Desmond Boylan, un fotógrafo que cubrió guerras en todo el mundo antes de dedicarse a documentar las alegrías y tribulaciones de la vida diaria en Cuba para The Associated Press, murió repentinamente mientras trabajaba en La Habana. Tenía 54 años.
Boylan cubría los preparativos de los festejos de Año Nuevo en el centro de La Habana para la AP el sábado cuando se sintió mal y le pidió a una familia local si podía recostarse en su sofá, donde murió. Las autoridades cubanas le están realizando una autopsia para determinar la causa de su fallecimiento.
Nacido en Irlanda en 1964, Boylan se mudó a España cuando era niño y en 1989 comenzó a trabajar como fotógrafo para la AP en ese país. Posteriormente laboró como fotógrafo para Reuters, donde cubrió conflictos durante el fin del apartheid en Sudáfrica, así como la invasión estadounidense a Irak y la guerra en la ex Yugoslavia.
Se le conocía como un fotógrafo consumado en el servicio noticioso vía hilos, capaz de pasar sin ningún problema de la cobertura de arduos conflictos a la de eventos deportivos.
Fue recordado también el sábado por su generosidad hacia sus colegas, su disposición a compartir consejos con otros fotógrafos sin importar su nivel de experiencia y logros.
“Desmond fue una presencia constante en las historias más importantes de los últimos 30 años, un absoluto profesional que también era bondadoso y amable con todos”, dijo Enric Marti, director global de fotografía para reportajes de la AP. “Fue una parte esencial de nuestra cobertura en Cuba, y su trabajo le permitió a la gente de todo el mundo conocer a la isla y su gente, a los que quería tanto”.
Tras conocer a Fidel Castro en la juramentación de Nelson Mandela en 1994, y prestarle brevemente su cámara al líder cubano para que tomara una foto de los reporteros que lo rodeaban, Boylan viajó a Cuba, donde conoció a su esposa Gloria González. La pareja vivió en Madrid antes de mudarse a la India en 2004.
Volvió a cubrir conflictos de nuevo en el sureste de Asia y en Afganistán antes de que la pareja y su hijo Michael regresaran a Cuba en 2009.
En su cuenta de Instagram, Boylan describió a Cuba como “la tierra más hermosa que han visto jamás ojos humanos”, y su trabajo reflejaba un profundo amor hacia la isla y su pueblo. Muchas de sus fotografías muestran a cubanos sonriendo durante momentos de felicidad en un país donde la vida puede ser una lucha desgastante.
“Me llamó muchísimo la atención cómo el cubano afronta las dificultades y resuelve los problemas”, declaró Boylan al servicio en español del canal televisivo Russia Today durante una entrevista en 2016. “Y yo desde entonces (su arribo a la isla) no hago más que aprender de los cubanos cómo afrontar problemas _es un aprendizaje constante_; eso también con fotos intento explicarlo”.
Boylan regresó a la AP en 2014 y formó parte crucial de la cobertura de la agencia de una serie de importantes eventos noticiosos en Cuba a partir de ese año, desde el deshielo en la relación con Estados Unidos hasta una visita papal y la muerte de Fidel Castro.
“Si uno no vivía en Cuba, entonces conocía Cuba a través del lente de Desmond. Era un maestro en narrar la historia del pueblo de Cuba”, dijo J. David Ake, director de fotografía de la AP.
En días con pocas noticias, Boylan merodeaba incansablemente las calles de La Habana y de la campiña cubana, buscando momentos que le pudieran mostrar al mundo la belleza y las dificultades de la isla en la que decidió establecer su hogar.
“A mí me gustaría ser invisible”, dijo, “para estar en la calle con la gente, y haciendo fotos”.