La destacada narradora oral Mayra Navarro (1947-2019) acaba de fallecer en La Habana. Comenzó a estudiar música, pero un día se interpuso en su camino el arte de narrar. Hace unos años, dijo en una entrevista: “Era estudiante de música en el Conservatorio ‘Amadeo Roldán’, llevaba cuarto año de piano, con grandes maestros, por cierto, y un buen día llegué a mi casa y le dije a mi familia, vendan el piano porque no voy a seguir estudiando música, quiero ser una gran narradora de cuentos”.
En ese espíritu, a los 15 años llegó la Biblioteca Nacional José Martí por sugerencia de una maestra, quien le propuso atender un pequeño departamento juvenil. Allí conoció al poeta Eliseo Diego, una de las influencias decisivas en su carrera. Esta época marcó el inicio de La hora del cuento en el Departamento Juvenil de la Biblioteca, donde estuvo durante quince años. Más tarde trabajó como especialista de teatro para niños en el Ministerio de Cultura (1978-1989), después en el Grupo de Promoción Cultural para Niños y Adolescentes y en el Grupo de Desarrollo Sociocultural del Centro de Desarrollo de Comunicación Cultural del propio Ministerio, en el que tuvo a su cargo el Programa Narración Oral, Comunicación y Lenguajes. En 1995 fundó el Estudio NarrArte, adscrito al Gran Teatro de La Habana, que dirigió hasta su fallecimiento.
Recibió numerosos premios y distinciones por su destacadísima labor, entre los que sobresalen el Premio Cuentería; la Distinción por la Cultura Nacional; la Placa XXX Aniversario de la Fundación del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; el Premio Especial “La Rosa Blanca”, de la Sección de Literatura Infantil de la UNEAC por su relevante labor como narradora oral; el Premio Iberoamericano “Gaviota” de la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica; el Diploma Nicolás Guillén, otorgado por la UNEAC como reconocimiento a su trayectoria artística y a sus 60 años de vida; el Premio “Cuentero Mayor” por su labor permanente en la narración oral; y el Diploma de Oro del Gran Teatro de La Habana por la obra de toda una vida y por los aportes que hizo a esa institución.
Publicó los libros Aprendiendo a contar cuentos (Gente Nueva, 1999) y Gota curiosa y otros cuentos (Gente Nueva, 2008); también hizo adaptaciones de cuentos para la Colección Textos para Narradores de la Biblioteca Nacional.
OnCuba se suma al homenaje y recordación de una grande de nuestra cultura. Supo abrirse paso por senderos inéditos. Y crear escuela.
RIP