En 2016 la revista Revolución y Cultura (RyC) —dirigida entonces por Luisa Campuzano y por un Consejo Asesor compuesto por Graziella Pogolotti, Ambrosio Fornet y Antón Arrufat— dedicó un dossier al 130 aniversario de la abolición de la esclavitud en Cuba.[1]
Entre sus páginas aparece “Historieta de un esclavo en Cuba”, de Israel Castellanos León. Se trata de un montaje de obras plásticas, acompañadas por textos dedicados a la esclavitud y sus resistencias. Allí puede verse “La sangre negra de la historia” (2014, técnica mixta, 150 x 60 cm), de Luis Manuel Otero Alcántara (LMOA). Manuel Mendive, Alberto Lescay y Édouard Laplante son otros de los artistas participantes en el material.
Esa obra de LMOA es una bandera cubana. En su triángulo, con fondo blanco, aparecen manuscritos en tinta roja nombres como José Antonio Aponte, Quintín Banderas, Gustavo Urrutia, Mariana Grajales, Blas Roca, Carlota, Antonio Maceo y una larga lista de próceres negros y mestizos de distinta filiación ideológica. El fondo de la obra es una pared humilde, propia de un hogar cubano común, de la que cuelga la bandera. El texto que la acompaña pertenece a Biografía de un Cimarrón, de Miguel Barnet.
Solo un lustro después de publicado el dossier de RyC, voces provenientes de instituciones oficiales del país —las mismas a la que pertenece esa revista— le han retirado a LMOA cualquier condición de “artista”.
El artivista ha sido procesado —con solicitud de penas entre dos y cinco años— bajo acusación de violar la Ley de Símbolos Nacionales y dañar la propiedad estatal según el Código Penal. Hace unos pocos días, el juicio ha sido, de momento, suspendido.
La primera de esas acusaciones cuenta con más información pública que la segunda. Se ha citado el “ultraje” que representan para la bandera performances suyos que la utilizan en situaciones cotidianas e íntimas, como cubrirse con ella para ir al baño o acostarse sobre la misma en la arena de una playa. Ciertamente, son usos poco ortodoxos del símbolo.
La bandera nacional: resistencia y heterodoxia
Irónicamente, la bandera nacional tiene también su propia historia de heterodoxia.
Enarbolada primero en Nueva York, fue concebida por el general venezolano y francmasón Narciso López. En 1848 López había contratado mercenarios entre los veteranos de la guerra mexicana para un proyecto de librar a Cuba del dominio colonial español. Les ofreció, según Lisandro Pérez, la paga regular del Ejército estadounidense, además de prometerle futuras propiedades sobre tierras en Cuba.
En 1850 una expedición a su cargo desembarcaría por Cárdenas, esta vez ya en medio de conflictos con los anexionistas cubanos de New York. En esa ocasión —para la que López buscó apoyo de esclavistas sureños en los EEUU— llegó a Cuba la bandera. La Constitución que López traía también consigo afirmaba que Cuba debía ser una República, pero callaba sobre la esclavitud.
El venezolano murió ejecutado por el poder colonial en busca de lo que Emeterio Santovenia llamó “la soberanía internacional de Cuba”. Jorge Quintana defendió que “no fue un filibustero, sino un patriota”. Herminio Portell Vilá dedicó tres tomos a demostrar que no era anexionista. No obstante, la etiqueta de “anexionista” persigue hasta hoy a López, aunque en su círculo figuraban reconocidos patriotas.
Cirilo Villaverde, autor de Cecilia Valdés, explicó el contenido originario de esa bandera: las tres fajas azules representaban las regiones de Cuba, y las dos blancas son el “símbolo de la pureza de las intenciones de los republicanos independientes.”
Emilia Casanova recibió virulentas descalificaciones por su vida política heterodoxa: fundó la primera Liga femenina de Cuba y es la pionera de la diplomacia cubana, además de haber cosido con sus manos infinidad de banderas. Sus descalificadores preferían la destrucción de Cuba a una Cuba con Emilia Casanova. Ana Cairo Ballester vio en ella la “dignidad de la mujer cubana” a la vez que un “desafiante paradigma del republicanismo”.
Domingo Goicuría compartió los trabajos de Narciso López. Fue perseguido y guardó prisión. Vino presto a la guerra del 68. Apresado, no procuró —digno entre los dignos— defensa al ser juzgado por un consejo de guerra verbal. La memoria oral contaría que, camino al patíbulo, aseguró que la estatua de Carlos III sería sustituida por la de Céspedes. Antes de expirar habría dicho: “¡Muere un hombre, pero nace un pueblo!”.
Tenía razón: todo lo que se puede llamar “el pueblo cubano” —los intercambios clasistas, raciales, culturales, regionales que supone, así como su constitución política como sujeto— no nació en hermosas casas coloniales ni en humildes bohíos. Nació en lo que ese pueblo llamó la manigua redentora, la ciudad política cubana del XIX, que elaboró la ciudadanía democrática como igual igualitario.
La bandera del “anexionista” devino enseña del nacionalismo. Representó la mayor heterodoxia concebible entonces: la República libertaria, anticolonial y antiesclavista. El periódico La Revolución, desde New York, agregaría contenidos al significado de su triángulo (1870): “Uno de sus lados es la Libertad, otro la Igualdad, y el tercero la Fraternidad. La base del triángulo cubano es la República; el vértice la abolición de la esclavitud”. La misma bandera que llegó por Cárdenas cubrió más tarde el féretro de Francisco Vicente Aguilera, al que Martí llamó el “Padre de la República”.
Los sentidos democráticos de la guerra —carácter igualitario, defensa de derechos sociales, antirracismo, valorización del Derecho y la ley— marcaron los usos democráticos de la bandera que devino pabellón de todos los cubanos.
Son tan infinitos como justos los testimonios de devoción por ella.
Esa bandera reivindicó las heterodoxias del derecho de resistencia y la inclusión de todos en el cuerpo nacional y representó la libertad personal, nacional y social. Por eso es bandera nacional, no de un partido. Sin el ejercicio continuado de esos valores, es solo un trozo de tela. La patria es una pasión política muy exigente. Es una pasión democrática cuando defiende esos valores.
El significado democrático del patriotismo
Desde otra cara del patriotismo, Gonzalo Castañón —la supuesta profanación de su tumba desencadenó el fusilamiento de los estudiantes de medicina (1871)— podía decir que los soldados españoles y, en especial los voluntarios, “mueren por la patria [española] y que no se borrará jamás de nuestros corazones su memoria”.
Versos de soldados colonialistas compartían ese sentido: “En la plaza de Matanzas/un negrito me encontré, él me dijo; Viva Cuba/y un tiro le disparé.//Por la poca confianza que en esa jente tenemos,/hacemos los españoles/según nos hacen los negros”. El libro que los recoge se titula Amor por la patria.
Es también un concepto de patria. Es la patria étnica, racializada, centrada en la biología, la lengua, la herencia. La patria conservadora. La patria excluyente de la emoción impropia, de la razón sin diálogo. La de la libertad como privilegio de secta.
Fue la patria comprometida con el colonialismo y luego con el franquismo: “los pueblos de América —diría Franco en 1939— son salidos de nuestra misma estirpe, formados en la misma fe, educados en nuestra misma lengua y por tanto participantes de la misma cultura…”.
Fue la “patria alemana” de Hitler y de Goebbels: “Vamos a combatir por la preservación de la existencia y del desarrollo de nuestra raza y de nuestro pueblo, el alimento de sus niños y el mantenimiento de la pureza de sangre, la libertad y la independencia de la patria…”
Fue la patria de la rusificación stalinista, otra forma de patrioterismo oficial. Es la patria xenófoba de Trump, que vocifera “váyase a su país” a una latina nacida en el Bronx.
Esas patrias son hijas de despotismos. El patriotismo democrático hace lo contrario. Encuentra la patria en el lugar donde se es libre.
Es el patriotismo que expresamente defendió José Martí: “Dicen que la separación de Cuba sería el fraccionamiento de la patria. Fuéralo así si la patria fuese esa idea egoísta y sórdida de dominación y de avaricia.” Fue también el de Heredia: “De mi patria/bajo el desnublado cielo/no pude resolverme a ser esclavo,/ni consentir que todo en la natura/fuese noble y feliz menos el hombre”. Fue asimismo el de Villaverde, para quien el patriotismo de su personaje Leonardo Gamboa era solo “platónico”, pues no se fundaba, como debía ser, en el sentimiento del deber ni en el conocimiento de los derechos como ciudadano y como hombre libre. Fue, en la misma línea, el de Calixto García: “Cuando se va a ser ciudadano de un pueblo libre, es necesario respetar las leyes y ejercitar las virtudes desde los campos de batalla.”
Esto es, el patriotismo es democrático cuando es pasión política por la libertad.
Fueron esas ideas de carácter cosmopolita —universales, por eso democráticas— sobre la patria. Fue tal la patria de los jacobinos: “La guerra que estamos librando no es una guerra entre rey y rey ni entre nación y nación; es una guerra de la libertad contra el despotismo. No cabe duda de que saldremos victoriosos. Una nación justa y libre es invencible”. Fue la idea de “los obreros no tienen patria”, de Marx, la del cosmopolitismo kantiano, o la de “patria es humanidad”, de Martí. Fue ese significado el que defendió Roberto Salas cuando colocó la bandera del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en la corona de la Estatua de la Libertad en Nueva York (1957), que devino símbolo de la lucha revolucionaria clandestina cubana.
La patria, un bien común
Las performances recientes de LMOA con la bandera son consistentes con aquella pieza suya en RyC. En aquel momento nadie cuestionó su condición de artista. Ambas son declaraciones sobre la bandera como bien común, sobre la patria que pertenece a todos, con marcas políticas diversas, pero sin monopolios ideológicos, clasistas, raciales.
En todo caso, deberían juzgarse como arte —arte malo, si lo fuese—, pero es un error extraer consecuencias punitivas con base a sus significados literales percibidos. Críticos de arte, como David Mateo, o artistas, como Cirenaica Moreira, han puesto orden en las ramas de ese bosque. Más que error, es un horror convertir en críticos de arte a jueces de Derecho Penal.
Hay puertas que no se pueden abrir.
Estar en contra del encarcelamiento de LMOA no equivale a compartir su agenda política. Su obra nos puede ser muy interesante, o nada; de mal gusto o con sustancia cívica; pero no es eso lo importante aquí.
Lo que debería interesarnos son preguntas centrales que su caso pone en primer plano: cómo se procesa el pluralismo y la diferencia en Cuba, cómo se ejerce la resistencia contra lo que se experimenta como injusto, cuál es el espacio legítimo para disentir, cuál derecho tenemos a participar del espacio público, cuál debe ser la anchura —la virtud— del patriotismo que queremos defender en la patria que queremos vivir.
También debería interesarnos el derecho a disentir de la agenda política de LMOA sin ser infamados por ello. La oposición a una injusticia no justifica el “vale todo” que defienden corrientes de opinión contrarias al gobierno cubano, y que funcionan con el mismo “conmigo o contra mí” que dicen impugnar. Debería interesarnos que la patria sea ara, no tribu.
De la idea de patria como heroísmo de la libertad se desprende el derecho a la libertad de expresión. Ese derecho interesa, pero otros derechos también deberían interesarnos. De esa idea de patria se desprende además la preferencia por la propiedad ejercida en común sobre la propiedad privada. El amor por el municipio como forma esencial de la vida política. La pasión por el Derecho, por su elaboración democrática y por su cumplimiento universal, sin selectividades. La devoción por la igualdad civil y política. La demanda de libertad del otro como condición de posibilidad de la propia libertad. La fidelidad y la lealtad a las normas e instituciones que nos hagan libres. La valorización del pluralismo. El culto a la dignidad plena del hombre. La patria con todos y para el bien de todos.
Nota:
[1] Revolución y Cultura, No. 2, abril-junio, 2016.
Estimado Julio César Guanche:
Agradezco que la redacción de OnCuba te haya concedido la oportunidad de opinar sobre un tema fundamental estrechamente relacionado con el debate sobre el proyecto de estado-nación, pueblo, Patria, que anhelamos construir entre todos, de manera democrática e inclusiva. Espero que la demora de diez días en sacar un editorial correcto, objetivo pero ciertamente tardío, el de ayer, no haya sido el resultado de las presiones que podrían haber recibido para que no comunicaran o informaran lo que estaba pasando con Luis Manuel Otero Alcántara. El texto de hoy, el tuyo, amén de “precioso”, es decir, invaluable, por tanto, impagable, me parece esencialmente honesto, preciso, valiente. Más que todo muy a lugar y digno de atención y lectura calmada. Podría suscribirlo casi al completo sino fuera por un par de detalles que no comparto pues no me quedaron del todo claros. Dices, y cito:
“Estar en contra del encarcelamiento de LMOA no equivale a compartir su agenda política”. Al respecto. Completamente de acuerdo. Sin embargo, la afirmación me genera ciertas dudas que me llevan a su vez a formular una serie de preguntas que no resultan ociosas ni traídas por los pelos: ¿Cuál es la agenda política que defiende u oculta Luis Manuel Otero Alcántara? ¿Es posible deducir la misma de su pertenencia activa y consciente al Movimiento San Isidro? ¿Es el Movimiento San Isidro una organización política? En caso que la respuesta sea positiva. ¿Cuál sería esa agenda política que te llevaría, estás en todo tu derecho, a no compartirla y hacerla tuya? ¿Qué razones, éticas, ideológicas o intelectuales, podrían llevarte a desestimar, o no compartir, por demás, una filiación política, la del artista, que no es ni siquiera conocida o explícita? ¿Luis Manuel Otero Alcántara ha declarado, abiertamente, en público, de manera inculpatoria, cuál es su proyecto de país posible? En algunos de sus performances políticos, siempre en público, el artista se apropia y parecería defender los que vendrían a ser, lo son, no hay dudas, los emblemas del imperialismo norteamericano contemporáneo. Entiéndase la bandera de la barra y las estrellas y el águila calva. ¿Ello lo convertiría a priori en un apóstata y un agente de influencia del gobierno norteamericano? Suponiendo que lo sea o podría llegar a serlo. ¿Por qué lo detienen, y juzgarán, por delitos menores, daños y ultraje a los símbolos patrios, y no por delitos contra la seguridad del estado cubano? Me consta que son demasiados preguntas, muchas de ellas sin respuestas cerradas o definitivas. Pero para hacer Patria, grande o pequeña, también hay que dudar de manera razonable.
Segundo. Más tarde dices, y cito:
“También debería interesarnos el derecho a disentir de la agenda política de LMOA sin ser infamados por ello”. Completamente de acuerdo. De nuevo. Sin embargo. Pregunto: ¿Qué te preocupa al respecto? ¿Qué tus intenciones sean mal interpretadas a conveniencia y discreción por los que no piensan igual que tú pero lo hacen desde una incontestable posición de poder? Pues justamente eso es lo que está pasando con Luis Manuel Otero Alcántara. Lo condenan al ostracismo, peor aún, lo recluyen sin garantías legales por delitos menores. Que no han sido demostrados. Le aplican una medida cautelar de privación de libertad, completamente desproporcionada e injusta, teniendo en cuenta los delitos que se le imputan desde la fiscalía. ¿Por qué no preguntas a qué se debe la resistencia o reticencia del estado, el gobierno y el PCC, a realizar una reforma constitucional y penal profunda, que empodere al ciudadano y le ofrezca garantías? Volviendo al tema de las interpretaciones aberrantes de las actitudes, comportamientos y declaraciones de un artista del performance? Esto te atañe en lo personal: ¿Acaso eres o te consideras un apóstata o traidor a la causa y el proceso independentista y nacionalista cubano por el mero hecho de colaborar en tu condición de experto en la única publicación norteamericana con corresponsalía permanente en La Habana, aun cuando su sede esté alojada en un edificio de la Inmobiliaria Palco? Te lo digo para que tengas mucho cuidado y extremes precauciones. Sugerencia apenas. Dos colegas y supongo que amigos tuyos, los Doctores René Fidel González García y Julio Antonio Fernández Estrada ya fueron escaldados por la intolerancia institucional del aparato burocrático del estado cubano y su incapacidad intelectual e ideológica manifiesta para el diálogo. Es justo la instancia que se niega a polemizar con Luis Manuel Otero Alcántara en su condición de ciudadano cubano de pleno derecho, ninguneándolo como interlocutor válido. En cualquier caso disculpa que me haya extendido tanto. Disfruto pero más que nada considero necesaria la confrontación democrática y dialéctica que nos llevaría a estados superiores del estar y el ser cubanos, de las convicciones, la ética, el intelecto pero también de la paz espiritual personal.
Saludos democráticos y republicanos desde Salou, Tarragona, Cataluña. Reino de España.
¿Cuál es la agenda política que defiende u oculta Luis Manuel Otero Alcántara? nos dice Leyva. ¿Y quien dijo que LMOA tiene una agenda política? Los cubanos estamos muy carentes de muchas libertades secuestradas por la actual dictadura. Que LMOA dirija su obra a la denuncia de ese secuestro no es una agenda política ni mucho menos oculta: es un acto de reivindicación.
Excelente y contundente trabajo este de Guanche, que ubica muchas cosas en su justo lugar, cosas que los totalitarios y patrioteros no van a ver ni quieren ver. Esos ” patriotas” selectivos que se quedaron callados cuando Robaina entrego a Fidel Castro una bandera llena de firmas, (” machando su cuerpo” , hubiera podido decir en alarde poético y patriótico) en performance de adulación, o cuando ven que tras los desfiles el pavimento de la Plaza y calles adyacentes queda tapizado de banderas de papel, o cuando ondean como trapos las banderas hechas girones en las astas de muchas instituciones oficiales, o cuando ven que comprar una bandera de tela, peque;a, en Cuba es solo posible con dolares, como yo mismo tuve la primera mía, comparada en el aeropuerto de la Habana, para poner en la intimidad de mi cuarto. Patrioteros selectivos, funcionarios culturales devenidos comisarios y fiscales y jueces penales, odiadores, aduladores de gente cuyas ideas y practicas egoístas y despectivas han destruido moral y materialmente el país que esa bandera representa, y que, sabiendo esto, se quedan callados o lanzan alabanzas a favor de los devastadores. Sujetos que tratan de ir siempre a favor del viento, gentuza que odia y destruye, no que ama y funda, y tiene la patria de pedestal, no de ara..Nada, que esa bandera que es de todos, la quieren solo para ellos y sus vicios y oportunismos políticos.
Espectacular!!!!
en el punto…
Ultraje a los símbolos patrios fueron aquellas cuatro mulatas, vestidas con la bandera nacional cubana, contoneándose sin rectao el en Puerto de la Habana el dia que llegó a la capital el primer crucero en los tiempos del tardiocastrismo.
Muy bueno Guanche. Me ha encantado. Interesante lo que dices de Revolución y Cultura. Al año siguiente de esa publicación, Luisa Campuzano expulsó de la revista a Yanelys Núñez, por co fundar con LMOA el Museo de la Disidencia. Efectivamente “Lo que debería interesarnos son preguntas centrales que su caso pone en primer plano: cómo se procesa el pluralismo y la diferencia en Cuba, cómo se ejerce la resistencia contra lo que se experimenta como injusto, cuál es el espacio legítimo para disentir, cuál derecho tenemos a participar del espacio público, cuál debe ser la anchura —la virtud— del patriotismo que queremos defender en la patria que queremos vivir.”
En este tema aparece nuevamente el doble rasero del gobierno cubano. Primero expondré mi forma de pensar: en lo personal no me gusta el uso que le dan a la bandera fuera de su significado como símbolo patrio, es algo a lo que no me adapto (ni la cubana, ni ninguna otra.. Pero me parece una hipocrecía reprimir a personas en Cuba por su ideología, argumentando falta de respeto a la bandera y luego encontrarme en el Dutry Free de la terminal 3 (en Rancho Boyeros) la enseña nacional vendiéndola como delantal. Eso la vi con mis propios ojos el 22 de diciembre del 2015. .
Por si no se han enterado, LMOA está en su caso. Le dobló la mano a la dictadura.
Atencion: es la segunda vez que hago este comentario, el primero lo tiraron al eter.
La heterodoxia en el arte parece ser el modus operandis de seudos artistas para ultrajar los símbolos patrios. El señor Guanche desde esta página expresa que ante los hechos públicos del seudo artista, como atarse a su cuerpo la bandera cubana y frente a un lavabo como comúnmente hacemos cuando nos aseamos. Entonces en nombre del performance y la heterodoxia usar la bandera como una simple toalla es arte contemporáneo. Bañarse con ella en la playa y verla flotar o usarla como sábana para dormir es lo “mejor del arte”
La bandera no pertenece a un Partido dice Guanche, nada más mal intencionado en un hombre de letras y leyes. En Cuba veneran y respetan la bandera militantes y no militantes, creyentes y ateos. El patriotismo no tiene Partido, es convicción. Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano para llevar a cabo la guerra necesaria y la bandera de la estrella solitaria era el símbolo que junto a la voz de mando “corneta toque a deguello” enardecia a los patriotas cubanos.
Un hombre de leyes y letras debe saber y se que lo sabe, que en Cuba existe una ley de símbolos y el seudo artista en función de disentir y provocar viola esa ley de símbolos y entonces a nombre de ese arte difuso, el ultraje es válido. Bajo este criterio convertir la música del Himno Nacional en un pegajoso regueton es arte heterodoxo y valido. Pensar así es una forma de colonización cultural. Es vendernos al mejor postor a nombre de la antítesis del arte.
¿Cómo calificar entonces a las mulatas que vestidas con la bandera cubana (aunque muy cortas de ropa) recibieron en el Puerto de la Habana a los primeros turistas de los cruceros en esta segunda etapa inaugurada por el tardiocastrismo a la sombra de Obama? ¿Es eso arte? ¿Los generales de GAESA tiene una bandera distinta de la nuestra y por eso no tiene que respetarla? ¿Para ellos no valen las leyes que Ud. invoca?
Como yo lo veo, la verdadera antitesis del arte es la censura. El arte es expresion, sensaciones provocadas, transmitidas… la censura es el poder de un estado temeroso paranoico, que se ve atacado en su trono donde la poblacion simplemente esta siendo libre y dejando su cultura fluir.
La bandera es de todos los cubanos, quienes la crearon, quienes la defendieron, quienes murieron en la conquista de lo que ella representa no se la legaron a nadie en particular, es libre y diversa y la unica condicion para heredarla es ser cubano y por tanto cada cubano es libre de sentirla suya a su manera. Su destino y su concepto esta en las manos de todos, nunca en el imaginario de unos pocos que se quieren amparar en un instrumento de poder para decirle a otros como vivir y expresarse. El estado ha puesto la bandera en latas de cerveza, en posavasos, la ha vendido como artesania barata y ha estado bien, el colectivo general de la poblacion les ha permitido hacerlo, pero es gracioso como se manifiesta la irreciprocidad del poder cuando tratan de decirle a la masa que no pueden usar la bandera como ellos la sienten, porque el estado se siente dueño de la bandera, porque la bandera es un simbolo y los simbolos son instrumentos, herramientas para manipular y controlar, como el crucifijo de la iglesia.
Si se diversifica su mensaje pierde fuerza la justificacion de lo que se hace en su nombre, pierden fuerza los poderes cuando sus simbolos adquieren otros significados. No hace mucho tiempo, el peor pecado en Cuba era el Diversionismo Ideologico. Hasta que se dieron cuenta que se estaban echando palante, estaban diciendo que lo peor que pudiera pasar es que la gente tuviera diferentes formas de pensar, la dicotomia enorme del discurso contra la diversificacion del pensamiento interno mientras a la vez protestaban por la globalizacion mundial. El sujeto aqui es el control, todo lo demas es predicado (literalmente, predicar) y esto no es mas que una rama de la misma maleza, la diversificacion, la decentralizacion y el distanciamiento del concepto o la pupularidad de la definicion de un simbolo lo hace mas dificil de controlar porque “El que mucho abarca poco aprieta”. Busca siempre aquello que no puedes criticar y detras entontrarás al poder.
La censura siempre responderá al pasado obsoleto y es el arte en su busqueda de lo novedoso siempre la que te anuncia la obsolesencia, porque del pasado solo traerá lo que todavia vale… y si una cosa es cierta en la historia, la censura es finita, muere con los censores y el arte los sobrevive siempre.
Hasta para disentir hay que tener clase y coherencia. Cuando se habla de ultraje a los símbolos hay que partir de que legislación existe al respecto y en Cuba existe, está aprobada por el Parlamento. Entonces esto clasifica, tanto para seudo artistas , disidentes, contrarevolucionarios, como para las instituciones públicas y privadas de cualquier tipo.
La campaña mediática contra nuestro país es tan intensa y en tantas ocasiones burdas, lidiando entre el absurdo y la indecencia que descalifica a quiénes participan en ella. Por otra parte un minusculo círculo de la intelectualidad en su afan de justificar lo injustificable, exclama que si “Juan lo hizo, Pedro tiene derecho a repetir el acto ultrajante” ¡ nadie tiene derecho, ni razón para hacerlo¡ La paranoia está del lado de quienes ven en el otro la paranoia. Un patriota es mucho más que creyente, que ateo, que comunista o capitalista, que montesco o capuleto. Un patriota respeta su historia, sus símbolos y se muestra crítico con quienes lo trasgreden.
La patria es de todos.
“Si desecha en menudos pedazos se llega a ver mi bandera algún día, nuestros muertos alzando los brazos, la sabrán defender todavía.
“La campaña mediática contra nuestro país es tan intensa y en tantas ocasiones burdas” Sr. bájese de esa nube. Cuba no es el ombligo del mundo. La falta de respeto más grande de nuestra historia, la tuvo Castro I cuando dijo que Martí era el autor intelectual del Moncada. ¡Que falta de respeto con el Apostol!
No hizo más que darme la razón… No entendió, no entendió nunca de que se trata la lucha por la libertad del arte y es incapaz de salirse del guión para pensar por sí sólo.
Clase? Méritos? Rango? Expediente? Historia?
Parece incómodo y desadaptado ante la libertad y la capacidad de la expresión sin bozales, como quiera y cuando quiera, sin que intervenga ninguna de esas cosas tan necesarias para el control.
No hay fronteras, ni fincas en los espacios libres para el debate en el mundo virtual, sólo necesitas estar conectado y una vez que comenta, cualquiera, sin importar el rango o la raza o la nacionalidad puede responderle y la falta de control sobre este hecho tiene que ser desesperante para alguien, que al aprender ha vivido siempre bajo control o controlando.
Tanto es el desdén que se inventa los conceptos, se ve en la necesidad de acopiar más símbolos y los esgrime desesperado para poder valer… Por gusto, ya le informe.. La generación cambió, la era es nueva, los méritos no valen lo que usted cree que valen, para wue me entienda, usted cree que eso es en cuc y yo le digo que no vale ni un peso cubano… los conceptos se van a revisar… Es marxismo puro y duro…
Jajajajaja no tienes poder aquí… If you know what I mean…
Es por gusto ya le digo… Patria es humanidad… Y en mi santa humanidad yo me defino patriota más allá de su concepto, más allá de su discurso, es real en mi alma que amo a mi patria y me disgusta sobremanera el régimen que la oprime.
El arte sí le anuncia la obsolencia y el mensaje colectivo del mundo también le toca a la puerta y le deja saber que o se adapta o se vence, no es opcional, nunca lo ha sido. Ya lo dije en otro espacio, Marti no estaría en el consejo de Estado ni en la militancia comunista, Marti sería un disidente más, porque su naturaleza de rebeldía lo haría incompatible con el yugo moderno…Fidel no cumplió ningún sueño… Es más ninguno de los héroes y mártires de la lucha independentista de Cuba estarían hoy con el gobierno de Cuba… Ni siquiera Mella, porque un verdadero marxista lo primero que es científico, autocritico, no religioso y esto que llaman revolución es una secta de culto, peregrinadora y temerosa del dios que nunca se equivocó, adoradora de sus representantes en la tierra, respetuosos de su libro…
Todo lo que mencionó son construcciones sociales por tanto me dio la razón, es la voluntad popular la que define sus leyes, sus símbolos y sus gobernantes. Es la población la dueña de sus conquistas, de su cultura y de sus expresiones…. Le toca al estado escuchar y obedecer pero este pueblo no lo sabes. Porque es que la misión número uno del estado ha sido desde el inicio prohibir la educación del pueblo en este aspecto, cerrando las puertas al mundo inventando dragones contra los que luchar para justificar su uniforme y sus errores… Pero no hay quijote que dure 100 años y el pueblo aprenderá que son los molinos de viento algún día…
Esta desecha ya y menuda nuestra patria hoy día… y lo que necesitamos es otro Felix Varela que nos enseñe de nuevo a pensar…
Hasta la democracia siempre.. Viva Cuba libre!
Buenas noches.
Barriste el piso.
Las frustraciones suelen traer desequilibrios en la emoción, en la forma de razonar y expresar. Si se utilizan a los símbolos patrios para ultrajarlos en nombre de esas frustraciones, o para justificar el ultraje, entonces no hay coherencia, no hay pensamiento y si oportunismo. La construcción social de nuestras leyes tienen su mayor representación y participación en el Referéndum de la actual Constitución y antes hemos estado convocados a participar en la discusión de documentos programáticos. Todos hemos tenido esta oportunidad. Quijote desde su divina enajenación luchó contra los molinos de viento. Cuba, hecha Quijote, desde la lucidez ha luchado desde el 10 de octubre de 1868. En los últimos 60 años contra un enemigo atroz, despiadado. Se ha enfrentado a ese enemigo un pueblo mayormente unido, donde no han dejado de estar vulgares mercenarios y también hombres de fina pluma, que suelen disentir, cuestionar y proponer caminos, desde convicciones y sentimientos constructivos y no faltan los que para beneplácito de Goliat venden la fina pluma, con la que antes escribían bellos poemas a David.
El tema en cuestión son los símbolos. La bandera cubana, como expresión enaltecedora de estos, no fue diseñada el 1ro de enero de 1959, fue heredada por el movimiento revolucionario que derrocó a la Dictadura de Batista y coincide que ese movimiento se reinició en los momentos del Centenario de José Martí.
Si ultrajar los símbolos. Si colocar en bustos del apóstol sangre de cerdo son métodos de luchas, entonces el fracaso está más que asegurado. Se repetirá la historia. Los bandidos apoyados por la CIA y los gobiernos de EEUU, asesinaron maestros que fueron a llevar la luz de la educación a todos los confines del país, asesinaron campesinos que quisieron aprender. Asesinaron niños y eso no se olvida para tener un repudio permanente a tales actos viles. Profanar la bandera, a Martí, son actos viles, infefendibles por muy fina que sea la pluma, siempre esta se partirá
“Las frustraciones suelen traer desequilibrios en la emoción, en la forma de razonar y expresar”. Eso se ajusta perfectamente a su persona, que no parece prestar atención al entorno donde se discuten sus comentarios y sigue adelante, cual Quijote orate repitiendo los mismos dislates que en comentarios anteriores. Eso si, cuidándose mucho de no enfrentar las preguntas que se le hacen, como por ejemplo: ¿Cómo calificar entonces a las mulatas que vestidas con la bandera cubana (aunque muy cortas de ropa) recibieron en el Puerto de la Habana a los primeros turistas de los cruceros en esta segunda etapa inaugurada por el tardiocastrismo a la sombra de Obama? ¿Es eso arte? ¿Los generales de GAESA tiene una bandera distinta de la nuestra y por eso no tiene que respetarla?
Nuestros padres fundadores, los que en la madrugada del 10 de octubre de1868 decidieron dar la libertad a los esclavos y convocaron a toda la nación cubana a la lucha por una autentica libertad (palabra esta ultima a la que Ud. no le conoce el significado), nos dieron una lección mínima a todos: aprender a dar la cara. Lo exhorto a hacer lo mismo. De la cara y enfrente a las preguntas que le hago y no siga repitiendo consignas recicladas de la mediocre dictadura que defiende. A. Einstein dijo en una ocasión que la locura era repetir las mismas acciones a la espera de resultados distintos. Sus amos llevan 60 años haciendo lo mismo sin resultados y Ud. buen discípulo de esa casta viene aquí como escribidor rentado a repetirnos las letanías cansada que ya deberían estar en el latón de la basura. De la cara.
Pudiera agregar un poco de coherencia por favor?
Ser un poco más consecuente con el mensaje?
Quijote es Quijote y siempre va a luchar contra enemigos imaginarios evitando por supuesto reconocer que su verdadero enemigo se sienta en el trono de su cabeza… estamos de acuerdo en que Cuba lleva una lucha Quijotesca desde el ’59 porque es tambien una realidad de vida que toda acción tiene una reacción, no existe tal cosa como que Cuba no hizo nada y Goliath la está molestando por gusto.
Cuba la pobre Cuba, no invadió nunca otra nación ni entrenó tropas invasoras para ocupar otras naciones? Para despotricar después en las Naciones Unidas los ataques injerencista de los EEUU y clamar por el Derecho a la Autodeterminación de los Pueblos.. No me extraña que no sea consecuente en su disurso…. es un producto legítimo de un movimiento que se dice solidario con los pobres del mundo pero que se callaba e incluso votaba en contra de sanciones contra la URSS y China por ser imperialistas, invasores e injerencistas… todo tirano de izquierda en el mundo ha tenido el apoyo de la isla… como Corea del Norte, por poner uno moderno, un país donde su dictador es la tercera generación de una misma familia gobernante por años y que mata a su gente tirándosela a los perros o disparandoles con ametralladoras antiaéreas, no deja salir a nadie del país, ni a su población muerta de hambre hablar con extranjeros o familiares del otro lado de la frontera un pais de horrible tiene pocos aliados y uno de ellos es Cuba. Porque sera? Se pronuncia Cuba contra North-Korea y sus crimenes de lesa humanidad? nope. Padece de esa misma miopia de los castros de creer que los demas no saben… que los demas no ven..
Es o no es? Cubita la wannabe… la que quiere los titulos, pero regalaos, no hace nada para ganarselos…. premios por participacion!?
Cuenteme… Quienes son los frustrados?
Al perderse la compostura se evidencia ciertos rasgos de frustración paranoico y donde la fina pluma, se convierte en un graffitis. Defender posiciones desde la ética es tener altura, clase. Acusar al otro de tener amo por expresar sus criterios y convicciones y convertirlo en un “esclavo” del sistema, solo evidencia un complejo de inferioridad y más que un rechazo al otro, es un acto subconsciente de saberse con amo de la “nueva Roma” y reconocer que inexorablemente un día paga, pero siempre desprecia. En un comentario anterior expresé ¡nadie tiene derecho ni razón para hacerlo¡ y me referia tanto a lo que han dicho otros, como lo expresado por mi. SI en eso podemos estar de acuerdo, entonces lo estamos.
El señor Kurt y al estilo prejuicioso y dañino de Otaola asume que soy un escribidor (como suele decir el gran Ciro Bianchi) rentado, es decir me pagan por ello. Cuándo se pierde el equilibrio emocional y los ataques comienzan a ser desordenados e incoherente, un caballero debe colocar su espada al costado del cuerpo y comprender que el otro ya está vencido.
Yo me muero como viví. No cambio de casaca.
Resulta obvio, escribidor rentado, que a Ud. no se le paga con dinero. Su sumisión a la dictadura es tan grande que basta que le pongan el plato de lentejas (no metafóricas, reales) con el cual satisface sus necesidades alimenticias. Si Ud. se saliera un milímetro del guión que le pone la dictadura delante del teclado para que lo copie, de nada le valdría su titulo de MSc (¿de qué es el titulo, de sumisión perpetua?). Los únicos comentarios incoherentes en este foro son los suyos, que pretende hacernos creer la sarta de ridiculeces que Ud. escribe sobre la dictadura más larga del hemisferio occidental. “Yo me muero como viví”. Eso lo describe plenamente. Sumiso ayer, sumiso siempre. Terco para reconocer que esta en el lado incorrecto de la historia prefiere seguir lamiendo las botas de sus amos. De nuevo lo conmino: DE LA CARA. Conteste las preguntas que le dejé arriba, tenga coherencia.
RIP… Descanse en paz entonces.
Que Fidel le reciba en la piedra! Hagale una barbacoa en la urna.
Lo que tenia que decirle a su generacion ya fue dicho.
Omcuba no publicó mi último comentario, igual no publicó el primero. Espero que esta plataforma no busque preferencias según los comentarios y comentaristas.
Seguro es un problema con la calidad de los comentarios….
Dile eso mismo a CUBADEBATE.