El senador Rand Paul es un político excepcional. Es el único candidato republicano a la presidencia a favor del giro en la política hacia Cuba. Prácticamente todos los aspirantes del Great Old Party (GOP) le han dedicado unas palabras al país caribeño. El ex gobernador de La Florida, Jeb Bush, tiene la cortesía de hacerlo en español y su ahijado político devenido en rival, Marco Rubio, es un referente obligado cuando los medios de prensa, en su afán de objetividad “necesitan” una declaración en contra del acercamiento entre los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro.
Ambos representan a la minoría de los latinos y cubanoamericanos que votarían por un endurecimiento en el trato con La Habana. Alguien más terminará atrayendo la atención del número superior de electores de esas mismas comunidades, quienes en el 2016 prefieren elegir un presidente que sigan por el camino abierto por Barack Obama, según encuestas.
El 40 por ciento de los votantes de origen cubano en Estados Unidos respaldarán a un candidato favorable con la nueva política de normalización, como indica una encuesta realizada por Univisión. Un 32 por ciento de los latinos es menos favorable a votar por un presidenciable que se oponga al restablecimiento de las relaciones, frente al 12 por ciento que marcaría su nombre en la boleta.
Los resultados de este sondeo se incluyeron entre los argumentos que utilizó el domingo pasado un editorial de The New York Times, como ejemplo del eventual cambio en las tendencias de voto, al predominar la normalización por delante del retroceso.
Bush y Rubio no representan esa opción. El primero le daría marcha atrás a las iniciativas decretadas por la actual Administración y “probablemente” no mantendría la embajada de su país en La Habana; el segundo prometió bloquear la confirmación de un embajador estadounidense en Cuba (y la Casa Blanca no se ha molestado en nominar uno).
Lejos de Miami, el resto de los aspirantes republicanos también reprochan la política exterior de Obama en general.
“Vamos a enviar cientos de millones de dólares a Cuba” protestó Chris Cristie, candidato presidencial y gobernador de Nueva Jersey, el estado donde vive la segunda comunidad cubanoamericano más numerosa. De allí procede el senador Bob Menéndez, quien se sienta junto a Marco Rubio en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde ambos en más de una ocasión interrogaron con mala cara a la Secretaria de Estado Asistente Roberta Jacobson acerca del proceso de negociaciones con diplomáticos de La Habana.
Otro que “corre” por la Casa Blanca, el gobernador de Wisconsin Scott Walker, se preguntó por qué Obama prefería abrir una embajada en La Habana, pero no Jerusalén, una interrogante pro Israel que repitió su rival Ted Cruz, un senador cubanoamericano de Texas y pretendiente presidencial, quien ha hecho carrera en el Congreso como archienemigo de la administración Obama. Se pronuncia contra la normalización y hace causa común con Marco Rubio para bloquear la confirmación de un embajador, aunque está libre de la atención mediática que cae en su competidor de La Florida, a quien regularmente se le saca en cara el sinsentido de su visión retrógrada hacia la isla de sus padres.
Ted Cruz propone cambiar el nombre de la calle donde se encuentra la sede diplomática cubana en Washington, rebautizándola como “Oswaldo Payá Way”. Ese tipo de iniciativas se utilizó en la Guerra Fría para incomodar a los representantes soviéticos y recientemente a los de China, como recordó The Washington Post cuando reportó la iniciativa.
Otro senador presidenciable con afición retórica por la vieja política con Cuba es Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, quien dio su propio giro de 180 grados en cuanto a las relaciones con el país caribeño, cuando no opuso resistencia a la asignación de fondos a la embajada de su país en La Habana, una actitud que contradijo su promesa inicial de bloquearlos.
“En el lado del Senado, no estoy tan seguro de tener a todos los republicanos a mi lado, en los términos de no establecer una embajada”, dijo Graham, en un artículo sobre cómo esa cámara del Congreso está dejando vía libre para el financiamiento de la sede diplomática.
Al ritmo de la normalización
Jeb Bush o Marco Rubio llevarán La Florida a sus espaldas a lo largo de la campaña; Hillary Clinton tendrá que arrebatárselas. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos las deciden los swing states o estados pendulares, aquellos donde las encuestas no detectan una mayoría sólida en favor de uno u otro candidato. Es allí donde se libra la batalla política para convencer a los indecisos o a los llamados independientes, las personas sin una afiliación permanente.
La Florida es un populoso estado pendular. La inclinación de sus electores por uno u otro candidato podría determinar quién permanecerá en la Casa Blanca entre el 2017 y el 2021. En este escenario hipotético, una multitud de electores cubanoamericanos, entusiasmados o enfurecidos con la nueva política de Obama, podrían terminar decidiendo por el resto del país.
¿Es exagerado pensar así? ¿Qué tan importante podría ser el tema Cuba en la venidera campaña? Una respuesta la ofreció la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton, con su discurso dedicado a la isla, pronunciado en la Universidad Internacional de La Florida, en Miami, hace pocos días.
Ningún candidato se ha pronunciado tan extensamente como la favorita demócrata, quien tuvo la certeza de elevar las diferencias Cuba-Estados Unidos a su dimensión hemisférica, exponiendo sus ideas con profundidad, argumentando en detalle por qué la normalización era mejor opción que el retroceso. Sus competidores republicanos no se han preocupado en explicar cómo manejarían ante América Latina el conflicto de una nueva ruptura con Cuba.
Rand Paul, senador por Kentucky, es el único presidenciable republicano dispuesto a vivir plenamente en esta nueva realidad. Pero si no mejora su posición en las encuestas, su partido le entregará (sin resistencia) el terreno a los demócratas.
“La Guerra Fría ya terminó”, dijo tajante Obama. “No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera”, Y YO LE DIGO A ESTE Sr. BUSH deje atrás el rencor generacional, el odio, que como en este y muchos otros países muchos no se beneficiaran, pero muchos si y esperamos que sean más los beneficiados con estos cambios que los que no se beneficien, de alguna manera ya sea por el gobierno o por los familiares que viven aquí en EU, servirán de un gran alivio económico y apoyo para ellos y para los que en Cuba viven, usted no sabe y tal vez usted nunca sabrá lo que se vive y como viven o como es vivir bajo un régimen del que la gran mayoría o día no eligió tener, haga el bien sin mirar a quién, No se ponga a la par de quienes nunca les importo su propia gente, después de todo ningún imperio es eterno, y en algún momento había que empezar. No sea tan dictador con ese pueblo como lo han sido sus gobernantes, usted para mi no es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones…HAY QUE DARLE UNA NUEVA OPORTUNIDAD A ESE PAÍS QUE TANTO LO NECESITA, DESPUES DE TODO DE ESO SE TRATA USA…DE LIBERTAD Y OPORTUNIDAD. .
Sin dudas es un escenario incógnito en el que, en mi modesta opinión serán otros elementos de política internacional, como tema judeo-arabe, con fuerte lobby pro israelí; o los temas económicos domésticos los que decidan en favor, o no, de los republicanos. Entonces por carambola ellos tendrían también sus opciones para con Cuba. La Clinton, que es conocida y reconocida, dependerá de la efectividad de su campaña ante la brutal y agresiva ofensiva republicana. Socialmente le ayudará mucho el índice de aprobación que tengan para fines 2015 y mediados 2016 la política de Obama. Hay, además, otro tema que es el voto femenino y se trata de una franja que está cambiando y podría ser muy importante para la candidata demócrata. A todo ello hay que agregar el ptagmstismo tanto demócrata como republicano ante la presión de importantes grupos económicos pro normalización con Cuba. Una cosa es la opinión mediática y otra la opinión pública. Hay que ir dando seguimiento a cada paso que se da y a las medidas que puedan aprobar o desaprobar, respecto Cuba, el Congreso y el Senado. Es mi modesta opinión. Pues que el resto del mundo aplauda la normalización con Cuba le importa un pepino a los más conservadores de la política norteamericana.
Si los republicanitos no se ponen a tono con los nuevos tiempos se quedarán en esa y en la mitad de lo otro. La gusanera debe de estar mordiendose el rabo……
En el asunto Cuba la administración actual ha tenido una visión a mediano y largo plazo, que le ha faltado a los líderes del Partido Republicano, que están anclados en la guerra fría, en la politiquería Miamense, de sin resultados prácticos, sacar plata a los contribuyentes y beneficiarse, llegando a hacer del anticastrismo un “modus vivendi” y al que se resisten a renunciar.
En el ajedrez Cuba, ambas partes han negociado sabiendo que de inmediato nada va a cambiar, pero lo que tiene de novedoso la política por parte del gobierno de EEUU es que permite a mediano plazo varias cosas:
• Estar presentes con embajada incluida en el momento de los cambios de generación y necesariamente económicos y políticos que se aproximan en Cuba por la desaparicion fisica de “los historicos” y la situacion economica de ruina, sin marcha atras dentro del “socialismo cubano”, por la que atraviesa el pais.
• Mejorar la imagen de EEUU en Latinoamérica y con ello tratar de detener la influencia chino-rusa que en los últimos años ha cobrado fuerza.
• Dejar al desnudo la política de represión de la dictadura cubana, que ha utilizado la propaganda de “plaza sitiada” para justificar su represión y la ineficiencia económica que ha arruinado al país y sus habitantes.
• Ir liberando una serie de ataduras, impuestas por un embargo ineficiente, creando las condiciones para la entrada de las empresas y capital norteamericano, al producirse el cambio en Cuba, cambio que no vendrá de afuera, como han pensado muchos, sino desde dentro de un sistema político y económico que se está “desmerengando” solo, para usar una expresión del propio FC al hablar de los cambios ocurridos en el llamado campo socialista.
ok pero GOP no es Great Old Party es Grand Old Party
en el asunto de cuba sencillamente lo que piden los cubanos gusanos de Miami es que se le exija a cuba a respetar derechos basicos para usted sr.Ray.Quizas a usted le guste ser esclavo,pero no es lo corriente
jose dario, esclavo ha sido el pueblo cubano de la claque que los a desgobernado y reprimido durante más de medio siglo y cuyo legado es un país en la más intensa ruina económica y moral. Esclavo también ha sido el propio gobierno cubano del imperialismo soviético, sirviéndole de peón en guerras africanas y fomentando guerras en Latinoamérica, donde han muerto miles de cubanos, para que al final se instauraran gobiernos unipersonales como en Angola o Nicaragua.
Esclavo es usted mismo de una ideología ineficiente y maligna, que ha demostrado, donde quiera que ha gobernado, su ineficiencia económica y la represión de sus pueblos como forma dirección y que a casi un siglo de 1917, ahora retornan al capitalismo con el único objetivo de mantenerse en las mieles del poder que tanto les gusta, aunque sea por un tiempo más. Por último, ofendiendo a los que aquí comenta, mal se gana usted su “javita mensual” de esclavo de un gobierno dictatorial.
Estimado, como muchos otros solo describes y no haces más nada, además de todo con imprecisiones y sin dar los datos exactos. ¿Por qué no mencionas a Trump quien se encuentra mucho más arriba que Marco Rubio en todas las encuestas? Marco Rubio representa lo que dices, pero su participación de aprobación en las encuestas es mínima. Además de como dice Rob GOP no significa Great Old Party, no traduzcas en google translate.
sr. Ray usted me leyo bien?? Creo me interpret mal.os cubanos que critican al acercamiento lo hacemos porque,aparte de los intereses de los EE UU el pueblo cubano necesita libertad,para que se pueda oir y eso no se tiene en cuenta en estas negociaciones.El gobierno comunista solo entiende de presiones(si acaso) y los EEUU no hara mas precion,asi que todos uds.en cuba,seguiran igual o peor,pues a mas dinero,mas repression,pues la Seguridad del Estado ha sido siemre Prioridad del gobierno comunista porque dicen que los EEUU se los quieren comer!!!Hable claro ahora para usted??
josédaríosánchez, te perdono las faltas de ortografías porque debes habitar en otra galaxia -no galansia!
Es increíble como OnCuba se da el lujo de permitirle escribir sobre estos temas a personas completamente inexpertas, el texto es un panfletín de terrible nivel, por suerte existen otros medios
Hoy se publica esto en El País: “Según muchos analistas, este iba a ser el ciclo electoral en el que los republicanos harían gala de su gran banquillo. La carrera por la nominación iba a incluir a gobernadores expertos como Jeb Bush y Scott Walker, intelectuales innovadores como Rand Paul, y nuevos actores con gancho como Marco Rubio. Sin embargo, Donald Trump va en cabeza por un amplio margen. ¿Qué ha pasado?”
Lo curioso del artículo de Oncuba, Javier Ortiz mediante (más allá de la calidad de la oratoria, limitadísima), es que Trump no existe, cuando ha sido el candidato más polémico de la campaña, en realidad, es el centro de la campaña de los republicanos, todos se alinean para atacarlo. Pero el Sr Ortiz es ciego o al menos pirata tuerto, pirata de bote de remos y vela rota, de los que van tan lento que no sabe hacia donde sopla el viento y soplan las mareas
Hola, El Muñeco. Muchas gracias por leerme y compartir sus ideas acerca de mi trabajo
El texto que usted está comentando es acerca de los pronunciamientos y posiciones de los precandidatos presidenciales republicanos respecto al cambio de política con Cuba, decretado por Barack Obama en diciembre pasado. Por lo tanto, no era mi propósito mencionar a cada uno de los 17 aspirantes del Grand Old Party ;).
Si la memoria y Google no me fallan, Donald Trump no han hecho declaraciones acerca de qué haría con el capítulo cubano de la política exterior de Obama. De hecho, no se ha pronunciado apropiadamente acerca de nada en concreto. ¿Quién puede tomarse en serio que el gobierno de Enrique Peña Nieto va a pagar la construcción de un muro en la frontera con Estados Unidos?
Trump será el más polémico, pero por su desfachatez, no por la calidad política de sus propuestas.