Del síndrome del nido vacío y últimos detalles

¿Qué hay que cargar en nuestra bolsa para llevar al hospital cuando llegue el momento del parto?

Foto: Marta María Ramírez.

Foto: Marta María Ramírez.

Una nunca está lista del todo para dar a luz. Entre la ansiedad que se genera las últimas semanas aparece la llamada síndrome del nido vacío, cuando sientes que tienes poco tiempo y nada listo. A veces, como en mi caso, solo una sensación porque todo parece estar bajo control.

Ya está el cuartico dispuesto para recibirnos en el puerperio. Por armar solo la cunita de colecho o sidecar, con el colchoncito hecho por un alumno de René, uno de los bisabuelos que esta criatura no conocerá más que por historias. Respetamos las viejas supersticiones, las viejas creencias: la cuna se prepara cuando el bebé ha nacido, dicen los más mayores.

La ropita toda está lista, lavadita, aireada, cocinadita al sol (no habrá planchas de ropa. Nunca las hubo en los hogares que construí) y resguardada de polvos todo lo que se puede.

Los pañales desechables de las primeras semanas debidamente empacados por etapas. (Gracias a Miriam, María Marta, Isadora, Lily Suárez e Isa, por el esfuerzo de comprarlos, enviarlos, cargarlos… Por todo el esfuerzo, también a sus emisarios). Aunque me han recomendado que los primeros 10 días utilice pañales de tela para no irritar la frágil piel del bebé, todavía no estoy segura de qué opción será más viable. Así que luego les cuento de nuestra experiencia.

Pero hoy quiero escribir de lo que hay que cargar en nuestra bolsa para llevar al hospital. Me he guiado por mi manual divino y por la experiencia de madres y padres que me rodean. Además, estoy abierta a sugerencias suyas que espero tener tiempo de tomar en cuenta. Allá voy con mi lista de lo que necesitaremos para unos tres días, que es, si todo sale bien, el tiempo que estaré hospitalizada. Igual se recomienda que la persona que se quede a cargo de casa sepa dónde encontrar cada cosa que puedas necesitar.

Mi maleta:

-Toallas y sábanas para nosotras, si no confiamos en las del hospital. (Yo he decidido arriesgarme porque creo que es la única manera de que podamos tener mejores servicios de lavado en nuestros centros médicos).

-Almohadas, si las necesita. Almohada para amamantar, si la tiene.

-Cerciorarse de la necesidad de un cubo para almacenar agua que sirva para bañarse después del parto y durante el ingreso reglamentario (Recuerden el comentario de Talía B en Hablemos de violencia obstétrica).

-Ventilador, si fuera necesario.

-Chancletas estilo piscina, de esas en las que se cuela el pie sin necesitar mucho acomodo, que no nos queden justas, sean lavables y lo menos resbalosas posible.

-Tu playlist musical en reproductor con audífonos y tu computadora portátil para pasar el rato.

-Consultar si se puede filmar el parto. Si es posible, entonces algo con lo que hacer video.

-Ropa interior cómoda.

-Apósitos para después del parto, aunque el hospital debe proveerlos.

-Protectores mamarios (me han regalado desechables, usaré los que me trajo Lily desde Argentina, hechos por Flor de Luna, con puro algodón).

-Cremas y aceites: los que has usado para no quedar llena de estrías, como sheabutter o el fabuloso aceite de Macadamia; también los que te hagan sentir feliz, fresca… y los que sirvan para masajearte la espalda en el preparto.

-Jabón, desodorante, champú y otros productos de tu aseo personal.

-Vasos y cubiertos.

-Detergente para fregar.

-Alguna ropita que te sirva para esta etapa y te haga sentir bien, hermosa, feliz.

-Caramelitos sin azúcar para el preparto (con azúcar dan sed) y comiditas energéticas que no estriñan.

-Toallita para secar el sudor durante pre y parto.

-Abanico para que la persona acompañante pueda aliviar nuestro calor.

-Pomo para agua. Necesitaremos hidratarnos bien.

-Un bocadito para que la persona acompañante no desfallezca.

-Tabletas prenatales diseñadas también para el período de amamantar y otros medicamentos que estés consumiendo por prescripción médica.

-Carné de embarazada, tarjeta de hospital y carné de identidad.

-Dinero del que dispones.

-Juguito fresco para brindar luego de dar a luz.

La bolsa del bebé (A Yaima Pardo le pareció con su experiencia que sería mejor una mochila con estos fines):

-Sus productos de aseo (jabón, champú, cremas…)

-Pañales desechables y de telita.

-Sábanas para el cunero e incluí protector (todo hecho por Miriam con sus propias manos).

-Ropita fresca y algo abrigadita, que está cambiando la temperatura.

-Medias.

-Manoplas, porque tendrá las uñas larguitas.

-Colchita o mantica.

-Toallitas húmedas, si decidió usarlas.

-Pañitos multiusos.

-Toalla.

-Fullar elástico para cargar a tu bebé. (De esta experiencia también escribiré luego).

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