma directa o indirecta alaba al sistema o descalifica cualquier otra cosa que no sea al sistema, es aceptada, si la critica denuncia fallas o desviaciones del sistema, es contrarrevolución…. la revolución mutó de sentido, y ahora todo lo nuevo o todo lo que promueva cambios, depende del sentido. El sistema se ha convetido en una religión pagana, si la cuestiona te come el león. El discurso de Diaz Canel, ha sido sacado del baul de los momentos mas digmaticos del 70, aunque adorna su lenguaje con tecnología.
Muy de acuerdo con esto. Pero la negligencia no tiene que ver con el socialismo. Y por cierto, para la señora que habla de cierre de página..debería leerse las cartas al Granma o JR. Allí dicen cosas peores.
Arturo, ?y alguna vez funcionaron los servicios en Cuba después de, digamos, la “ofensiva”? ?Alguna vez funcionaron en la URSS? Textos como este tuyo, más o menos bien humorados (por Zumbado, quiero decir), se escriben desde que tengo uso de razón (nací en la década del 60, es decir, después del “triunfo”). Los mismos problemas se discuten en congresos “desde siempre”, y nada…
Y lo peor: resulta que la Revolución, que formaría el “hombre nuevo que sería como el Che”, parece que por lo visto acabó formando una sociedad de ladrones dentro y fuera de las tiendas: los que venden aumentan los precios para beneficio propio; los que compran tienen que entrar “de tres en tres” para poder ser vigilados por los que venden… !Belleza de sociedad!
Hay un error de percepcion segun El bobo de la yuca. El Che cumplio con su promesa, dijo que la revolucion crearia el hombre nuevo, lo que no dijo el Che es como saldria.
No se rompan la cabeza señores, Arturo Arango vive en Cuba, por tanto tiene que escribir mentiras sobre el Socialismo, no le queda otra. Como muestra el último párrafo de su artículo.
Una vez más hay que recordar la famosa frase de Churchill:
El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria.
Pero es que hay más frases:
Cuando uno observa las pesadillas de desesperados esfuerzos hechos por miles de personas que luchan para huir de los países socializados de Europa, de escapar a través de las alambradas, bajo el fuego de las ametralladoras, uno no puede seguir creyendo que el socialismo, en cualquiera de sus formas, esté motivado por la benevolencia y el deseo de alcanzar el bienestar humano. (Ayn Rand).
El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero de los demás. (Margaret Thatcher)
“El socialismo es el largo y tortuoso camino que va del capitalismo al capitalismo.”(Marlene Moleon)
“La razón del gran fracaso del socialismo en el mundo es simple: los que no hacen se benefician de los que sí. No hay incentivos para los que se esfuerzan, y hay premios para los que eluden labor y responsabilidad. No se recompensa la excelencia, pues nunca se llega a ella, ya que la mayoría empuja hacia abajo.”(Daniel Lacalle).
Es muy lamentable si deciden cerrar oncuba, porque ha abierto vìas para exponer las diferentes posiciones y criterios sobre uno u otros problemas. Si el video es de principio de año, y no lan cerrado, no creo que o hagan despues de tanto tiempo. Ahora bien, si es necesario fijar posiciones quienes con total desprecio y odio lnzan vulgaridades, mentiras y subestiman a los cuabnos de a pie que estan en Cuba, luchando contra la burocraci por un lado y contra lo peor de exilio cubano, que estamos seguro que nada bueno traerà para Cuba. Aconsejnese la gente de miami que se creen sueriores y van a dar lecciones desde afuera. El camino a la democracia se hace con decoro, respeto por las ideas de otros, sin fuerza, ni violencia, no caigan en lo mismo que pretenden critica , porque sus criterios son tambien totalitarios y busca el odio entre los propios cubanos. Si se fueron, dejen tranquilos a los adentro y viva sus vidas. No vengan a dar lecciones de lo que hay que hace, cuando no feruon capces d seguir defendiendo sus ideas en su paìs
Pandiame ningun concepto que has dado del socialismo tiene que ve con Marx, Engels, Lenin y Trosky , este ultimo tiene una obra de 1937 que se titula La traiciòn del socialismo, que tiene mas argumentos con respecto a todos los que tu ejemplifica con la virtud que se dijo en 1937. Todo eso que has dicho se conoce de sobra , pero eso no es ni marxismso, ni socialismo. Porque esas sociedades que ejemplefica de socialismo niegan la esencia de la concepción ientifica, no de la flasa politica
Entonces me vas a decir que es una utopia, bueno sì, pero os que creen en la utopia, al buscarla tal como es, sin deformaciones, van avazando, no retrocediendo. Ustedes mismo dicen que en Suecia y ottros paìses de esa región, tienen una naturaleza que se acerca más al socialismo que al capitaismo excluyente, bueno eso es una prueba de que u mundo mejor es posible. Pero este no es que que esta en tu cabeza y pensamiento, porque el tuyo es el de la exclusiòn y la negaciòn del progreso para todos, sino para los escogidos, para llos exitosos y no de los fracasados. Seguro tu estas dentro de los exitosos que bueno , pero quedate en ese mundo
Eduardo, primero gracias por el debate.
En Cuba ya yo tuve que estudiar El Capital de Marx y el Manifiesto Comunista de Engels y Marx, entre otras obras y de Lenin ya ni me acuerdo lo que tuve que leer, obligado, por supuesto. La vida y obra de ellos se desarrolla en el siglo XIX y Lenin que también vivió en los inicios del siglo XX. Ha llovido bastante entre las circunstancias que les tocó vivir y la posterior implantación del sistema socialista en Europa y algunos otros países de Africa y Asia con sus singularidades y características.
Escribo todas esas frases, primero porque son verdad y coincido plenamente con lo que expresan y segundo, con conocimiento de causa porque viví en Cuba muchos años y pasé por todas esas fases que mencionan Arango y otros articulistas aquí en oncubamagazine en sus artículos y siempre fuí optimista y creí que todo se podía cambiar y mejorar.
No sé por qué mencionas a Suecia y te refieres a ustedes, a mí, sácame de ese saco.
En cuanto a mi persona, te equivocas de plano. Soy un simple trabajador, apasionado de la familia, el deporte y la lectura, que con sus impuestos como cualquier ciudadano contribuye a que en la sociedad en que vive se garanticen unos servicios sociales y una salud pública de primerísima calidad, con medicamentos que el Estado subvenciona a tráves de los propios impuestos de modo que a los ciudadanos le salga más barato su adquisición, con un transporte público de lujo y con una calidad de vida y bienestar envidiables. Aquí se premia el esfuerzo y la excelencia, puedes llegar a donde tú quieras llegar, no se excluye a nadie, todo lo contrario en la sociedad hay todo un tejido de asistencias para atender a los más necesitados, que va desde la iglesia, el estado y un numeroso grupo de asociaciones, fundaciones y organizaciones con gente voluntaria y solidaria, por cierto de las que soy orgulloso colaborador de palabra y de acción. Hay ayudas economicas para las personas que circunstancialmente están desempleadas, hay cursos de formación y prácticas, en fin para que te voy a aburrir con los datos. La sociedad no esta exenta de problemas, pero sus virtudes y su inmensa libertad inclinan la balanza.
Por último lo único que te pido es que no mientas, no tienes ni idea de como pienso, ni de lo que está en mi cabeza y lo más importante, el país que te describo y donde vivo es capitalista y a los comunistas les encanta visitarlo con su acostumbrada coherencia ideológica y efectivamente es mi mundo y ahí me quedaré. Un saludo
Angel, te contradices . Al mandar a los de Miami a que “esten tranquilitos” estas imponiendo tu forma de pensar y lo rematas con la idea de que ” si se fueron no molesten”. Los cubanos de dondequiera que esten son tan cubanos como los que estan en la isla y tienen los mismos derechos sobre su Patria. Que muchos no esten de acuerdo con el gobierno es otra cosa, pero Patria es mucho mas que el gobierno de hoy y eso nadie lo puede quitar. Que hay vulgaridades e insultos : si, los hay pero de ambos lados y la mejor manera de dialogar es ignorar los extremos y tratar de llegar a un centro. Tu debes ser muy joven para dar tan ligera opinion sobre lo que el exilio hizo o no. Recuerda que los gusanos, las victimas de la UMAP, los familiars de los fusilados, los religiosos expulsados de las escuelas en un momento, los que perdieron sus trabajos por pensar diferente, los que perdieron sus casas somos los que estamos afuera. El respeto debe empezar por la casa. Que conste: no defiendo a los extremistas de derecho ni los de izquierda. Quien pretende cerrar On Cuba no es el exilio.
“Si se fueron, dejen tranquilos a los adentro y vivan sus vidas”…Angelito, si los que nos fuimos pensaramos de esa forma, la mitad de los cubanos dentro de la isla (un calculo conservador) se moriria de hambre ya que a Cuba, un pais que no produce nada, practicamente la mantienen los emigrados. En Cuba pocos trabajan y los que trabajan el salario no les alcanza para nada porque la moneda cubana en un chiste de mal gusto. Posiblemente tu pienses asi ya que no tienes quien te mande remesas ni pacotilla. Dile eso a uno que dependa de su familia afuera a ver si piensa lo mismo !!!