La pobreza pasa, lo que no pasa es la deshonra.
Frase de Martí que desde que tengo conciencia mi familia aplica al dedillo y mi padre repite sin parar.
En un contexto como el nuestro, uno tiene, no sin pesar, que aclarar lo obvio constantemente. Del último plenario de la UPEC trascendió, según algunos medios digitales, y según el imparable cotilleo del tragicómico mundillo de la prensa, que algunos de los más talentosos y de los más jóvenes periodistas cubanos se estaban mudando para medios extranjeros, específicamente OnCuba, y que esto sucedía sobre todo por una cuestión lucrativa.
Esa es una idea peligrosa, y falsa en más de un sentido. Lleva implícita, y no tan implícita, la sugerencia de un tópico, digamos, mercantil: el rectorado del dinero. Yo no soy —qué locura— uno de los más talentosos periodistas cubanos —de hecho, descreo de la utilización del término—, pero sí soy uno de los más jóvenes, y, con seguridad, uno de los más honestos también.
No puedo hablar por el resto de los colaboradores, pero puedo hablar por mí. Creer que publico en OnCuba y no en La Jiribilla por una cuestión de dinero es un argumento mezquino. Mi salario en OnCuba apenas me alcanza para pagar un alquiler casi miseriento, y para sobrevivir a duras penas. No es esto una queja, naturalmente. Mi idea de la felicidad no comprende, en ningún caso, la búsqueda deliberada de beneficios o ganancias materiales. Estoy hasta cierto punto satisfecho porque me paguen más de lo que me pagarían en cualquier medio estatal, pero sobre todo porque publico justamente lo que pienso y cómo lo pienso, algo que por otra parte en la prensa cubana actual me resultaría imposible.
Creer que alguna opinión mía, cualquiera que esta fuere, es una opinión lanzada al ruedo por el mero afán de ganar cinco o diez dólares, me parece una idea que solo podría provenir de aquellos que han sustentado una posición o una comodidad gracias al enarbolamiento de determinadas banderas (políticas, por supuesto). De aquellos que encima de su pensamiento han parqueado un carro, construido una casa, asegurado unos megas de Internet. Pero al menos yo, y lo digo sin rastro de pretensión, no me encuentro en tal disyuntiva porque ni un carro, ni una casa, ni Internet, son fines para mí. Mi único fin son precisamente mis ideas y son mis ideas la única propiedad sobre la que nunca me podría parar, no entran en negociación. En ellas no se viaja, no se habita, no se navega. Solo cobraría un salario si interesan así, como vienen (por alguna razón a OnCuba le interesa mis ideas como vienen), sin el mínimo compromiso con la moral o el poder, sin el mínimo compromiso conmigo.
Supongo que la sospecha nace porque el país —jugar irresponsablemente con sus posibles futuros— se ha vuelto para miles un negocio explícito. Pero yo no convierto a Yoani Sánchez en heroína y luego la SINA me obsequia un salario por ello, yo no viajo a unos Juegos Olímpicos ni a ningún Mundial pasando alevosamente por encima del deporte cubano, omitiendo su verdadera situación, la fosa profunda en que lo hicieron caer, y argumentando, para peor, la idea malvada de que se permanece en el puesto no por beneficio propio, sino por el mejoramiento del periodismo nacional, o porque para criticar a la prensa hay que hacerlo desde adentro (parafraseemos Resumen de noticias: si alguien que me lee se viera retratado, sépase que se hace con ese destino). Que usted le saque una tajada ya es suficiente, pero que además lo justifique como si fuera un sacrificio, una labor ecuménica, me parece demasiada injuria.
Reto a cualquiera a que encuentre un párrafo, una línea, una palabra, una tilde mía prostituida en alguno de mis textos, desde que publiqué la primera crónica en Cubadebate, en el invierno del año 10, hasta la columna actual. Pero si uno publica y trabaja sin cobrar un centavo, tal como hicimos mis amigos y yo durante bastante tiempo en Cubadebate (nunca he sido tan feliz dentro del periodismo), si uno es capaz de mantener la libertad solo por la libertad, si uno es capaz de decir solo por la necesidad de decir, entenderá luego que el dinero no es realmente algo que pueda corromper. Exponerte, y cobrar por ello, es mucho menos difícil que exponerte y no cobrar, que exponerte solo porque crees que hay algo que hacer o algo que no se ha dicho como debiera decirse. Cualquier cambio en mi periodismo, puedo asegurarlo, sigue la evolución, la línea lógica de un pensamiento, no las intempestivas rupturas que provoca un contrato. Al menos de mí, los periodistas y los funcionarios sabrán sin muchas dudas cómo pienso, algo que, si tomamos en cuenta la cantidad de jefes de página o de militantes ejemplares que han abandonado el puesto en coberturas especiales, no podría asegurarse de los correctos, siempre homogéneos.
Antes no entendía a los estudiantes que publicaban solo por la falsa recompensa del reconocimiento público, por ver sus nombres aunque fuera en una nota oficial. Ahora no entiendo a los periodistas que de un modo u otro, bajo los más disimulados ropajes, negocian con el periodismo, cuando hay oficios mucho más lucrativos, y en los cuales, si es eso lo que se quiere, uno no tiene que entregar la palabra, ni reducirse a objeto de un propósito que no sea la más absoluta honestidad.
Que OnCuba haya logrado reunir periodistas como Charly Morales, Yuris Nórido o Alejandro Rodríguez; que OnCuba haya publicado crónicas como Sitio Yera, es menos un mérito de la revista que una falta de la prensa estatal, y eso el plenario de la UPEC bien que lo debe saber. OnCuba no los ha recogido tanto como que la prensa cubana los ha dejado ir. Porque, y este ejemplo lo recuerdo con nitidez, si Rosa Miriam Elizalde no hubiese rescatado a Michel Contreras cuando el periódico El Habanero cerró, hace ya tres años, y lo hubiese llevado a Cubadebate, Contreras hubiera terminado en la revista Mujeres, o en la sala de su casa. Aquí, obviamente, hay dos preguntas que tienen una misma respuesta. ¿Cómo es posible que Contreras, el mejor periodista deportivo cubano de Eladio Secades hasta hoy, fuera a terminar en una revista de temática tan ajena al deporte como Mujeres? ¿Y qué hacía Contreras, anteriormente, en un periódico provincial como El Habanero, cuando debía estar publicando, pero de lejos, en Granma o Juventud Rebelde?
Que yo pueda decir desde el propio OnCuba que el éxito de su gestión es indirecto, que no les corresponde únicamente a sus editores o jefes (aunque quizás una parte importante les corresponda, ¿no?), es ya, me temo, un argumento suficiente para tomarla en cuenta. De cualquier manera, si alguien sigue creyendo que el tema OnCuba es estrictamente dinero, y no, probablemente en primera instancia, la posibilidad de un periodismo más decente, ofrezco trasladar inmediatamente mi columna (si no talentosa, al menos honesta y joven) a las páginas de un medio nacional, sin cobrar un solo centavo, y con la única condición de que donde yo diga que la casa se está cayendo, no me vengan a imponer que la foto está desenfocada.
Igual, en cualquier momento suelto todo y me voy a rumiar a tiempo completo, en un cuarto encerrado, mis novelas y mis versos, que es, según la profecía, mi única misión en la tierra, desvariar un poco, y es algo, además, las novelas y los versos, que a ningún plenario interesa demasiado. Pero si así no fuera, si en OnCuba me hago millonario, no me condenen luego, que fueron ustedes quienes me lanzaron al lujo y no me concedieron la luminosa oportunidad de la pobreza.
Boca abajo to´l mundo.
Resumiendo, que eres todo un heroe… bah
Everybody touché…..
Lo confieso, me sigue gustando lo que escribe este muchacho, aunque cada día se crea más y mejor periodista. Socio, si te sirve de algo, recuerda que nada has echo, no eres tan importante, baja un poquito el nivel, no te eleves tanto.
Oh, Javier, a ver, déjame aclararte. Yo no me creo nada, muchacho, no tienes una menor idea de a quién le estás hablando. Lamentablemente, que me recuerdes que nada he hecho (se escribe así), y que no soy tan importante, no me sirve nada, me lo han recordado otros, mucho más inteligentes y sinceros, antes que tú, me lo recuerdo yo diariamente, me lo recuerdan cada noche, antes de dormir, los poetas muertos que reverencio. Tu intento de ningunearme es infructuoso, me parece revestido de ponzoña, pero yo no tengo la culpa de que te hayas ahogado en la emisora provincial donde trabajaste, o de que no hayas hecho el periodismo que tú pensabas podías hacer. Tu intento de ningunearme es, por inexacto, por exagerado, por falsamente lúcido, tan infructuoso como las altisonantes alabanzas que una vez me dedicaste en Crónicas Obscenas, aquel blog que yo tuve. Y cito:
En Elegía: (http://cronicasobscenas.wordpress.com/2012/05/28/elgia/)
“Cojones compadre, me cago en usted, bueno me cago en ti, ñoo compadre eres un bárbaro con el hacha, digo con la pluma, bueno, con el teclado, usted no sabe lo que yo le envidio que usted sepa tocar la corneta… Gracias Carlos…”
En Escritor de segunda: http://cronicasobscenas.wordpress.com/2012/05/31/escritor-de-segunda/
“Colega, gracias, gracias por estas fantásticas crónicas, tan obscenas como el mismo espíritu del periodismo. Tienes acá en la región central varios seguidores recién graduados de la misma carrera que encontraste en la casa de las tejas verdes, allí quizás nos vimos, sin conocernos, cuando realizaba el pasado año mi tesis…esto en realidad no importa, solo quisiera hacerte llegar mi admiración por lo que escribes, y por como lo haces…algo bien difícil en este mundo nuestro, reconocer al otro…en el mejor cubano…usted es un monstruo compadre…siga así…”
No quiero ser demasiado recio contigo, pero esto me recuerda lo que me comentó hace poco un amigo que sí sabe ponerme en mi lugar. “Bueno, Carlos –dijo-, ya te habrás percatado de cuán fácil es que cualquier imbécil te diga que eres genial, y de cuán tentador es creérselo.”
Me temo que esa tentación ya la he superado. Así que gracias por el tiempo dedicado, pero eres prescindible, socio.
Excelente tu crónica, monumento de la honestidad.Muy bien fundamentada la honestidad de tus criterios, con las historias que conocen pocos y muchos debieran conocer, que resumes en ejercicio insuperable en esta ultima oración: “Pero si así no fuera, si en OnCuba me hago millonario, no me condenen luego, que fueron ustedes quienes me lanzaron al lujo y no me concedieron la luminosa oportunidad de la pobreza”
No se para que todo este alarde… Es cierto que la revista es en general muy buena, con algunas excepciones como esta…
OnCuba te publica pq no tiene perfil editorial, y todo lo que escribes, que deberia estar en tu blog, le parece bonito -con lo cual no digo q no lo sea – pero si creo q muchas perreticas como esta son para tu blog no para un medio como este que se ha ganado el respeto de su audiencia.
No, un hérore no, un periodista como nos hacen falta más… Y Carlos M. por favor, no te dejes caer en la tentación de responder a los envidiosos y mal intencionados, por favor… Tú, ahí, con la mocha en alto, y el corazón palpitante por Cuba, siempre ON…
Este comentario trae a colación algo interesante. ¿Por qué hay que considerar algo negativo que los periodistas quieran ganar un salario decente por su trabajo? ¿Por qué se estigmatiza el cobrar, como si esa no fuera la regla básica? Yo he trabajado, y trabajo de gratis, de los trabajos que tengo, el que más esfuerzo me lleva lo hago ENTERAMENTE GRATIS, y está mal. No te des por aludido Carlos Manuel, los que te critican tienen otros medios de vida. Sí estás aquí por poderte pagar el alquiler, pues bienvenido sea, NADIE tiene derecho a criticarte ni a considerarte menos periodista por eso.
Y vuelve Carlos Manuel a dar en el clavo un soberano martillazo… lástima que los ciegos, también, sigan siendo sordos… Amén, Carli!!!
Cuando la ofensa es fuerte, en el doble sentido de la ofensa y de quien la profiere, todo defensa es permitida, y el medio que te permite realizarla, legítimo. En Cuba, país siempre de rumor, cuando un rumor con carga político-ideológica, es decir, moral, tiene un sentido negativo, condenable, sancionable, mejor salirle al paso con la autoapología, que esperar sentados a ver mañana, que nueva cosa dirán, o harán, en contra de uno.
Mareados, todos se ponen mareados y empieza el yo y el yo, eso lo leo a cada rato por Oncuba con los grandes ligas que se mencionan entre ellos mismos…leo desde el exterior y aca la gente no se autopromociona tanto. No cacarees tanto y deja Oncuba ..a que no lo haces? Estas por el billete, como si no!
Ese tal Alejandro Ulloa anda que se babea detras de todos los que escriben a lo grande en Cuba, imagino que forma ese estira y encoge con los medios por lo mismo, para hacerse notar…Tanto que se habla de la modestia y este gremio es tan irreverente a esa palabra o valor.
Ese Alejandro Ulloa es un tipo honesto. Yo, que lo conozco, y no tengo nada que ver con el periodismo, lo corroboro.
Decir que un artículo es bueno o está bien escrito no es babear. Por favor… actualiza tus definiciones.
Jajajaja… primero que todo, gracias Mar, tú que me conoces desde cero, por gusto… gracias por saberme!!!
Y Lisney, tranquila: sea como sea que lo pienses, sí, me quito el sombrero siempre que haga falta ante buenos textos, porque como periodista, y como socio de Carlos Manuel, lo halago y lo critico con la misma mano, con el mismo cariño… solo que mis críticas le van de frente, de tú a tú, en persona; porque ese chama, además de escribir bien, de tener conceptos que comparto, es un chama bueno, y de los buenos quedan pocos; por eso suscribo cada palabra que pone aquí, las que ha puesto, y seguro muchas de las que pondrá.
Y mi estira y encoge con los medios…, ah, gracias por las lecturas a mis Esquinas…
«Pero si así no fuera, si en OnCuba me hago millonario, no me condenen luego, que fueron ustedes quienes me lanzaron al lujo y no me concedieron la luminosa oportunidad de la pobreza». Wow, Carlos, esto en específico me ha dejado paralizado.
Bueno, bueno… Todos se concentraron en la cuestión monetaria… Pero básicamente la esencia está en esto: “Si alguien sigue creyendo que el tema OnCuba es estrictamente dinero, y no, probablemente en primera instancia, la posibilidad de un periodismo más decente, ofrezco trasladar inmediatamente mi columna (si no talentosa, al menos honesta y joven) a las páginas de un medio nacional, sin cobrar un solo centavo, y con la única condición de que donde yo diga que la casa se está cayendo, no me vengan a imponer que es que la foto está desenfocada.”
Periodismo señores!!!
Solo me sorprende algo. ¿Uno de los puntos básicos de la «actualización» cubana no incluye el aumento de los ingresos, siempre que estos sean lícitos? ¿En este sentido, los periodistas no tienen derecho a «actualizarse»?
Por lo demás, alguna vez un moderador de comentarios impondrá la ley de escribir las opiniones sin adjetivos. A veces dan asco tirios y troyanos, adláteres e impugnadores…
Lo que pasa es que hay muchos principiantes con ínfulas de intelectualoides. Han visto ustedes en “Cartas desde Cuba”semejantes trabajos donde el yo y la primera persona o la sociedad y sus matices?
Carly, esta es tu verdadera declaración de principios. Yo también firmo esto, y lo reenvío con copia a más de un descreido que anda por ahi. Tq un mundo.
Bravo!!!!!
Carlos vive la libertad, escribe desde la libertad y por eso hay que leerlo. Aunque se equivoque, hay que leerlo. Por eso hablan(mos) de él. Lo único que hace falta es que Carlos no se vuelva demasiado vanidoso, y además que no se insulte si alguien le escribe comentarios insolentes, o hasta inocentes, solo eso (no porque vaya a escribir mal, sino porque va a caer muy mal)…
Pero la libertad, esa libertad…
Dani: ya no contesto nunca los insultos, he recibido, desde Cubadebate, infinitamente más ofensas que elogios, ofensas de todo tipo, y de alguna manera uno aprende a distinguir cuándo el lector golpea verdaderamente sobre tu punto flaco y cuándo lo que hace es patalear. La razón por la que respondí, casi con furia, al comentario inocente, fue porque ese lector lleva como cinco o seis textos con la misma estéril sugerencia, y me pareció algo alevoso, personal, disfrazado con el ropaje de la civilidad y el consejo. Me exaspera que mientras me sonríen quieran hundirme. Un abrazo, maestro.
Carlos, cuídate siempre del lado oscuro del corazón que nos toca (aunque a unos mas que a otros). Yo vengo de casa de Harold y compañía en el espacio LJC, que es mi favorito allí alguien sugirió el link a tu pagina y lo agradezco mucho, si no te molesta quisiera poder visitar asiduamente tu casa para nutrirme de lo que aquí se cocina. Si me lo permites quisiera convidarte a dos cosas, serte fiel a ti mismo y a tu nombre que por definición es muy grande, trata de publicar siempre que puedas en aquellos espacios donde otros cubanos puedan leerte desde el papel, ellos también te necesitan.
Gracias por la honestidad que hay en tus letras.
Agradezco, como espero que tu también lo hagas a los que te dieron el talento y a los que te ayudaron a desarrollarlo, para juntar las palabras de forma tan especial.
Podemos hacer el mejoramiento humano de muchas maneras, tu haz la que mejor sabes hacer.
Por favor disculpa que te haya tratado de tu, no significa en lo mas mínimo menos respeto hacia tu persona, todo lo contrario.
me parece un muy sincero acto de fe lo dicho hasta ahora. excelente crónica. me gustaría que nuestros medios con excelente y férreas líneas editoriales y de pensamiento se publicaran artículos a la altura que nuestra Cuba se merece…que para eso tenemos una (varias) excelente facultad de periodistas
…Menos mal que existen…Los que son como tú.
Mucho ego opaca talento.
La envidia no mata me molesta, g,g,g.
Hace dos años escribí “La gilipollez humana”, irritado por cómo los foristas de Cubadebate atacaban a Carlos Manuel por escribir lo que pensaba, o sea, por ser sincero de gratis… Yo suscribo mucho de lo que ahora dice Carlos, con 10 años más en las costillas y un chama en camino, entre otras cosas porque lo dice desde SU COLUMNA, o sea, desde el espacio que llámese OnCuba o llámese NYTimes o llámese el Burundi Post, se le da a un escritor para que sea él mismo. Y si suena arrogante, lo prefiero a la falsa modestia de muchos que lo(nos) señalan… Y otra cosa, el periodismo no es una ciencia exacta, y nunca faltan los comentaristas que recetan fórmulas desde afuera, queriendo que uno escriba como ellos entienden que debe ser el periodismo…
de acuerdo con Usted Charly.
A mi me da tristeza y me parece tierno a la vez que los periodistas (entre otros) se sientan centro del universo, celebridades, oraculos de la verdad hacia el cambio mundial. Me parece tan inocente. De la misma manera que que me parece ridiculo que alguien se considere tridor a sus ideas por pretender unas horas de internet en el siglo 21. Por mas que nos apasione nestra profesion, el trabajo es la forma de adquirir un grupo de bienes que nos permiten vivir…al menos decentemente….y si el trabajo es honrado…no veo que tiene que ver que se le pague a alguien por su trabajo. Me parece absurdo lo contrario. Y que alguien se sienta mejor periodista por cobrar menos…por sentirse mas altruista, entregado a su profesion….ridiculo….
Ana usted obviamente no entendió (o no quiso entender, porque se da por aludida) lo que claramente defendió y condenó Carlos en su comentario. Mis agradecimientos al autor, ojalá y te concedan el espacio para TU columna en JR o Granma, eso si, auténtica y sin “desenfoques” como hasta ahora ha sido.
Es una pena que los foristas hayan ido por otro rumbo.
Te felicito Carlos muy bien diseñada tu crónica.
Desde aquella noche en que llegué a un primer articulo tuyo (te trato de tú en el cubaneo y de confianzuda que soy) y me devoré luego mas de 10 en los que te leí hasta comentando de pelota o escribiendo en el más complicado castellano; desde ese día fatal en el que no decidí si odiarte o quererte, decidí ignorarte, tengo la impresión de que eres de ese tipo de personas que practica el periodismo para generar debate.
Podría jurar te pagan una X cantidad adicional por cada comentario que te dejan (en Cubadebate que no te pagaban y, creí esa noche, no te editaban, habrás tenido algún otro incentivo para provocarlo, no se cual la verdad, quizás seguirte publicando, tu sabrás)…
Eres el rey indiscutible de la controversia, hasta cuando lo que escribes es acertado, honesto y como se te viene; se te da muy bien.
Como lectora accidental de algunos de tus artículos, cada vez provocándome una pataleta nunca plasmada en letras impresas (hasta hoy), quisiera le dieras menos importancia a lo que los demás piensan y no malgastaras (ami me parece malgasto) tu tiempo, tu columna, tus letras en responder a insultos tirados al aire, nunca en tu cara, nunca sin ofensas, insultos al fin, nada de crítica inteligente, civilizada y etcéteras*.
*nota:de proceder de la mejor manera no utilices tampoco este espacio en esa faena…
Te digo la verdad!?, llegué a este artículo porque te reposteo un amigo y la foto me hizo creer que tendrías algo que me interesaría leer, un comentario tuyo sobre el reciente anuncio de la futura unificación de las monedas, quizás…y encontrarme con esto… pues, como explicarte, hasta el “reto” que lanzaste llegué, me desilusioné y hasta me alteré porque el periodista de Cuba, con la libertad suficiente para escribir de lo que se le antoja, como se le viene, no tiene otro tema más para desarrollar que responder insultos. Te digo más, hasta me preocupa quién lee Oncuba? Será la gente de A Fuera? que impresión se lleva????
Hagamos una cosa, te propongo varias opciones a modo de cambio de este titulo (la foto se va sin discusiones, NADA que ver con el testo o es que te hacía falta un cartelito de prohibido?) por uno mas acorde en mi desautorizada opinión:
1-“Acere que bolá?
2-SÁCAME el pie de encima!
3- GIRA que te veo fijo!
4- A las 4y20 nos vemos en la puerta de la escuela!
y el ultimo el ultimo (ya me puse mega creativa)
5- Cómo no nos ripiamos en personas, te ripio a través de la prensa! y para tu información; Todavía cobro dolares y tu NO! 😛
Triste para mi este artículo es MUY triste! Nada más lejos del periodismo… era prensa amarilla la de los chismes e historias burdas? no me se el color pero esta “prensa” apesta, no da ni para llamarlo prensa…
Ojalá la próxima vez que accidentalmente te lea (el nombre de quien escribe es lo ultimo que busco, en este caso al detectar el estilo hasta el “reto” me despetronqué a buscar el autor “intelectual” de estas letras) estés leyendo de esas cosas controvertidas, entre la realidad como yo la veo y como tu la entiendas y sin criticar en absoluto a los que te comentan… déjalos que digan lo que quiera ya tu tuviste tu espacio para hacerlo y el bonus por comentario dejado no aplica para discusiones mano a mano porque y si se pone bravo el lector y no regresa?
Salu2 Dayana Leyva
Pdt. Me esforcé, el corrector lo utilicé y hasta creo que no te insulté!
Seria un tanto difícil molestarse ante una critica tan delicada como la suya. Ojalá hubieran mas criticas como esta, hacen mucha falta. Solo un detalle no se olvide que el periodista por mucho talento que tenga es también un ser humano y por tanto susceptible a que no siempre se puedan controlar todas la emociones. Estoy de acuerdo con Ud. no debe ser la norma la prensa de corte amarillista, pero tan poco me molesta quede vez en cuanto se deje ver el lado mas humano e imperfecto, de ese hombre o mujer que esta detrás de esas letras que al juntarse de cierta forma nos hacen pensar, reflexionar y que a veces, como por encanto se quedan revoloteando por mucho tiempo en nuestro pensamiento.
este comentario es pura jerga de solar.
Este ha sido el post de la discordia http://www.oncubanews.com/columnas/maquina-de-enojos/. Una confesión valiente y personal de Carlos Manuel Alvarez . Quien sino, pudo haber causado tal revuelo. Quien sino, pudo ver y abordar un fenómeno tan actual, triste y elocuente como lo es sin dudas, la fuga de profesionales recién graduados hacia destinos más “placenteros”.
Yo no se si en algún momento de su vida, Carlos Manuel se haya dado cuenta quien es él. A ver, aclaro, no hay porque sentirse extraño… hay que entenderlo, saberlo y digerirlo. Incluso pienso que no le preocupe, mas bien son sus detractores los que se preocupan, – o él les preocupa -, porque Carlos Manuel dice, con furia y delicadeza lo que muchos, ni con 15 años de estudio en la FCOM, u otros con 30 de duro ejercicio en el Habanero, o en el Granma – con perdón clasista y partidista -, pudieran hacerlo. Y esos, los del bullpén, suelen a menudo saltar como hienas mordisconas ante la primera presa que se les antoja peligrosa. Hay que estar conscientes del peligro que representa salir de 21 y G con un acumulado global de 4 puntos y pico, una tésis intrascendente, ubicarse en un diario de buena o mala chicha, y pasar desapercibido en su centro de trabajo, mientras el flaco Carlos, se pavonea, recién graduado también, entre la crema de la intelectualidad periodística cubana, con esos artículos repletos de golpetazos crudos al mentón de la gubernamentalidad y con frases hirientes hacia la historia contada y maquillada. Traducido… Carlos, provoca celos, porque el 99% de quienes lo critican quisieran escribir como él y ni injertándose en el cerebro un CD con todas las obras de Kundera, un DVD con las obras de Dostoievski, y la bibliografía completa de José Ingenieros, pudieran siquiera llegar a sus tobillos.
Voy a decir algo que es evidente e inconsistente en si mismo: Carlos es mi amigo y no lo conozco. ¿Difícil de entender no? No creo. Los amigos no tienen que ir al círculo infantil juntos, o ir a la escuela juntos, o haber vivido en el mismo barrio por 20 años. De estos últimos conozco un montón que si pudieran, me dieran una buena patada en el trasero si con ello resolvieran una botella de ron de dudosa calidad para aligerar sus vanas emociones. De esos, de los que estudiaron conmigo casi 10 años, conservo un nefasto recuerdo del día en que me atreví a expresar una opinión personal sobre el periodismo. La puñalada que me asestó esa persona que consideraba mi amiga aun me duele y hace sangrar mi ego y todos esos recuerdos dulces que acumulé durante difíciles jornadas tras libros de física que nada nos aportarían luego en la Universidad y matahambres ranciosos en la merienda. Bueno, eso no viene al caso.
Lo que si viene al caso, es que con esto de la apertura al dialogo y dejar a la gente que diga lo que piensa, ha salido al ruedo una amplia gama o pléyade de personas con unas ganas inmensas de expresar lo que sienten, y decir casi textualmente, lo que hasta hace poco les era vedado. Pero ojo, dentro de todo lo que se escribe y publica, hay para escoger que decir. No todos podemos despertarnos en la mañana, lavarnos la boca, desayunarnos un pan con mantequilla y emprenderla jubilosos con la interpretación de cualquiera de los cuentos que Borges publicó en El Jardín de Senderos que se bifurcan. Yo a duras penas me confieso que entiendo a un Lezama no de la pi al pe…. por suerte, escapo, y bien, con cualquier lectura de Carpentier; pero por ahí van, los he visto, quienes se atreven no a dar una visión personal y publicable de Alejo, sino que si pudieran, se montaban encima de Leonardo Padura y le dirían que Mario Conde no es más importante para la literatura cubana que lo que es Pánfilo para la historia del hambre en Cuba.
Que Carlos, desde su óptica personal, desde su yo más intimo y descarnado haya decidido abordar un asunto tan importante como lo es la casi total y absoluta falta de huevos del periodismo cubano para reflejar los errores cotidianos, de ser reales y no una triste marioneta, y que ello, por carambola arrastre a quienes no pueden hacerlo por causa de un censor, no es menos importante que el efecto dominó que esto genera. Si todos los médicos graduados en La Habana pudieran y tuviesen la oportunidad de trabajar en el CIMEQ o en el Ameijeiras, ¿quién trabajaría en el Policlínico de Linea y L? O lo que es lo mismo, hay que ser tonto para escoger irse a trabajar a una microbrigada en Centro Habana si te dan la posibilidad de irte a construir un puente en Varadero trabajando con una Empresa Mixta extranjera. No es lo mismo, profesionalmente hablando, y no tiene el mismo impacto en un Curriculum, si este refleja que se trabajó en un edificio de 24 plantas, que en un modesto biplantas. Más, si se fue el arquitecto principal de la obra. Entonces… ¿por qué acusan de yoísta a Carlos M.?
Quienes lo hacen, claro, son quizás los mismos que nunca podrán entender la dualidad de héroe-loco en El Quijote y claro, Carlos no es Cervantes, pero eso sí, es mas contemporáneo, quizás menos asido al dogma canónico literario y por supuesto, más revolucionario que ninguno y menos comprometido que los que esgrimen la Revolución (y protegerla) para desparramar censura a troche y moche. Quienes lo hacen, no encuentran otra excusa que lo poco que entienden para usar el argumento pueril de “te faltó decir tal cosa”, porque, es sabido, el ser humano es inconforme, y cada pichón de escritor necesita, al menos, corregirle una tilde al maestro. Quienes lo hacen, claro, no pueden ubicar el leit motiv de un escrito como ese, y si lo hacen, como los recursos literarios en la mayoría de ellos son escasos – y por lógica de esta situación particular, inferiores a los de Carlos Manuel -, arremeten contra lo que les parece espurio, sin percatarse tal vez, lo frágil del techo de vidrio, en la casa del primer cerdito.
Allí, donde seguro habitan.
Una palabra … GENIAL!!!!!!!!!!!!!!!
No me lo pude leer completo porque -creo- me he convertido un viejo ya sin tiempo para tanto; pero lo que logré alcanzar me gustó mucho. ¡Felicidades!
dejate de hacerte el viejo medardo q cuando el Kowa va pa cuba te montas hasta en un camion x los amarillos…. q no se diga .. leee q vale la pena
Escribir en primera persona es un acto de gran valentía, porque uno asume la responsabilidad de las palabras; en Cuba, continuamente, es visto como un acto de soberbia.
Sorprende ver cómo el hacerte responsable por aquello que escribes deviene en toda una gama de improperios o alabanzas, incluso, cuando no ha sido tu intención generar valoraciones en torno a tu persona, tus talentos y virtudes, o los defectos que la conciencia de los mismos va generando en ti.
Creo que no importa el cómo, en este caso, sino el qué. Es irrelevante si quien escribe es buen o mal escritor, si se considera a sí mismo buen o mal escritor. Lo importante, es lo que defiende con la pluma, y, eso sí, la muy personalísima y loable actitud, de hacerse responsable de lo escrito. Pero en todo caso, el hombre, la persona, el periodista, el escritor, va después. Porque quien escribe, aboga por algo que le trasciende; a su finitud, quiero decir.
Carlos… muy bien. Desde tu adormecida ciudad de los ríos y los puentes, siento lo mismo. Cómo me gustaría ser la editora de un medio “oficial” y tenerlos a ustedes de columnistas. Cómo me gustaría leer en Juventud Rebelde las crónicas de Charly , las tuyas o el ingenio de Michel, ya que no están (y se sienten sus ausencias) Guillermo Cabrera Infante, Enrique Nuñez Rodríguez o Manuel González Bello… Y ganar dinero por ejercer tu profesión, esa es la única forma de cubrir las necesidades básicas, al menos de manera honesta. Nadie se tiene que sentir ofendido por ello, pero tienes que entender que no todos entienden. Quizás quien habló en el plenario no lo hizo (estoy especulando) con el ánimo de criticarlos a ustedes, sino para llamar la atención por el hecho de que buenos periodistas jóvenes fueran a trabajar a medios mejor remunerados… quizás fue en el sentido de “paguénnos como debe ser”… o puede seguir pasado esto, ¿no crees?
Carlos, solo discrepo contigo lo de el periodismo de provincia: “¿Y qué hacía Contreras, anteriormente, en un periódico provincial como El Habanero.” Para escribir bien, para ser un buen poeta, periodista o novelista no es necesario trabajar en un medio nacional. Se de periodistas de provincia que son mucho mejores de no pocos que escriben en la capital.
buen apunte el suyo.
su punto es interesante, pero no menos valido q el de carlos… michel merecia, aun desde quizas 2do año d su carrera y lo digo xq estudiamos juntos una mejor ubicacion… no es q el habanero este mal… pero el tenia meritos para estar siempre en un lugar mejor… pero incluso esto no es tan trascendental como el hecho q estuvo a punto de recalar en la revista mujeres… y este es el hecho al cual carlos se refiere.. a la subtuulizacion o mala utilizacion de la fuerza laboral o del talento periodistico en este caso
El progreso, como sea que suene, hable, o se proyecte, siempre espanta. En el sentido del progreso literario de un género, de una manera de decir, el periodismo ha de ser siempre vanguardia. Habrán los que se revuelquen en las glorias pasadas y evoquen la somera frase “cuándo nacerá otro Carpentier…” señores y señoras, compañeros y compañeras, cada quién tuvo su época, replicar es hacerle Oda al 8 acostado, es decir, quedarse en el mismo lugar, replicando-nos u-nos a otros, alabando y buscando en el pasado la inmutabilidad infinita. No digo, por si alguien sospecha, que este autor y los otros que se mencionan, sean la máxima expresión del género, pero si algo tienen, que resulta luminoso a la vista de las urracas, es que son honestos. El progreso, continúo…, no se logra mirando fotografías, a mi parecer, se obtiene tomándolas. Ave! -por el espacio conquistado-.
Carlos, si algo he de confesar es como a partir de una encuentro casual con tu blog a crecido en mi una adiccion por leerte.
Me llena de orugullo saber y confirmar que hay en Cuba gente capaz de enrumbar y enconrtarle las quitas patas al gato.
Yo, quien de manera mediocre desde mi sector traté de hacer cambiar las cosas, me cansé enseguida. El cansancio me llevo a tomar un avion e irme muy lejos.
Pero me quito el sombrero al encontrar una persona con ideas tan claras. Sin mas comprometimientos que aquello por lo que cree y mejor aùn para nuestra Isla, alguien que no tiene miedo en decirlo.
Solo te deseo que muchos mas cubanos tengan el placer de leerte, sin necesidad de pagar 4 cuc.
En Cuba se estan pasando cosas. Yo creo que personas como tu son claves para ayudar a cuestionar y encontrar la definicion y la escencia de un pueblo que hace mucho dejamos atras en el camino
Carlos M., Yo te leo desde aquel “invierno del año 10” cuando te publicaron en CubaDebate, y siempre (o casi siempre) disfruto de lo lindo, seguramente porque la mayoria de las veces coincidimos en las ideas (y/o sentimientos) que expones. Consideré un error que no continuaras con el blog, pero si puedo llegar a onCuba e ir directo a ‘Esta boca es mia’, yo – satisfecho.
Tu eres bueno muchacho ! y aunque ni lo pienses o quieras vas a tener que lidiar con el exito, que por lo general, trae dinero y fama.
Pienso que “el pollo del arroz con pollo” de este artículo, no es lo que te paga onCuba por publicarte y si todo lo demas.
A mi hasta me dio risa, porque sabes de que me acorde cuando tocaste el tema ? De una mesa redonda que se dedicó a demostrar que Fidel no era el millonario que la revista Forbes aseguraba que era. No hacia falta !
Quiero decir: si en onCuba tienes donde trabajar para ganar lo que te tienes que comer, no tienes que darle satisfacciones a nadie: trabaja y gana lo que te tienes que comer.
Un abrazo.
Teniendo tu edad se puede ser ingenuo y rabioso, sin que repares en las consecuencias para el cueerpo todo, aunque antes lo eras más…Escribe donde puedas y cómo supongas que es mejor, y crece, sin importar los otros. Ya vendrán tiempos mejores, ahórrate el desgaste. Punto.