Los trovadores Vicente Feliú, Fidel Díaz Castro y Eduardo Sosa, además de Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), asistieron como invitados especiales, denotando la importancia y alcance que tienen hoy quienes administran blogs y cuentas de Twitter en la isla.
La abierta convocatoria de participación atrajo igualmente, en garantía sui géneris de heterogeneidad, al Jefe Adjunto de la representación diplomática de Estados Unidos en La Habana (SINA), Conrad Tribble, al ex-agente y periodista cubano Manuel David Orrio, y al corresponsal de la BBC en Cuba, Fernando Ravsberg, quien asistió en funciones de periodista.
Los objetivos planteados por su organizador Alejandro Cruz (@Cubano1erPlano) fueron sacar al contacto personal las relaciones construidas desde la virtualidad.
Sin embargo, el matancero Harold Cárdenas Lema, uno de los administradores del blog La Joven Cuba –recientemente “reconectado” luego de aparecer sus editores en una foto con el Primer Vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel– opinó que “la blogosfera cubana tiene la suficiente madurez para hacer cosas en conjunto, para “mover”. Debemos dar un paso más y lograr mayores ambiciones.”
En Cuba la escasa conexión a internet media entre los niveles de información y las posibilidades comunicativas de la sociedad. Las políticas gubernamentales han priorizado “conectar” a los sectores de la educación superior, la prensa y otras instituciones que por su importancia económica o política así lo precisan.
Recientemente Díaz-Canel aseguraba públicamente la importancia de las redes sociales en el escenario político y educativo cubano. Al respecto, Fernando Ravsberg opinó en entrevista a OnCuba que los blogs “o influyen o no hay cambio en la prensa (cubana)… La única presión que puede venir es la de los blogs (y) va a venir cuando crezca el acceso a internet y la gente lea tu blog porque te cuenta lo que dijo el Vicepresidente que medios oficiales no lo dicen”.
Desde estos círculos “conectados” un grupo mayoritariamente joven han penetrado en redes sociales como facebook, twitter y han creado sus propias bitácoras personales: blogs. A través de estos espacios comparten sus realidades y analizan la sociedad cubana y los cambios que en ella se realizan, a la vez que, como asegurara el Viceministro de Cultura, Fernando Rojas, en entrevista a La Joven Cuba, “son actualmente la prensa alternativa que necesitamos, al menos en embrión.”
Durante el par de horas que duró el Twitthab, las intervenciones de los presentes se enfocaron, sobre todo, en los mensajes cubanos que se emiten en la red y la necesidad de mejorarlos, a la vez que multiplicar este tipo de encuentros “fuera de la @”.
Fidel Díaz Castro, también director de la revista El Caimán Barbudo, mostró su alegría de “conocer, sobre todo a jóvenes, que no están sometidos a esquemas, y que además no vienen de negar el pasado, que desechan lo que no sirve y toman lo bueno”.
El fenómeno de las redes sociales, y sobre todo el impacto de los blogs en el ámbito informativo nacional, afianza cada día más su influencia en los sectores institucionales. Ejemplo de ello fue el evento las “Bloguerías de Mayo”, de las recientes romerías holguineras, que contó con importante cobertura televisiva y donde sus organizadores acordaron ampliar la convocatoria para el año siguiente.
Cubanos al fin –y ello implica que aun en reuniones “formalmente” informales no desplieguen todos sus criterios– el Twitthab continuó en el malecón habanero con profundos y más abiertos análisis de la prensa cubana actual, sus políticas informativas y los cambios estructurales de la economía y la sociedad que vive el país. Los blogs en ese escenario fueron la piedra angular de muchas reflexiones.
Tras este segundo encuentro de twitteros y blogueros cubanos, y con la propuesta de crear de un blog, una cuenta de Twitter y una página en facebook donde confluir y “conectarse” cuantos lo deseen, Cuba da los primeros pasos en una reconfiguración de sus formas de socialización.
En las redes y más allá de ellas, un grupo creciente de cubanos construyen mensajes desde sus realidades más cercanas y pluralizan las visiones de un país demasiadas veces sin matices.