Calabazas gigantes en el Cotorro…. y siguen creciendo!

Su presencia es espectacular, hasta el más incrédulo se asombra por su magnificencia. Ante nosotros aparece una calabaza gigante de 1.10 metros de largo, un tallo de 60 cm., cintura  50 cm., por su parte más gruesa 96 cm. de diámetro y peso superior a las 85 libras. Así de fácil son sus características. Colgada de su gajo, posada sobre un tanque de agua, la nueva reina del reparto Hato-Hatuey, en el municipio Cotorro intenta desafiar la gravedad.

Lilia Alfonso Alfonso, dueña de la mata de calabaza no oculta su felicidad. “Hace seis meses sembramos las semillas de calabaza con su tripa y no hicimos más nada, no le echamos abono, ni fertilizantes a la tierra. La única ayuda que recibió fueron los aguaceros de los últimos meses”.

Pero la Reina no cuelga sola, unos metros más a la izquierda, cruzando una cerca, en un estrecho muro, a la sombra de la gracia de su hermana, aparece suspendida otra calabaza gigante, perteneciente a la misma mata y ubicada en casa de un vecino. Es menor en sus dimenciones; 1 metro de largo, tallo de 35 cm., cintura 45 cm., por su parte más ancha 83 cm. y un peso cercano a las 65 libras. Sin embargo, esta reúne todas las características para destronar a la monarca, pues aún está muy verde y debe crecer algo más en su etapa de madurez.

Con tanta calabaza para consumir, Lilia piensa repartirla entre todos los vecinos, quienes esperan, afanosamente por el momento en que serán desprendidas de su madre. Cuando parecía que la historia de las calabazas concluía, Filiberto, esposo de Lilia nos muestra una tercera calabaza, aún más intrincada. Pese a que sus dimenciones son normales, por el tamaño y tiempo que tiene, Filiberto afirma que superará a las otras.

Estas calabazas, que parecen destinadas a ocupar la mesa de cíclopes y gigantes seguirán maravillando a los vecinos, pues aspiran continuar con su crecimiento.

Una tercera calabaza viene en camino
Una tercera calabaza viene en camino

Fotos: Roberto Ruiz

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