Para 1994, Garri Kasparov ya había escupido aquella frase contundente: “El ganador del torneo de Linares es el monarca no oficial del ajedrez”. Probablemente, aquel año se sintió arrepentido de tamaña afirmación.
Y digo esto porque la edición número 12 del certamen español fue tejida de una punta a la otra por las agujas de Anatoli Karpov, el enemigo acérrimo del Ogro, su probada contrapartida en el deporte y todo lo demás. Eso, nadie lo dude, debe haberle dolido muchísimo a Kasparov.
Sobre todo debido a que Karpov no se limitó a imponerse, sino que lo logró con asombroso margen de 2,5 puntos sobre el segundo puesto (irónicamente, compartido por el propio azerí y Alexei Shirov). ¡Once puntos de trece! sumó Tolia, a contrapelo de la hasta entonces inédita categoría XVII del evento.
Pocas veces alguien ha dominado tan a su antojo en un super torneo. Para colmo, se trató de una lid más que esperada, pues representó la primera ocasión en que ambos campeones del orbe –el de la Federación Internacional y el de la joven Asociación de Ajedrecistas Profesionales- se juntaban en un mismo escenario…
Titular de la FIDE tras vencer al holandés Jan Timman, Karpov llegó a Linares con el cartelito de “rey devaluado”. Mientras tanto, Kasparov lo hizo como dueño y señor de la insurgente PCA, que lo vio coronarse mediante un triunfo cómodo sobre el inglés Nigel Short.
Precisamente Short fue el único jugador extraclase que se ausentó a la cita del afamado hotel Aníbal en el 94. Toneladas de morbo se movían en torno a las mesas, especialmente aquellas en las que se sentaban las dos K.
Los monstruos no tardaron en dar fe de sus fuerzas: Kasparov comenzó con cinco puntos de seis; su contrario, con una inverosímil cosecha perfecta. Parecía un dual meet. Sin embargo, a medida que avanzaron las rondas Karpov echó tierra por medio, cerró invicto con nueve victorias y un cuarteto de empates, y comandó aquel grupo de colosos que incluía también a Kramnik, Anand, Ivanchuk, Kamsky, Topalov…
Al referirse a esta proeza, el decano Yuri Averbach escribió que “nos trae a la mente los legendarios éxitos de Alekhine en San Remo 1930 (+13=2) y Bled 1931 ((+15=11), o el triunfo de Botvinnik en el Campeonato de la URSS de 1945 (+13=4)”. Ciertamente, no era gratuita la alabanza.
¿Qué decir sobre Karpov, si basta con apuntar que ha sido de los más grandes de la historia? Niño mimado del Kremlin, hombre apacible, jugador posicional que empezó por ganar el Mundial Juvenil y más tarde -tras deshacerse de Polugaevski, Spasski y Korchnoi- retó por la corona planetaria a Bobby Fischer.
El excéntrico norteamericano renunció a la defensa de su título, y Karpov se convirtió entonces en el duodécimo campeón del mundo de ajedrez. A partir de ese instante ocupó el primer puesto en numerosos torneos, venció al propio Korchnoi dos veces con el cetro en juego, y fue líder indiscutido hasta el arribo impresionante de Garri Kasparov, con quien se enfrentaría por espacio de más de una década en la (quizás) mayor rivalidad de los anales deportivos.
Pero de esa batalla he escrito ya en esta sección. De modo que no demoro más el cotejo de hoy, el cual enfrenta al ruso con el búlgaro Topalov en la inolvidable telenovela de Linares’94. Solo un detalle más: a esta Apertura Inglesa la han denominado La Inmortal de Karpov. Compruebe usted por qué.
Blancas: A. Karpov. Negras: V. Topalov.
1. d4 Cf6 2. c4 c5 3. Cf3
Karpov evita posiciones dinámicas como un Gambito Volga o una Indo-Benoni.
3…cxd4 4. Cxd4 e6 5. g3 Cc6 6. Ag2 Ac5 7. Cb3 Ae7 8. Cc3 O-O 9. O-O d6 10. Af4
Con esta jugada Karpov intenta presionar la debilidad de d6 y restringir el juego de las negras.
10…Ch5 11. e3!
Una novedad en su momento, lo usual era 11.Ae3. Karpov comentó: “Las blancas abren la columna e para lograr aún más presión. Además los peones de c4 y f4 son unos excelentes guardianes para los peones de d6 y e6”.
11…Cxf4 12. exf4
Gran concepto de Karpov, el cual dobla peones para tener un mayor control del centro.
12…Ad7 13. Dd2 Db8 14. Tfe1 g6
Según Karpov, esta debilidad del enroque no es relevante, dado que hay varias piezas blancas en el otro flanco.
15. h4
Otra posibilidad era 15.Tad1 Td8 16.Ce4 Ae8 17.Dc3 y luego Cf6+, pero Karpov indica que el caballo de b3 quedaría muy alejado, y las negras lograrían contrajuego con 17…b5.
15…a6
15…h5 debilitaría peligrosamente el enroque, y aunque los caballos blancos están lejos, “las blancas se abren paso contra el enroque tras 16.Tad1 Td8 17.f5! gxf5 18.Dh6, con serias intenciones”. (Karpov)
16. h5
Excelente jugada, que sacrifica un peón con tal de abrir el enroque enemigo. Ahora el plan del blanco es muy claro: abrir la columna h, intentar pasar la torre por dicha columna y pasar el alfil de la diagonal g2-a8 a la diagonal clave c2-h7. 16. Cd5 no aporta nada tras 16…exd5! 17.cxd5 Af6 18.dxc6 bxc6, y la dama defiende el peón de d6.
16…b5
“El joven búlgaro pertenece a la categoría de jugadores activos que constantemente buscan contrajuego”. (Karpov)
17. hxg6 hxg6 18. Cc5!
18…dxc5
Ante 18…Ae8, Karpov sugirió 19.Cxa6 Txa6 20.cxb5 Tb6 21.bxc6. Pero el programa Houdini propone 19.Cxe6! fxe6 20.Txe6 Tf6 21.Tae1 Txe6 22.Txe6 Af7 23.De3, con gran ventaja.
19. Dxd7 Tc8
Después de esta jugada, las blancas parecen no tener mucho a su favor. Sin embargo, Karpov encuentra una maniobra con la que desequilibra el cotejo.
20. Txe6!!
“Un golpe asombroso”, señaló el mismísimo Kasparov. “¡La clave de la idea blanca! Como un tornado, la torre arrastra la posición negra y aleja a soplidos el resguardo del rey adversario”. (Karpov). La línea 20.Axc6 Ta7 21.Dd3 Txc6 no conducía más que a la igualdad.
20…Ta7 21. Txg6+! fxg6
21…Rf8 pierde tras 22.Dh3 fxg6? 23.Dh8+ y mate. Mientras, 21…Rh7 se refuta con 22.Dh3+ Rxg6 23.Ae4+, con mate forzado tras por ejemplo 23…f5 (23…Rg7? 24.Dh7+ y mate) 24.Dxf5+ Rg7 25.Dh7+ Rf8 26.Dh8+ Rf7 27.Ad5+ Rg6 28.f5+ Rxf5 29.Dh7+ Re5, y lo más rápido es 30.Dh6!
22. De6+ Rg7 23. Axc6
Hay dos peones y ataque por la calidad: la superioridad blanca es decisiva.
23…Td8 24. cxb5 Af6 25. Ce4 Ad4 26. bxa6 Db6 27. Td1
Después de todos los cambios, las blancas han logrado una posición muy cómoda con todas las piezas bien coordinadas y preparadas para llevar a cabo el ataque final.
27…Dxa6 28. Txd4
“¡La tercera entrega de torre en una misma partida! Una situación poco común, especialmente en torneos de tan alto nivel”. (Karpov)
28…Txd4 29. Df6+ Rg8 30. Dxg6+ Rf8 31. De8+ Rg7 32. De5+
Lo mejor. Aunque 32.Cxc5 Td1+ 33.Rh2 Df1 34.De5+ Rh6 35.Dh8+ Rg6 36.f5+ Rf7 37.Dh7+ Rf6 38.Ce4+ Re5 39.Dh8+ Rxf5 40.Dh5+ y mate en dos, era otro camino ganador. Pero a esas alturas Karpov no gozaba de tiempo suficiente para calcular los jaques correctos.
32…Rg8 33. Cf6+ 33.De6+! Rf7 34. Ae8+ Rf8 35. Dxc5+ Dd6 36. Dxa7 Dxf6
Karpov indicó que “una defensa interesante, basada en motivos de ahogado, era 36…Td1+ 37.Rg2 Tg1+ 38.Rh3! (38.Rxg1?? sería tablas tras 38…Dd1+ 39.Rg2 Dh1+) 38…Th1+ 39.Rg4, con éxito blanco”.
37. Ah5 Td2 38. b3 Tb2 39. Rg2 1-0
LA FRASE: “No es posible derrotar al adversario si se está dispuesto a aceptar unas tablas”. Anatoli Karpov.