Más premios para Penumbra y dos industrialistas para quitarse el sombrero

Cuando Omar Franco ganó –hace poco- el Premio de Actuación en el Festival de Nueva York (por la película Pablo) me quedé con las ganas de escribir. Me contuvo que su carrera está muy enlazada con la mía en los últimos tiempos. Ahora –sin embargo- no puedo evitar celebrar enseguida que haya obtenido otra vez la máxima distinción como intérprete en la primera edición del International Film Fest & Convention, que acaba de dar a conocer sus galardones en Puerto Rico.

Otros medios darán la noticia en detalle. Además del de Omar, la película Penumbras de Charlie Medina –versión para Cine de mi obra Penumbra en el noveno cuarto- “arrasó” con buena parte de las distinciones. Felicito a Charlie, a Omar Alí, a Ismercy Salomón y al resto de los colegas premiados.

Lo que pasa es que esta crónica va por otro lado. La calidad artística del desempeño de Omar Franco tanto en el Teatro –en la puesta de Osvaldo Doimeadiós de 2004 como en el film de Medina- es un acontecimiento en nuestra vida cultural. Y la pasión, el conocimiento del béisbol, el enamoramiento compartido por la pelota, tuvo mucho que ver con su robusto trabajo como intérprete. El posadero Pepe –para todos perdedor y hasta marginal- que asume se salva o al menos alivia su dolorosa vida por la admiración que siente y la amistad que entabla con un gran pitcher, que en la ficción se nombra Lázaro Prado y que tiene mucho de parentesco con Lázaro Valle.

Ahora que Valle es uno de los diez míticos jugadores de los Industriales que participa en la fiesta beisbolera y nostálgica de Miami, quiero confesar que lo traspuse en personaje teatral –a pesar de que yo sí que no soy industrialista- por la calidad de sus lanzamientos y su carisma, su leyenda. Hay un texto que cito de memoria –como si fuera ajeno- y dice algo así  como: “No es tirar duro y que el que está parado ahí no la vea pasar; es el estilo, la gracia de un pitcher grande…¡Eso viene a la tierra una vez cada mil años!”

Son los argumentos de la obra original que Omar hace suyos para defender la singularidad del lanzador y que serían aplicables a su condición de excepcional actor.

 Habrá que reconocerle la  importancia de los Industriales  en la Educación Sentimental de las últimas generaciones de cubanos.

Aplaudo que la avalancha de Premios para esta película sobre otros asuntos pero también sin duda sobre la pelota y las pasiones que la rodean, haya coincidido –para alegría de los muchos peloteros que andan de cumpleaños con su equipo y para aficionados que me son entrañables como el escritor Padura y el multipremiado Omar Franco- con el azul cumpleaños de unos Industriales que uno puede detestar en los nueve episodios del juego, pero después no hay manera de que pueda desterrarlos de la memoria.

Premios de la primera edición de Puerto Rico International Film Fest & Convention…

Mejor Actor de Reparto Internacional
– Omar Alí / Penumbras

Mejor Actriz de Reparto Internacional
– Isabel Fernández / Sin Sangre Nunca

Mejor Actriz Cortometraje Internacional
– Fely Manzano / Dulce

Mejor Actor Cortometraje Internacional
– Jasmin St. Sauver / Un Fils

Mejor Actor Largometraje internacional
– Omar Franco / Penumbras

Mejor Actriz Largometraje Internacional
– Ismercy Salomón / Penumbras

Premio Especial Del Jurado Por Actuación Destacada
• Categoria Internacional
– /Alberto Sasson + Carlos García/

Mejor Actriz Nacional
– Joa Tous / Jessica

Mejor Actor Nacional
– Leonardo Castro / Man

Premio Especial del Jurado por Actuación Destacada
• Categoría Nacional
/Axel Anderson/

Mejor Música Largometraje Internacional
– Cruz del Sur

Mejor Edición Largometraje Internacional
– Pedro Suarez / Penumbras

Mejor Guión Largometraje Internacional
– Yerko Espinoza / Sin Sangre Nunca

Mejor Edición Cortometraje Internacional
– La Mirada Perdida

Mejor Guión Cortometraje Internacional
– Un Fils / Patrick Moriu

Mejor Mediometraje Internacional
– Sum Ba Kokjil

Mejor Documental Internacional
– Who Will be a Gurkha

Mejor Cortometraje con Conciencia Social
– Upside Down

Mejor Director de Fotografía Cortometraje Internacional
– Adam Etherington / Driftwood

Mejor Director de Fotografía Largometraje Internacional
– Roberto Otero Martínez / Penumbras

 

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