Huawei presentó el viernes HarmonyOS, su propio sistema operativo para smartphones con el que busca reemplazar al Android de Google, en un esfuerzo más del gigante tecnológico chino para protegerse de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
El anuncio pone en evidencia la creciente capacidad de Huawei Technologies Ltd., la segunda mayor marca de celulares del mundo y el principal fabricante de redes para empresas de telefonía, de crear tecnología y reducir su dependencia de las empresas estadounidenses.
Las restricciones que Estados Unidos impuso a la compañía china en mayo amenazaron la venta de smartphones de Huawei porque se le limitó el acceso a Android y se le impidió que Google, unidad de Alphabet Inc., diera soporte a la música y otros servicios que funcionan con dicho sistema operativo.
El jefe de la unidad de dispositivos de consumo de Huawei, Richard Yu, dijo que su empresa quiere seguir usando Android. “Sin embargo, si no podemos utilizarlo en el futuro podemos cambiar inmediatamente a HarmonyOS”, agregó Yu. Dijo que eso se podría hacer en un par de días en caso de ser necesario.
El ejecutivo –que habló durante una conferencia de prensa para desarrolladores de software en la ciudad de Dongguan, en el sur de China– afirmó que el primer dispositivo que incluirá HarmonyOS se lanzará el sábado bajo su marca Honor.
Huawei, la primera marca tecnológica mundial de China, se encuentra en el centro de una batalla entre Washington y Beijing por las ambiciones del gobierno chino de desarrollar empresas que puedan competir en robótica y otros campos.
Washington considera a Huawei una amenaza para la seguridad, una acusación que el gigante tecnológico niega, e impuso restricciones en su acceso a la tecnología estadounidense.
El gobierno de Donald Trump dice que los esfuerzos de Beijing consisten en robar o presionar a las empresas para que entreguen su tecnología. Washington y otros socios comerciales dicen que la campaña china viola sus obligaciones en el libre comercio.
Huawei invierte unos 12.000 millones de dólares al año en semiconductores estadounidenses y otros componentes. La empresa dijo que las restricciones estadounidenses podrían recortar en unos 30.000 millones de dólares su proyección de ventas para los siguientes dos años.