¡Me encanta estar en La Habana! Así inició su intervención el Secretario de Estado John Kerry en conferencia de prensa conjunta que sostuvo, en el Hotel Nacional de Cuba, con el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, unas horas después de dejar inaugurada en La Habana la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
La conferencia de prensa comenzó unos minutos tarde porque ambos funcionarios decidieron recorrer antes algunos sitios del histórico hotel, imponente edificio que se alza en lo alto de una colina del Vedado habanero, con una increíble vista del malecón y de La Habana; y que han visitado desde Winston Churchill hasta Meyer Lansky, pasando por importantes personalidades de la ciencia, la política y la cultura del mundo.
La belleza que exhibe la ciudad en un soleado día de verano fue elogiada varias veces por ambos funcionarios. El ambiente que se percibía entre ambas delegaciones era relajado, e incluso el propio Secretario Kerry bromeó acerca de que le parecía no solo estar escuchado al Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, sino también al de Comercio y Turismo, haciendo alusión a la promoción a ambas esferas hechas por el Canciller cubano durante su intervención.
Ambos representantes dejaron claras sus posiciones. Hay varios puntos en los que existe consenso, posiblemente el más importante de ellos es que ambos gobiernos están dispuestos a avanzar hacia la normalización de las relaciones a pesar de sus diferencias. Ambos funcionarios declararon que lo consideran un proceso complejo pero consideran que el paso de abrir las embajadas y restablecer relaciones diplomáticas contribuirá a facilitar el camino y hay coincidencia en declarar que, hasta ahora, los diálogos han sido en un ambiente constructivo y de respeto. “Ambos estamos decididos a mirar hacia delante” dijo en un momento de su intervención el Secretario Kerry. “A pesar de las diferencias es posible construir relaciones civilizadas, respetuosas, productivas, que serán distintas en su naturaleza a todas las de nuestra historia anterior” señaló el Ministro cubano quien además reafirmó la voluntad plena de su gobierno a “restablecer relaciones con EE.UU. sobre bases de igualdad, sin menoscabo a la independencia y soberanía y sin injerencia en los asuntos internos, de acuerdo al derecho internacional y los principios que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños ha proclamado cuando se declaró como zona de paz”.
Ambos portavoces reconocieron que el restablecimiento de las relaciones entre sus países pasaba por el fin del bloqueo (o embargo, como aclaró el Ministro Bruno Rodríguez); “este gobierno está a favor del fin del embargo” declaró el Secretario de Estado, quien recordó que este también había sido uno de los primeros pasos para lograr el restablecimiento de relaciones con Viet Nam y anunció que en los próximos días iban a crear una hoja de ruta para poder avanzar a otra etapa.
Refiriéndose a este tema en otro momento de la conferencia Kerry señaló que en esta ruta compleja querían comenzar por los temas en los que pudieran avanzar, aunque todos puedan ser discutidos “tenemos un mundo de posibilidades, hagamos las cosas de una manera estratégica, construyamos confianza, alcancemos algunos resultados, fijemos los cimientos para que la gente vea que tiene sentido levantar el embargo, creo que ese es un objetivo que compartimos, alcanzar esa meta significa que ambos tenemos que tener éxito en progresar en esta hoja de ruta” dijo.
Las compensaciones a sus ciudadanos fue otro tema abordado tanto por Kerry como por Bruno, como otro asunto a resolver para lograr la “normalización plena” como le llama el Secretario de Estado. El canciller cubano dijo que los ciudadanos cuyas propiedades fueron nacionalizadas en los años 60 fueron compensados según la Ley cubana, a excepción de los ciudadanos norteamericanos “debido a las circunstancias que surgieron entonces en las relaciones bilaterales. Reitero que las leyes cubanas prevén esas compensaciones que necesariamente deberán entrar en un proceso mutuo de negociación que tome en cuenta las compensaciones falladas por tribunales cubanos relacionadas con los enormes daños humanos y económicos resultado de los mismos asuntos que impidieron realizar las compensaciones en su momento”.
La devolución del territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo fue nuevamente demandada por el gobierno cubano como un asunto importante para enfrentar el camino hacia la normalización, aunque el Secretario de Estado declaró que no era un tema que estuviera sobre la mesa de debate ahora mismo.
Sin lugar a dudas el asunto de los derechos humanos constituye un área de conflicto. El Canciller cubano dedicó varios minutos al tema durante su intervención. Declaró que “Cuba se siente muy orgullosa de su ejecutoria en la garantía del ejercicio pleno de los derechos humanos universales y también tenemos preocupaciones en cuanto a este tema en Estados Unidos”. Sin embargo, dijo haber abierto un diálogo bilateral en materia de derechos humanos con el gobierno norteamericano. “Estamos en disposición de conversar sobre cualquiera de estos temas, aceptando que en algunos de ellos será difícil ponerse de acuerdo”. En otro momento de la conferencia el Ministro cubano dijo que había que crear un ambiente de confianza para discutir de manera respetuosa sobre las diferencias respectivas. Señaló que algunos de estos temas forman parte de un fuerte debate internacional como es el caso de modelos políticos electorales de países industrializados que están en plena crisis y recalcó el derecho de cada pueblo a desarrollar su propio modelo. “Yo me siento muy cómodo con la democracia cubana, que tiene cosas perfectibles, trabajamos hoy activamente a partir de los procesos relacionados con la actualización de nuestro proceso económico y social socialista” dijo el Canciller cubano.
Por su parte el Secretario de Estado habló del tema como uno de los que les preocupa a ambos gobiernos, y el cual debe continuar siendo tratado por ambas delegaciones.
Quizá el anuncio más significativo fue el de la creación de una Comisión Bilateral, que deberá definir los temas que serán abordados y establecerá el camino diplomático que contribuya a lograr resultados en cada tema. “Queremos reunirnos casi inmediatamente, en la primera o segunda semana de septiembre, vendrá una delegación y comenzaremos el proceso de ir elaborando y resolviendo una serie de temas” declaró el Secretario de Estado.
En esta comisión serán tratados asuntos relacionados a los derechos humanos, seguridad marítima, tráfico de drogas, trata de personas, aviación civil, compensación de ambas partes, entre otros; señaló John Kerry, quien dijo que se debían lograr “los pasos necesarios para que hayan progresos concretos en estos temas”.
El Canciller cubano por su parte dijo que se pretendía “consolidar los mecanismos de cooperación bilateral ya creados y abrir otras áreas de diálogo en esferas como medio ambiente, salud, ciencia, cumplimiento y aplicación de la ley, entre otros”.
En cuanto a la política migratoria entre ambos países ambos representantes declararon apoyar la migración segura y legal. El Canciller cubano declaró que “estas relaciones que vienen desde antes del siglo XIX no debieran ser politizadas, debieran ser totalmente normales y que los acuerdos migratorios entre ambos países debían ser cumplidos escrupulosamente”. El Secretario de Estado al hablar sobre el tema declaró que su gobierno apoya los acuerdos firmados con Cuba y que aunque este es un tema que podría ser tratado también por la comisión “no tenemos ningún plan de modificar las políticas vigentes incluyendo la Ley de Ajuste Cubano”.
La importancia del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos en la política norteamericana en el hemisferio fue otro asunto tocado por el Secretario de Estado. Este cambio en la política hacia Cuba “eliminará una fuente de irritación y división en el hemisferio” dijo; y señaló que habían recibido el aliento de muchos gobiernos latinoamericanos que manifestaron su apoyo a dicha política.
“La reanudación de las actividades de nuestra embajada en la Habana permitirá al gobierno de EE.UU. tener contacto con el gobierno cubano con regularidad”, dijo el Secretario de Estado quien también destacó que esta apertura ampliaba la “posibilidad para que los diplomáticos en ambos países puedan tener un mayor contacto con nuestros pueblos y compartir sus opiniones y conocer a ciudadanos de todos los ámbitos de la sociedad, nadie que cree en la validez plena de sus ideas debe temer a las ideas de otros pueblos. La normalización de las relaciones no es un favor de un gobierno a otro, es algo que hacemos juntos porque ambos pueblos están convencidos de que pueden beneficiarse con esa relación”.
Por su parte, el Canciller cubano, quien había señalado que el derecho a viajar libremente era también un derecho humano dijo que serían bienvenidos “los ciudadanos estadounidenses que quieran venir a conocer la realidad cubana, ponerse en contacto con el pueblo cubano y disfrutar de sus hoteles, su naturaleza” así como a “las empresas estadounidenses que quieren aprovechar las oportunidades que Cuba ofrece”.
El Secretario de Estado aseguró que “este será uno de los sitios de mayor turismo, la gente va a querer venir a este país, mientras más pronto logremos la normalización mejor será”.
Da risa como el dice q se siente bien con el modelo electoral cubano, pero el resto de los cubanos no cuentan?? que el le guste no le tiene q gustar al resto!! Mas libertad en Cuba y no se comparen mas con USA!!
Lo que no acabo de entender es por qué lo de los tres almendrones frente a la Embajada para su inauguración. Están bonitos los carros, ¿pero por qué el cliché de “vamos a hacer la postalita con los carros americanos viejos” porque estamos en Cuba? Nada más faltaba que comenzaran a firmar las paredes de la Embajada cual si fuera la Bodeguita del Medio…
Sólo bromeo. Me alegro que la Embajada esté ahí y creo que sus funcionarios, algunos de los cuales conocí, son gente muy seria.
Primero, los elogio por tan equilibrado y pleno resumen/reporte; segundo, felicitar a los pueblos de ambos países por comenzar a tener las posibilidades del reencuentro y el intercambio diverso en todas las esferas de sus respectivos quehaceres sociopolíticos y económicos.