¿Qué tienen en común el Valle de Viñales, la Gran Piedra, y la Sierra del Escambray? Viaje hasta alguno de esos lugares, haga senderismo a pie o en bicicleta, y conozca especies endémicas como el ave cartacuba o personajes también endémicos como el Burro de Mayabe. Si quiere disfrutar varios días dela experiencia rural,en cualquiera de esos sitios podrá encontrar instalaciones de la cadena hotelera Islazul que le descubrirán el secreto del turismo de naturaleza: levantarse todos los días para abrir la ventana de la habitación y experimentar en vivo un natural paisaje cubano.
Si bien el ecoturismo en Cuba surge como ofertas opcionales de excursiones dentro de los paquetes de sol y playa, actualmente esta variante del turismo de naturaleza se asienta dentro del espectro de intereses de los visitantes a la Isla. La interpretación de entornos naturales, entre ellos muchos que han sido declarados como Reservas de la Biosfera por la UNESCO, deviene una alternativa a ese ansiado baño de mar que atrae foráneos hacia la Mayor de las Antillas.
Los paisajes de Pinar del Río son fácilmente reconocibles entre otras postales cubanas. Tanto a sus representativos mogotes de Viñales como a las orquídeas en Soroa puede llegarse con facilidad desde el hotel Islazul Mirador de San Diego, a 133 kilómetros de la capital. No casualmente esta instalación está ubicada en el medio de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, donde la fauna y flora delatan rápidamente la geografía donde estamos situados, espacio ideal para fotos irrepetibles.
Si queremos vivir la leyenda de Taíta Domingo, viejo esclavo abandonado que encontró en los manantiales del río San Diego la cura para sus llagas y una “mágica” clave para la salud, las 30 habitaciones del Hotel Mirador tienen muy cerca el balneario mineromedicinal de San Antonio de los Baños, famoso por sus piscinas naturales de lodo, sesiones de hidroterapia, acupuntura y masajes.
También para huir del estrés de las grandes ciudades sirven los despertares únicos con vistas a la Sierra del Escambray. Rodeado de abundante vegetación verde se inserta el lago Hanabanilla, de casi 15 km², que acoge a una de las mayores especies de truchas del país (bigmouthblackbass) a la vez que nombra a uno de los hoteles Islazul dedicado al turismo de naturaleza. Senderismo, paseo en bote y pesca son algunas de las actividades populares en los entornos del lago, donde la experiencia rural se completa con la gastronomía del restaurante intramontano Río Negro.
Si para acercarse un poco más a la vida campestre usted desea alojarse en cabañas disimuladas con la vegetación local, la Villa Yaguanabo de Cienfuegos clasifica entre sus opciones a considerar. El protagonista de este ecosistema es el río de mismo nombre cuya orilla permite recorridos a caballo, a pie y baños que alivien el calor tropical cubano. Además, desde esta locación se accede fácilmente a dos ciudades de gran valor histórico: Cienfuegos y Trinidad, esta última Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Condiciones idóneas para el aficionado a la caza y la pesca ofrece el hotel Islazul Zaza, en la provincia de Sancti Spíritus. El mayor lago artificial de Cuba posee 40 y 50{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de su área delimitada para la pesca deportiva. Los meses de noviembre a abril son los preferidos por pescadores profesionales para capturar truchas de hasta 8kg, aunque las visitas se extienden a todos los meses del año. Los lagos Lebrije y La Felicidad, y los ríos Agabama y Zaza, son otras locaciones donde se puede practicar la pesca, actividad recreativa que le puede representar al visitante tanto una forma de relajación como un deporte.
Patos, codornices, y palomas integran la lista de especies autorizadas en el Coto de Caza, donde se dispone de servicios como guías especializados, alquiler de escopetas, cartuchos, perros de raza, congelación de presas y transporte. Luego de la cacería, el hotel Zaza dispone de 124 habitaciones para un tranquilo descanso, así como dos restaurantes especializados, más otros servicios como centro nocturno y paseos en lancha por el río.
Al buscar en Google el nombre Mayabe, los primeros resultados le permitirán conocer a un singular personaje. Pancho, burro en la cuarta generación de una tradición familiar, se ha hecho universal por la placentera “tarea” de beber cerveza, lo cual podrá constatar cada persona que visite la Villa Mirador de Mayabe. Este alojamiento posee además una locación privilegiada en lo alto de una colina, con vistas a un valle de autóctona flora y fauna.
Una de las experiencias obligadas para el aficionado a la naturaleza cubana es la visita a la Sierra Maestra, cadena montañosa que incluye las más altas elevaciones del país, como por ejemplo su mayor pico, el Turquino. Islazul tiene dos hoteles relacionados con el Parque Nacional Sierra Maestra: el Hotel Balcón de la Sierra, en Granma, y el Motel La Gran Piedra, en Santiago de Cuba.
Durante las caminatas por los boques húmedos de la Sierra, uno de los principales atractivos se vive al descubrir una variedad de especies de pájaros poco repetida en la Isla, entre las que resaltan la cartacuba, los zorzales, el pájaro capintero, el zunzún y el tocororo, ave nacional.
El motel La Gran Piedra, además, posee la particularidad de ser el único alojamiento en toda Cuba a la altura de 1 225 metros sobre el nivel del mar. La majestuosa roca que bautiza y acoge la edificación está considerada por los récords Guiness la está considerada la tercera mayor piedra en estado sólido del planeta.
Llegando al extremo oriental de la Isla, la villa La Lupe posee dos ventajas principales un poco contrastantes: se encuentra en un ambiente muy apacible y natural, pero muy cerca de la ciudad, a solo 3.5 km de Guantánamo. Allí se vive la paz y el encuentro con la naturaleza, a escasos minutos de centros nocturnos como la Casa del Changüí, la Casa de la Trova y la Tumba Francesa.
Un reto para el ecoturismo en Cuba y el mundo entero representa vincular la interpretación de los valores de la naturaleza a la subsiguiente necesidad de preservarla y hacer un disfrute respetuoso de sus entornos. La variedad de locaciones dispuestas por Islazul en toda Cuba para la práctica del turismo de naturaleza permite conocer al país por dentro, experiencia que con suerte abrirá la mente de los visitantes hacia una conciencia ambiental más real y proactiva, tan necesaria a principios del siglo XXI.