Después del fiasco, saltan las evidencias. Aunque en Cuba tal cosa no signifique demasiado, ha empezado a circular por las redes un video donde Víctor Mesa despoja con un gajo a Joel Suárez antes del sexto juego del play off contra Pinar del Río. A pesar del exorcismo, Suárez no pasó de la primera entrada. Habitamos lo paroxístico. En tiempos de crisis, de seudopensamiento oscurantista, las religiones emergen como ciencia. Puedo entender que alguien se haya insultado, pero a mí, al menos este incidente en particular, me ha provocado mucha risa. No es causa de nada, es un efecto, una nota de color.
Víctor Mesa se ha vuelto, al menos en apariencia, un hombre muy antipopular. Logró poner a toda Cuba, que no se pone de acuerdo en nada, en contra de su persona. El país asintió satisfecho, y rugió incluso con mayor arrebato cuando se miró a sí mismo y notó semejante unanimidad, por primera vez espontánea.
Se le achaca lo de siempre: que humilla a sus peloteros, que dirige tras bambalinas a los títeres de la Comisión Nacional, que ofende a los árbitros y los sopapea, que destaja a diestra y siniestra. Ya, en el colmo de las atribuciones, presa de la euforia después de su segundo y a la postre último triunfo contra los pinareños, declaró que así sí valía la pena responder preguntas, en una conferencia de prensa decente, y no a estudiantes de periodismo que no entienden de lo que hablan.
No sabemos bien por qué en ese momento Mesa se la tomó en grande con los estudiantes de periodismo, cuando, si quería tomárselas con alguien, se las podía haber tomado con casi la totalidad de los periodistas que tenía enfrente. Primero por hacer preguntas tan malas o, en su defecto, complacientes. Segundo por haberle seguido preguntando allí donde el decoro elemental indicaba, si es que a la prensa le queda alguno, que el director matancero merecía la más absoluta de las indiferencias. Y tercero porque –ingenuo él si no lo supo- esos periodistas rezaban para que perdiera.
Abjuramos de Víctor Mesa porque lo creemos distinto, pero lo que en realidad nos acoquina es su virtud capsular, la capacidad que tiene para contener en sí los pros y los contras de los dos o tres conflictos esenciales que padecemos. Es el resultado de lo que somos.
Si quieren un reflejo de nuestra falta de rigor, ahí lo tienen. Su lengua suele ser más rápida que su cerebro. Ignora la sutileza. Está dispuesto a sacar rápidamente una conclusión allí donde sería más prudente titubear, repetirse la pregunta. Es venático. Precisa endilgarles definiciones tremendistas a sus detractores de la misma manera que sus detractores lo nombran -vaya disparate- diablo, o demonio. Cree que dirigir un equipo de pelota es la empresa más difícil del mundo, casi exactamente como los miembros del remoto de la televisión, que siempre se autofelicitan por el esfuerzo, o como los periodistas que se tomaron en serio la frase de García Márquez y piensan que su oficio es el mejor.
Si quieren un reflejo de nuestras lógicas de poder, ahí lo tienen. Se atreve a opinar de cualquier tema, emite constantes juicios de valor. Habla como un prócer a caballo. En ocasiones, quiere hacernos creer que su improvisación esconde algún tipo de método. Ante los micrófonos, maneja a sus atletas como si fueran objetos (le dice a Santoya: “dale, muchacho, responde un poco de cosas ahí”). Deja claro todo el tiempo que son sus subalternos. No permite señalamientos, no admite errores ni culpas. No parece pensar en la estima del otro. Desconoce lo que es el fuero interno del prójimo, o que la gente puede experimentar, después de sus rapapolvos, sensaciones como la vergüenza, o la pena. Declara, por ejemplo, que Joel Suárez es un cobarde, o que Alexei Bell ha perdido el brazo, y sigue de largo. Criterios que si lo esgrime un periodista serio entonces le parece que desmoralizan al equipo.
Aunque, y aquí podemos empezar de cero, Víctor Mesa no le está pidiendo a la prensa cubana nada que la prensa cubana no haya hecho antes, nada que otros no hayan exigido y la prensa no haya acatado con disciplina. Mesa pretende que el periodismo esté en función de la moral de los peloteros, y no en función del propio periodismo. ¿Por qué lo condenamos?
Si quieren, por otra parte, un reflejo de lo que por no discernir hemos terminado dilapidando, pues ahí también lo tienen. Víctor Mesa alcanza resultados a muy corto plazo, es eficiente. No se anda con rodeos. No es demagogo. Llega a la Serie del Caribe y es el único directivo que se encarga de que a los peloteros les paguen lo que les tienen que pagar. Allí donde otros se limitan a la cantinela del terreno y la última palabra, allí donde otros se escudan en el moralismo consensuado y admitido, en la nadería como estilo, Víctor Mesa arriesga criterios y pone la carne en el asador. Allí donde otros se privan del carisma, Víctor Mesa se explaya. Allí donde todos se parecen, Víctor Mesa resalta, y eso tiene un precio. Allí donde otros se inventan personajes -como el lacónico Vargas, que de pronto desata su Mr. Hyde, se arranca las vestiduras y le dice al principal hasta del mal que va a morir-, Víctor Mesa es como es, hasta lo último. Y yo, hastiado de máscaras, se lo agradezco.
Este año, por ejemplo, la andanada de acusaciones correspondientes no pasó de la especulación. Víctor Mesa no cometió, hasta donde sepamos, como si cometieron otros, violaciones flagrantes. No protagonizó ningún escandaloso desatino hasta la final, instancia en la que evidentemente pierde los estribos. La presión lo reduce, pero lo reduce porque ama el béisbol como ninguno de los que lo rodean. Si la Comisión Nacional poseyera un mínimo de orden, no le permitiera las constantes cargas al machete, sus infantiles a degüellos con todos y contra todos, y los estropicios que con ello sobrevienen.
Pero sigamos. Nadie tiene una prueba de que haya enviado a Demis Valdés a combate. Fue, al contrario, el único que mostró neuronas esa noche. No de Paula. No Moré. No los emisarios de la Comisión. Nadie puede asegurar que fue él quien determinó la sanción de Freddy Asiel Álvarez. Nadie puede decir, sin pataleta, que la serie estaba arreglada para Matanzas. Como vimos, estaba arreglada a tal punto que Matanzas no ganó. Este año nadie vio a Mesa propasarse con los árbitros, gesticular más allá de lo humano y permitido. No mandó a su equipo al dogout como el correcto Roger Machado. Llegó a Pinar del Río y se puso su sombrero y sonrió diligente.
Adaptados a las elucubraciones paranoides, hubo un momento, cuando parecía que ganaba, en el cual solo nos faltó atravesar con pancartas la Plaza de la Revolución y proclamar que Víctor Mesa encarnaba al imperialismo. Aseguramos, con la boca llena, que es mal director, pero no hay hoy en Cuba un semejante suyo que parezca conocer tanto a sus peloteros, que maneje a los lanzadores con tan regular acierto, que huela virtudes, moldee talentos y exprima posibilidades de modo tan preciso. Posee una fina intuición. No hay nadie tan táctico y solo el afable Urquiola parece tan o más estratega. Un director es cosa de meses y la afición quiere definirlo por una jugada.
Los timoratos creen que con dos manoteos ya humilla a los atletas. Yo llegué a recibir más de un cintazo de mi madre, incluso en plena calle, y jamás me sentí humillado. Había todo un recorrido anterior, mil amparos que se lo permitían. No tenemos una mínima idea de la relación previa e íntima que se ha creado entre el atleta y Víctor Mesa, ignoramos lo que Víctor Mesa ha logrado anteriormente, la gestión que ha hecho, la comunicación que ha establecido, y que en ese instante le permiten manotear sin que el otro se sienta humillado. Desconocemos las cláusulas de tales contratos y nos permitimos opinar.
Lo irónico es que si mañana dirige en cualquiera de las provincias que hoy lo abominan, incluso La Habana o Villa Clara, los parciales van a olvidar sus males. Lo defenderán a ultranza. Ya lo veremos, es como si necesitáramos siempre la aberración de un guía pulcro. En el colmo del sinsentido, llegaron a decir que el equipo de Matanzas merecía el triunfo, pero Víctor Mesa no. Yo soy matancero, y Mesa no solo merece el triunfo más que Matanzas, sino que lo merece más que cualquier otra provincia o cualquier otro director, excepto, ya sabemos, Urquiola.
No es, ni mucho menos, un hombre antipopular. Es un caudillo, y allí adonde llegue le harán legión. Los improperios que le gritan se lo gritan a distancia. Su omnipotencia merece fuste, no esta bulla parapetada. Yo, por mi parte, le debo lo que soy. Fui, siempre, el lugar catorce o el quince o el dieciséis, y Víctor Mesa apareció y me puso en postemporada, en dos finales, dentro del podio durante tres años, y eso, lógicamente, implica una deuda de gratitud. Mi condición es la del hijo de campesinos analfabetos que de repente puede estudiar y hacerse médico sin pagar un centavo.
Víctor Mesa, en cambio, si no recula la actitud, pudiera ser el nuevo orden, que te saca del oprobio, te prepara para la cima, pero la cima no llega, el orden envejece, pierde facultades, se vuelve incapaz de lidiar con la derrota, y entonces, si le muestras ambición, te recuerda a toda hora que te sacó del sótano. ¿Les suena familiar? ¿Les suena?
En el pueblo hay muchos Víctor Mesa, pero nosotros criticamos lo que nos conviene.
Estimado Carlos solo tengo que decirte que es penoso que cuando niño tu madre te haya dado cintazos en plena calle y que no te hayas sentido humillado. No, efectivamente no es humillación la sensación que se siente ante tal abuso de poder. Es de otra índole y estoy seguro que lo sentiste, pero infante al fin no fuiste capaz de discernir y conocer esa sensación. Todo eso explica el porqué de este escrito. Realmente da pena.
Muy de acuerdo.
por favor, este articulo tiene que haberlo escrito un matancero pues son los únicos en Cuba que defenderían así tanta falta de profesionalidad del director del Cuba, aquí las cosas no son de merecer, hay que ganarlas y ese hombre jamás va a ganar absolutamente nada que no sea el odio del buen pueblo amante del beisbol, ahhh y para la habana ese ignorante no viene a dirigir nunca, a nosotros nos sobran estrellas para dirigir a los Industriales, nada comparado con Matanzas que tiene que importar desde los directores, apellídese Mesa, Urquiola, hasta los jugadores, este articulo carece de toda mi admiración, solo un adulador matancero puede escribir así, es mi opinión!!
Respeto cada comentario que aquí se expone, todo el mundo tiene derecho a poner sus puntos de vistas.. Pero considero que Carlos ha sido exacto en cada comentario realizado.. YO SOY INDUSTRIALISTA , para nada fanático de MATANZAS pero si soy simpatizante de los métodos de VM, …. intentemos leer el verdadero mensaje, miremos más allá, intentemos no ser superficiales .. reitero que el final de su último párrafo está redactado de forma GENIAL..
No cabe todo lo que pienso en todo lo que no digo… te la comiste, macho, sobre todo al final.
Solo hay que mirar los resultados y villa clara fue campeón cuando se libraron de mesa.
Tocayo… ¿estás queriendo decir que porque hasta ahora hemos aguantado otras cañonas tenemos que aguantárselas al padre de Victor Victor?
¿Que su maquiavelismo es lícito, pues sacó a Matanzas del sótano sin más fórmula que imponiendo disciplina férrea, depurando a las papas podridas y comprometiendo a unos “descartados”?
¿Qué por la grisura oportunista de los demás hay que tolerar la extravagancia y la grosería de este hombre que al quedarse sin argumentos sencillamente ofende?
¿Qué lo juzgamos a la ligera y sin base, a pesar de tanta confidencia de gente cercana o que ha sufrido sus desplantes?
Hace poco tuve un altercado público con él, yo que lo idolatraba, que lo excusaba, que lo defendía cuando todos le caían encima, que como tú solo veía lo bueno, y no quería ver lo malo, no importa cuanto daño le haga al “big picture”, aunque guste lo logrado con Matanzas…
Pude haberle entrado como villaclareño o como el fan suyo que fui, pero yo soy ante todo periodista de este país de prensa imperfectísima, y su bronca contra los periodistas incómodos es también una bronca contra mí. Los periodistas complacientes y cuida-prebendas me la sudan, yo respondo por los otros, los que intentamos hacer un poco más, o hacerlo mejor, y que no somos ningún jugador suyo para deberle nada…
Pero la pelota cubana es un mal chiste, y su villano predilecto seguirá creyéndose el Mesías salvador, porque así se lo han hecho creer, y porque como bien apuntas al final, no deja de ser reflejo de algo mayor que él mismo…
No creo que la gente critique solo lo que le conviene, sino lo que vale la pena criticar porque cree que su opinión puede valer…
Triste realidad esta, en que no vale un pito el rechazo de millones de personas que no son tan imbéciles como el manager de Matanzas estima, aunque proclame convenientemente que se deba a ellos…
Así mismo es Charly estamos rodeados de payasos y creyentes como él y eso nos hace más daño aún.
se demoraron… pero al final lleg’o el m’as justo comentario que he leido… anadir que… ya casi nadie se acuerda del aporte de VM a las Series Nacionales… antes… pitchers hasta el noveno inning… no relevistas abriendo inning… no cambios en los primeros innings… no movimientos en el lineup… no posicionamientos en el infield… no ordenes de pegarse a home… no jugadas sorpresivas y tacticas… despu’es… todo cambio…
ya casi nadie se acuerda c’omo imploraban Hector R. y el Decano en sus narraciones por cambios… para que se jugara como en la MLB… hasta que lleg’o VM… y c’omo lo celebraron… toda Cuba…
adem’as… anadir que s’i creo que los periodistas son inexpertos… les sobra academia y les falta beisbol… conocimientos del juego… no pueden ser los mismos que Sigfredo en sus anos mozos o a uno que hab’ia en JR que no me acuerdo su nombre… pero les doy la bienvenida… un d’ia lo ser’an si perduran… que es lo mismo que si les gusta de verdad…
Tu mismo eres Víctor Mesa, pero con menos tino que él. Te crees ser el sabelotodo de todo y ahí es donde luces rídículo. Una cosa es ser franco, sin miedos, sin máscaras y otra es ser ofensivo y creerse el “cu..del mundo”.
Entiendo tu punto Carlos y, en parte, lo comparto. No obstante. a pesar de que el hombre luche como ninguno el sueldo de sus jugadores, a pesar de que sea siempre y en todo momento como realmente es y no se esconda detras de mascaras y disfraces, no puedes negar que a veces cae en pedanterias completamente innecesarias. Hay por ahi una carta. El problema es que no se si es suya o si es una broma, pero en la carta Victor, o el supuesto de Victor, dice que pide la baja del equipo Cuba y da todo un popurri de razones. Dice que no debia haber dejado a Pestano fuera del Caribe, que se disculpa con los periodistas por los malos tratos y las ofensas periodicas, dice que es verdad lo que dicen por ahi que no es manager de ultimo partido porque al final llega casi hasta la cima pero alli se queda, en fin, da muchas mas razones de las que no me acuerdo. El problema es que no me suena a Victor. Incluso en el caso de que lo fuera ya no estariamos hablando de VM32, sino de alguien que una vez fue VM32 y al final termino cediendo a la avalancha de detractores. Ahi esta el problema para mi. Yo no lo sigo, es mas, lo detesto, pero incluso cuando no soporto ni oirlo hablar, no vamos a decir que verlo, le respetaba eso, que, al menos con su pedanteria y su ego infinito, no se dejaba aplastar nipor deportistas, ni por comisionados, ni por fanaticos. Otra cosa, si VM32 se fuera de Matanzas y dijera cosas hirientes como hizo con Las Villas, le seguirias siendo tan fiel??
Carlitos como te pareces ya a VM mi hermano.
Como se parece NO….ya el es Victor Mesa del periodismo y las letras, solo que Victor primero fue y despues hizo….Este muchacho se cree mas cosas que el 32.
Coincido con tus puntos de vista.. 100% .. Excelente final !!!.. a mi me suena muy familiar … .
Es curiosa la sintonia…
LA ULTIMA ENTREVISTA A VICTOR MESA.
Muchos años de amistad me unen al hombre más odiado de Cuba en estos momentos: al señor Victor Mesa, o VM32 como en abreviatura se le dice o conoce vox populis… y por eso es que no pude dejar la oportunidad de entrevistarlo para PP Mail, una cadena noticiosa para la cual no trabajo, pero que paga mucho mejor que Oncuba Magazine.
Como es costumbre entre nosotros, y entre casi todos los cubanos, le dejé una “perdía” en el cell y entonces él me llamó del fijo de su casa, y concertamos la cita. Él quiso que fuera en un lugar donde nadie nos molestara, así que nos fuimos para una arboleda de mangos que hay cerca de mi casa, lugar, que nos trae no pocos gratos recuerdos.
Victor, hace rato que no conversamos y hacerlo ahora,… tengo que ser sincero contigo. Tanto tiqui tiqui contra ti me ha predispuesto un poco, pero…
– Vamos Siro, tú, un profesional de la prensa no puede caer en eso. Vengan tus preguntas… para mí siempre serás el muchacho aquel con que solía salir de pesquería, o irnos a robar mangos, mamoncillos,… no te preocupes, dispara, que nada que me preguntes será peor que lo que me han preguntado los estudiantes de periodismo.
Bueno mira, vamos a comenzar por ahí mismo. ¿No crees que se te fue la mano con ellos? ¿No crees que fuiste injusto?
– Mira Siro, es interesante tu pregunta y de paso, me disculpo con esos chamacos. Pero lo que pasa es que ellos vienen con otra mecánica distinta. No tienen nada que perder. No tienen un hogar que mantener. Lo de los viajes, es casi que una quimera. Entonces vienen y hacen preguntas a veces fuera de lugar. Cosas que por ejemplo, no debería responder yo, sino otros que no dan la cara, pero quieren que sea yo el que las diga, meterme a mí en la candela; que se me jodan a mí los viajes. O a veces vienen en horarios o momentos un poco jodidos, no siempre uno está de mejor ánimo para ser entrevistado y ellos quieren entrevistarte a pepe. Quieren dar el palo contigo. De estos últimos recuerdo el caso de un blanquito de Matanzas, que me cayó detrás por todo el estadio. Yo dándole curva y el atrás de mí. Al final no le di la entrevista, pero entre preguntas que me fue haciendo y yo contestándole, salió una especie de… bueno, “entrevista” y él sin mi consentimiento la publicó. Quedé muy mal parado. Como un grosero. Y yo más bien lo que estaba evitándolo, porque ese día no me sentía bien.
Te refieres a Carlos Manuel Álvarez, el matancero que ahora, ya no es matancero y que alcanzó un Premio Nacional de Literatura.
– ¿Ah sí? A ver si se dedica a eso mejor… creo que es ese mismo. Quiero decirte que el chamaco después de todo me cae bien. Incluso después me defendió. Lo único malo es que yo no lo conocía. Me dice que es estudiante, luego se me queda así mirando, con los dientes afuera y yo pensé que era un sanaco y que se estaba burlando de mi…riéndose en mi cara… además, por ahí está la foto que no miente. Me levantó su índice acusador. Y luego pa´colmo me dice que es alumno o discípulo de Michel Contreras. Eso le puso la tapa al pomo.
¿Tú tienes algo en contra de Michel Contreras, Víctor?
– No, yo no… para nada. Me parece el periodista deportivo más interesante y más culto que hay en Cuba en estos momentos. Además es bien parecido. A ese da gusto darle una entrevista. Viene bien vestidito, perfumado. A Valmaña no. Es muy feo. Y viste muy cheo. Lo único que debo reprocharle a Contreras, y aprovecho esta entrevista por si él la puede leer, es que me debe como dos tarjetas de celulares. Yo no sé si él tiene alguna noviecita fuera que se lo recarga o sabe Dios, pero las dos últimas entrevistas que hemos tenido, concertarlas, ha sido toda una gastadera de saldo inmensa. Debe ser que tal vez es familia del bolerista y por eso me da esas trovas por teléfono. En vez de pasarme un mensaje, o darme una perdía… así como hiciste tú. Fuera de eso… nada en contra de él.
Pasemos al caso de Pestano…
– Coño Siro, eso ya apesta…
Sí, puede ser, pero la gente quiere saber.
– Mira lo que pasó con Ariel fue lo siguiente. Yo quería, y quiero, renovar el equipo. Darle juego a otras figuras, por eso decidí llevar otros cátchers más jóvenes. Lamentablemente me salió el tiro por la culata. Ninguno de los que llevé bateó. Todos se arratonaron detrás del plato. Frank Camilo… mira, tengo que reconocer que me equivoqué, y ese fue el motivo. Por ahí andan diciendo que si asuntos de faldas, que me tumbó una jevita que vivía por el Cotorro, que si yo le dí 100 pesos pa que me comprara unas libras de carne de puerco y él se embolsilló el dinero… nada de eso. Yo solo quería “renovación” pero por lo que veo, hay Pestano pa´rato.
En el caso de Matanzas, ¿qué pasaba con ellos?
– Aquí nadie habla de eso ya, y tal vez esté mal que yo lo diga, pero eso ahí era tremendo relajo. Cuando yo me decidí a trabajar con ellos, lo primero que hice fue ir a la ESPA y a la EIDE. Mira, todos los peloteros, eran blanquitos, y no es que yo tenga nada en contra de los blanquitos, pero todos eran blanquitos, sin somatotipo alguno. ¿Sabes que pasaba? Que eran los hijos de nosequien el Gerente de no sequecosa en Varadero, o el sobrino de nosequien más, … ¡una corrupción enorme! Todos, absolutamente todos eran PLAN JABA. No sabían ni ponerse de frente a un rolling. Ahí todas la plazas estaban compradas. Así los nenes no iban a la Escuela al Campo en Jagüey. Y yo acabé con todo ese desparpajo. Por eso el resultado de ahora. Matanzas siempre ha sido cuna de excelentes peloteros. Ya ni miran eso, ni lo agradecen. Por cierto, eso se tapó bastante. No se habló mucho del asunto. De lo que hicieron con los corruptos.
Y con Villa Clara, ¿también allí había corrupción en la ESPA y en la EIDE?
– Ahí no, o no tanto. Muy buenos peloteros todos, pero a mí en Villa Clara no me dieron carta abierta como si me la han dado en Matanzas. Lo que pasó con Villa Clara, ni los mismos santos míos me lo han podido explicar. Teníamos el mejor equipo… bueno tú lo puedes ver en Grandes Ligas. Todos han triunfado y yo los tenía ahí. El diamante en bruto. 70 y algo de promedio en las pruebas, pero en la pelota eran excelentes, pero cuando llegó el momento clave se arratonaron. De la A a la N. Mira a Borroto, en el Sandino era un Roger Clemens, en el Latino, era un pitcher de la Liga Azucarera.
La gente dice que tú los llevabas recio, que les gritabas… ahí están las imágenes.
– Sí, eso también. Yo soy así, y así me moriré, como dice José José.
Háblame del caso de Freddy Asiel. La bola en la calle dice que todo eso fue inventado por ti. Hablan de una teoría conspirativa para sacarte a Freddy Asiel del camino, porque fue el pitcher que el año pasado te había eliminado a ti, o sea a los matanceros.
– No sé cómo la gente pueda creer que yo le haya ordenado a un pelotero mío que le entre a batazos a otro por la cabeza. Si tú me dijeras una escupía, un poquito de tierra en los ojos, esas son cosas sencillas, pero… ¿un batazo por la cabeza? Eso solo se le puede ocurrir a la flaquita Estévez, o a la Vilches… (te hablo de las dos periodistas villaclareñas, que más me han echado con el rayo) Lo que pasó, después del incidente, es que como siempre se quiso actuar rápido para dar una imagen de celeridad en la lucha contra el delito. Incluso se hizo una Mesa Redonda al otro día sobre el tema. ¡Excelente Randy! Unos conocimientos increíbles… ¡de todo sabe! En fin, como todo dirigente en este país, o como todos los que dirigen algún organismo, o empresa, o institución, formaron un sal pa´afuera del carajo. Y sancionaron sin notificar, e incluso sancionaron injustamente. A Freddy le hubiese tocado a lo sumo 4 o 5 juegos. Y al jugador mío… una temporada, o más,… su delito es tan grave que puede irse al marco judicial. Pero yo no tengo culpa del arroz con mango que se formó. Yo hubiera preferido ganarle al mejor, y con el mejor, como estuve a punto de hacer con Pinar.
Siempre has estado a punto Victor, siempre, Villa Clara, Matanzas, Cuba…
– El caso de Cuba es complejo. Han pasado tantas cosas. Incluso llevando a Pestano, o que al Yuli no se le hubiera caído la bola. ¿Crees tú que ese es el nivel de nuestra pelota? ¿Semifinalistas de un clásico? Si por mí fuera, yo, en mi equipo tuviera a Céspedes, a Puig, a Abreu, a Férnandez, a Viciedo, a Ramirez, Martín… pero de eso yo no tengo la culpa. Cuando yo empecé a jugar pelota, ya la politiquería dentro de ella llevaba rato andando. Yo recuerdo, a mi no se me olvida, aquella portada de Granma a todo color, con aquella imagen grande de Pablo Miguel Abreu que decía: “PABLO MIGUEL LE GANÓ A LOS YANQUIS” Y luego decía el artículo que Pablo Miguel era negro de piel, e hijo de humildes… ¿qué tiene que ver eso con la pelota? ¿Eso lo inventé yo? Noooo, pero bueno, la gente me echa a mí la culpa de todo. Como ese tema antológico que dice: “échame a mí la culpa de lo que pase, dí que fui lo peor”
Víctor, ahora se ha filtrado un video, tuyo, pasándole un huevo de avestruz a un pelotero de Matanzas por todo el cuerpo. Es todo un suceso en las redes sociales. Algo novedoso. Nunca antes visto. ¿Qué tienes que decirnos al respecto?
– Mira Siro, aquí to´el mundo sabe que en Cuba, el que no tiene de Congo, tiene de Carabalí. Como dice Adalberto. “Hay gente que te dicen que no están en ná, y van a consultarse por la madrugá” Incluso un tipo tan fino, tan blanco, y tan Ministro, como Armando Hart, se daba tremendas santiguadas en casa de un Babalawo que yo conozco. Entonces, ¿vamos a enjuiciar también “al tipo, al caballo” por haber ido a la mata, a Nigeria? ¡No me jodan chico! Eso no tiene nada de malo. A nadie se le hace daño con eso. Caracoles, velas, sangre, gallinas, humo de tabaco. Folclor, puro folclor y creencias. Cubanía, Siro, Cubanía… pero te digo más, ya que estamos en sintonía, ¿no crees que deberían investigar los tabacos que se fuma Urquiola? Cada vez que dirige… Ahí sí que hay sustancia. Lo mío al parecer todavía está flojo. ¿La crítica de la gente? Puritanismo sato, si lo hubiese hecho con el equipo Cuba, y hubiésemos ganado, hubiesen dicho; “Víctor es un salvaje” Yo recuerdo aquel juego contra Puerto Rico que al center field se le cayó la bola, era el último out. O cuando se le metió la pelota por dentro del uniforme a Visquel, o cuando el jonrón de Medina en Edmonton, o el de Marquetti en Nicaragua, o el de Lourdes en Parma, Italia… cuando aquellas cosas sucedían, TODO EL MUNDO SE PONIA CONTENTO, porque las fuerzas del más allá estaban de nuestro lado, o que nosotros las estábamos invocando. Ahora lo hago yo y es un escándalo.
Víctor, una última pregunta… ¿Qué crees que pudiera revertir toda esta negatividad contra ti?
– Yo trato de hacer lo mío Siro. De verdad. Lo mío es la pelota. No dar entrevistas. Pero siempre por H o por B estoy ahí en la picota pública y yo no soy intelectual… yo no sé responder como los intelectuales. Tampoco soy un tipo calmado… y soy humano, me equivoco, pero a veces el peso de la ley es injusto sobre nuestras cabezas. Yo quisiera ser, digamos, un tipo como Urquiola, pero no lo soy. Yo soy Victor Mesa. “El Show soy yo” Siempre seré yo. Haga lo que haga.
Giovanni 29 abril, 2014 en 20:31
Su comentario está pendiente de moderación
Respeto cada comentario que aquí se expone, todo el mundo tiene derecho a poner sus puntos de vistas.. Pero considero que Carlos ha sido exacto en cada comentario realizado.. YO SOY INDUSTRIALISTA , para nada fanático de MATANZAS pero si soy simpatizante de los métodos de VM, …. intentemos leer el verdadero mensaje, miremos más allá, intentemos no ser superficiales .. reitero que el final de su último párrafo está redactado de forma GENIAL..
No lo viste entonces como cientos de personas en el Cristóbal Labra, agacharse, coger tierra en sus manos y lanzarla a la cara a un árbitro…
Víctor siempre fue y será un payaso
Sr. Carlos, usted debe ser la abuela ded Victor Mesa o quizas este enamorado de el.
Frank Delgado, sus palabras son geniales, usted ha sido capaz de dar HONOR, A QUIEN HONOR MERECE.
Si, la verdad es que eso de los cintazos está un poco duro. ¿Cuál es la sugerencia?
Condenamos y defendemos lo que nos conviene, Estuve toda la nota pensando que eras matancero y lo entiendo. También comparto tu criterio final de un agotamiento. Soy cienfueguero y comprendo la angustia de tener al mejor equipo de Cuba y quedarse todo en promesas. No creo que Matanzas gane nada. Se quedarán peloteros como en Cienfuegos, se desmoronará el equipo, como Cienfuegos, y como Cienfuegos retornará a su lugar natural. Ya no el 16, pero si un honroso 8vo o 9no lugar. Y aún así habrá que seguir agradeciendole a Victor, como nosotros al mentor Abreu, de haber rozado la gloria. Pero como Icaro seremos reprendidos por tanta osadía. Justo en estos momentos estoy leyendo tu texto en el entreining de los WS, con un Pito inmenso rompiendo todos los records de las MLB. Yo lo vi en vivo cada dia y grite sus magistrales palos… como hoy y mañana gritaran, cada vez mas, los aficionados de Chicago. Sin olvidarme jamás que en el liderato actual de jonrones de la pelota cubana, en el último juego, sentaron a Pito mientras Despaigne daba en la isla de la Juventud, su primer jonrón dentro del terreno para regalarle a tan digno representante de Cuba al Festival Internacional de la Juventud y los estudiantes un liderazgo que no le corresponde. Pero eso es para otra nota brother. me encanta como escribes matancero.
No estoy para nada de acuerdo con esto. VM32 no tiene ni idea de lo que es un lider, los insultos y atropellos a los jugadores es algo innecesario. En mi opinión debería ser suspendido y no permitirsele dirigir en el baseball cubano. Bruce Bochy, el manager activo con mas juegos ganados(mas de 1545) JAMAS HA MALTRATADO A SUS JUGADORES!!!!!! FUERA VICTOR!!!!!!
“Se atreve a opinar de cualquier tema, emite constantes juicios de valor”. Tomo nota, y advierto semejanzas.
Yo pienso que a este señor se le a permitido demasiado por parte de la dirección de deporte y al final fue un gran jugador pero como manager no ha tenido triunfos ni con matanzas ni con el equipo nacional y a decir verdad para todo lo que especula el resultado no es bueno pues ser segundo no es lo que quieren los equipos y las aficiones se trata de ganar y darle la alegría a ese pueblo que anhela por tantos años la victoria
Ese es el punto: un cuadillo, como Fidel, lo que pasa es que al Comandante no se le puede gritar y la gente se desquita con Victor Mesa. Latifundio, así es como funciona la finca.
El primero en retirar un equipo de un terreno de pelota no fue precisamente Roger Machado. El avileño lo hizo, pero al final no le cantaron el forfeit. Víctor Mesa, en su segunda temporada como director de Villa Clara, por una jugada en primera, en el estadio Cándido González, retiro al equipo del terreno y tras marcharse para el hotel, fue declarada la derrota. Por cierto, ese èxito de Camaguey, le quitó la clasificación a un equipo de la zona oriental, no recuerdo si a Las Tunas o a Holguín. Así que, Carlos, quítale ese record a Machado y dáselo al gran Víctor.
Qué bueno, Frank, tu comentario refuerza mi pensamiento. No sé si está peor el autor o el tal Victor. Los matanceros sienten la necesidad de agradecer, a pesar de todo el mal.
Y otra vez el cuento del hijo del campesino, ( coño, pero analfabeto?). Si este muchacho no pasa de los 26. Mira que hay gente cultivándose una historia sentida para hacer letricas. Este, como Victor es una vedette.
Si este Carlos es periodista, yo soy cosmonauta.Y saben, el tipo hilvana palabras bonitas, parrafos casi perfectos pero le falta el don de la sencillez y le sobra la grandielocuencia. Y, lo jodido del caso, es que se cree valiente y objetivo cuando compara a Victor con Fidel.Una cosa es el periodismo valiente y otro el periodismo de a dos por kilo.
Se han preguntado si el equipo de Matanza quieren que victor mesa se vaya???
hagan una encuesta???
Creo que todas esas criticas la tienen que hacer los peloteros, lo que esta ahi, no ustedes que ven lo que ve todo el mundo y no saben nada..
para mi el siempre fue un imbecil y prepotente,ahora sus actos lo confirman……..
Nuestro beisbol nunca más se parecerá al de antes del 59 y el de las dos décadas después. Nuestro beisbol siguió siendo bueno después del 59 por dos cosas: UNA: Porque los atletas que se quedaron en Cuba para jugar nuestras Series Nacionales tenían calidad sobrada, a tal punto que, antes de Montreal formar parte de esa franquicia de la MLB, ya se autoriaba a Cuba para ello.
SEGUNDO: Porque el personal técnico que luego se quedó formando parte de los teams de dirección eran de esa época, tales como Ramón Carneado, Fermín Guerra, José Miguel Pineda, Roberto Ledo, Pedro Chávez, etc. Esos fueron los que, con su talento de Grandes Ligas, le dieron continuidad a nuestro beisbol y mantuvieron una calidad semejante. Rey Vicente Anglada bebió de Carneado, por eso ganó. Jorge Fuentes también bebió de allí y de Pineda. Por qué Urquiola siempre gana? Sencillo: Bebió de esas mismas fuentes. El Beisbol es el más complejo de los deportes. Son muchos poquitos los que logran un resultado. Muchas veces, me cuentan peloteros de esa época, Pineda se quedaba solo en el dogout, tranquilo, pensando y analizando dónde era que se había perdido el juego, porque era imposible verlo a simple vista. Eso sucede con mucha frecuencia en cualquier pelota. Alguien vio a esas estrellas humillar a un atleta en pleno estadio con miles de aficionados más los millones de teleespectadores? Jamás.
Mira lo que dice Luis Giraldo Casanova:
-Pineda fue un pelotero grande y un manager inmenso que ganó cuatro campeonatos seguidos entre Nacionales y Selectivas. ¿Sabes cómo nos decía? Llamaba a los regulares y preguntaba: ‘Niños, ¿cómo puede ser el juego de hoy?’ Entonces la gente se ponía a dar ideas de lo que se podía hacer, y él terminaba diciendo: ‘Al carajo, los artistas son ustedes, vayan a jugar’. Fíjate qué confianza tenía en sus hombres.
Hay muchos que, para justificar las aberraciones de VM, alegan que “Él es así, ese es su temperamento.” Como si a nadie más en este mundo le corriera sangre por las venas. Es como si todos tuviéramos que asumir que para dirigir un equipo de Beisbol hay que ser como VM.
Víctor Mesa jamás logrará que sus atletas tengan confianza. Ni él mismo se las da. Sus peloteros viven mirando para el banco, en busca de su reacción, con pánico. Qué relevista puede venir dispuesto a dar un cero si sabe que si da dos bolas ya el Todopoderoso comienza a hervir? Qué abridor puede caminar si ante un hit, ligado a una base por bolas, en el mismo primer inning lo saca del box o pone a alguien a calentar en el Bull Pen? Y lo más desastroso es tener que escuchar a Modesto y Rodolfo darle la razón, comparándolo con lo que se hace en Grandes Ligas!!! En las Grandes Ligas a un abridor le hacen hasta 4 carreras y cinco también, en el primer inning y no lo sacan. En la Grandes Ligas no hay Direcctor que ponga 10, ni 7, ni 6 pitchers en un juego. Como tampoco hay director que humille a sus atletas, salvando la diferencia de que MLB es un Gran Negocio y que goza de muy buena salud financiera.
Se sabe quién es la Psicóloga del Equipo Nacional de Beisbol? La esposa de VM. Se sabe quiénes son los tutores de VM? Nada más y nada menos que Tony Castro y Miguel Díaz Canel. Cómo usted puede entender que VM cometa tantas atrocidades, insulte a atletas, directivos, prensa, y no haya ni un llamado de atención? Los nombres antes mencionados amparan esas barbaridades. En Matanzas los directivos de Gobierno, Partido, Deportes dieran cualquier cosa por haber salido de VM. Pregunte eso a los que puedan decirlo.
Si VM ha logrado tantas cosas ha sido por el amparo que posee de los personajes mencionados. Simplemente se le ha dado a los atletas lo que merecen y que los directivos en el resto de las provincias no pueden dar por el nivel de centralización que existe; son simplemente don nadies que están atados de pies y manos. Por eso insisto en que la calidad de la pelota cubana no es tanto asunto de la Estructura como de la atención a los atletas, del dinero que esos jóvenes merecen para que ellos y sus familias vivan como personas.
Para concluir, VM está envuelto en una gran Aureola Mafiosa al más actualizado y cubano estilo. Hay de todo a su alrededor, como envolver en el más descabellado oscurantismo a un grupo de atletas haciéndoles creer que por ahí va el camino del triunfo. Si sabe tanto, si es El Profe (como le nombran sus adulones) para qué acudir a toques de Santos y oscuras prácticas involucrando a un equipo entero?
La mentira recorre millas delante, pero la verdad siempre la alcanza. Cuando todo se sepa un día, entonces (una vez más en nuestra historia post ’59) procederemos a RECTIFICAR ERRORES.
Soy villaclareño, y siento ahora ell mismo orgullo que sentia en los hombros de mi padre, cuando a la salida del estadio, me decia, ahí esta Victor, y con orgullo llevaré su 32 en la espalda en cualquier lugar del mundo…Victor Mesa es lo mejor que ha dado la pelota villaclareña…
al inicio pensaba mientras leia el articulo (por fin un buen articulo que leer sobre vm ),pero al final se desmorono;no xq se elogie las buenas habilidades de vm como director,que pienso que no son muchas al contrario de las que tuvo como espectacular jugador,sino xq se justifica su actuar por esas supuestas habilidades.yo soy medico asi que si maltrato al paciente,ofendo al equipo profesional que trabaja conmigo,irrespeto al director,jefe de sala y demas esta completamente justificado xq siempre hago un buen diagnostico y tengo buenos indicadores de salud?no creo que sea asi,ante todo hay que ser profesional que es muy diferente a tener talento solamente.
Carlos Manuel, soy lectora habitual de su columna, admiro su capacidad y creatividad, pero hoy di con este trabajo y hoy, en verdad, me quito la pamela ante usted. Valiente Carlitos, honras a tus maestros…
Carlitos he leído tu artículo y has descrito a VM magistralmente.
Yo particularmente , simpatizo mucho con él porque es tal y como lo describes y lo prefiero conflictivo y sinflictivo.
Pesimo articulo, falso lleno de subjetividades y de critetios de poco fundamento