Me hubiera gustado conversar con el policía que hace diez días detuvo el concierto de Van Van en el Salón Rosado de la Tropical porque Van Van se había pasado de hora. Me hubiera gustado hacerle un par de preguntas. Pero no para recriminarlo, naturalmente. Ni siquiera para averiguar las causas de su desternillante zafarrancho.
Agotadas ya todas mis molestias, no he podido molestarme con tan pobre diablo, ni con la naturaleza del incidente, y me sigue asombrando lo mismo de siempre: gente que sale con los pinchos por delante ante cualquier minucia y que pasa de largo cada vez que nos vamos a penales. Que, tal como están los tiempos, es casi todos los días.
No digo que la suspensión del concierto a Van Van no sea síntoma de muchas cosas (de todo lo que queramos, vaya), que no sea la punta de un iceberg y que no sea, en última instancia, una falta de respeto, pero tampoco había que tomárselo con tanta bravuconería. Seriedad exagerada es igual a ridiculez, y si nos vamos a poner bravos, ya que estamos, pongámonos bravos de verdad.
Por ejemplo: con todos esos policías que en el trasiego diario actúan convencidos de su impunidad, y a quienes uno les descubre el brillo en la mirada, ansiosos por soltarse quién sabe hasta qué punto, manos en la tonfa, haciendo preguntas ampulosas del tipo: ven acá, ¿tú te crees inteligente?, ¿tú te crees que yo soy analfabeto?, ¿tú te crees que Dios existe?, ¿tú quieres dormir en la estación?
Pero bien: déjenme no ponerme ridículo yo. Digo que me hubiera gustado entablar un diálogo, no importa si corto, con tan interesante personaje. Hay una foto en la que el hombre, subido en la tarima, gesticula, y los integrantes de Van Van lo miran incrédulos. Si las cosas nos salen mal en las relaciones diplomáticas con los gringos, ya sabemos que en ese policía tenemos un futuro y glorioso brigadier, capaz de parar él solo, literalmente, un tren.
Uno nota, por cálculo lombrosiano, que el hombre andaba enérgico, con la Tropical a sus espaldas y exigiendo vía. Como si estuviera diciendo: Bajando, vamos. ¿Ustedes son Van Van? Bien. Y yo soy el teniente Armenteros. Y se pasaron de hora y hay que suspender el concierto.
Me imagino que ningún repa de Buena Vista –de los que pagó cincuenta pesos para moverse a ritmo de songo y disfrutar de su ron Bocoy y del trasero de su hembra iconoclasta– luego le vaya a pasar factura a policía tan ilustre. Un hombre que salió quién sabe de qué intrincado municipio de Cuba y que logró ser trending topic en tiempos de postbloqueo, en extrañas épocas de Paris Hilton y Naomi Campbell desandando La Habana, demostrando con su cumplimiento del deber que a los íconos de la frivolidad nosotros siempre sabremos oponerle más folclor. Más, como se dice, sandunga.
Y mirémoslo en perspectiva. Al final, este sujeto no ha hecho más que engrosar la larga lista de anécdotas exquisitas que acumula Van Van a lo largo de décadas. Yo me sé una, que me la contó mi amigo Jorge Javier Miranda, y que el día que me la contó estábamos en un comedor masticando claria y yo no pude más que atorarme y boquear y soltar la comida por la nariz.
Es pleno Período Especial, municipio Sandino, y el borracho típico del pueblo, desde el teléfono público de la bodega típica del pueblo, hace una llamada al típico programa de participación radial de cada uno de estos municipios. Los conductores del programa, obviamente, conocen al borracho, y el borracho dice que quiere pedir una canción.
Los conductores le siguen la corriente y bromean, le dicen que por supuesto, que pida la canción. El borracho dice que la va a pedir, pero que primero quiere dedicársela a alguien. Los conductores le dicen: dedícala, pues. Yo quiero, dice el borracho, dedicarle la canción a los compañeros del Partido. Ah, qué bien, dicen los conductores. Y a los compañeros del Gobierno, dice el borracho. Ah, qué bien, dicen los conductores. Y a todas las autoridades que nos atienden, dice el borracho. Ah, qué bien, dicen los conductores. Pero bueno, agregan los conductores, ¿y la canción cuál es?
Entonces el borracho, magnífico y alado, toma aire, hace un mohín de placer y suelta: Yo quiero dedicarles, de los Van Van, Que le den candela.
Hola.
Montas unas novelas para contar un hecho que parece insólito tanto palabrerío para recitar un acontecimiento, es sabido del apetito internacional en cuanto a noticias de cuba pero no estires el ” chicle ” demasiado que se parte. Vale
Tuve un dialogo con el cantinero medio-amigo mio pocos días después del concierto. Estaba yo al tanto del acontecimiento por cubadebate.cu. El me cuenta que pasado todo ese tiempo de +, la orden del director de la institución de detener el concierto fue aplastada por el TREN. Y mas remedio no quedó que pararlo de esa forma. Independientemente que empezaron a tocar mucho mas tarde de lo planificado. Yo no estuve (por desgracia) y vivo orgulloso de Van Van, pero en mi casa mando yo.
Periodista:
¿Sabía usted que el concierto de Van Van, comenzó 1:30 hrs tarde, después de la hora prevista sin explicación alguna? Pregúntele a la nueva dirección de la orquesta que quizás le deba a través de usted una disculpa a su público. Eso no pasaba con Juan Formel en vida. Era muy respetuoso de los horarios y del público. No se puede pretender heredar un imperio y no estar a la altura de los valores que lo llevaron a la grandeza. ¿O acaso va a caer Van Van también en la moda de irrespetar las normas vigentes para luego acusar “abusos” prefabricados? ¿En qué país de los muchos que toca Van Van puede permitirse arrancar 1.30 Hrs tarde sin causa justa, y que los gestores de la instalación se lo permitan? Vaya y entreviste a los administradores, gerentes o como se le llame a los que dirigen los destinos de la Tropical, tal y como corresponde a un periodista serio que se hace serias preguntas y no esto que no es más que pretexto para cumplir con sus verdaderos derroteros, que ya sabemos cuáles son por la huella de su trabajo. Usted vive en la Habana y sabe dónde queda la Tropical. ¿No es esto más cerca que el poblado donde vivía el paramédico cubano fallecido cumpliendo con su tarea? Y sobre la actuación de la policía, solo le diré que al rededor de la Tropical viven personas, casas con niños menores y personas mayores que se dirigieron en varias ocasiones a los compañeros del orden publico ese DOMINGO y no encontraban respuesta a sus reclamos. Hasta que la policía se vio obligada a actuar en defensa de sus también legítimos derechos. Pero también puede usted volver a la Tropical el próximo Domingo que allí encontrara a la misma dotación de la policía. Pregúntele. Si es serio pregúntele.
El artículo nos da la medida de hastandonde andamos despistados los cubanos y hasta dónde mezclamos cosas.
Hay dos hechos que nada
1- El cuerpo de policia cubano es una vergüenza.
2- Los Van Van se pasaron de hora.
Una cosa no excluye a la otra.
El problema es que la barbarie cubana no reconoce que hay horarios y la ley se debe cumplir win excepción, sean los Van Van o Led Zeppelin los que estén en la tarima. Hayan pagado 50 CUC o 400 euros.
Le tocó al policía hacer el papel de malo. De hecho la culpa es de la administración de la Tropical, ellos son los que debian haber parado el concierto, so pe a de pagar ellos las consecuenxias.
En el concierto único que Led Zeppelin ofreció en 2007 “Celebration Day”. La gente pedia otra y otra y Jimmy Page tuvo qie pedir permiso para tocar otra canción. Es lo normal en los paises normales.
A propósito, he asistio a 2 conciertos de Van Van en Alemania, uno en Berlin y otro en el Zeltivsl de Karlsruhe. Ambos xonciertos han empezado con mas de una hora de retraso (en el pais de la puntualidad), por causas debidas a los músicos. La cantidad de protestas del público a los dueños del local fue tal que al otro dia salió una disculpa en la prensa. Posiblemente lls Van Van no pisen mas Berlín.
divino!!!!
Graciosisimo!!! Creativo y occurrence! Me gusto el articulo…pero es una pena muyyy grande que hayan autoridades como este personage….Cuba es Cuba y no cambiara jamas!
Sencillamente genial el artículo. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto con un chiste. Ese del borracho es una joya, ja,ja,ja, candela, ja,ja
Remaldito, me hiciste soltar una risotada en Quito al filo de las 12 de la noche. Muy buena la crónica.
Que basura tan mala, tan desactualizada…el chiste es viejo y más trillado que “a bailar y gozar con la sinfónica nacional”, lo que este “periodista” se entero hace poco. Tema al que se le puede juzgar como cosa juzgada, pero que ante la escases de de temáticas para sus propósitos destructivos le sirve igual. Que poco serio esto. Que mal por ON CUBA. Hugo Cancio: Este tipo te está estafando. A ver si me publican.
Considero que el modo en que se refiere al policia con estas palabras citadas del texto …..Un hombre que salió quién sabe de qué intrincado municipio de Cuba y que logró ser trending topic en tiempos de postbloqueo…….
es bastante discriminatorio de su parte, defecto que para mi, un VERDADERO periodista debe de evitar SIEMPRE.
Candela, que le den candela, jajajajaja, buenisima esa
esa del curda fue buenisima,el policeman se creyo cosas y yo quisiera q lo hayan soplao a trabajar a remanganaguas
Carlos, Carlos; siempre aprovechado cualquier resquicio para criticar a todos y a todo especialmente a lo que tiene que ver con el gobierno y las instancias que buenas o mala tiene.
Soy vecino del Salón Rosado y puedo asegurar que si la policía no hubiera intervenido en varias ocasiones (no solo en este caso de VAN VAN) hace rato que lo que tendríamos es un polígono de barbaries.
Creo que ni VAN VAN ni NADIE tiene derecho ha violar lo establecido con respecto a los horarios y la tranquilidad y descanso del vecindario donde está enclavado el famoso Salón.
Alégrate que en este país las cosas funciones mal y que la gente no conozca sus derechos, si yo fuera el Jefe o el l policía del cual te burlas tan agriamente te pondría una demanda por falta de respeto que no podrías pagar en cien años.
Uno de los principios del periodismo en el mundo, (no solo en Cuba) es decir la verdad , no manipular con mentiras la opinión de los lectores , al menos por eso te puedes alegrar de vivir en esta maltratada e imperfecta pero querido aldea que tanto criticas. Ya ves, Cuba no es tan mala como tu dices ni tan buena como quisiéramos que fuera. Ah, por favor no escribas más mentiras, eso no te ayuda ni te prestigia.
A esa gallina vieja…..
oncuba paga bien por cada trabajito, mejor que cualquier otro espacio en el que se colaboran los jóvenes periodistas hoy. Y a veces, bastante , por cierto, pierden las perspectivas por la urgenecia de completar el alquiler del mes en La Habana…
Si, la verdad es la verdad. Los Vanvan se pasaron de hora y empezaron tarde. Pregunten en los lugares de la farándula y verán que no son los únicos. Es una epidemia. La policia terminando un concierto, bueno, si se pasan de hora hay que recordárselos. El asunto es el como se hacen las cosas. No fué la mejor manera. Una muestra más del respeto de las autoridades a la gente y desgraciadamente si; la policia si se cree todopoderosa en Cuba, aunque no solo en Cuba. En un país donde los poderes no están separados. Cualquier natural del oriente acomplejado con los que lo discriminan y menosprecian con grados puede hacer lo que le venga en ganas con toda la prepotencia del mundo y los apologistas del régimen a aplaudir como focas cuando les tiran pescado
Carlos: si quieres hacer un buen trabajo llégate al Acapulco a ver la La Pared de las Palabras, es algo kafkiano. La película puede ser excelente (no terminamos de verla) pero las condiciones en que se proyecta son vergonzosas. Después nos quejamos de que la gente le guste el pkte semanal
De acuerdo con Angela, El Colchonero y los demas que defienden LA VERDAD y el periodismo BIEN HECHO, no la cronica jocosa pero ligera e ida de rosca.
Las leyes y el orden son para todos y alguien tiene que hacerlos respetar, siempre de la mejor forma posible. Tampoco fue Ferguson ni los Van Van fueron tratados como la secta de los Davidianos. Ponganse en el lugar de los vecinos de La Tropical, y preguntense si no le darian GRACIAS a la policia por defender su tranquilidad de domingos, frente a quien sea.
Yo voy ya por dos familias de vecinos reeducadas por mi rebeldia a escuchar regueton y musica alta todo el dia y a toda hora. Hoy son personas diferentes y con las que se puede vivir en la proximidad aunque no en la coincidencia ni la amistad. En uno de los casos, tuve que recurrir a la Policia y remedio santo, con una multica y una advertencia, se controlaron para siempre.
Si alguien no controla La Tropical, en que se convierte aquello???
En cuba no existen policias profecionales ,ni nunca existieron con excepcion de un par en toda la historia ,entre la corrupcion ,abuso de poder ,y bravuconeria no se puede hablar que existen policias en cuba ,odiados por la jente que los ve como un mal menor de muro de contencion contra los delincuentes ,donde ellos brincan de un lado a otro ,cartas de advertencias ,peligrosidad ,y lastima los peores los de mi color los negros y mestizos ,como el chiste policia quieres ser mi amigo ,Policia ,hasta que seas grande ,monos ,maderos ,la peste ,etc
Ay Coño que me meo!!!
Carlos
Me he matado de la risa con el cuento del borracho pinareño. ¡Está buenísimo compadre!
Me imagino que a los cubanos en La Tropical esa noche les haya dado una mezcla de rabia y risa también al ver aquel show salido de la nada.
Carlos, tenía pensado viajar a Cuba próximamente, pero cada vez que leo tus artículos me parece que me voy a dar una vueltecita al país donde todo es desorden y caos.
¿Es realmente Cuba un mundo salido del más allá?
¿Vives allá? De ser así, ¿Qué te ata a ese infierno querido?
Estoy más que deseosa por leer algún día un artículo donde enaltezcas alguno de los bellos valores de los cubanos y de ese maravilloso país.
Mientras tanto, no me queda más que devorar con desgano tus diatribas y dardos de forma continua a diestra y siniestra.
chiste viejo y editado, el cuento en los 80 era con Raul y Fidel, en plena Habana y para pidelo cantando.
ademas de repetirte te autosensuras.
claro que a Amaury si le tiras con todo…
Candela pa ti, por cobarde.