“En Cuba han sido muy cálidos y amistosos con nosotros. Vi muchas mujeres fuertes, conocí a las ministras de Educación, de Trabajo, a la Directora del Instituto Pedagógico… y a muchas emprendedoras también. Todas son mujeres con grandes potencialidades”, dijo Jill Biden a OnCuba antes de subir la escalerilla del Air Force Two, al final de un intenso fin de semana en Cuba.
La llamada Segunda Dama, esposa del vicepresidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, y la delegación que la acompañaba despegaron este domingo del aeropuerto Ignacio Agramonte de Camagüey con destino a Santo Domingo, República Dominicana.
“La cultura de Cuba es tan emocionante y tan vibrante, que realmente pienso que es el camino para que nuestros dos países puedan trabajar juntos”, comentó a OnCuba Biden, cercana colaboradora de Michelle Obama.
Con su estancia en Camagüey, Jill Biden se convierte en la primera oficial de alto rango de Estados Unidos que realiza una visita a una ciudad cubana fuera de La Habana en varias décadas.
En la delegación estadounidense también se encontraba Catherine Russell, Embajadora de los Estados Unidos para Problemas Globales de la Mujer, quien ofreció declaraciones a OnCuba.
“Buscamos el empoderamiento de la mujer en todo el mundo, por dos razones: primero porque es muy bueno que las niñas y las mujeres tengan plenos derechos y oportunidades, y la segunda es que sabemos que a los países les va mejor cuando a las mujeres les va mejor. Ese es el mensaje que llevamos en nuestras giras”.
Russell reconoció en Cuba los altos indicadores en relación con la mujer, en términos de educación y salud. “Es realmente impresionante en comparación con la mayoría de los países que he visitado”.
Tanto Russell como Biden se interesaron por las formas en que participan las mujeres en la economía. “Nos encontramos con algunas mujeres que están llevando o empezando sus propios negocios, y están buscando cómo insertarse en el sistema, cómo hacer su trabajo de una forma que funcione según las necesidades de sus familias y sus hijos”, dijo a OnCuba la Embajadora.
Otro tema relevante para la delegación fue la violencia de género. “Una de cada tres mujeres en el mundo sufre alguna forma de violencia de género en su vida. Es una violencia que toma muchas formas. En los Estados Unidos hemos pasado mucho tiempo, veinte años, por una legislación, y haciendo entrenamiento para distintas instituciones. Hemos tenido muchos progresos, pero aún resulta un desafío. Si quieres que las mujeres prosperen en la economía y prosperen en la política, es difícil si están sufriendo algún tipo de violencia. Sobre esto conversamos en nuestra visita aquí, y espero que podamos encontrar vías para trabajar juntos en este sentido. Sería fantástico”, concluyó Russell.
Evan Ryan, secretaria de Estado adjunta para Asuntos Culturales y Educativos de los Estados Unidos, también quedó satisfecha con su primera visita a Cuba: “Ha sido increíble, conocí a tanta gente agradable y acogedora, y aprecié muestras increíbles de la cultura y la educación cubanas junto a la Dra. Biden…”.
¿Identificó en su viaje algún posible tema o área de trabajo bilateral?
Lo que hago en el Departamento de Estado es manejar programas de intercambio entre los Estados Unidos y otros países. Y lo que intentamos hacer a través de ellos es que los estadounidenses entiendan la realidad de esos países y que las personas de esos países entiendan la de los Estados Unidos. Hacemos estos programas para aprender unos de los otros.
Cuando llevamos a alguien a los Estados Unidos esperamos que se informe sobre la educación en nuestro país, sobre algunos de nuestros programas en las artes y la cultura en general. De la misma manera, cuando enviamos a alguien a otro país, aspiramos a que sea capaz de conocer y entender esos países también. Pienso que hay grandes oportunidades para Cuba y Estados Unidos de aprender entre sí con programas de intercambio.
¿Qué potencial tiene una conexión a través del arte y la cultura?
El arte, la música, el cine, la danza… son universales. No importa a dónde vayas o lo que veas, puedes conectarte con el arte y apreciarlo. Por eso es una forma perfecta para que dos países se conozcan entre sí. Lo mismo sucede con el deporte. De hecho, recuerden lo que pasó cuando Shaquille O´Neal vino a Cuba. Estamos felices de que nuestros artistas y deportistas puedan venir aquí, porque el puente entre nosotros en cultura y deporte es muy fuerte y podemos contribuir a consolidarlo. Especialmente en la medida en que las relaciones se normalicen, esta es la forma en que cada país entenderá mejor al otro.
Algunos están temerosos de que en un contexto de plena normalización, la cultura de Estados Unidos podría absorber la de Cuba…
Esa nunca ha sido la intención. Hacemos intercambios con todos los países del mundo para, ante todo, tratar de experimentar una realidad diferente. A lo que aspiramos es a ser capaces de enviar estadounidenses a Cuba para que vivan la experiencia de estar en este país, de conocerlo y disfrutar de su cultura. Lo mismo esperamos de los cubanos que visiten los Estados Unidos. No queremos forzar nada. Y el mundo hoy es tan pequeño y está tan conectado que es muy importante que podamos conocernos y entendernos entre nosotros, especialmente cuando somos vecinos.
Fin de semana de arte y cultura
Como parte de su programa en Cuba, Jill Biden asistió en la tarde del sábado a una presentación de Habana Compás Dance, en Marianao, La Habana. “Es maravilloso”, dijo al entrar a la sede de la compañía, donde presenció Ritmos, un espectáculo que mezcla el flamenco con música afrocubana y danza contemporánea, con fuerte presencia de la percusión.
“Muchas gracias”, dijo a los artistas al finalizar la función, “ustedes están sin aliento, pero nos han dejado sin aliento también a nosotros”. En un gesto de admiración quiso tocar las manos de Liliet Rivera, coreógrafa y directora de la compañía, quien había estado media hora en los tambores. “Estamos muy orgullosos de recibirla y representar Cuba”, respondió Rivera a la visitante.
La delegación viajó también a Camagüey, donde visitó la sede del Ballet de esa ciudad, la segunda más importante compañía en Cuba. Su directora, Regina Balaguer, la recibió junto a estudiantes de su academia en la casona colonial que la acoge.
La Segunda Dama recorrió el campus camino a un ensayo general, donde los bailarines mostraron distintos estilos dentro de su repertorio, de clásico a contemporáneo. Biden quiso conocer detalles de la enseñanza artística en la academia, donde permaneció alrededor de una hora. “Ahora entiendo por qué son tan conocidos y tienen tan buena reputación”, dijo al final de la visita.
Biden visitó también la galería de Martha Jiménez, artista cuya obra está centrada en la mujer, y quien la acompañó en un recorrido por la histórica Plaza del Carmen. “Como usted, yo defiendo la libertad de las mujeres”, le dijo la creadora cubana a la maestra estadounidense.
“Las chismosas”, el vendedor de periódico y otros personajes de la comunidad están representados en la plaza camagüeyana por las estatuas a escala real de Jiménez. Biden se sentó en un “taburete de los deseos”, y pidió uno. Saludó a los vecinos, que murmuraban “es esa, la segunda dama” y alguno le dijo “es un placer tenerla aquí”, mientras otros, unos metros más lejos, se lamentaban del bloqueo al paso en las calles que recorren cada día.
Ya el domingo, la delegación recorrió el centro histórico de Camagüey, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. José Rodríguez, historiador de la ciudad, acompañó a la comitiva estadounidense hablándole sobre la arquitectura y la historia del lugar.
Entre los sitios visitados por Jill Biden y sus acompañantes estuvieron la Iglesia de la Soledad y la Casa de la Diversidad Cultural, una de las edificaciones mejor conservadas de la urbe. Allí disfrutaron de una velada artística a cargo del quinteto de cuerdas Santa Cecilia.
Cerca del mediodía, la Doctora Biden estuvo en el céntrico Parque Ignacio Agramonte, donde revisó, vía wifi, algunas de las fotografías de su visita publicadas en Internet. Este sitio es uno de los alrededor doscientos puntos de wifi permitidos en Cuba.
Allí pudo conversar a través de FaceTime con su esposo Joseph Biden, quien se encontraba junto a su hijo Hunter en los Estados Unidos y a quien comentó sobre su visita. Su hija Ashley y su sobrina también participaron en la conversación. A través de su teléfono móvil, el Vicepresidente le preguntó por el sitio donde estaban. Le pidió a su esposa que le resumiera lo que había hecho en la ciudad de Camagüey y le mostrara mejor ángulo de ellas.
La visita continuó en la casa galería del matrimonio de Ileana Sánchez y Joel Jover, dos importantes artistas camagüeyanos, quienes le mostraron sus obras y su colección de antigüedades. Jill Biden recorrió además la Casa de Cultura Amalia Simoni.
Allí, junto a Catherine Russell, embajadora de los Estados Unidos para Problemas Globales de la Mujer, Biden sostuvo un intercambio con los médicos de la comunidad, especialmente dedicado a los estudios de cáncer de mama y la diabetes. “Ambas enfermedades son problemas globales, por lo que deben ser resueltos por personas de todos los países que trabajan juntos”, comentó, antes de darles las gracias por su tiempo y amplias explicaciones sobre su trabajo.
A las 2:20 pm la Segunda Dama y su delegación partieron rumbo a Santo Domingo, concluyendo una provechosa visita que abre nuevas perspectivas de colaboración en el contexto de la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
Genial! Gracias Mónica por este formidable trabajo. Gracias OnCuba