ES / EN
- mayo 15, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Opinión Columnas Ni frío Nicanor

Nostalgia del scratch

por
  • Eduardo del Llano
    Eduardo del Llano
septiembre 6, 2016
en Ni frío Nicanor
11

Me hice melómano a los once años, allá por 1973; la primera canción que me sacudió fue Anna, de los Beatles (en realidad, de Arthur Alexander) que escuché en el programa Nocturno. A partir de ahí le confisqué a mi padre una grabadora mono, de periodista, que tenía por razones de trabajo, y un par de cassettes y empecé a grabar cosas de la radio. A grabar al aire, lo que significa que junto al sonido que brotaba de mi viejo VEF entraban a la cinta los ruidos ambientales y las sempiternas discusiones de los vecinos.

A la sazón yo estudiaba en la Lenin. El padre de una condiscípula –la escritora Mylene Fernández– era un alto directivo de la EGREM; fue en una fiesta en su casa que descubrí el estéreo. Sonaba Hotel California, de los Eagles, empezó una guitarra a mi izquierda… y de pronto otra a la derecha. Coño, estoy dentro de la banda, pensé, estupefacto: la belleza del sonido cayó sobre mí como un rayo o una epifanía. No sé nada de música y soy atrozmente desafinado, pero una canción hermosa me pone lacrimógeno como –no me avergüenza decirlo– la famosa escena de Oh, captain, my captain en Dead poets society o el reencuentro del vagabundo y la chica en City Lights.

Por entonces, alguien comentaba en mis inmediaciones un socio que vive en Guanabacoa tiene el último disco de Led Zeppelin en placa, y allá íbamos mis amigos y yo, previo arreglo con el afortunado, a grabar del acetato a un cassette, rezando porque no estuviera rayado, a veces con dos grabadoras en línea. Y el resultado, lo juro, se oía bien. Por lo menos eso creíamos, pues no conocíamos nada mejor.

Mi padre me trajo de un viaje a la antigua Yugoslavia un puñado de placas, y en primer año de la Universidad descubrí a un tipo que vivía por Puentes Grandes cuyo negocio era localizar y vender el vinilo que le pidieras. De entonces conservo, por ejemplo, un Dark side of the moon original. Acrecenté mi colección de LPs y cassettes durante los 80… y entonces, en los primeros años de la nueva década, llegó el sonido digital, y hubo que conseguirlo todo de nuevo. En esa época empecé a viajar al extranjero por asuntos de cine, y mi familia fruncía el ceño al ver que me gastaba más de la mitad del dinero en libros y CDs.

Cuento todo esto, y los de mi generación entenderán, porque encabrona un poco ver con qué facilidad es posible copiar ahora toda la discografía de Led Zeppelin en un par de segundos. (O todos sus videos; téngase en cuenta que durante nuestra juventud nunca vimos de esa y otras bandas más allá de un par de fotos, en el mejor de los casos). No tengo nada contra la tecnología en sí misma, pero algo en mí se rebela contra la agonía de los soportes tradicionales, no sólo por pura nostalgia, sino porque existía una relación evidente entre aquellos formatos y el concepto artístico que en ellos se asentaba.

Con harta frecuencia los jóvenes no entienden el CD, para no mencionar un vinilo: no ven la necesidad de comprarlo, de poseerlo, siquiera de quemarlo, cuando pueden descargar, copiar y acomodar en listas de reproducción las canciones que prefieren. Hasta cierto punto, que eso ocurra en Cuba es comprensible: como queda dicho, nunca tuvimos acá la posibilidad de comprar LPs o CDs de bandas norteamericanas o europeas en las tiendas. Nunca hubo en La Habana FNAC o Tower Records. La piratería es, no sólo normal, sino legal: existe la licencia para vender discos quemados, es raro caminar dos cuadras sin ver esos característicos mosaicos en los portales. Por cada coleccionista que compra un disco, aparecen diez socios o familiares que lo copian gratis.

Ahora bien, el artista compone un grupo de temas y los dispone en un orden específico buscando determinado efecto emocional en el oyente; incluye en el fonograma esas piezas y no otras pues se corresponden al concepto o la etapa de su vida que deseó reflejar en ese álbum concreto. Y el diseñador concibió la portada y los espacios interiores en estrecha relación con el sentimiento y las ideas que emanan de la música. De la misma manera, un realizador concibe su película para ser vista de una sentada y en la sala oscura, no en una copia en baja resolución en el ordenador, interrumpiendo la reproducción a cada rato para retomarla luego. Ignorando todo eso y escuchando canciones en un Ipod o leyendo libros en un Ebook o viendo películas para borrarlas enseguida se democratiza y abarata el acceso al arte, pero también se da un paso más hacia la definitiva conversión de la obra en mercancía efímera para usar y tirar.

Uno atesoraba un LP, lo miraba, lo escuchaba, lo analizaba. Era un objeto físico, algo que acusaba el paso del tiempo como un ser vivo, con una superficie mucho más agradecida que la del CD en términos de diseño: eso se nota en las reediciones en CD de viejos vinilos, cuando la imagen familiar se reduce a las dimensiones de una tarjeta postal. Uno estaba pendiente del próximo álbum del artista. Ahora la música son impersonales pedacitos de información que se arrastran a una lista. Es, desde luego, más cómodo. Pero algo está muriendo ahí. Tengo la fortuna de ser lo bastante viejo para extrañarlo.

Y, desde luego, conservo todos mis discos.

Noticia anterior

Niños en las pantallas

Siguiente noticia

Impeachment en Brasil, Cuba y el Programa Mais Médicos

Eduardo del Llano

Eduardo del Llano

Eduardo del Llano Rodríguez (Moscú, 1962) Licenciado en Historia del Arte. Escritor, guionista, realizador. Como cineasta ha realizado, entre otros, quince cortometrajes con su personaje Nicanor O´Donnell, y los largometrajes Vinci (2011) y Omega 3 (2014). Como escritor tiene publicados una veintena de títulos en Cuba y el extranjero; los más recientes son Omega 3 (Letras Cubanas, 2016), La calle de la comedia (Guantanamera, Sevilla, 2017) y El enemigo (Letras Cubanas, 2019).

Artículos Relacionados

Facundo Correcto. Foto: @riendoencuba/Twitter.
Ni frío Nicanor

Los santos dirigentes

por eduardodelllano
agosto 13, 2019
28

...

Ilustración: Zardoya.
Ni frío Nicanor

Las leyes de Murphy

por Eduardo del Llano
junio 27, 2017
29

...

Godzilla (2014).
Ni frío Nicanor

Los monstruos y la corrección política

por Eduardo del Llano
junio 20, 2017
3

...

Ni frío Nicanor

El año 2000

por Eduardo del Llano
junio 13, 2017
0

...

Foto: Kaloian.
Ni frío Nicanor

Vindicación de Pepe Grillo

por Eduardo del Llano
junio 6, 2017
7

...

Ver Más
Siguiente noticia
Foto: EFE.

Impeachment en Brasil, Cuba y el Programa Mais Médicos

Maqueta de Parawifi. Paseo flotante de la Avenida del Puerto, La Habana Vieja.

Parawifi: conectarse y estar cómodo

Comentarios 11

  1. Javier says:
    Hace 9 años

    Coincido con ud: claro que es imposible negar la tecnología y quizás ganamos mucho más de lo que perdimos en esa aparición de los formatos digitales y las nuevas tecnologías, pero con ese vertiginoso desarrollo tecnológico el arte ha tendido más a ser más un mero hecho comercial y no una fuente inagotable de enriquecimiento espiritual. En el caso de los discos de vinilo, aunque soy nacido en los ochenta, entré en contacto desde muy pequeño con ellos. Algunos constituían joyas de la música nacional y extranjera, y al tenerlo en mis manos es cierto, se establecía una relación diferente, se valoraban más y se advertía en muchos casos un cuidadoso diseño, una estética que redondeaba el producto final. Se querían como ese gran libro que nos marca, que nunca abandonamos y siempre volvemos a retomar en el transcurso del tiempo. Me vienen al recuerdo aquellos discos de acetato de grandes éxitos de Los Beatles (4 LPs, con un diseño espectacular), que llegaron a mí casi por accidente en la más temprana etapa de mi adolescencia, y al influir tanto en mis gustos y en el afán de apreciar y buscar arte de calidad similar, creo marcaron mi vida para siempre.

    Responder
  2. Félix says:
    Hace 9 años

    Solo quiero mencionar las decadas 60-70 con las placas que se grababan en el edificio del Pabellón Cuba por 15 pesos, que eran las grandes animadoras de las fiestecitas de quince con toda la música del momento. Eso hizo historia.

    Responder
  3. Dago says:
    Hace 9 años

    En nuestro caso (Cuba) siempre hemos estado al alcance de la ” pseudo tecnología ” , cuando ya teníamos un tocadiscos de mala muerte ( que nos sonaba genial por no tener puntos de referencia ) y algunos LP´s de uso o ya pasados, pués ahí entraba el cassette y luego de romperse el alma por una grabadora medianamente decente..Pués aparece el CD , y así con todo . Ahora que ya medianamente (!!??) estamos a la par del mundo (ipod, mp3, pc ,celulares ) para escuchar música pués se anuncia el regreso del Lp de vinilo con su consecuente tecnología de escucha detrás .Hay quien es fanático a “oir “música , otros a ” escucharla ” ,otros a ” vivirla ” y la mente humana es el mejor reproductor de recuerdos ,músicas, imágenes y sabores. Creo que la mejor solución sería tener un buen amplificador, buenos bafles y a conectar todo lo que venga por la via que sea ,pero ya eso es otra historia .

    Responder
  4. Marcel Lueiro says:
    Hace 9 años

    Buenísimo… Soy completamente fetichista con los discos, y por ahí conozco a unos cuantos extraterrestres que son capaces (como en los setenta, como en los noventa) de recorrer la Habana a pie o bicicleta solo por el placer de tener (o grabar) un disco. Gracias

    Responder
  5. Gabriel says:
    Hace 9 años

    El autor está descubriendo el agua tibia, al parecer en la época que estudió Historia del Arte no se incluía en la asignatura Teoría de la Cultura I la lectura del ensayo “La obra de arte en la época de su reproductividad ténica” de Walter Benjamin. Al interesado en tener una visión menos pesimista de este y otros fenómenos musicales de la actualidad, les invito a leerse los ensayos de Vangel Nonevski, traducidos por Desiderio Navarro y publicados en Criterios

    Responder
  6. Isidro says:
    Hace 9 años

    Eduardo, eso de que el artista “dispone” es cuando menos discutible. Creo buena parte del resultado final de la obra deberá acreditarse al productor. Ahí está el papel de George Martin con los chicos de Liverpool. Por sólo citar un caso.

    Responder
  7. Eduardo del Llano says:
    Hace 9 años

    Gabriel, estoy dando una visión personal de un fenómeno que no he pretendido descubrir. La idea es suscitar comentarios sobre el tema, hacer que la gente se detenga a pensar en eso. Por otro lado, la tecnología ha avanzado tanto desde que yo estudié Historia del Arte acá como desde la Antiguedad hasta que matriculé en la carrera.
    E.

    Responder
  8. Gabriel says:
    Hace 9 años

    Eduardo disculpe mi tono irónico y arrogante, empecé a apreciar la música con discman y reproductores mp3 pero igual que usted, atesoro las pocas copias originales (Vinilo o CD) que he podido conseguir de mis discos y canciones favoritas, desde el Something/Come Together de Los Beatles hasta el Nevermind de Nirvana. Mis respetos para usted y su obra

    Responder
  9. Rey says:
    Hace 9 años

    Soy de la generación del autor. Sé de lo que habla, me ha movido muchos recuerdos, de infancia y juventud. Igual que él, prefería y prefiero el rock. Así como muchísima música de tantos buenos autores cubanos.
    Coincido con sus criterios y agradezco el artículo

    Responder
  10. Raul says:
    Hace 9 años

    Conservo todos mis LP de vinilo y los casettes aunque nadie comparta esa afición en mi familia. Enhorabuena su post Eduardo.
    Se que es muy difícil lograrlo, pero que fabuloso seria llevar su libro ” Bonsai ” al cine.

    Responder
  11. eduardo del llano says:
    Hace 9 años

    Raúl, eso mismo pensamos Luis Alberto García y yo. Pero, como comprenderás, sería una película cara. Tendríamos que tener un coproductor solvente o asaltar un banco. O las dos cosas.
    Igual algún día…
    E.

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Foto: Kaloian.

    Turismo cubano: más que el honor en juego

    122 compartido
    Comparte 49 Tweet 31
  • La odisea del gas licuado en Cuba: comercialización en Villa Clara y Sancti Spíritus, pero escasez en otras provincias

    74 compartido
    Comparte 30 Tweet 19
  • Tribuna Antimperialista de La Habana se alquila para eventos, ¿o no?

    188 compartido
    Comparte 75 Tweet 47
  • El sector privado cubano no se ha debilitado, al contrario

    421 compartido
    Comparte 168 Tweet 105
  • ¿Quién podría ser el próximo presidente de Cuba?

    500 compartido
    Comparte 200 Tweet 125

Más comentado

  • ¿Quién podría ser el próximo presidente de Cuba?

    500 compartido
    Comparte 200 Tweet 125
  • 8 preguntas a Rodrigo García

    18 compartido
    Comparte 7 Tweet 5
  • El sector privado cubano no se ha debilitado, al contrario

    421 compartido
    Comparte 168 Tweet 105
  • Otro comercio en dólares: inauguran tienda mayorista para el sector empresarial en Cuba

    736 compartido
    Comparte 294 Tweet 184
  • El Palacio de los comerciantes 

    60 compartido
    Comparte 24 Tweet 15

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}