Cuba y Estados Unidos explorarán hoy cómo ponerse de acuerdo en varios temas de interés común: desde la migración y la lucha contra el tráfico de personas hasta el cumplimiento de la ley, las reclamaciones y los derechos humanos. Una misión compleja para la sesión inaugural de una Comisión Bilateral creada por ambos gobiernos, en la búsqueda de soluciones inmediatas a las cuestiones más apremiantes.
“No prevemos entrar en un amplio debate para cada tema en esta reunión, sino discutir la profundidad, fechas, el nivel de la delegación y la frecuencia de compromiso para cada tema” explicó a OnCuba la vocera del Departamento de Estado Katherine Pfaff.
A partir de esa reunión, se definirían en la agenda diplomática los futuros encuentros acerca de “las prioridades compartidas.” En general, el diálogo incluiría asuntos resumidos en las siguientes tres categorías:
-Cooperación mutua: migración, contra narcóticos, asuntos regulatorios, cooperación medioambiental y combate al tráfico de personas.
-Transporte y conectividad: aviación civil, telecomunicaciones, Internet y servicio postal directo.
-Asuntos complejos: cumplimiento de la ley/fugitivos, reclamaciones y derechos humanos.
“Esto principalmente va a ser un encuentro logístico de tipo general” aclara un comunicado emitido por el Departamento de Estado, leído en parte por el vocero John Kirby durante una conferencia de prensa. Los resultados de la Comisión Bilateral serían los próximos pasos en el proceso de normalización posterior al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de las embajadas.
La cantidad de asuntos pendientes son proporcionales con los más de cincuenta años de distanciamiento entre dos vecinos geográficos que comparten cientos de kilómetros de frontera marítima y un potencial de comercio e inversión, todavía sumergido.
Algunos temas antes mencionados se abordaron en las reuniones técnicas efectuadas en marzo de 2015, durante la visita a La Habana del subsecretario de Estado para Comunicaciones Internacionales Daniel Sepúlveda o cuando ambos gobiernos conversaron sobre derechos humanos.
En transporte, oficiales de la Administración Obama comentaron a medios de prensa de su país acerca de un eventual acuerdo de aviación civil para permitir vuelos comerciales regulares. Este convenio aéreo vendría acompañado de una nueva orden ejecutiva para flexibilizar los viajes desde Estados Unidos a Cuba, permitiendo visitas individuales en los intercambios pueblo a pueblo.
El objetivo de la iniciativa es regresar a los estadounidenses el derecho de viajar libremente a la isla donde vacacionaban sus abuelos, una noción que dificultaría cualquier intento en una futura Administración republicana de retroceder y reimplantar la prohibición.
El Departamento de Transporte de EE.UU. comunicó a OnCuba en agosto pasado que permanecían “en contacto con el gobierno cubano en relación con el establecimiento de servicios aéreos regulares, que las compañías aéreas de Estados Unidos dicen estar ansiosas por ofrecer a los viajeros autorizados. No se han tomado decisiones aún y esperamos continuar las discusiones técnicas en el futuro cercano”
¿Quiénes cruzan el Estrecho?
En esta ocasión, la Secretaria de Estado Asistente Roberta Jacobson no viaja a La Habana. El rostro estadounidense de la normalización con Cuba se queda en Washington cumpliendo con otros deberes y envía a su lugarteniente, el Secretario Asistente Adjunto Alex Lee, quien atiende América del Sur y Cuba. Su biografía respalda sus credenciales como diplomático con experiencia en esas lides. Entre 2004 y 2006, trabajó como Segundo Jefe de Misión en la entonces Oficina de Intereses de su país en La Habana. A partir de 2013, encabezó las conversaciones migratorias con la isla.
Le acompañan Mark Wells, Coordinador para Asuntos Cubanos, y David McKean, director para la oficina del Secretario para planificación política. Del otro lado de la mesa, la delegación cubana estará encabezada por la Directora de EE.UU. del MINREX, Josefina Vidal.
Con esta primera reunión, comienza la segunda etapa en el largo camino a la plena normalización, materializándose la invitación hecha por el presidente Raúl Castro desde una fecha ahora tan lejana como diciembre de 2006, cuando ofreció a sus vecinos del norte la posibilidad de resolver las diferencias en la mesa de negociaciones.