Demasiado hincapié se hizo en el piano que Ronald Loesby, a nombre de Steinway & Sons, donara al Instituto Cubano de la Música, después de que el pasado viernes, en la Plaza de la Catedral habanera junto a Chucho Valdés, Lang Lang hiciera gala de su galante virtuosismo y su pícara lozanía.
Además de disfrutable, el concierto reafirmó subrepticiamente que tanto las más encumbradas élites del arte, como los principales íconos de la cultura pop, pretenden dejar su firma en la ciudad del momento.
Se le dio tanta importancia al Steinway & Sons que, en vez de un piano, parecía un cargamento de barriles de petróleo chavista. Pero está bien que así suceda. Los Steinway son la realeza en la corte de los pianos, un ejemplar como el que acaban de donarnos vale cerca de 170 mil dólares, y viene de Nueva York.
Para todo lo que vendrá de Estados Unidos en los próximos años un piano parece poca cosa. Pero ese piano es también, si se quiere, la prueba definitiva de que el proceso es ya irreversible, y de que al menos tendremos instrumento de lujo para tocar nuestro réquiem o nuestro aleluya.
La televisión nacional, que suele reaccionar tardíamente, se apresuró en trasmitir el tan publicitado concierto, y en menos de un fin de semana ya los cubanos de provincia tenían de fondo en sus televisores el barroco potente y fibroso de la Catedral. Cierto que olvidaron pasar algún cintillo con los datos de las piezas en ejecución, pero al fin y al cabo, dirán los productores, la referencia es lo menos importante. Lo trascendente es la música, venga de Tchaikovski o de Lecuona.
Como guiño irónico, pero justísimo, el concierto abrió con la Obertura cubana de George Gershwin, gringo que, los que no somos eruditos en la materia, conocemos por Summertime, esa aria de Porgy y Bess que luego cantaron, entre tantos monstruos, Janis Joplin y mi siempre predilecta, por encima del resto de los mortales, Nina Simone.
Hubo momentos para la improvisación y, cuando las cámaras enfocaron las manos de Lang Lang o las de Chucho, pudimos comprobar la diferencia entre unos dedos de treinta y tres años y unos de setenta y cuatro.
El chino era atrevido y revoltoso. Chucho discurría, sereno. El chino era un niño atribulado, que no martillaba demasiado ninguna tecla, porque parecían hincarles, y Chucho se deslizaba sobre ellas, como si las domesticara o como si las embriagara con algún conjuro afro. El chino era un asiático vigoroso y casi caribeño, en la flor de su maestría y de su edad, soberbio y trepidante, y Chucho era un santo altivo, oriental en su energía, con manazas de demonio surrealista, haciendo breves guiños mozartianos al entusiasmo colectivo.
Después de todo, yo espero que algún bienpensante con el suficiente poder haya llevado a la plana mayor de Telerebelde al concierto del viernes, para que Rodolfo García, por ejemplo, no haga más esos sonoros papelazos y quizás, si en el próximo mundial de atletismo, antes de la carrera de los 100 metros, alguien toca el piano en 9.58 segundos, no vuelva a decir con socarronería que de dónde habrán sacado a ese chinito, porque ese chinito –el Usain Bolt de lo suyo– era nada menos que Lang Lang.
Oye, podrías ser menos agresivo con la gente. ¿Tú escuchaste al papa Francisco? Regenérate, “mijo”. Estás a tiempo.
Es cierto que la boca es tuya, pero el sitio On Cuba, NO .
O cambias o vete a escribir a otro lado, solo destilas ODIO , aburres con tanta mala leche, ¿al final el único bueno eres tú ?
¨Se le dio tanta importancia al Steinway & Sons que, en vez de un piano, parecía un cargamento de barriles de petróleo chavista.¨ (Q tiene q ver lo q tú sabes con la llovizna??) Maldita costumbre tuya d traer ejemplos y comparaciones por los pelos, lo importante es meter veneno, por eso cada día convences y te comentan menos.
¨…en menos de un fin de semana ya los cubanos de provincia tenían de fondo en sus televisores el barroco potente y fibroso de la Catedral¨ (y también los de La Habana, o 2.2 millones de personas iban a ir al concierto??Ay Charly, el citadino, nuevamente mirando por encima del hombro a las áreas verdes, pobres guajiros.
¨…Obertura cubana de George Gershwin, gringo que, los que no somos eruditos en la materia, conocemos por Summertime, esa aria de Porgy y Bess que luego cantaron, entre tantos monstruos, Janis Joplin y mi siempre predilecta, por encima del resto de los mortales, Nina Simone¨. (Ñoooo, q pena q no seas erudito, sentí ganas de suicidarme ante tanta ignorancia de mi parte, lo entiendo, es q soy de provincia, jajaja)
8vo párrafo: Eso te quedó genial, y lo digo con sinceridad, pero a esas alturas ya no tenías salvación, y mira como terminaste el artículo, una vez más haciendo famoso a Rodolfo y sus comepollos.
Hermano, entre tú y el Trabajadores me van a matar. Me pregunto, esta es la prensa q viene?? Q generación tan perdida si son como tú sus adalides.
muy buen articulo, bien por defender a lang, lang, los crack, son los crack, y el narra es el mejor en los suyo.
a pesar de tocar musica culta el chino vende millones en todo el mundo.
No es que esté exactamente de acuerdo con tus críticas, Disección, pero entiendo que alguien pueda sentirse así. Pero después te da por alabar el 8vo. párrafo, que es una hemorragia de kitsch escrito por alguien con una idea elemental de música (como no se cansa de demostrar con regularidad el Charly). Le ronca…
¿Pero porque siguen perdiendo el tiempo en leer a este individuo que cree que sabe más que los lectores? No se desgasten , yo ya cuando abro el articulo y veo que está hecho por él ni pierdo el tiempo.
Fue un bello espectaculo, de talla mundial…,peroque hace este periodista hablando de barriles de petroleo y de Rodolfo Garcia..no se prohiben en los comentarios ataques personales ?,,este periodista si lo puede hacer ? y conste que no soy fan del narrador deportivo..pero a que viene eso.
El piano por poco se derrite, estuvo todo el medio día al sol sin protección.
disección, gracias por escribir y opinar sobre lo mismo que yo, me ahorraste teclas y neuronas. De verdad que el chico, arti-culista, perodista o lo que sea está que se muerde el mismo. Dios nos ampare de esas parrafadas banales, de barniz cultural, falta de autenticidad, criticonas a ultranza y pucúas hasta la médula.
jaja esta bueno el articulo, un pco prepotente, arrogante y radical como suele ser carlos, pero bastante bueno. De todas formas hubo otros detalles trascendentes k no se echaron a ver a traves de la camara. Por si no lo saben ese piano NO ES el primer Steinway & Sons que llega a Cuba, ya existian otros, gestionados y traidos valerosamente por el maersto Salomon Micovsky.. Por supuesto este dato no fue relevante en esa fecha porque el barullo generado por el concierto dio pie a que hasta los directivos d cultura presentes, olvidaran completamente la labor de Salomon y hasta desconcer con que contamos ya en nuestro país, antes del concierto. Para rematar, a la hora de ubicar y repartir los asientos al pobre Salomon lo dejaron como para la 3ra o 4ta fila, bien apagada y amontonada, porque al parecer hasta en algo tan sencillo, dentro del potrero de gente k había, se evidencio la ceguera de los despreocupados y sin etica representantes d la cultura nacional. Lang Lang es un punto a parte, esta realmente fuera de liga y lo mejor de todo es un chino contento que disfruta sin arrogancia de su fama, dinero y hasta regalo cientos de sonrisas y poses para las camras del publico cubano presente.