La única forma de que el príncipe Carlos de Inglaterra se vería impedido de visitar Cuba es que se aparezca un huracán por el Caribe. Al menos es lo que piensan en la Casa Real británica que durante el fin de semana pasado ha dejado caer que el monarca pudiera visitar la mayor de las Antillas, preferiblemente en la primavera entrante.
Carlos sería acompañado por su segunda esposa, Camilla, la duquesa de Cornualia, y una importante delegación de empresarios con el objetivo de darle un fuerte impulso a las relaciones bilaterales. La visita tendría un carácter de Estado en sustitución de su madre, la reina Isabel II que, a sus 92 años, ya no quiere viajar, según medios de prensa británicos.
Además de Cuba, el príncipe se desplazará por otros países del Caribe donde piensa dejar establecidos algunos puntos sobre la nueva política exterior británica en la región, una vez que se concretice el Brexit, o sea, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Londres considera el Caribe una zona de influencia. Desde las Bahamas hasta Jamaica, son varios los países miembros de la Mancomunidad Británica que tiene a la Reina como su jefa de Estado.
Las relaciones con la mayor de las Antillas han sido un pilar británico importante en la región. (Muy lejos quedaron los tiempos de la ocupación de La Habana por los ingleses.)
En los últimos 60 años el Reino Unido nunca mantuvo una postura abiertamente hostil hacia el gobierno cubano. Aunque no siempre de acuerdo con sus postulados, Londres ha continuado los nexos pacíficos que se han manifestado en el intercambio comercial bilateral, finanzas, turismo, educación y energía.
Ahora la visita del príncipe heredero del trono pudiera hacer la diferencia y dar un empujón enorme a esas relaciones. Por algo la diplomacia británica lo considera su mejor “arma”.
Un comercio bilateral lento pero creciente
Desde 1995 fue fundada la Iniciativa Cuba, afiliada al Consejo del Caribe, como un organismo independiente, bilateral y no gubernamental que busca apoyar y desarrollar programas para la mejoría de las relaciones entre el Reino Unido y Cuba.
En abril de 2015 visitó La Habana una misión empresarial de Reino Unido que tuvo como resultado la firma de varios acuerdos por un valor total de 400 millones de dólares en negocios relacionados con energía, agricultura y la construcción de un nuevo campo de golf. Lord Hutton, co-presidente de la Iniciativa Cuba fue el líder de esa delegación.
Al año siguiente el secretario de Estado para las Relaciones Exteriores del Reino Unido, Philip Anthony Hammond, se convirtió en el primer canciller británico en visitar Cuba después de 1959.
Durante 2017 visitaron Cuba más de 200,000 turistas provenientes del Reino Unido, y es un mercado en expansión.
Londres jamás votó en las Naciones Unidas a favor del embargo económico estadounidense a Cuba.
Siguiendo una política económica de relaciones abiertas mantiene en La Habana una oficina del Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido (DIT, por sus siglas en inglés).
El año pasado, esa oficina llevó a cabo en la capital cubana una sesión de trabajo con las autoridades cubanas para acelerar el programa de inversiones británicas en la isla, con el objetivo de duplicar las exportaciones inglesas y mantener un crecimiento constante de 10% anuales, según la directora de DIT Cuba, Alina Niebla.
“Se sabe que hay barreras a las inversiones británicas en Cuba. Sin embargo queremos enfatizar el gran potencial que la isla tiene en la calidad de sus productos, innovaciones y creatividad, y en su capacidad de se adaptar a las diferencias culturales y lingüísticas. Cuba es un mercado muy atractivo por las oportunidades que ofrece en sus sectores claves como energía, industria, biotecnología y finanzas”, afirmó Niebla.
La pasada 38 Feria Internacional de Turismo, realizada en mayo de este año, tuvo como país invitado al Reino Unido. “Cuba es un país muy seguro y bello, con mucho para ofrecer a los visitantes, cautivados sobre todo por el espíritu de su gente”, comentó el embajador británico en la Isla, Anthony Stokes.
El pequeño detalle
El mes pasado al término de una gira que lo llevó a Rusia y varios países asiáticos, el presidente Miguel Díaz Canel hizo una escala en Londres donde conversó públicamente con empresarios británicos y les habló de las particularidades del mercado cubano.
Pero no fue la única reunión. Según el diario Daily Mail, el mandatario cubano se encontró discretamente con el príncipe Carlos en el palacio de Clarence House, tras lo cual se filtró que los dos países están organizando la visita real a la isla del Caribe.
La organización de la visita se encuentra en su etapa inicial y no tiene una fecha prevista, pero la Casa Real está apuntando hacia la primavera del 2019, “con gran esperanza”, según el Daily Mail, próximo de la monarquía.
La diplomacia británica parece estar apostando en fuerza en la visita porque, no sólo seria la primera de un miembro de primera línea de la realeza británica, sino también una oportunidad para dar un fuerte paso en las relaciones bilaterales después del cambio de presidencia en La Habana.
“Tanto el ministerio de Exteriores como la Mancomunidad Británica, miran las visitas reales como el arma más importante de su arsenal diplomático”, afirma el rotativo. Entre otras cosas, porque suelen abrir las puertas a una sucesión de visitas de ministros y altos funcionarios británicos.
Durante la discusión de una moción de censura en las Naciones Unidas sobre el embargo a Cuba hace dos meses, el gobierno británico reconoció los pasos “positivos” de la isla en el combate al tráfico humano pero manifestó su preocupación sobre las restricciones a la libertad de expresión y otras libertades individuales, algo que se espera sea abordado por el príncipe, aunque informalmente.
El Daily Mail adelanta también que Carlos se prepara para destacar la necesidad de reforzar las relaciones comerciales con un incremento en las inversiones británicas y una eventual colaboración con el sector privado. Así como, teniendo en cuenta el interés del heredero de la Corona por el medio ambiente, se anticipa que el tema sea abordado en las conversaciones.
Que vengan los empresarios ingleses hacer inversiones y negocios en Cuba, para que a la mafia cubano americana solo le queden las ideas retogradas sobre Cuba, encerrados en lucha ideologica obsoleta y excluyente cuando ya el mundo entero ha cambiado y desaprueba el bloqueo a Cuba. Deben cambiar de mentalidad, ya es hora. Olvidense de Cuba y sigan haciendo cuentos o hisotrias en la “vulgar habana ” de Miami, que en Cuba se recibe a la realeza inglesa y no a la vulgaridad y chusmeria de los cubanos de Miami