Leo que uno de los más grandes icebergs de la historia…
29 de marzo de 2020
Leo que uno de los más grandes icebergs de la historia, “un iceberg plano”, en la Antártida, medía “más de 31,000 km2.
“Bastante más grande que Bélgica”, añaden.
Leo que otro iceberg gigante, una especie de isla de 61 metros de espesor, “tardó 17 años en ser cartografiado”.
Empiezo a estudiar los bunkers, la historia, los tipos de bunkers.
Quiero estudiar también a los animales, comprender hábitos e instintos.
En el jardín de enfrente el sol parece hacer invitaciones inaceptables.
Cómo puede el paisaje ser una trampa, ya sin lobos ni tigres; y ningún terremoto.
Entrevista al filósofo español Emilio Lledó, en El País.
Habla de ese “peligro que no se oye”.
Dice que no se considera un faro de la sociedad, sino nada más “una velita con poca cera”.
Tiene 92 años.
Baja de su casa a comprar pan.
Ve que ya no existen algunas conservas en la tienda cercana.
En España murieron hoy 838 personas.
Pequeña vela con poca cera.
Hojeo A Lifetime of Secrets de Frank Warren.
Postales con secretos.
“Dejé de creer en dios desde que te divorciaste de papá.”
Hacer una lista: dejé de creer en dios porque.
Y otra lista.
Empecé a creer en dios porque.
Entrevistar gente, sacar conclusiones.
Razones promedio, razones límite.
Razones locas.
Soltar o aferrarse a lo que es fuerte.
El momento en que se suelta o se aferra uno a dios.
Razones para aferrarse y razones para soltar.
Y después: el tiempo entre una cosa y otra.
Lledó dice: tenemos que estar atentos para que nadie se aproveche de este virus “para extender la indecencia”.
Mis perras Roma y Jeri juegan en el jardín.
Esos son realmente sus nombres.
Nombres de ciudades.
Roma, la pastora de Berna, y no belga, que parece un oso, tiene algunos problemas de salud.
Tiene un año.
Tiene ahora una inflamación fea en la zona del codo.
Lledó dice: “estamos ante lo inexperimentado”.
Otra postal secreta:
“Mi mujer me ama. Después de 25 años, finalmente comprendí que esa es la única razón por la que yo la amo.”
Y en la línea de abajo:
“Esto no es razón suficiente para quedarme y no es razón suficiente para partir”.
“It’s not enough reason to stay and not enough reason to leave.”
Todo muy claro.
Una postal con fondo limpio, sin ningún dibujo, las palabras sobresalen.
En Italia murieron hoy 756 personas, en Portugal 19.
Hablan de picos y mesetas.
“Autoridades iraníes buscan 54 reclusos en fuga.”
Algunos humanos siguen queriendo lo mismo que querían en el siglo pasado.
“El virus es muy inteligente.”
Un policía lleva las bolsas de compras de una anciana para que ésta esté lo menos posible en la calle.
En las dos bolsas: verduras del día, fruta, galletas, gelatina, chocolate y chocolate.
¿No es demasiado? Pregunta el policía riendo.
“La cámara de Lisboa convierte el Club Nacional de Natación en albergue para personas en situación de calle.”
Imagino una piscina vacía ocupada ahora por gente que llegó del aire.
Los hombres que viven en el aire están ahora ocupando los carriles de la piscina vacía.
Carril número 1, carril número 2, carril número 3.
Francia 292 muertos, Grecia sólo 6.
El aire es enemigo de la casa, la casa es enemiga del aire. En 2020.
“Bebé de menos de un año infectado por el nuevo coronavirus muere en EEUU.”
Domingo, llamada al veterinario.
No contestó.
Mañana es lunes.
Ceremonias de entrada y salida de la casa.
Van Gennep, lo recomiendo.
Al pasar por la puerta de la casa, los judíos tocan “con un dedo de la mano derecha la mezuzá, una cajita fijada en el umbral de la puerta” que contiene un papel o “tira de tela, con el nombre sagrado de dios inscrito o bordado.”
Indicaciones generales, Wikipedia:
“La mezuzá debe fijarse en el umbral derecho de cada recinto del hogar, sinagoga o establecimiento judío como recuerdo del creador.”
Indicaciones generales:
“Debe ponerse a siete palmos de altura respecto al suelo, apuntando hacia el interior del recinto con el extremo superior.”
Después se besan el dedo y dicen:
“Que el señor proteja tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.”
Pensar en rituales de entrada y salida.
Botas fuera, botas dentro.
Un sitio de pornografía anuncia nuevas películas en las que los protagonistas llevan cubrebocas.
Un vecino toca una armónica.
Hilda Churchill nació en 1911 y murió en 2020 de coronavirus.
108 años.
Música: e a vida vai melhorá, a vida vai melhorá suena en el patio.
La Organización Mundial de la Salud recomienda hacer ejercicio y quizá también bailar.
Cómo se llega con las manos a los pies sin hacer trampa.
Adoptar una canción.
Manu Chao ha sido adoptado como se adopta un perro para ahuyentar al miedo.
Mi ventana ha adoptado a Manu Chao, la abro para que entre la música.
Me gusta la montaña, me gustas tú.
Y hay una nueva canción de Dylan, todavía no la he escuchado.
“ΠΑΤΕΡΑΣ es padre en griego”
30 de marzo de 2020
Una amiga griega me envía un mail.
ΠΑΤΕΡΑΣ es padre en griego.
Dice ella: en Grecia, “para salir, tenemos que enviar un SMS al número 13033 indicando el propósito de la salida”.
Como éste: “4 Athena Spyri dirección.”
Athena Spyri es su nombre.
Mi amiga me explica lo que significan los números que hay al principio.
Cada número representa un motivo de salida.
- Para ir a la farmacia o al médico.
- Para comprar bienes de primera necesidad, comida, etc., cuando la entrega a domicilio no es posible.
- Para ir al banco, en aquellos casos en que usar la banca virtual no sea posible.
- Para ayudar a personas con necesidades especiales.
- Para asistir a una ceremonia (funeral, boda, bautizo), siempre con restricciones.
5 significa también: para que los padres divorciados o separados visiten a sus hijos.
- Para hacer ejercicio físico al aire libre o pasear con una mascota. Con restricciones, esto es: alrededor de la casa.
Ayer, mi amiga griega le mandó este SMS al gobierno griego:
4 Αθηνά Σπύρη Αλκμάνος 12 Αθήνα
El número 4 significa que va a salir para ayudar a una persona.
4 Αθηνά Σπύρη Αλκμάνος 12 Αθήνα
El número 4, en el caso de Athena, es su padre.
Su padre está incluido en el número 4.
Es un número 4 con varias hipótesis adentro.
Después recibió un SMS con la autorización.
Fue éste:
METAKINHΣH 4 AΘHNA ΣΠΥΡΗ ΑΛΚΜΑΝΟΣ 12 ΑΘΗΝΑ
Puedes visitar a tu padre, motivo 4 autorizado.
No hace falta decir que en Europa las cosas cambiaron.
Las cosas cambiaron sin pedir permiso.
La lengua griega es visualmente hermosa.
Esto:
ΑΘΗΝΑ
Es Athena.
Las lenguas son también posiciones de letras, dibujos.
Puede una frase terrible ser visualmente hermosa.
Ése es el peligro de otra lengua que no entendemos.
A veces, la belleza hace lo mismo que el polvo y no deja ver.
“Hungría refuerza los poderes del primer ministro.”
“Austria va a obligar a los ciudadanos a ir con cubrebocas al supermercado.”
Todavía no he oído la nueva canción de Dylan.
Animales, bunkers y icebergs.
Hay muchas cosas que pueden investigarse.
Una síntesis, motivos para salir de casa.
Seis motivos: salud (1), comida (2), dinero (3), compasión (4), divorcio e hijos en otra casa (5), asistir a una ceremonia (5), pasear al perro (6).
Los griegos siguen enseñándonos.
Decir rápidamente como si no se tuvieran más que unos segundos antes de enmudecer:
Si no necesitas un médico y no tienes hambre, si tienes dinero y no tienes a nadie que dependa de ti, si no te divorciaste y no tienes hijos en otra casa, si no hay boda o funeral que te incumba y si no tienes perro, ¿por qué razón sales de casa?
Más de las postales en que se cuentan secretos, de Frank Warren:
“Número de veces que dejé que él me maltratara: 3”
Imagino a una mujer que hace trazos en la pared cada vez que la maltratan.
Cientos de trazos, como los presos que cuentan los días.
Y los trazos en determinado momento son miles y empiezan a unirse.
Y lo que eran trazos pequeños se convierten en líneas, manchas.
Ensuciaste toda la pared, dice él.
Falta, entonces, el motivo 7.
Salir de casa para huir de quien está en casa.
Después de todo es posible mejorar un poco a los griegos. Pero sólo un poco.
Más de 812 muertos en España.
66 en Alemania.
El virus entra con fuerza a México.
En el estado de Nueva York ya hay mil muertos.
El papa Francisco se reunió con el presidente de Italia.
Zimbabue entra en cuarentena durante tres semanas.
Los parques de Disney se van a cerrar.
Un verso de Drummond de Andrade:
“La electricidad chocó contra las cosas resignadas.”
Se robaron un cuadro de Van Gogh en un museo de Holanda.
La policía, en Portugal, interrumpió una misa con once personas.
Miro a mi alrededor, las personas son ahora cosas resignadas.
Atardece, Athena me manda un mensaje:
Voy a salir, motivo 2.
Yo también voy a salir, motivo 6.
Llevo a mi perra, Roma, al veterinario.
Voy con un perro y una frase:
“Que el Señor proteja tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.”
“Que el Señor proteja tu salida y tu entrada.”
Quién lava los platos
31 de marzo de 2020
Sólo los médicos se acercan a los enfermos.
Sólo los curas se acercan a los muertos.
Dos formas de valor.
“La electricidad chocó contra las cosas resignadas”, el verso aquel de Drummond.
Un médico en España dice: no le deseo esto a nadie.
Y se echa a llorar.
En España hay ancianos deambulando sin saber a dónde ir. No tienen familiares.
Ambulancias y ataúdes.
Mucho sonido y después poco sonido.
En la rápida pista de patinaje de Madrid, cuerpos que no se mueven.
Y a veces un cura.
Es el único que se acerca.
Hay un espacio secreto alrededor de los muertos que parece impedir que otros humanos den un paso hacia el interior de ese círculo.
Pero también hay un espacio alrededor de los vivos.
Recuerdo la película de Buñuel, El ángel exterminador.
1962.
No hay ninguna barrera física.
Pero súbitamente un grupo comprende que es incapaz de salir de una sala.
Y que nadie, tampoco, logra entrar.
Sin que se sepa por qué.
Un espacio los convierte en rehenes.
El miedo aparece rápidamente bajo los abrigos y los vestidos.
Así con todos.
El ángel exterminador también es eso.
Tan ángel que no se ve.
Entrar y salir se ha convertido en algo casi decisivo.
Los umbrales.
Escribir.
Años obsesivos de escritura en torno a un libro enorme.
Iba a acabar por estos días cuando súbitamente la bruta realidad.
Se llama La peste en los Estados Unidos de América.
Una sensación extraña.
Dentro de algunos días o semanas volveré a ver el libro.
Ahora, imposible.
El pico del volcán de Tupungato en Chile: 6,570 metros.
Frontera con Argentina.
Los indígenas decían que desde allí se veían mejor los planetas.
No subían hasta allí cuando los desesperaba alguna cosa acá abajo.
Sólo subían cuando acá abajo estaban tranquilos.
Uno no debe mirar las estrellas cuando está sobresaltado.
El sobresalto es una forma de nube delante de la cabeza.
Una forma de mal tiempo.
Me piden que hable de la creencia.
Difícil cuando uno está sobresaltado.
Difícil cuando uno no está sobresaltado.
Una amiga me dice que va al Norte porque murió el padre de su mejor amigo.
En verdad tengo que ir, dice.
Si me detienen, tengo una justificación.
Sólo voy a estar en casa de mi amigo, dice.
No va a haber funeral, dice.
“Azores. Las fiestas del Santo Cristo dejan de realizarse por primera vez en 320 años.”
En las cárceles todavía no se separa a los más viejos de los más jóvenes.
Los cubrebocas no alcanzan para los rostros que existen.
La bolsa de Shanghái no se mueve casi nada: 0.11%.
Leo: “ancianos españoles piden que no los discriminen en cuidados intensivos”.
Las asociaciones de ancianos y de personas con deficiencias “piden a la comunidad científica que revise los protocolos y manuales “para evitar cualquier indicio de desigualdad y asegurar que sean absolutamente respetuosos del marco de los derechos humanos”.
Cuando un humano no es igual a otro humano.
Cuando 1 no es igual a 1.
Poner un segundo la cabeza en otro sitio. Uno, dos.
Nicanor Parra.
Me relajo; allá afuera, sol —buganvilias, una, limonero, uno.
Una es casi igual a uno. Uno casi igual a una.
Nicanor Parra.
“El verdadero problema de la filosofía
Es quién lava los platos
Nada del otro mundo
Dios
la verdad
el transcurso del tiempo
claro que sí
pero primero quién lava los platos.”
Eso.
Casi todas las tiendas cerradas
1º de abril de 2020
Casi todas las tiendas cerradas, menos las de alimentos, farmacias y otros negocios básicos.
Estado de emergencia.
En ciertos países, tiendas de flores abiertas.
Las emergencias necesitan flores.
Pero nada de belleza: las flores son para los muertos.
Los que ya no ven ni huelen.
Los muertos ya no pueden contagiarse del amor de los vivos, dice alguien.
No te olvides de la belleza, nunca —dice otro amigo, con la barba descuidada y la camisa chueca.
En los funerales las flores no son estéticas, sino útiles.
No son bonitas, funcionan.
Soy un ser humano, decían los carteles que algunos negros, en los años 60 del siglo XX, llevaban colgados del cuello.
Imaginar a miles de personas en la calle con ese cartel en 2020.
Soy un ser humano.
“Estados Unidos alcanza un nuevo récord de víctimas fatales. Los muertos ya superan a los provocados por el 11 de septiembre”.
Al otro lado de la ventana, me cuentan que un vecino tiene en la mano la Biblia, o la Biblia tiene al vecino en la mano.
Porque, hablándole a la Biblia, dice, ese vecino: ¡estoy en tus manos!
A veces lee en voz alta.
“¡Ánimo, Jerusalén! Aquel que te dio nombre te consolará”.
“Niños víctimas de maltrato dejaron de recibir visitas de rutina de trabajadoras sociales”.
“Riesgo de fuga o abuso aumenta en los albergues.”
“La compra de autos se desplomó en más de un 50% en marzo”
Una expresión síntesis para la muerte: se acabaron los trabajos.
“La pasión por los objetos de consumo debe ser substituida por la pasión por los asuntos comunes.”
Cornelius Castoriadis, vieja entrevista.
Asuntos comunes.
Por primera vez en el mapa del mundo: de abajo arriba, de izquierda a derecha, un asunto común.
La información como objeto de los hambrientos.
Un consumo ansioso, ¿cuántos muertos?
¿Qué hacer?
Cuidados con los pies, con los zapatos, con los pantalones, con la camisa, con la falda, con la ropa, con las calcetas, con los guantes, con las manos, con la boca, con los ojos y el cabello.
El cocodrilo puede estar muchos meses sin comer.
“Rusia envió cargamento médico a Estados Unidos.”
De repente, la consciencia de las manos.
Éstas existen mucho más desde hace algunas semanas.
Somos todos artesanos.
El cuidado con las manos que tocan las cosas.
Un artesano ante las legumbres, lavándolas, desinfectándolas.
Atención dirigida a las cosas.
Todas las cosas brillan, a veces con un brillo peligroso.
Todo está existiendo con más fuerza.
Los alimentos y los objetos.
La higiene en cuanto a las cosas y en cuanto al propio cuerpo.
El cuerpo que se ha vuelto sagrado de nuevo.
Aquello que tiene que ser protegido.
Tengo una colección a la que llamo ciudad del mundo.
Miniaturas de casas y edificios de distintas ciudades.
Está empacada.
Imaginar que se pudiera empacar el mundo, como en las mudanzas.
Guardarlo en la bodega.
Para gran parte de la gente, el exterior está guardado en una bodega.
Un verso: “Espero a dios con gula”.
Rimbaud y la sífilis en torno.
Las enfermedades cambian de nombre, tal vez sea un disfraz.
Un amigo de España, traductor, me dice que un amigo suyo está en terapia intensiva.
Tiene 51 años y ninguna enfermedad subyacente.
Los discursos, taparse los oídos con las manos.
“Ciertos espíritus son trenes tan rápidos que no tenemos tiempo de ver que están vacíos.”
Es necesario hacer que se detenga el tren.
Con una calceta en la boca, aparece Roma.
Pastora de objetos perdidos.
Jeri ve, maravillada, eso que vio hace cinco minutos, maravillada.
Está fascinada con las sombras.
Me cierro el abrigo, llueve demasiado.
A veces, hasta el ejército sitiado se alegra de no poder salir.
Aprender a perder, un día tras otro.
Alguien dice que el pico será el día tal
2 de abril de 2020
Alguien dice que el pico será el día tal.
Se aplican las leyes de la física y de la velocidad de materiales a la biología.
Movimiento uniformemente acelerado de la maldad.
Pero la maldad no es como la bondad.
La bondad es previsible.
La maldad no es previsible.
Aquello de la certeza.
Se habla del pico de contaminación como si fuera el pico de una montaña.
Con el tiempo, los números se transforman en líneas y las líneas se transforman en montañas.
Montañas altas, montañas bajas.
Se habla de aplanar la montaña maligna, la montaña de la peste.
Una montaña viva, que se forma frente a nuestros ojos.
Cada día contribuye a la forma final de la montaña.
Imagino a alguien que escala la montaña de la peste.
Una montaña falsa, no está en el espacio como las demás.
Está en el tiempo.
Montaña barrida: por la muerte, la medicina o el aislamiento.
Aplanar la montaña.
Golpear de lleno en la cabeza a la montaña mala hasta que se vuelva pequeña y casi inofensiva o incluso inerte.
Dice Roberto, un niño.
Convertir la montaña en un tapete.
Sacarla al sol, lejos de los humanos.
“Vamos a hacer la revolución en la cárcel —dice un grupo de presos tras enterarse de que un guardia del reclusorio estaba infectado.”
“Estoy bien, dentro de los límites de mi angustia”, dijo, “con serenidad” un amigo de un amigo brasileño.
Un amigo angoleño recomienda, para la casa, paciencia y aceite de mariguana.
Un viejo presidente de la República dice: “nosotros, los viejos, vamos a ser los primeros en poner el ejemplo.”
Dice: “de ser necesario, le ofreceremos nuestro ventilador a aquel hombre que tenga mujer e hijos.”
Los viejos enseñan a caminar a los más jóvenes.
“Ya hay más de un millón de infectados en todo el mundo.”
Siempre ha habido competencias estúpidas.
Carreras con los ojos vendados.
El 5 de septiembre de 1952, en Loughton, Essex, Inglaterra, por ejemplo.
Graham Henry Salmon corrió cien metros en 11.4 segundos con una venda en los ojos.
Tratar de correr lo más rápido posible, pero con una venda en los ojos.
Aquí estamos. Velocidad y ceguera.
Hacer por lo menos un agujero en la venda.
Ver con un ojo, ver una parte, comprender una parte.
Muertos en España, Estados Unidos, Italia: el temor se vuelve temible: lo temible, costumbre.
En casa, un apetito tremendo.
Somos un estómago y dos ojos.
Una anciana señora recibe sopa y comida en casa, se la entrega un señor generoso con un cubrebocas en la cara y un chaleco amarillo.
Esto parece un accidente. Todo tiene un chaleco amarillo.
Un accidente general, pero que no está ubicado en ningún punto de la ciudad.
Una colisión gigante, pero sin colisión, sin carrocería, sin materia.
El tránsito se ha detenido, se ha evaporado.
Los autos están recogidos, como animales que han huido a sus capullos temiendo un ciclón.
La gasolina baja de precio, qué simpáticos.
Estados Unidos probó hace menos de una semana un misil supersónico, más rápido que la velocidad del sonido.
El sonido ya es demasiado lento para el siglo XXI.
La velocidad del sonido anda lenta en los días de la peste.
Es difícil que el sonido llegue a quien puede salvarte.
Prueba a gritar si necesitas auxilio.
En Brasil, en Belo Horizonte, BH, la policía militar que a veces asusta, no sólo a los delincuentes, advierte con megáfonos que la gente debe irse a su casa.
“Atención, ciudadano, somos de la policía militar. Diríjase a su casa.”
Pienso, de repente, en buitres.
Una obra de João Onofre filma a un buitre en una sala.
El buitre está desorientado porque quiere comer y no tiene comida.
Todo es duro, nada es blando ni es alimento.
Me llega un SMS.
“Adquiere un Plan de Salud P—– y utilízalo de inmediato. Videoconsultas sin salir de casa. Puedes también
hacerte la prueba del Covid-19. Entérate de + en el link.”
El buitre se ha orientado de nuevo y quiere comer.
El “aire tiene tubos por todos lados”
“y llegan aquí los murmullos del dinero”, Miguel Cardoso.
Inglaterra: hablan de multas para quienes salgan a comprar tintes para el pelo.
Abro una página de Internet.
Dice de entrada: relax with Mozart.
No estaba tenso.
Hay que encerrar al buitre en una sala.
Sólo darle a morder cosas duras.
Cerrar la puerta por fuera y salir, al fin.
Boris Johnson les dice a todos
3 de abril de 2020
Boris Johnson les dice a todos que se queden en casa este fin de semana.
Aunque haga buen tiempo y todos se estén volviendo locos, es mejor que se queden en casa, dice Boris Johnson.
Please, please. Repite.
En Brasil se están distribuyendo algunos cubrebocas con versos.
Una forma de resistencia, dicen.
Uno de ellos tiene la frase: “creo en el mundo como una margarita”, y las iniciales: F. P. (Pessoa).
Pienso en las iniciales de las sábanas de los nietos, que bordaban con mano trémula las abuelas.
Era una costumbre de los pueblos.
Una inicial que decía al mismo tiempo: afecto y posesión.
Aunque creo que la forma correcta del verso es: “creo en el mundo como en una margarita”.
Pequeñas diferencias.
La abuela que cosió esa frase en el cubrebocas introdujo una buena errata.
Todos los errores de los abuelos serán perdonados.
Flor, hierba, árbol.
Es interesante la idea de tener una creencia como la tiene un árbol.
Creo en los árboles —o creo como los árboles.
Los árboles no rezongan ni racionalizan.
Creer como un árbol parece una posibilidad.
En el Washington Post y en el Estadão, periódico del Estado de São Paulo: una imagen aérea del cementerio más
grande de América Latina.
En ese cementerio, Vila Formosa, en São Paulo, ya se están preparando cientos de nuevas tumbas con el tamaño
adecuado para un ser humano.
Contrataron a 250 sepultureros.
Visto desde arriba parece un campo de cultivo para los frutos más extraños del mundo. Los menos deseados.
A la distancia adecuada, no demasiado cerca, como si todavía pudieran contagiarse.
Tumbas con la forma en la que se acomoda al fin un cuerpo.
Me viene la imagen de ese juego de embonar para los niños de doce meses.
Hacer embonar el cubo en el espacio vació que corresponde a la forma del cubo.
Hacer embonar la esfera en el espacio vacío que corresponde a la esfera.
El paralelepípedo en el espacio vacío que corresponde a esa forma.
Después de los dos años y medio los bebés empiezan a hacer esto con facilidad.
Pero, vista desde arriba, la preparación del cementerio de São Paulo parece un juego demasiado adulto como para soportarlo.
No hay mayor peso que el peso de un cuerpo muerto, escribió una vez Heidegger.
Imagino el peso que los sepultureros han transportado.
Washington Post: la imagen.
Se abre un espacio para que la forma del cuerpo humano embone en él.
Todos los juegos se han suspendido.
Ya no hay nada más que seriedad —en esta forma vacía que espera su respectivo relleno.
El cementerio de Vila Formosa tiene 763,000 metros cuadrados.
763,175 m2.
Pienso en la artista Rachel Whiteread.
Ella rellenó de concreto el interior del memorial del Holocausto en Viena.
No podemos entrar, sólo podemos quedarnos acá afuera.
No podemos tener la experiencia de estar allí adentro.
El contrario de los días de la Peste.
Ahora, el exterior está ocupado por un concreto invisible que no nos permite salir.
Abro un link en el que el Memorial de Viena de Rachel figura como una de las grandes atracciones de la ciudad.
Hablan de la duración de un tour que incluye la visita (a su exterior), etc., etc.
¿Qué ropa debes ponerte para un sitio al que no puedes entrar? No sé.
El diálogo de un personaje de una película:
“Dicen que las flores del ciruelo no deben vender su perfume”.
Una película coreana.
Escribí la frase en mi cuaderno cuadriculado.
La reina Isabel II se dirigirá al país el próximo domingo desde el palacio de Buckingham.
Tiene 93 años.
En una entrevista, Amyr Klink dice que prefiere los tiburones al aburrimiento.
Voy a tratar de averiguar quién es Amyr Klink.
El internet no funciona, lo intento una vez y otra, y después lo olvido.
Es necesario seguir trabajando la creencia.
Levantarse temprano para tener tiempo de trabajar la creencia.
¡Hey, hey, aquí estoy!
4 de abril de 2020
¡Hey, hey, aquí estoy!
Desde Francia, un SMS en la mañana. En París no hay chalecos amarillos.
Noticias a la distancia.
Muchos ventiladores llegan este domingo a los aeropuertos.
Trump anuncia que no va a usar cubrebocas.
Manu Chao va publicando canciones en su canal de Youtube.
Coronarictus Smily Killer Sessions. Y se ríe.
En El País hablan de la vuelta de un cantante que se ocultó durante años.
No tiene celular.
Abandonó los espectáculos.
“No quiero sentirme como un muñeco en la tempestad”
Actúa oculto en pequeños bares.
Ya lo hizo en Lisboa, en el bar BUS.
Roma, mi pastora de Berna, está bien.
Está presente y cercana.
Los animales hacen esto mejor que los hombres.
O duermen o están presentes.
Jeri, la golden, la recibe con alegría y asombro.
El veterinario le abrió un claro en la pata para que la herida quedara visible.
Un claro para revelar mejor el problema.
Lección de medicina y de biografía.
Claro y clarificar tienen el mismo origen.
En Londres hay drones que casi hacen discursos a la altura del bajo cielo.
El bajo cielo es el cielo al que las máquinas tienen acceso.
Los drones dicen en una grabación:
Sólo debes salir de casa por cuestiones de salud, alimentación, etc.
Una grabación muy extensa con recomendaciones para la seguridad.
Parece un instructivo para el funcionamiento de una máquina.
Sólo que éste es el instructivo de una máquina para que los humanos funcionen.
Imagino drones que dan instrucciones para el funcionamiento de las personas en actividades simples.
Un dron encima carpintero dándole instrucciones sobre cómo usar sus herramientas.
Un dron encima un ministro dándole instrucciones sobre el discurso adecuado.
Un dron encima un pintor sugiriéndole colores, trazos, líneas.
Olvidar lo que está allá afuera.
Hace unos pocos días vi la película Ebrio de mujeres y de pintura, de Im Kwon-Taek.
El pintor preparado para pintar, el lienzo en el suelo, pero la mujer le susurra algo al oído.
Como si le diera instrucciones para el cuadro.
Una mujer, no un dron.
Hacer un performance así.
Imagino que la mujer tiene un secreto que hace que el pintor pinte.
Éste sólo vendería un cuadro que le gustaba mucho “cuando el mar se secara”, se dice en la película.
Sustituir las clases presenciales por clases dictadas por drones.
Un dron encima cada alumno hasta que lo aprenda todo.
De la A a la Z y del cero al infinito.
Si el alumno no aprende, el dron envía una pequeña descarga eléctrica— dice alguien.
Idea sensata, pero técnicamente difícil —dice otro.
Ideas perversas para un nuevo siglo que está ansioso por empezar antes de tiempo.
En Estados Unidos, en dos semanas, diez millones de nuevos desempleados.
Hans Magnus Enzensberger.
“Que hay que hacer algo y ya
eso ya lo sabemos
que no obstante aún es pronto para hacer algo
que no obstante es demasiado tarde para hacer algo
eso ya lo sabemos”
Exigir drones que transmitan música en la vía pública.
Por las calles de Londres, París, Roma, Nueva York, Buenos Aires y Madrid.
Alguien me recomienda “Twist and shout” de los Beatles, pero sin despegar los pies del suelo.
Un hombre baila en pareja una salsa frente a un espejo alto.
Un espejo de altura bípeda y con el ancho correcto.
Baila consigo mismo, pero está entusiasmado.
Toca el espejo como si el espejo también tuviera manos.
Sin espejos estar en casa sería mucho más duro.
Mi amiga griega me manda un mensaje.
“Mi padre (salida por motivo 4) me recibe todos los días en su patio (ya no entro en la casa) con una copa de aguardiente.”
Se llama raki, el aguardiente.
Los padres saben, pese a todo, recibir a sus hijos.
Traducción: Paula Abramo.
*Estos textos se han publicado originalmente en el diario Expresso, de Portugal. Se reproducen con la autorización expresa de su autor.