Hace unas noches regresaba a casa caminando por 23 y, al pasar junto a una parada de guaguas, miré fugazmente a una chica sentada. No fue una mirada particularmente intensa o provocativa: no soy un castigador en funciones ni trataba de ligar; digamos que la miré de oficio. Por otra parte, aunque con esa luz no se veía mal, tampoco era Rihanna o Ana Celia de Armas.
Treinta metros más allá, sentí que me llamaban de esa manera que en casi cualquier otro país resulta ofensiva pero normal aquí: ¡pst, pst! Me volví. Era la muchacha. Con una voz artificialmente dulce, y un tanto sofocada porque soy de caminar rápido, preguntó de dónde yo era. De aquí, dije, y en ese momento… dejé de existir. Perdió todo interés como si los Men in Black le hubieran borrado la memoria reciente con su puñetero aparatico. Ni siquiera intentó una excusa, algo como “es que estudio noruego por correspondencia y chico, tienes una pinta nórdica increíble”. No quiso saber si atesoro un alma espléndida o soy un tipo genial, si crío perros o pertenezco a una ONG que ayuda a esquimales pobres a sobrellevar el cambio climático. Durante un par de segundos sentí vergüenza por no poner de mi parte, por carecer de una ciudadanía interesante y destrozar con mi condición de nativo su frágil escalera al cielo…
No es la primera vez que me pasa y estoy seguro de que no solo me ha sucedido a mí: cualquier hombre o mujer de Cuba que acuse la más leve desviación del cliché de cómo luce un nativo, ha sido abordado en la calle por luchadores que le ofrecen cosas. Ahora bien, he contado la anécdota no para quejarme de la escasa espiritualidad de una chica concreta –eso sí, ojalá que su guagua se haya demorado tres horas más– sino porque me hizo sentir una vez más lo mal considerada que está la cubanía, los escasos motivos que ofrece el entorno cotidiano para blasonar nuestra maltrecha nacionalidad.
En estos días en que tanto se habla de cubanos, ex cubanos e in cubanos, tendríamos que empezar preguntándonos por qué tan a menudo sentimos que ser de aquí es la última carta de la baraja, qué nos ha llevado a que desde la muchacha de la parada hasta las autoridades aduaneras en cualquier país nos miren con suspicacia. De razón para el orgullo, ser cubano ha devenido una cualidad con frecuencia embarazosa e incómoda, algo que muchos desean extirparse como una verruga o el apéndice.
No es solo que resulte difícil explicarle a un extranjero por qué no tenemos Internet, apenas un WiFi episódico y carísimo, o aceptar que cuando pudimos tener móviles, más que alegrarse con nosotros, el mundo descubrió que hasta entonces no los tuvimos; es también –y sobre todo– que en buena medida seguimos padeciendo aquel estado de cosas que fotografiara Pedro Luis Ferrer en Cubano ciento por ciento: lo nuestro es pasar trabajo y aceptar lo que nos digan, nadie tiene que darnos explicaciones, los que tienen que saber lo que pasa ya lo saben. Y si por casualidad te enteras de algo, mejor no lo publiques en tu blog, o corres el riesgo de que te expulsen del trabajo…
Los cubanos que emigran se mantienen fieles a determinados elementos nacionales: la música, la forma de hablar, algunas comidas, el humor, los recuerdos. Tal vez deberíamos admitir que esa es la cubanidad que perdura, no el corpus ideologizado y agobiante que nos asalta desde la escuela, desde los medios masivos. De Martí, Silvio o Piñera siempre se podrá estar orgulloso; de que tengamos un enorme atraso tecnológico o nos vendan autos corrientes al precio de Lamborghinis, de que nadie nos consulte para celebrar un desfile de Chanel o la prensa esté peor que nunca, de la tristeza y la grisura hay que ser masoquista para vanagloriarse.
Es sintomático que una de las frases más socorridas de nuestra habla cotidiana sea “Esto no es fácil”. Ser cubano no es fácil. Sobrevivir al día a día que enfrentamos hoy y trazarse proyectos a largo plazo en suelo patrio es equiparable a la vocación de los santos, a la militancia de los héroes. De hecho es mayor, pues no somos santos ni héroes, solo individuos comunes tratando de encontrar un sentido que nos elude.
Tal vez la única con la mente clara en todo esto fuera la muchacha de la parada. Tal vez después de mí pasó un yuma auténtico que creyó que su encanto personal le había ganado una conquista al vuelo.
Expectacular, me encanta leer a eduardo porque dice muchas cosas que los que no tenemos el talento para escribir o al menos no tenemos la preparacion periodistica o literaria para hacerlo de la mejor manera, no sabemos como ni donde plasmar
enhorabuena… me encanta tu columna
Eduardo, cuando escribiste esto, menos mal que no había una soga cerca… Hiciste una catarsis personal.
Ciertamente a mí también me ha pasado eso que cuentas, incluso más crudo: Por razones de trabajo, viajábamos en una confortable guagua de turismo. Al bajarnos en un turístico pueblo, viene un viejito vestido de campesino a vendernos cucuruchos diminutos de maní, al “módico” precio de 1 CUC. Pero una de las primeras en bajarse de la guagua, por su apariencia afro y humilde atuendo, dejaba claro que éramos cubanos. A otro viejito “campesino” que se acercaba con “algo” en una bolsa (nunca supe qué vendía), le dijo el manisero con voz desencantada: ¡VÁMONOS, QUE ESTOS SON GRINGOS CUBANOS!
Lo de “gringos cubanos” realmente, además de reírnos, nos impactó. Con todo el debate que hay y mencionas, ese término está suculento. Igual conozco de un colega que viajó a Cayo Largo hace años, y el guitarrita “montuno” y las “típicas bailarinas cubanas”, tras entonar unas notas, dieron media vuelta al comprobar que era nacional. Siendo una persona seria, honesta y poco habladora, me inclino a creerle, pues he sentido en mi persona todo esto varias veces.
La razón de esto no está exactamente en la Revolución, Eduardo. Si has visto la película “Bienvenido míster Marshall”, verás que en la España de posguerra ocurría igual. En Méjico hasta hace unos años, existían algunas personas que se arrojaban frente a los autos de turistas para ser atropellados y exigir luego una compensación. Pero no se tiraban delante de autos de mejicanos, ni aún ricos, porque podían ser realmente hechos puré. Y así podría seguir poniendo ejemplos, siempre de países pobres y extranjeros ricos. Curiosamente, no a la inversa. Claro, cuando el nacionalismo, identidad y costumbres son muy fuertes, esto puede cambiar. Una francesa en bikini bañándose el el río de un pueblo rural de Yemen, la pasará peor que una yemenita en burkini en las playas de Francia.
Pero ello no quita que en los hoteles de Yemen (que queden) quieran turistas franceses, euros!!! y no yemenitas.
No aconsejo a un japonés empezar a discutir sobre la segunda guerra mundial con un chino en un bar de Shanghái. Aunque curiosamente, muchas páginas chinas promocionen la belleza de actrices japonesas, productos japoneses, noticias de la tecnología en japón, sea un mérito ganarse una beca en japón, prefieran un cliente japonés, reciban remesas de sus parientes en japón, que lograron “enganchar una japonesa”… te suena similar a otros diferendos?
Qué tendrán en común la España de posguerra, China y Cuba? O Méjico, Jamaica y Cuba? O USA, Japón y Alemania?
Si sigo con ejemplos, tendría que hablarte de los jamaicanos súbitamente enamorados de turistas alemanas, de indios que de pronto prefirieron las sabanas sudafricanas, casi en el polo sur, y son vistos como héroes cuando regresan de visita a sus pueblos por Mumbai… A qué van la mayoría de los turistas a Tailandia? Tendrán igual suerte los propios tailandeses? Nuestros problemas no son de otro planeta, tienen muchos más puntos en común con los problemas de otros pueblos y regiones de lo que pensamos. No somos tan especiales, también tenemos 23 pares de cromosomas como todos, aunque alguna gente seguro me ataque por decir esto.
En Cuba, también tenemos el fenómeno de la isla: Todo lo que viene de allende el mar es … maravilloso, siniestro, mágico, diferente, extraño. Los pueblos continentales, en constante interacción, se mezclan más y se asombran menos. Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua, cuántos rasgos no comparten para que, incluso con conflictos, se reconozcan y confundan los nacionales de unos con otros. Cuba es una isla, y todo eso impacta en el imaginario de los cubanos. Y para llegar a lo político: Ciertamente la Revolución nos hizo diferentes en algunos aspectos, nos transmitió otros referentes culturales que no eran MADE IN USA, sino que eran cubanos o decían debajo CCCP, GDR … pero es en el periodo especial, y en realidad un poco antes (en 1987 ya Cuba estaba desarrollando proyectos para el turismo internacional, sobre todo español. la noticia del derrumbe, en realidad no sorprendió a algunos, como han dicho. Ver libros Historia y Geografía del turismo de masas, de Luis Fernández Fúster), cuando el país se lanza al desarrollo turístico, también tiene que salir de esa concha y lógicamente interactuar con otras culturas y visitantes. Muchas veces un turista era recibido casi como una personalidad, por lo raro, y luego por el dinero, como muestran en “un rey en la habana” y “hacerse el sueco”. ya hoy, sobre todo entre las nuevas generaciones, no causan tanto aspaviento. De pronto, en una sociedad igualitarista,(exceptuando los compañeros autorizados) alguien tenía mucho más dinero que tú, podía viajar por ahí, y no tenían colmillos sangrientos los representantes de sociedades decadentes y que les quedaba poquito para derrumbarse, como decían tantos libros y falsos profetas. Lo primero fue prohibir o limitar el acceso de los cubanos a hoteles. Iban los autorizados, algunos vanguardias nacionales… Sobre esta medida puede decirse mucho en contra, incluso algunos argumentos a favor he escuchado, yo pienso fue un disparate, pero lo cierto es que contribuyó a la aureola mágica de los visitantes. Existen legislaciones en ciertas instituciones, que hoy manejan hoteles, tiendas, cafeterías, etc. que limitan las relaciones personales con extranjeros, lo cual es lógico en lo militar o en servicios de seguridad, incluso en centros científicos muy especiales, pero no en servicios civiles en todo el mundo, como tiendas, hoteles, restaurantes, etc. Solo se reúnen con ellos los autorizados.
Vemos en los medios lo felices que son, o supuestamente son, a través de las telenovelas, aventuras, películas.
Los paradigmas de belleza, desde que Roma derrotó a Cartago, andan por los rasgos caucásicos. Si hubiese triunfado Aníbal, el racismo sería a la inversa, buen tema para uno de tus textos o cortos. En ocasiones, es cierto que la cortesía de sus hombres y elegancia de sus mujeres, supera a la vulgaridad de algun@s de nuestr@s compatriotas. Ya los mitos del “latin lover” están desechados. Claro que la muchacha tenía que desencantarse!! Ella no buscaba a Eduardo del Llano, ni le interesaba su personalidad. Ella quería protagonizar una telenovela, escuchar otros acentos, otros tintineos de bolsillo, a lo mejor hasta otra forma de seducirla y escucharla. Tenías que haberle dicho que, cubano, pero eras uno de los autorizados. Y entonces verías como su sonrisa se abre y sus ojos brillan…
Si, Eduardo es muy bueno. Merece la pena leerlo.
Eduardo, ¡ Escribes sin desperdicios!. Gracias por este artículo.
Mabuya, tu comentario me gustó muchísimo, excepto por esos signos de @. ¡Que desatino!
jajaja muy cierto, me encanto el articulo y tu forma de escribir, sldos
Asi mismitico es! Detesto cuando quieren hacer pasar por cubanidad cualquiera de esas proezas equiparables a cualquiera de los 12 trabajos de Hercules! Es la cotidianidad del cubano pero no su cubanidad! Caballeros! Esto no es facil! Jaja. Un abrazo y buen articulo
Eduardo, por tus palabras se puede inferir tu condición humana, tu escala de valores. Te sientes menos por ser cubano. es verdad que nuestra vida no es fácil, que nos faltan muchas cosas materiales, que casi todo nos da trabajo, pero de ahí a sentirme avergonzado de ser cubano ….. Parece que para ti los únicos valores que importan son los materiales (que son importantes). Quiero decirte que a pesar de todas mis viscicitudes me siento extremadamente orgulloso de ser cubano y no soy el único. Me averguenza leer tu artículo, pero pienso, como decía mi padre, que en el mundo … para que sea mundo … tiene que haber de todo … !hasta gente como tú!
Del Llano, hay un cuento popular, que imagino que tu condicion de hombre mas inteligente que los demas no te haya
inhibido de conocer:
Cierta vez, en una conversacion de amigos, alguien con ingenuidad plausible comentaba que la hiena tiene un aullido que mas que tal es una risa casi infantil. Otro sabichudo participante se preguntaba entonces por que si la hiena, segun conocía, comía carne putrefacta, se reproducia una vez al año y vivia en lo intrincado del monte tenia aun animos para reirse y menos como un niño.
Entonces Del Llano, con ese panorama que cuentas…solo me queda preguntarte como el cuento popular: De que carajo te ries?
Saludos,
Miakel
mabuya, me dijeron que habían hecho una revolución en el 59 para que no pasaran ciertas cosas que pasan en Yemén, México, Japón y en toda la geografía que mencionas. Por otra parte, Eduardo es cubano, y sería el colmo que —siguiendo el caminito de la prensa oficial— criticara a Yemén, México, Japón y a toda la geografía que mencionas, mientras obviara la realidad nuestra de cada día.
Me gustó mucho tu artículo Eduardo, y me encantó todo lo relatado por Mabuya… Mucho de lo que tenemos que reflexionar….
Gracias.
No se aflija amigo,muchas cubanas que viven en el extranjero también prefieren los nativos del pais en que viven,para muchas, la cubania paso de moda.
Excelente articulo, excelentes comentarios.
” lo cual es lógico en lo militar o en servicios de seguridad, incluso en centros científicos muy especiales”
mabuya, ¿de donde usted saca que eso es lógico? A lo mejor en Cuba o en Korea del Norte, pero en ningún otro país. Esas explicaciones que usted da con tanta naturalidad sobre la lógica del modo operandi de Cuba y del “Si, es así , como en todas partes del mundo”, son exactamente las mismas palabras que uno oye decir por aquí a las Funcionarias del gobierno cubano que me imagino que deben de pensar que los extraterrestre no son ellos sino nosotros.
Me encanta este tipo de periodismo, reflexivo, dulce y sobre todo realista. Saludos desde Suriname.
jajajaja. Creeme, se lo que se siente. Naci en USA, pero mis padres regrasaron a Cuba, y me crie toda la vida alla, -ah, lo digo con mucho orgullo-, hasta que ya bien adulta, y con hijo, regrese a mi lugar de origen. En una ocasion una muy buena amiga, casi una hermana, me dijo que yo en Cuba era mejor que ella, -ano 1992-, y sabes por que? ….por un problema de “fatalismo geografico”, …yo podia ir a comprar con dollares por no haber nacido en Cuba, y a el resto de los ciudadanos, si les encontraban dollares encima, eran encarcelados por una ley, -bien comica-, que nombraban como tenencia ilegal de divisas, jajajajaja, no eran ilegales los dollares, simplemente, trabajabas con turistas, o tenias amigos extranjeros que ante TANTA MISERIA querian aliviar un poco tu necesidad, pero en fin, al ano siguiente, ese “tipo” llamado Fidel Castro, decidio el 26 de julio de 1993 determino “despenalizar” el dollar, y a partir de ese momento, el pueblo podia consumir en dollares, jajajajaja, en fin, hay que bailar al son que los “duenos” de la granja decidan……..pero recordemos, no hay mal que dure cien anos, ni cuerpo que lo resista……..
Mabuya, el mal de muchos es consuelo de tontos…
Eduardo no es un cubano mas. No es un tipo basico, no necesita que la chica de una parada la mire. En determinados medios Eduardo puede levantar a la chica o las chicas (en plural) que quiera. Porque tiene una sensibilidad especial que supo entender la frustracion de una generacion (de varias generaciones pero desde el contexto de la Cuba de los 2000). Seguro que ya planto un arbol, escribio un libro y tuvo un hijo. Quiso decir algo y lo dijo bien, y marco una epoca. Quizas le gusten los bienes de consumo, quizas no, eso es un tema de Eduardo. Si le gusta el wiski, por que no? Si se lo toma escuchando a los Beatles en vez de a Celina Gonzalez, por que no? Si toma wiski y escucha a los Beatles en Cuba, no sigue siendo eso todavia mas propio, mas valiente, que tomar Yucayo y escuchar a Celina en Paris? Seguro que Eduardo podria, si quisiera, vivir en Paris. Quizas alla haria peliculas y cortos, quizas sirviera copas en un bar. Pero vive en Cuba, pasa al lado de una jeba y no lo miran porque no es extranjero. Porque parece extranjero, le silbaron. Pero el es Eduardo, artista, ciudadano del mundo -todos los artistas son en potencia ciudadanos del mundo-, vive en la Cuba del 2016. Y tiene derecho a quejarse porque le da la gana.
Magnífico artículo, lo felicito . Así mismo es. Que pena para nosotros los cubanos . En vez de estar orgulloso de ser cubano estamos avergonzados
Jorge Bajuelo si me siento avergonzado de ser cubano con solo el simple hecho de prestarnos para delatarnos y traicionarnos entre compatriota s da pena de la condición humana ha que hemos llegado,sino observa el vídeo de la señora que protesta por la falta de electricidad y como es golpeada en el rostro por otro cubano ante la vista de otros compatriotas y nadie le sale al paso por solo no tener problemas asco da ver estas actitudes,lo que debíamos es hundirnos en el mar,nosotros nos merecemos lo que tenemos.
Soy ahora, por un rato, una Cubana exótica, por estar fuera de Cuba, por un rato….no acepto que la primera pregunta, después de: – Cubana? Sea sobre nuestra condición miserable…qué es miseria, pregunto. Es verdad, no tengo condiciones de consumo, pero ahí, inmediatamente, me hago respetar por mi formación, por mi educación, por mi visión de ese mundo donde aquel señor que me pregunta, empoderado de su condición propicia para el consumo, desde mi miseria, la suya me queda bien clara y entonces….la angustia: no hay consilio….es que irremediablemente se trata de todo o nada? Me resisto y estimo que somos muchos cubanos dignos y bien preparados los que podemos parar esta barranca abajo y hacer bien, bien para todos, bien con decoro…porque hace rato ya que estamos precisando una carga contra bribones
Lamentablemente nuestra isla tiene un gobierno que discrimina a los propios ciudadanos por no apoyar su poder. Desde que comenzamos en la escuela primaria, nos adoctrinan diciendo que el gobierno y la nación son una misma entidad, lo cual es muy falso. Mientras uno crece en ese ambiente, se da cuenta que la Revolución Cubana siempre ha sido y será un engaño, una burla y ahí es donde se comienza a renegar de dos cosas, pero solo las personas perciben una: las condiciones de ser Revolucionario y ser Cubano. He visto miles de casos en que le pregunto a las personas: te sientes orgulloso de ser Cubano? La primera respuesta que me dan es un rotundo NO. Tienen los dos conceptos equivocados, lo cual es de esperar por la forma de educación que recibimos desde pequeños por las instituciones educacionales estatales.
Tony, te contestaré y te explicaré lo que tiene que ver con el artículo de Eduardo.
En todos los países del mundo, hay profesiones que tienen secretos de Estado, o soportan al Estado, descubrimientos científicos muy apetecibles para la competencia, datos económicos muy sensibles. Esas personas tienen ciertas limitaciones, más visibles o no, para viajar a otros países, son supervisados por personal de control de las propias instituciones militares o transnacionales a las que sirven, y a la vez reciben amplios beneficios en comparación con sus colegas de otras profesiones, o de la misma profesión en otros trabajos. Un ejemplo actual en los medios es Edward Lin, oficial norteamericano de origen taiwanés, acusado de espionaje. Uno de los puntos de la acusación, es que no informó de que había viajado a China en sus vacaciones. Imagínate un especialista de la NASA iéndose de parranda con especialistas iraníes en misiles, con una novia rusa, visitando Corea del Norte… Lo pondrías a hacer el último cohete? Igual cuando una transnacional de la farmacéutica ve que un especialista clave de sus laboratorios tiene un noviazgo con la jefa de la transnacional competidora. Incluso, los llamados contratos de confidencialidad, los clearance con chequeo por el barrio, todo eso, son prácticas internacionales. Existen hasta películas como “Paranoia” que tratan el tema, creo la protagoniza Matt Damon.
Lo malo es que en Cuba, no solamente eso se aplica a esas profesiones (militares, ministros, asesores clave, científicos que están inventado una vacuna cuya patente vale cientos de millones) sino que instituciones de ese tipo manejan cafeterías, tiendas, hoteles. Entonces, una vendedora de la TRD, en teoría puede ser sancionada por tener vínculos con extranjeros, como si fuera un militar, pues pertenece a la misma institución. En muchos hoteles del mundo, existe la práctica de que los empleados no deben tener relación con los huéspedes. Pero en un hotel de Gaviota, esto es un problema mucho más serio, pues Gaviota es de las FAR, el ejército. Y las instituciones militares, sean una tienda o una base de misiles, tienen personas que supervisan la conducta de todos los que allí trabajan.
Y esto genera un conjunto de mitos, conductas, complejos, simulaciones, mentiras, miserias humanas, en torno al hecho de ser cubano, versus los extranjeros, en Cuba. Es un motivo más que rebaja la condición de cubano.
Lo ilógico en verdad es que la TRD pertenezca al ejército, y no al Ministerio de Comercio, a una cadena de tiendas, o sea privada. Lo lógico es que la política de no relaciones con clientes sea discrecional del hotel, o la cadena, no llevada a una extensión enorme. Por cierto Tony, que una funcionaria del gobierno diga algo, no implica que automáticamente debas cuestionarlo o negarlo, eso es un prejuicio, todo debe pensarse, analizarse primero.
VaqueroRF:
Reitero la idea de que no somos tan especiales como a veces pensamos, para bien y para mal.
Te sorprendería la cantidad de semejanzas entre República Dominicana y Cuba, a pesar de procesos políticos y sociedades aparentemente tan diferentes. Y no hablo precisamente de música o gastronomía. Hay muchas cosas que asemejan o diferencian a los países, que surgen del impacto de la estructura económica de la sociedad y el mundo. Malcolm X, cuando fue a Bandung, quedó impresionado por la similitud de las demandas de países de asia, áfrica, la región del medio oriente, latinoamérica, por la similitud de sus problemas y relaciones económicas, aunque unos fueran de izquierda, otros derecha, de diversas etnias y religiones. Pero todos eran países pobres y colonias.
Igualmente, las conductas de un alemán, austríaco, holandés, danés, noruego, finlandés, sueco, tienen elementos comunes. Hay mecanismos económicos, sociales, psicológicos, que van más allá de revoluciones, a no ser que pasen siglos y siglos. Hay cosas que el ser humano hoy, sigue haciendo en todas partes, sin importar el sistema político, casi de la misma forma. El sistema político influye, pero hay otras cosas primero que determinan.
La sociedad humana tiene más de 10000 años, y solamente el feudalismo duró desde el 500 hasta el 1400 según algunos historiadores. Dentro de ese feudalismo hubo también revueltas, cambios, comunas, pero existían formas de pensar muy impregnadas en las personas, que al final eran más duraderas que cambios superficiales. Aún hoy existen monarquías, con multimillonarios presupuestos, “reyes por la gracia de Dios”, a los que hay que pagar del bolsillo de los que trabajan en ese país. Eso, en lo político. En otros ámbitos, hay instintos, concepciones de familia, de moral, que siguen arrastrándose. Y en muchos casos, lo que se muestra como “apertura” no es más que el retorno a ciertas etapas históricas pasadas, como el imperio romano. Las personas no se maduran con carburo.
Colón llegó en 1492, Cuba existe como colonia española desde el 1500 y pico, ya en 1868 había un sentimiento y hábitos cubanos distinguibles de los peninsulares, en 1902 era república. La revolución comenzó en 1959, mejor decir en 1960, pues el primer año fue muy convulso. Estamos en el 2016. 56 años. La misma cantidad de tiempo que desde 1902 a 1959. La república socialista tiene la misma edad que la república capitalista en Cuba.
Ni aunque este fuese un proceso ideal, ni aunque todas las ideas proclamadas fueran perfectas, y los métodos los más efectivos, que nada de eso fue, puede cambiarse del todo a las personas, ni la forma en que hacen las cosas, NI SIQUIERA EN AQUELLOS QUE DICEN QUERERLA CAMBIAR, PUES ELLOS TAMBIÉN ARRASTRAN COSTUMBRES, CONCEPCIONES Y HÁBITOS. POR ESO HAY QUE RENOVARLOS A CADA RATO. No importa si el país es ultra-comunista o neoliberal, ateo o fundamentalista cristiano, hebreo o islámico, existen mecanismos, tendencias, hechos de economía o psicología social estadísticos, experimentados una y otra vez en la historia y el mundo.
Compadre como se hacen los análisis de tendencias? En base a datos recopilados, estimados anteriores, experiencia histórica, fórmulas de probabilidades, desglose de costos… No he mencionado ahí la ideología.
Por último igual que aquí se hizo una revolución, en méjico, yemen, japón y cualquier otro país, también se han hecho cambios y procesos sociales, y no creas que los discursos no tocan también temas similares.
VaqueroRF, la prensa oficial intenta mostrarte, que en todas partes es igual o peor, excepto cuando es un país amigo
Recuerdo un artículo sobre las mejoras del campesinado en Brasil, pero luego de la polémica por el uso de etanol, otro sobre la miseria del campesinado en Brasil que estaba hasta tremebundo, en Juventud Rebelde, y luego de acuerdos con Lula, sobre la mejora del campo en Brasil, y especialistas brasileños y españoles en la refinería ALFICSA de Cienfuegos, haciendo etanol de la caña de azúcar. El guajiro brasileño sigue siendo el mismo.
El etanol es el mismo. Los terratenientes son los mismos. Lo que cambió fue el discursito oficial.
Pero no pienses que es un rasgo único de Cuba. En Colombia en la etapa mala, hablaban de la violencia en méjico, como lo más terrible. En méjico, hablaban de la violencia en colombia. En Estados Unidos hablaban de la violencia en Colombia en la etapa mala, cuando diariamente en New York morían más personas por homicidio q en toda Colombia.
Increíble? A eso te llevan los medios, a una visión distorsionada. Tanto por sentimiento nacionalista, como por método de control social, los medios siempre hablarán con determinado cariz de las cosas. Lamentablemente.
Eduardo , amigo tu lo que estás frustado porque la jevita te dio de lado, tranquilo a mi me pasa ya constantemente, ya no ligamos como antes, tenemos más de 50 años….
Gracias a todos, en particular a Mabuya. Y gracias por mencionar Hacerse el sueco, cuyo guión coescribí con el llorado Daniel Díaz Torres.
E.
Eduardo escribe bien y suena sincero. Lástima que haya desarrollado semejante complejo de inferioridad. Puedo asegurar que ese no es un problema de la mayoría de los cubanos que, con todo y lo difícil de la situación, tienen motivos más que suficientes para estar orgullosos del lugar donde nacieron. Esos motivos, de hacer falta, podrían enumerarse en otra columna, pero sospecho que sería bastante más extensa que esta que comento…
El que diga que no hemos sido discriminados tiene graves problemas de memoria, quizás las generaciones mas jóvenes no lo sepan pero han olvidado cuando por ser cubanos, no podíamos entrar en los hoteles, no podíamos comprar en las tiendas de collares porque no los podíamos tener, no podíamos ir a Varadero, no podíamos tener relaciones con nuestros familiares en el extranjero, no podíamos ir a la iglesia, ni bautizarnos ni hacer la comunión, mucho menos casarnos por la iglesia y mas cosas pero para que gastar palabras si todos nos dejamos manejar, pero todo eso es descriminacion en todo el sentido de la palabra y no es complejo de inferioridad, lo vivimos todos
Conocí a Eduardo cuando comenzó a escribir en el Taller literario de Ciencia ficción “Oscar Hurtado”. Luego ha sido un buen escritor, guionista y buen ciudadano, un hombre útil. Creo que su propia obra, su propia vida ha demostrado que es una persona de valer. Si determinadas personas, hombres o mujeres, valoran a los demás por su nacionalidad, su dinero o cualquier atributo diferente a su valer social como persona, allá ellos. Ciertamente, muchas cosas andan muy mal en Cuba, hoy mismo. Eduardo menciona algunas, ni siquiera la más importantes, que sin duda, conoce. Eduardo no debería preocuparse por si un extranjero no entiende el asunto de la Wi Fi o los teléfonos móviles (yo no tengo, no me lo puedo pagar). Que el extranjero le pregunte eso al Presidente, a ETECSA o al Papa si quiere. Eduardo (ni yo) tenemos que acomplejarnos por eso. Por ser pobres, por ser mal pagados a pesar de ser profesionales útiles. Y mucho menos sentirnos tristes por ser cubanos. Eduardo sabe perfectamente y sé que lo siente en su mente y corazón, que como nacionalidad, pocas han existido en este planeta tan dignas y útiles a la humanidad. Que sean otros quienes se sientan inferiores si quieren; los egoístas, los cobardes, los de alma retorcida. Pero no Eduardo, un escritor, un hombre útil y valiente. Y no son solo la música, las comidas, el modo de hablar y los recuerdos son los que hacen la cubanidad. Mil veces más importante son los valores que perduran por generaciones (en ocasiones más que en otras), la Historia tremenda de esta nación, la solidaridad que nos caracteriza, el espíritu de pelea. Si uno vive aquí o en otra nación , tiene todo el derecho de sentirse orgulloso de ser cubano, si es que él, como individuo, lo merece moralmente. Y Eduardo, con su trabajo, ha demostrado merecerlo.
A Cuquita: Yo me bauticé a a los 5 y me casé por la Iglesia a los 20 años, en 1977, en plena época de “institucionalización” socialista. Y estudiando en “girón”. Ciertamente, ser religioso era una especie de estigma social, pero nadie te lo impedía. Le escribía a mi tía desde niña, cuando se fue por Camarioca. Toda mi familia mantuvimos relaciones con ella hasta su muerte. No era bien visto, pero nada lo impidió. Mi padre era empleado bancario y lo fue hasta su muerte. Yo soy médica, desde hace 35 años. Desde que tuve uso de razón, en pleno julio y Agosto, mi familia iba a los hoteles de Varadero; Internacional, Kawama, Du Pont, La Rosa. O al Mégano. Reservábamos en una oficina, en los bajos del Habana Libre. Yo iba con mi madre y mi hermano. De joven, en los 70 y 80, fui al Riviera, al Habana Libre, al Capri, a Mar Azul y con frecuencia, a Varadero. En los 80, bastaba ir allá y alquilar, pues , desde La Habana era más difícil. El viaje era muy fácil, desde la terminal de Omnibus. Solo en los 90 vino la maldita prohibición, felizmente eliminada, de negar la entrada a cubanos en hoteles. Soy cristiana y me repugna la mentira. Y nunca me dejé manipular como dice usted ahí.
Agobiante, sé de lo que hablas porque me he sentido mal por no llenar el requisito cuando un “caballero” me pregunta: juearyufronbeibi??”
Mire Eduardo yo pero esto ha estado genial a mi me pasa con frecuencia lo de su anécdota una vez en obispo una mujer me agarro por el brazo y cuando le hable fue que se dio cuenta que era cubano y me soltó con un disculpa a medias, en el morro me intentaron cobrar dos dólares por la entrada en una feria del libro, yo mido 6 pies soy blanco y panzón como parece que son todos los extranjeros en la mente de estos elementos pero es que hasta tenía el pelo largo en la universidad y una vez estando en la punta tenía el pelo suelto y un viejo se me acerca me extiende la mano y me pregunta de dónde viene el amigo yo respondo al gesto estrechando la suya por reflejo y cuando le digo que de aquí se echa para atrás y abre los brazos y me dice ´´ah!! Entonces pa que…. Y no pude entender nada mas pues se viro y se fue refunfuñando como si o fuera culpable de que él me tomara por Yuma como si el oportunista fuera yo fue una experiencia frustrante: así que yo era el malo por parecer Yuma sin serlo. Su reflexión es justa y muy actual yo le diría que la cuestión es que la realidad es tozuda y se termina por imponer a la retorica y aquí nos han impuesto un modelo de cubania que nada tiene de real una cubania basada en una ideología ultranacionalista, patriotera y chovinista con una exaltación casi mística por los ´´héroes´´ los reales y los elevados al altar por la dinámica del vencedor y el vencido. Yo no quiero ese concepto excluyente y vacio de patria yo quiero el de quien vive en su tierra y le gusta como en ella se vive el de la mezcla única e irrepetible de costumbres y circunstancias no en férreos modelos inamovibles.
Comenta Eduardo, en On Cuba:
¡pst, pst! Me volví. Era la muchacha. Con una voz artificialmente dulce, y un tanto sofocada porque soy de caminar rápido, preguntó de dónde yo era. De aquí, dije, y en ese momento… dejé de existir. Perdió todo interés … No quiso saber si atesoro un alma espléndida o soy un tipo genial, si crío perros o pertenezco a una ONG que ayuda a esquimales pobres a sobrellevar el cambio climático. Durante un par de segundos sentí vergüenza por no poner de mi parte, por carecer de una ciudadanía interesante.
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Ja, Ja, Ja. Eduardo, para tu consuelo, a mi que soy yuma Je Je, me pasa algo parecido. Hace poco, le comentaba a una chica de igual profesion que la de tu anecdota, que ella era una “Material Girl” pues queria que le comprara un relojito de Amazon, para hacer ejercicios que costaba, el mas barato, 300 dolares.
“Eso para mi – dijo, ante mis quejidos – no es dinero”
De nuevo. Para tu consuelo, aunque le dije a una joven peridista cubana que ultimamente sufir de una mala racha, lo cierto es que las chicas jivenes y bellas (Je Je Je, De las viejas y feas no me ocupo.
No me interesa saber si atesoran un alma espléndida o son mujeres geniales, si crían perros o se preocupan del cambio climático) Repito, las chicas jivenes y bellas solo me prestan atencion si me pongo con , al menos, $270.00 (Cash o Carta de Credito).
Interesante y episódico artículo pero los comentarios de Mabuya me gustaron más
Eduardo sigue en Cuba perdiendo el tiempo que se te va a ir la vida escribiendo croniquitas y en Punto Cero van a seguir viviendo la dulce vida y el pueblo jamandose su cable de titanio correspondiente, suerte
Triste realidad a mi me confundían con extranjera pero cuando aquello me pedían dólares.Yo les decía: Oye chico soy de Guanabacoa y ma freian un huevo pshrrsss y me daban la espalda. Triste. Eso me pasaba mucho en la Rampa, yo trabajaba por allí
Gracias Eduardo por algo tan fuera de serie (como casi todo lo que he leído y visto tuyo). Tristemente hay varios comentarios sobre complejo de inferioridad, vergüenza por ser cubano y cuatro sandeces más, olvidando el verdadero tema central del artículo “El cubano en Cuba no vale nada”. Lamentablemente a esto no se ha llegado de golpe, no, es un proceso que ha tomado muchos años, más de los que parece. Como decía Cuquita 31 agosto, 2016 un montón de años con un Apartheit funcional (esto, eso, aquello y lo otro solo para los extranjeros), después la despenalización del dollar y pobre del que no lo tenga, con todo y que sea vanguardia nacional, recordista en trabajos voluntarios, cederista ejemplar, profesional de altísimo nivel y sobre todo persona muy educada. Todas estas cualidades dejaron de importar después del 26 de julio de 1993 (o del 13 de agosto del mismo año, para ser más exactos). Conclusión: a ti la muchacha te borra de la lista en cuanto se da cuenta que te confundió con un yuma y a mí que, cuando más, parezco un africano de los que estudiaron en la Isla de La Juventud y que no regresó a su país, esa misma muchacha ni me mira; como tampoco lo hacen las que atraen comenzales para paladares en el Boulevard de Obispo; y como tampoco me abren la puerta los porteros de hoteles, tiendas, restaurantes, agencias de viajes y un montón de lugares más con porteros; todo por una simple razón, soy evidentetemente un cubano sin dinero. Ese es el tema discriminación entre cubanos. Ya no la discriminación de los de arriba hacia los de abajo, sino la discriminación entre los de abajo (divide y vencerás). Entonces José M. Bajuelo, 30 agosto, 2016, me parece que quién tiene problemas, y graves, con la escala de valores es usted. Debías sentirte muy avergonzado por todo lo que te han hecho soportar y aceptar a base de muchas mentiras muy repetidas hasta que te las creiste. Hasta te han hecho creer que eres una persona digna. Ese sentimiento de vergüenza que expresa Eduardo se hace más fuerte cuando pones un pie en el extranjero y te enteras de que muchos ciudadanos de a pie de muchos países (que incluso han hecho turismo en Cuba) tienen un concepto del cubano del que no puedes estar orgulloso y no tienes argumento para refutarlo objetivamente (porque lo de la salud y la educación gratuita… unos no lo entienden y otros no le encuentran sentido). Entonces te das cuenta de que eres digno, sí, pero de lástima.
José M. Bajuelo, 30 agosto, 2016, si por lo que escribió Eduardo pudiste inferir su condición humana y su escala de valores, por favor, infiere las mías también a ver si me doy cuenta de cuán jodido que estoy: hace unos días en el CADECA del centro de Las Tunas fui a extraer dinero de mi tarjeta de salario. Delante de mí un extranjero (todos los rasgos de extranjero bien notables) fue atendido por todo el personal del CADECA al unísono, había que ver aquello, uno le traducía,la otra le pasaba la tarjeta por el POS, otro le organizaba los billetes, otro le hacía un chiste, la mar de atenciones. Cuando me tocó mi turno, la cajera miró mi tarjeta y dijo: “Está vencida. El próximo!” En vano traté de explicarle que aun cuando la fecha escrita en la tarjeta había caducado, BANDEC había extendido su vida útil por dificultades para producir nuevas tarjetas. En vano le rogué que la pasara por el POS para que se diera cuenta de que funcionaba o para darme cuenta yo de que no funcionaba, en vano solicité ser atendido por el administrador (el mismo que le traducía al “yuma”), en vano, en vano, en vano. Casí terminé sacado a la fuerza por el custodio (el mismo que minutos antes estuvo a punto de sacar cargado y dándole besos al yuma que me antecedió). Cuando salí del CADECA, sin un peso y sintiéndome como Sir José Romualdo el caballero de la triste figura, vi mi imagen en uno de los cristales de la fachada y le encontré una posible explicación al problema, llevaba puesta mi gorra de los Industriales. Ahí fue cuando me asaltaron un montón de sentimientos de pena, vergüenza, rabia, desprecio etc, no por mí (ahí difiero de Eduardo) sino por los tuneros aunque, es justo decirlo, una hora de cola después (y con la gorra en la mochila, por si las moscas), fui atendido muy amablemente en el Banco (a escasas cuadras del CADECA) y pude extraer el dinero, sin objeción ninguna. No todo está perdido. Dime José M. Bajuelo ¿qué tal mi condición humana y mi escala de valores?
Demasiado sentimental el autor. Una prostituta busca tipos con dinero, en Cuba, en Jamaica o en Suecia. simplemente. Por qué rayos acomplejarse por eso? Dado su trabajo, el autor posiblemente tenga algún dinerito, sin exagerar. Y un turista a veces no tiene un kilo. Y hay cubanos con un camión de dinero. Así que señor escritor, no se acompleje. Si la puta es una seso – hueca, como la mayoría, no te lo cojas pa tí. Hay una pila de cubanos con dinero por ahí, allá ella si anda cazando extranjeros que a lo mejor son unos pasmaos o peor, tacaños o maricones.
Lo que le pasa a del Llano, sus reflexiones, la anécdota, es lo mismo que pasa en cualquier país pobre, sobre todo, de América Latina. Incluso de aquellos que tienen más recursos , industria y dinero que Cuba, como Colombia, Perú o Chile. La realidad cubana es muy dura, es verdad. Pregunte usted en Cali, en Lima, en santiago de Chile. Y podrían decirle “no es fácil”. Del Llano, como casi todos los cubanos, padece del mal de creerse que esta isla es el ombligo del mundo y lo que pasa aqui es único. La sazón, el color y el sabor es diferente en cada pais, pero la mierda, es la misma !!!
Si determinado grupo de cubanos, pocos o muchos, discriminan a otros cubanos por serlo, o por ser pobres, negros o llevar una gorra de industriales, si una puta solo busca extranjeros, si la pobreza del pais, los disparates del gobierno o lo que sea causa que pocos o muchos cubanos discriminen a otros cubanos, habemos aqui los cubanos necesarios y suficientes para valorar a las personas por lo que son y no por nacionalidad, apariencia o dinero que tengan.
Puede haber gobiernos buenos, pésimos y hasta criminales, sobran ejemplos, pero la actitud personal ante la vida de cada cual es elección y responsabilidad propia. Ni hay razón en culpar al gobierno en la miseria espiritual de quien sea un miserable de espíritu, ni hay razón para sentirse inferior por haber nacido en cualquier rincón del planeta, sea Cuba, Israel, la Alemania nazi, la China de Mao, la URSS de Stalin o los USA de Bush y Nixon.
Ciertamente, la politica cubana, sobre todo en los ultimos 20 y tantos años, ha privilegiado a los extranjeros sobre los nacionales. Algo de eso ya va cambiando.
El asunto radica en que si el autor quiere criticar esta política, no solo tiene el derecho (y el deber moral, como intelectual) de hacerlo, pero nada justifica su cobarde sentimiento de inferioridad culpando al gobierno.
Porque como dijo Maceo, “los derechos no se mendigan, se conquistan con el filo del machete”. Y aunque en este caso no hay que darle machetazos a nadie, porque le duela a quien le duela en este pais se ha hecho y aún se hace más que en cualquier otro de América por mucha gente, eso NO NIEGA, ni es excusa para no denunciar los disparates, los abusos de poder, las políticas erróneas y la corrupción de una casta de aprovechados enquistados en altas posiciones y el derecho de cadda cubano de expresar lo que piensa y denunciar lo que considere dañino a su patria, equivocado o no.
Nada de esto justiifica que alguien pueda sentirse inferior por ser cubano, señor del Llano !1!
Bueno, yo creo que el autor tiene razón en sentirse molesto con el trato discriminatorio que unos cubanos dan a otros cubanos. Y hay que ser justos: el gobierno tiene mucha responsabilidad en esto, al haber privilegiado a los extranjeros sobre los cubanos, sobre todo, desde el 90 y pico y aun hoy, aunque ya de nuevo podemos entrar a los hoteles, como fue siempre. Tiene razón la doctora Ana Rosa más abajo, desde el triunfo de la Revolución y hasta los 90 cualquier cubano, con su salario, podia entrar a los hoteles y restaurantes. Pero en cambio, estaban las diplotiendas y otros inventos SOLO para extranjeros. O sea, desde bastante tiempo atras el gobierno dio privilegios a los extranjeros; conexiones a TV por cable o satelite, tiendas especiales, incluso algunos centros turisticos ya desde los 80 eran solo para extranjeros. Aunque es cierto que justo en esa epoca, se podia vivir decentemente en Cuba, sin ser ricos, pero comer, vestirse y recrearse. Lo que sí creo que es cierto es que nada justifica la actitud personal de la gente. Aunque el gobierno haya privilegiado a los extranjeros, si uno tiene verguienza trata a los demas por sus valores humanos, como persona. Creo que ese es el error del articulo, del autor. Debio criticar la politica del gobierno de privilegiar a los extranjeros. Debio incluso tambien criticar a los “miserables”, como dijo alguien en los cometarios, que discriminan a otros cubanos. Eso como dicen ahi, es una elección personal, el gobierno no piensa por tí. Pero el autor no tenia por qué sentirse inferior por ser cubano. Creo que ese es el error del articulo. Yo personalmente, que he visto obras de este autor, no creo que sea un tipo que se sienta realmente inferior por ser cubano, sino que empleó esto como un recurso en el articulo. Solo que le salió mal, hay cosas que no deben hacerse. Ni en literatura, ni en periodismo, nie n poliitica, ni en cívica ni en lo moral. Pero el autor es un hombre digno, aunque haya metido la pata esta vez. Muchos trabajos suyos lo confirman , señores
Todo eso está muy bien Reynaldo, por mucho que he sentido en mi país la discriminación por ser negro y por ser cubano (porque las dos cosas han estado ahí siempre, a veces con mayor y a veces con menor intensidad, pero siempre ahí), he tratado y hasta logrado estar por encima de eso, ni una cosa ni la otra me ha hecho sentirme inferior o, mejor dicho, comportarme como inferior aunque por dentro realmente me sienta pegado al piso. He tratado de sobresalir personal, profesional y socialmente. Me ha costado mucho trabajo pero no te imaginas la satisfacción que siento cuando alguien expresa con palabras o gestos algo así como “cómo es posible que este negrito de m… se más esto, aquello y lo otro que yo”. Ah, y lo más importante, que en el extranjero (desde que pongo los pies en el avión) me traten como una persona normal, independientemente de la apariencia tercermundista que tengo y que mis colegas foráneos reconozcan mis capacidades y cualidades. Ahora bien, con todo y eso, no dejo de considerar muy positivo que Eduardo haya escrito un artículo como este y que manifieste (sea real o imaginario) haberse sentido como el Caballero del Miembro Encogido (no de la triste figura como escribí anteriormente). Esto, debió ahber llamado a una mejor reflexión de parte nuestra y no a tantas apologías que se han escrito porque este tipo de situaciones empeoran y un día ni nos acordamos de dónde salieron, Son algo así como la mása cárnica a granel despachada en jabitas de a peso, que ya nadie se acurda que empezó por la lata de spam con etiqueta provisional.
mabuya, la diferencia principal que hay entre todos los países del mundo y Cuba es que en todos los países del mundo existen secretos, pero en Cuba prácticamente TODO es secreto. Los ejemplos que usted menciona no son tan comunes como usted piensa. Le garantizo que aquí en España ningún militar independientemente de su rango, por mucha información sensible que sepa o por mucha OTAN a que pertenezcan tendrían el mas mínimo problema en compartir con cualquier pariente que venga de Argentina o de donde sea. Mucho menos tener que “informar” o pedir ningún tipo de “permiso”. En Cuba la mayor parte de la Contabilidad Publica es considerada “secreto de Estado”, aunque esta información sea la mas importante que disponen los ciudadano de cualquier país para poder valorar la gestión sus gobiernos. En Cuba el ciudadano no se entera de nada. Por no saber no saben ni cuanto le cobro el gobierno a un simple Desfile de Moda. A que viene tanto secretismo. ¿Cual es el misterio? Usted misma se contesta con el titulo de la película; “Paranoia”, pero es que también en “todos los países del mundo” eso tampoco es nada normal, mas bien se considera una patología mental. Mire es mas, no es que lo diga yo, hasta el propio presidente Raul Castro ha criticado tanto secretismo en la sociedad. Sobre todo en la Prensa. Le aconsejo no estar viajando tanto en autobuses “especiales”, porque entonce si que de verdad la van a considerar extranjera en su propio país.
Cuando mi hijo era pequeño lo lleve a un programa de padres e hijos para aprender a nadar. Entre las cosas que tenia que hacer una era soltarse de mi cuello, meter la cabeza en el agua y darle a las manos y los pies hasta la orilla de la piscina que estaba a solo 2 metros. Se me agarraba al cuello llorando y me decía; ” ¡Papi Papi! ¡Un Secreto! ¡Un Secreto! ¿Cree usted que lo que tenia que decirme fuera TAN IMPORTANTE?
el autor debio reflexionar acorde a la realidad : que iba a buscar esa joven en un comedor de picadillo de soya y masa carnica ?? compartir la miseria ?? Vamos ,autor,sea adulto …..deje la poesia,la vida es dura !!
Me gustaría leer un articulo titulado; “El primero de la Fila” . No el de una mujer que la puedan tildar de prostituta, si no el de la mujer en general hoy en Cuba. También hay que oír el punto de vista femenino sobre este tema.
Que porquería está hablando el señor José Darío ? de que demonios de comedor está hablando? Para comer en Cuba hay que ser una prostituta? Quien rayos le da el derecho de insultar a todas las cubanas, caballero? . Tengo 35 años, por mi propio esfuerzo, desde los 24 he ido levantando mi negocio, de una cafetería que funcionaba en un pedazo de la sala de mi caso en San Nicolás a un retaurante y un apartamento para Alquilar en el Vedado. La que quiera ser prostituta es su elección, pero nadie tiene derecho a insultar a todas las mujeres que nos ganamos la vida con nuestro trabajo, con muchísimo esfuerzo, para no rogarles unos cochinos dólares a un tipejo como el señor José Darío o cualquier hombre que no sea el que yo escoja porque me guste y no para que me de de comer como a una perra. Mídase, señor miserable.
Estoy de acuerdo con el que pide un articulo titulado; “El primero de la Fila” . Porque sin duda, hoy en dia ser El Primero de la Fila depende de cuanto dinero tengas, por varios métodos posibles, de manera general:
1)Eres familiar de gente del gobierno, altos dirigentes, etc.
2)Porque te lo mandan tus hijos o cualquier familia que vive afuera
3)Porque tienes un buen negocio particular, eres artista famoso, buen artesano o tienes tierras propias.
4)Porque eres un ladrón o ladrona, prostituta o intermediario.
Si no “aplicas” a estos requisitos, si eres maestro, cientifico, trabajador “del sector presupuestado” o de la mayoria del sector productivo, pues “dale pa atras”, para el final de la fila.
En los ultimos tiempos algunos “escapan” con ciertos empleos estatales, en Mariel, empresas mixtas , algunas fabricas y eso, pero con todo, no ganan mucho. A eso se resume el asunto “de la fila” en Cuba.
No muy diferente a otros paises , la verdad. He visitado dos o tres y puedo atestiguar que hay super ricos, super pobres y una mayoria de gente “luchando”, muchos de ellos con trabajos mal pagados, donde abusan de ellos, que no pueden pagar estudios a sus hijos, mala atencion sanitaria y todo eso.
Cuba va por ese camino, si seguimos como vamos. Así que , ya no me interesa tanto que escriban el articulo ese. Como mujer no tengo nada en contra de las prostitutas. Si quieren vender su cuerpo, allá ellas.
Pero pienso que en este pais TODAVIA no hay real necesidad de eso. Quien lo haga, bueno, es su derecho, mucha gente escoge “la via mas facil”, que vaya, no es nada facil, dispararse un viejo extranjero que a uno no le gusta por “unos cochinos dolares”, como escribe una indignada cuentapropista alli abajo, le zumba el mango. Yo no soy capaz de eso, la verdad.
Todavia aqui hay modos de echar para alante, sobre todo si uno es luchador y alguien te tira una ayudita, para hacer tu negocio, conseguir un buen empleo (particular o uno de esos codiciados puestos estatales que dan algun dinero). Vaya, no tiene sentido lo que pide el de allí abajo, de hablar de “la mujer en general”.
No hay generalidad entre las muejers cubanas, Ni de ninguna parte.
Esos tiempos pasaron. La sociedad cubana ya es como la de cualquier pais del mundo, con estratos: unos tienen muchos, otros tienen algo y otros no tienen nada. Sean hombres o mujeres.
Cierto que por ahora, todavia no hay diferencias tan marcadas como en otros paises, pero por ahi vamos.
En cuanto al articulo de Eduardo del Llano, la verdad, no me gusta. Este autor la mayoria de las veces se queda a medias, vaya, es como acostarse con un tipo que la deja a una “en eso” en el momento en que la cosa parece ponerse buena, bien porque tuvo eyaculación precoz o porque perdió la erección…..
Yo lo que se que en Cuba lp que es tremenda hambre y esa muchacha es verdad que debe estar cansada de masa carnica y picadillo de soya.
Dale tú, burro, a comer yerba, que no tienes cerebro para más nada
“hoy en dia ser El Primero de la Fila depende de cuanto dinero tengas, por varios métodos posibles, de manera general”
Bueno, eso es una respuesta que generaliza Roxana, aunque tu no te incluyas entre ellas, estas diciendo sin decirlo explicitamente que la mayoría de las mujeres cubanas prefieren en primer lugar al hombre con dinero no importa la forma que lo adquirieron. ¿No? Ademas, parece que dices también que por muy mala que este la situación económica en Cuba, no hay necesidad que las mujeres se prostituyan y aquí por prostitución no me refiero solo a la prostituta de oficio, sino a aquellas que anteponen el dinero al amor a la hora de escoger una pareja. De tu comentario lo único que aportaría es que en mi experiencia en la vida y me baso no en dos o tres países sino en muchos mas en los tres continentes que he conocido, es que la prostitución no es únicamente un producto de la miseria económica. No necesariamente es así en la mayoría de los casos. Hay países ricos donde proporcionalmente la prostitución es mayor que en países de Africa Sub-Sahariana donde hay mucha pobreza. También diría que en los países donde hay una clase media amplia, es decir, donde la mayoría de la población esta satisfecha con su nivel de vida, esto de poner el dinero por arriba del amor tiene unos niveles muy bajos. Gracias por tu opinión.