La ONU frente a la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza

Entre los pasados días 16 y el 25 de octubre, en el Consejo de Seguridad se produjeron cuatro intentos fallidos de adoptar resoluciones sobre la crisis.

Consejo de Seguridad. Foto: UN /Eskinder Debebe.

Según el Artículo 24 de la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad es el órgano con “la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales”. Sin embargo, el Consejo ha sido ostensiblemente inoperante frente a la agudización del conflicto israelo-palestino, que ha conducido a una trágica crisis humanitaria en la Franja de Gaza en la que lo peor aún podría estar por venir.

Esta incapacidad del Consejo no es sorprendente si tenemos en cuenta que durante la última década se han exacerbado la desconfianza, las contradicciones y la rivalidad entre sus Estados miembros permanentes, poseedores del cuestionado derecho de veto que les permite bloquear cualquier decisión percibida como lesiva a sus intereses. 

A su vez, la conflictiva relación entre las principales potencias es un efecto estructural de la tendencia dominante del sistema internacional contemporáneo, derivada del declive relativo de la hegemonía estadounidense y el imparable ascenso de nuevos centros de poder: la conformación de bloques antagónicos, propiciadora de la intensificación de políticas de guerra fría y la continua hipertrofia de los complejos militares industriales.

Entre los pasados días 16 y el 25 de octubre, en el Consejo de Seguridad se produjeron cuatro intentos fallidos de adoptar resoluciones sobre la crisis. Frente a la parálisis de este órgano, un grupo de Estados miembros demandó la reanudación del décimo período extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea General, iniciado en abril de 1997 y dedicado al tema de las “Medidas ilegales israelíes en la Jerusalén Oriental ocupada y el resto del territorio palestino ocupado”1

De esta manera, el 27 de octubre la Asamblea consiguió adoptar una resolución por amplia mayoría, que representa la primera y, hasta ahora, única respuesta formal de la principal organización internacional frente a los terribles acontecimientos que se desarrollan en el Medio Oriente.

Aunque esta resolución no tiene un carácter vinculante —al igual que sucede con la resolución que anualmente demanda el fin del bloqueo estadounidense contra Cuba—, su no acatamiento conllevará un alto costo político y moral para el Estado israelí y los países que apoyen sus acciones agresivas contra la población civil y el territorio palestinos. 

A continuación, reseñamos el desarrollo de las votaciones en ambos órganos de la ONU:

El Consejo de Seguridad

Aunque el proyecto de resolución recibió el apoyo de otro miembro permanente del Consejo (China) y de tres miembros no permanentes (Gabón, Mozambique y los Emiratos Árabes Unidos), las delegaciones de Francia, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido votaron en contra. Los restantes seis miembros se abstuvieron (Albania, Brasil, Ecuador, Ghana, Malta y Suiza)2

Foto: AP.

El proyecto brasileño contó con el apoyo de otros doce miembros del Consejo de Seguridad, incluyendo dos miembros permanentes (China y Francia), y otros dos miembros permanentes se abstuvieron. A pesar de esto, la resolución no fue aprobada debido al veto de Estados Unidos.

El proyecto, aunque contó con diez votos a favor (Albania, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Gabón, Ghana, Japón, Malta, Reino Unido y Suiza), tres en contra (China, Rusia y Emiratos Árabes Unidos) y dos abstenciones (Brasil y Mozambique), no fue aprobado debido al veto de dos miembros permanentes.

Esta iniciativa contó con cuatro votos favorables (China, Emiratos Árabes Unidos, Gabón y Rusia), dos en contra (R. Unido y Estados Unidos) y nueve abstenciones (Albania, Brasil, Ecuador, Francia, Ghana, Japón, Malta, Mozambique y Suiza).

Asamblea General de la ONU.

La Asamblea General, en sesión especial de emergencia

El 27 de octubre la Asamblea aprobó un proyecto de resolución titulado “Protección de los civiles y cumplimiento de las obligaciones jurídicas y humanitarias”. Fue presentando por Jordania, con el respaldo de 47 países patrocinadores. En virtud de las reglas de procedimiento de la Asamblea, por tratarse de un tema relativo al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el proyecto requería del apoyo de dos tercios de los Estados Miembros presentes y votantes para ser adoptado3.

Entre los elementos fundamentales de la resolución se incluye la petición de una “tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida”, así como la “exigencia” de que todas las partes cumplan el derecho internacional humanitario y de que se suministren artículos y servicios esenciales a la Franja de Gaza de forma “continua, suficiente y sin obstáculos”.

También pide la “liberación inmediata e incondicional” de todos los civiles cautivos, además de exigir su seguridad, bienestar y trato humano de acuerdo con el derecho internacional. Igualmente, rechaza cualquier intento de traslado forzoso de la población civil palestina y reafirma que únicamente se podrá alcanzar una solución justa y duradera del conflicto israelo-palestino por medios pacíficos, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y con el derecho internacional, y sobre la base de la fórmula biestatal.

La votación por países se comportó de la manera siguiente:

A favor (120)

Afganistán, Andorra, Angola, Antigua y Barbuda, Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Bahamas, Baréin, Bangladesh, Barbados, Bélgica, Belice, Bielorrusia, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Botsuana, Brasil, Brunéi, Bután, Catar, Chad, Chile, China, Colombia, Comoras, Congo, República Democrática del Congo, Corea del Norte, Costa de Marfil, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, Egipto, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Eritrea, Eslovenia, España, Francia, Gabón, Gambia, Ghana, Granada, Guinea, Guinea Ecuatorial, Guinea-Bissau, Guyana, Honduras, Indonesia, Irán, Irlanda, Islas Salomón, Jordania, Kazajstán, Kenia, Kirguistán, Kuwait, Laos, Lesoto, Líbano, Libia, Liechtenstein, Luxemburgo, Madagascar, Malasia, Malawi, Maldivas, Malí, Malta, Marruecos, Mauricio, Mauritania, México, Mongolia, Montenegro, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nepal, Nicaragua, Níger, Nigeria, Noruega, Nueva Zelanda, Omán, Pakistán, Perú, Portugal, República Centroafricana, República Dominicana, Rusia, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Senegal, Sierra Leona, Singapur, Siria, Somalia, Sri Lanka, Sudáfrica, Sudán, Suiza, Surinam, Tailandia, Tanzania, Tayikistán, Timor Oriental, Trinidad y Tobago, Turquía, Uganda, Uzbekistán, Vietnam, Yemen, Yibuti y Zimbabue.

En contra (14)

Austria, Croacia, Estados Unidos, Fiyi, Guatemala, Hungría, Islas Marshall, Israel, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, República Checa y Tonga.

Abstenciones (45)

Albania, Alemania, Australia, Bulgaria, Cabo Verde, Camerún, Canadá, Chipre, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Etiopía, Filipinas, Finlandia, Georgia, Grecia, Haití, India, Irak4, Islandia, Italia, Japón, Kiribati, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, Mónaco, Países Bajos, Palau, Panamá, Polonia, Reino Unido, Rumania, San Marino, Serbia, Sudán del Sur, Suecia, Túnez, Tuvalu, Ucrania, Uruguay, Vanuatu y Zambia.

No votaron (14)

Benín, Burkina Faso, Burundi, Camboya, Esuatini, Jamaica, Liberia, Ruanda, Samoa, Santo Tomé y Príncipe, Seychelles, Togo, Turkmenistán y Venezuela5.

Una valoración de los posicionamientos sobre el proyecto de resolución aprobado en la Asamblea General, ya sea a nivel nacional o grupal, podría ameritar un análisis separado. Aquí nos limitaremos a señalar algunos aspectos que pueden suscitar particular interés o curiosidad:

 

 


Notas:

1. Las sesiones de emergencia de la Asamblea General pueden ser convocadas en virtud de la resolución “Unión pro paz”, adoptada por la Asamblea General en 1950, cuando “el Consejo de Seguridad, por falta de unanimidad entre sus miembros permanentes, deja de cumplir su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales en todo caso en que resulte haber una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de agresión”.

2. Las decisiones del Consejo de Seguridad sobre asuntos sustantivos requieren el voto afirmativo de nueve miembros y que no se produzca el voto negativo (“veto”) de alguno de los miembros permanentes (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia).

3. La resolución fue apoyada justamente por el 67 % de los Estados miembros presentes y votantes (120 de 179).

4. Todos los países árabes apoyaron el proyecto de resolución, con la excepción de Irak y Túnez, que se abstuvieron. El representante de Irak reclamó que su intención había sido votar a favor, pero que había ocurrido un error técnico con el sistema de votación electrónico. Por su parte, el representante de Túnez explicó la abstención de su país a partir de la insatisfacción por el hecho de que el texto de la resolución no condenara “claramente y de manera decisiva el genocidio cometido por la potencia ocupante, Israel” y colocara a “la víctima y el victimario en pie de igualdad”.

5. Venezuela tiene suspendido su derecho a voto debido a los atrasos acumulados con los pagos de su contribución al presupuesto de la ONU

6. La posición de Turquía sobre el tema ha sido especialmente perturbadora para un peso pesado del Senado estadounidense.

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