La semana pasada se inició en la isla una campaña para bajar los precios de Internet y de inmediato Radio y TV Martí –medios del gobierno de EEUU que trasmiten propaganda hacia Cuba- anunciaron que utilizarían las redes para enviar sus mensajes.
Dicen que los extremos se tocan y se retroalimentan. La noticia debe de haber puesto muy alegres a quienes, dentro de la isla, buscaban argumentos para frenar la apertura de Internet. Ahora ya pueden negarse apelando legítima defensa.
Radio y TV Martí aseguran que más de 3 millones de personas ven sus programas dentro de la isla, sin sonrojarse afirman que los sigue 1 de cada 4 cubanos. Sus cálculos parecen los de Vivir del cuento, me refiero al más popular programa humorístico nacional.
Yo debo de tener muy mala suerte porque no conozco a nadie que vea Tv Martí. Incluso quienes me han confesado que son consumidores de otras publicaciones del exilio anticastrista, aseguran que nunca han tenido acceso a los programas de esa televisora.
Hasta el opositor Amador Blanco, de la provincia de las Villas, afirmó al periódico El Nuevo Herald de Miami que “nosotros no hemos visto nunca la televisión Martí. Si alguien le dice que se ve, es falso. La audiencia de Radio Martí también es mínima”.
Lo que la gente en Cuba espera realmente cada semana es la nueva edición del “paquete”, una recopilación de películas, series, páginas de Internet y documentales que se elabora con materiales bajados de la red o de las antenas satelitales de TV.
El paquete es una iniciativa de los cuentapropistas, los materiales se bajan clandestinamente en aquellos lugares donde hay buen ancho de banda y también en los que copian la programación de las televisoras estadounidenses para emitirla por los canales locales.
Se lo venden a los “paqueteros” y estos conforman un material en el que incluyen videoclips caseros de músicos nacionales y publicidad de los negocios privados que están surgiendo en Cuba. Más tarde lo revenden a cientos de miles de familias cubanas por 1 o 2 dólares.
El fenómeno es tan potente que el gobierno estudia la posibilidad de elaborar una versión “oficial”, controlando los contenidos. Mientras el periódico de la disidencia interna, 14 y ½, intenta colarse en los “paquetes” para tener difusión informativa.
Pero será difícil que algún “paquetero” acepte incrustar el medio opositor en su edición porque todos saben que en Cuba mezclar los negocios con la disidencia no es rentable, más aún cuando la procedencia de sus insumos es de dudosa legalidad.
A los políticos de uno y otro lado les cuesta entender y aceptar el éxito del “paquete”. Una razón podría ser que no está diseñado siguiendo patrones ideológicos sino teniendo en cuenta los gustos y las necesidades de la gente.
Es una paradoja que un solo “paquetero”, con una inversión de un par de miles de dólares tenga más difusión que Radio y TV Martí, donde trabajan un centenar de empleados y reciben del gobierno de los EEUU un presupuesto anual de 26,3 millones de dólares.
Para justificar semejante gasto necesitan maquillar las magras cifras de audiencia, mientras buscan desesperadamente otras vías de aumentar su influencia, aprovechando cualquier apertura que haya en Cuba, llámese teléfonos móviles, Internet o redes sociales.
En tanto, en la isla ya se inició una campaña contra quienes desarrollan de forma independiente actividades de Internet. Hay hasta programas de TV que muestran la captura de una red de “peligrosos” informáticos que cometieron el delito de trabajar por cuenta propia.
Así, el radicalismo de unos nutre el de los otros. Y, en medio de ellos, una nación a la que no dejan avanzar al ritmo que podría. Como explica la editora de Cubadebate, Rosa Miriam Elizalde, “en un mundo que va a alta velocidad, no podemos seguir con coches de caballo”.
Decir quue en Cuba millones de personas ven la tv Martí es tratar de enganar a klos esquimales que o saben ni donde estña Cuba.Yo he isitado toda la Isla he vsito televisón en mucas casas y nunca he visto esa emisora saben porque¡? pues sensillo eso nio se ve en Cuba para rpobarlo que hagan una encuesta donde digan cual es su programación Ya con eso se da un jaque mate.
Yo sinceramente no recuerdo nunca de haber visto tv Marti y radio Marti poco era talmente aburrida que no valia la pena .
El señor Ravsberg con sus “olvidos”, pero le voy a refrescar la memoria
1- Cuando salió Radio Martí, la oía media Cuba o más, por supuesto que a escondidas, porque la persecución empezó de inmediato. La novela “Esmeralda”, por ejemplo, fue una de las más oídas de aquel momento, si no la que más. Recuerdo que en los antiguos radios “Selena”, se oía de maravillas.
2-La gente no accede a tv o radio Martíí, no porque no quiera, sino porque la tiranía se ha gastado sabe Dios cuánta plata para censurarlos. Todavía a estas alturas el cubano no es libre de escoger qué es lo que le da su real gana de ver u oír. La dictadura les ha robado ese derecho, como tantos otros.
3- En un país donde a la policía la ponen a corretear azoteas para quitar una misrable antena parabólica; y donde el wiifii es perseguido como delito, ¿Qué se puede esperar? No es sólo que vayan en coche de caballos, es que el caballo tiene muermo.
Radio y tv martí podrán tener buena o mala calidad, ese no es el quid de la cuestión.
El problema está en que censuran cosas que tienen muchísima más calidad que radio o tv Martí, y por los mismos motivos: Miedo a la información. En el mundo entero existen libros que, si un socito no los pasa de contrabando, jamás podrán ser leídos, mientras tengan ese desgobierno; existen películas, obras de teatro, etc, que tampoco podrán ver, a no ser que se las preste alguien que las piratee o se las arregle para pasarlas p’or las aduanas; programas y series de tv, ya sea informativos, culturales o de entretenimiento con los que pasa igual. Ojalá que lo que censuraran fuera solo radio y tv Martí. Hace mucho, pero mucho rato que están vedando el acceso a muchísimo de lo mejor de la cultura universal. De todas formas, esa plata que la tiranía se gasta en esas estupideces, al único que afecta es a Liborio, pues pudiéra gastarsela en que el pueblo pudiera, al fin, tomarse el dichoso vaso de leche por las mañanas sin problemas, por poner un simple ejemplo.
Y lo peor de todo es que los de la camarilla no se privan de ver lo que les dé la gana (Todos los canales de EEUU incluidos): las restricciones son para la dotación de la finca solamente.
Jorgealejandro, coincido contigo en que la efectividad del bloqueo cubano de la señal pesa sobre la falta de audiencia que tienen en la isla pero entonces tú coincides conmigo en que mienten cuando dicen que los ve y oyen 3 millones de personas. Un abrazo.
Te puedo decir que jamás y óyelo bien jamás en CUBA se ha visto ni siquiera la señal de tele Martí, y de eso si pueden dar fe los cientos de cubanos que viajan a CUBA diariamente de todas partes del mundo, Radio Martí si se oye, y las demás radiocasualidad (forma eufemística de llamar a esas emisoras que todos dicen la agarre de casualidad), cosa que no nos preocupa pues son tan o mas mentirosos que cualquier otra emisora radial que sirva a los intereses de gobiernos de turno, y claro en tu articulo se demuestra cuan prestos están a la injerencia sobre los asuntos de NUESTRO PAIS, sino hemos podido entrar en el éter televiso cubano pues ahora lo haremos por medio de la red de redes, cosa que acostumbra el gobierno de tu PAIS a hacer con el resto del mundo como ya quedó demostrado recientemente.
geronio:
¿Sabes algo? En mi país yo puedo leer el Granma, y cualquier periódico cubano que se me ocurra, ver la tv cubana, y oír casi todas las emisoras de allá; y nadie se siente invadido, ni insultado; y, mucho menos,alarmado al punto de censurarlas porque se sienta amenazado Y, como te digo los de cuba, te digo los medios del mundo entero. Pregúntate por qué pasa eso, y por qué en Cuba ocurre lo contrario, no solo con radio o tv Martí, sino con la casi totalidad e los medios a los que yo tengo acceso, y a los que no les sirve la excusa de ingerencia, ni dada de eso. eso no tiene nada que ver con bloqueos, sino con miedo a la información; y desconfianza en el pueblo.
Fernando:
Yo no puedo dar cifras con seguridad, porque no tengo la información cabal, ni en un sentido, ni en otro. De toda la vida han entrado en Cuba canales americanos, sobre todo en la época en que las condiciones climáticas lo permitían, cuando la tv no era digital. Me acuerdo que, cuando era niño y joven nos quedabamos en el barrrio hasta la madrugada viendo los canales americanos, y en toda la cuadra se corría la voz. Todo el que los podía recepcionar, los veía, con muy escasas excepciones. Te añado más. cuando el estado (De esto hace muchos años, y tu no estagbas siquiera en Cuba), vendía televisores rusos y alemanes a la población, o los daban en las asambleas de los centros de trabajo, inhabilitaban los selectores de UHF de entonces ¡por qué crees que lo hacían. Y radio y tv Martí no soñaban ni en nacer.
Siempre oí decir, por ejemplo, que en Guántanamo, por la proximidad de la base, los canales de EEUU se veían hasta de día; y también que en la región de Cárdenas, también era fácil verlos. Supongo que con la radio pase lo mismo. No sé ahora. de todas formas, estadísticas fiables de eso, nunca nadie las ha dado.
Cuando radio Martí salió, lo oía cualquier cantidad de gente, y eso lo sabe Cuba entera, incluso en algunos lugares se puso a los chivatos de siempre a averiguar quién lo oía y quién no, y eso lo sabe Cuba entera también, así como que hubo a quien la policía le tocó la puerta de la casa por eso. La primera novela que emitieron, “Esmeralda”, fue la novela radial más escuchada por las mujeres cubanas, aún con interferencia.
Y me lleno toda la boca para decir, porqe viví en Cuba desde 1962 hasta el 2003, que quien diga lo contrario, está mintiendo cínicamente
El problema que tú planteas forma una mínima parte de otro mucho más grande: La censura descomunal que existe en Cuba. El problema está en que censuran cosas que tienen muchísima más calidad que radio o tv Martí, y por los mismos motivos: Miedo a la información. En el mundo entero existen libros que, si un socito no los pasa de contrabando, jamás podrán ser leídos, mientras tengan ese desgobierno; existen películas, obras de teatro, etc, que tampoco podrán ver, a no ser que se las preste alguien que las piratee o se las arregle para pasarlas p’or las aduanas; programas y series de tv, ya sea informativos, culturales o de entretenimiento con los que pasa igual. Ojalá que lo que censuraran fuera solo radio y tv Martí. Hace mucho, pero mucho rato que están vedando el acceso a muchísimo de lo mejor de la cultura universal. De todas formas, esa plata que la tiranía se gasta en esas estupideces, al único que afecta es a Liborio, pues pudiéra gastarsela en que el pueblo pudiera, al fin, tomarse el dichoso vaso de leche por las mañanas sin problemas, por poner un simple ejemplo.
Y lo peor de todo es que los de la camarilla no se privan de ver lo que les dé la gana (Todos los canales de EEUU incluidos): las restricciones son para la dotación de la finca solamente.
Y tú lo sabes de sobra, Fernando. ¿O me equivoco?
La pregunta intrigante sería cuántas personas oírían y/o verían radio y tv Martí, o cualquier otra cosa de cualquier país, si no hubiese censura.
Un abrazo.
Responder
Los amigos que tan mal hablan de las medidas que se toman en cuba para bloquear las señales de radio y TV Martí les pregunto ¿que haria el Gobierno de USA si hasta su mismisima capital un país extranjero en idioma inglés empieza a emitir ondas de radio y TV hablando de como tumbar el gobierno de Obama y poner un sistema diferente al de USA? ¿que haria el Gobierno? ¿Se quedaria con las manos dobladitas y mirando como la gente se empieza a envenenar por una emisora de un gobierno extranjero?? Coño no sean ciegos. Esas emisiones son de un gobierno que abiertamente desde hace 55 le está tirando piedras al gobierno de este lado.
Realmente el problema de que se vea o no telemarti en cuba pasa mas de ser un problema de censuara a un problema de calidad y explico:
cuando en cuba la poblacion quiere ver algo lo ve, y como se dice existen medios alternativos para difundir los medios, ahora el problema es quien malgastaria en cuba su tiempo o dinero copiando la programacion de telemarti, y la pregunta mas importante es que tiene la programacion de telemarti que pudiera interesarle a la poblacion de cuba. El pueblo de cuba cuando busca algo es por que les interesa y la mayoria lo que busca es distraccion. Lo mas popular de “los paquetes” son las novelas, series, peliculas y videso musicales, y de vez en cuando un documental o un encuentro deportivo. Aqui todos seguimos los shows de america tv, los casos cerrados y otros materiales censurados tambien, pero yo nunca he oido a nadie disiendo en la caye “que alguiwn me copie lo que salio en telemarti ayer”. Por otra parte si los funcionarios de telemarti inflan globo es para que no le quiten el dinero del gobierno, que al final, es lo que ellos quieren y no una cuba mejor. Que alguien se atreva a desmentir que la mayoria de los grupos de usa en contra de cuba solo estan para chuparle el rabo a la jutia y no luchando precisamente por principios. Esto es una muestra mas de que realmente como dice el autor del articulo de ambos lados lo que hay es una banda de oportunistas y aprovechados.
Por otro lado, si algun pais del mundo intentara transmitir informacion en contra de los intereses de estados unidos, estos harían lo mismo que cuba y tratarian por todos los medios de bloquear el flujo de esa información, o por que ustedes creen que Julian Assange esta asilado en una embajada en londres y Snowden está en rusia, porque divulgaron informacion que no le conviene a estados unidos.
Podemos llegar a la conclusión que todos los paises censuran de una forma u otra y todos defienden sus intereses, lo que pasa que cuando se trata de cuba todo aumenta de nivel.