El Morro se proyecta en el mar teniendo allí un medio bastión sobre el cual se eleva una torre con faro, desde aquí en una profundidad de 150 metros, se van escalonando y abriendo las sucesivas cortinas hasta alcanzar el lado posterior en que se comunica con la tierra, donde está protegido por dos poderosos baluarte y un profundo foso. La torre original de 10 metros de altura fue sustituida en 1844-1845 por 5 metros de diámetro y 30 de altura.
Su torre comenzó a utilizarse como faro desde 1764. En 1844 la vieja torre fue demolida para levantar otra, que es la que llega a nuestros días, que se electrificó en 1945.
Adoquines, fosos, aljibes despoblados, cuarteles, calabozos, gruesos muros de piedras resultan una provocación para todo aquel que visita la añeja estructura militar, por el que se cree que los ingleses colocaron una carga explosiva que destruyó parte de la muralla que la resguardaba para así poder penetrar en ella, tomarla y posteriormente rendir la ciudad en 1762. Su principal atractivo…., el acceso a su punto más elevado, donde se ubica el faro que cada noche ilumina el gran malecón habanero, para desde allí, desde la otra orilla, contemplar la capital de todos los cubanos.
En 1982 La zona más antigua de La Habana y su sistema de fortificaciones, que incluye al Castillo de los Tres Reyes del Morro, recibieron la condición de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Fotos: Roberto Ruiz