Raúl Castro y Hassan Rohani no tienen mucho en común. Pero los presidentes de Cuba e Irán han conseguido reconciliarse a su manera con Estados Unidos. Ahora sus nombres figuran en la lista de oradores de la sesión inaugural de la 70ma Asamblea General de las Naciones Unidas, el próximo 28 de septiembre. Un reporte de la agencia Associated Press lo notifica, aunque la propia ONU aún no ha publicado en su sitio web en qué orden los dignatarios harán uso de la palabra ese día.
El jefe de Estado cubano participaría por primera vez en el “debate general”, la reunión anual más importante de esa organización internacional con sede en Nueva York, donde compartiría el conocido podio de mármoles verdes con aliados cercanos, como el ruso Vladimir Putin y el chino Xi Jinping, quien por entonces habría terminado una visita de estado a Washington.
Raúl Castro llegaría a Nueva York a tiempo para escuchar al Papa Francisco dirigirse al plenario de la ONU el próximo 25 de septiembre. En la mañana del día siguiente, pronunciará un discurso en la Cumbre que trabaja la Agenda de Desarrollo post 2015 y conmemorará el aniversario 70 de las Naciones Unidas, según informó ayer el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla.
En el primer día, como es costumbre desde 1945, también hablarán la presidenta brasileña Dilma Rousseff y el estadounidense Barack Obama. La ONU cumple siete décadas con unas cuantas crisis en su lista de asuntos pendientes, en un mundo donde el diálogo diplomático de alto nivel está de moda y da resultados, como demuestra el acercamiento con Cuba o el acuerdo nuclear con Irán.
La divulgación de la noticia de un viaje de Raúl Castro a Naciones Unidas coincide con la presentación y entrega a esa misma organización del informe anual sobre los daños económicos causados en los últimos doce meses por la política de sanciones y restricciones de Washington contra la isla más grande del Caribe.
El gobierno de La Habana mantiene con discreción la agenda de su oficina presidencial y muy pocas veces adelanta las fechas de llegada y países que su titular visita cuando sale al extranjero. Es probable que cualquier actividad extra, dentro o fuera de Nueva York, solo se dé a conocer en el mismo instante en que ocurra.
La última vez que tomó rumbo a esa dirección, Raúl Castro se trasladó a la ciudad de Houston (Texas) en abril de 1959, para informar sobre la situación de su país al entonces primer ministro Fidel Castro, quien terminaba una gira por América del Norte y se dirigía a Sudamérica.
Un presidente cubano no asiste a un período de sesiones de la Asamblea General de la ONU desde 2000, cuando el propio Fidel Castro viajó a la urbe neoyorkina para asistir a la Cumbre del Milenio, que coincidió con la 55ma Asamblea General.
Desde diciembre de 2014, los discursos de Raúl Castro en eventos internacionales comentan cuánto debe cambiar la actitud de Estados Unidos para alcanzar la normalización total de las relaciones con su gobierno. También incluye exhortaciones a Obama para desarmar una parte considerable del bloqueo económico por medio de órdenes ejecutivas.
La decisión de ir a Naciones Unidas no es una sorpresa para quienes permanecen atentos a las declaraciones del General de Ejército. El mandatario cubano bromeó en Bolivia con el secretario general de la ONU Ban Ki Moon acerca de su ausencia en este tipo de eventos, sugiriendo en tono jocoso que jamás lo invitaban.
“Cualquier día voy allá a pronunciar un discurso más corto que los de Fidel y Chávez. ¡Nunca he ido! …No me ha invitado el Secretario” dijo en junio de 2014, haciendo un chiste al concluir un pronunciamiento un encuentro con movimientos sociales en la ciudad boliviana de Santa Cruz.
https://www.youtube.com/watch?v=gg7oGNsIm2Q
La visita de Raúl Castro a Nueva York podría ser un gesto a devolver por su par estadounidense. El asesor de la Casa Blanca Ben Rhodes, uno de los negociadores en las primeras conversaciones secretas con Cuba, habla abiertamente en privado y en público acerca de un posible viaje de Barack Obama a La Habana en 2016.