El último largometraje estrenado por el director Enrique Pineda Barnet en las pantallas de Cuba fue Verde, verde (2012). Este cineasta, ganador del premio Goya en 1989 con el clásico cubano “La Bella de la Alhambra” (1989), a sus 82 años no ha cesado de hacer cine. La noticia llega ahora por unirse junto a otro joven realizador de la Isla, Carlos Barba, en un proyecto denominado “Mi virgen de la Caridad”.
Desde el título se anticipa una versión de este símbolo religioso del cual muchos cubanos son devotos y el que, según cuenta Pineda a OnCuba, se le apareció de repente: “Fue así, se me apareció Mi virgen, que no es tan casta y pura, pero lleva una carga de virginidad violada”.
La empresa de ambos directores ha salido a la luz pública en días recientes, pero el autor también de La Anunciación (2009) confirma que se trata de un tema sobre el que ha trabajado desde largometrajes anteriores como Soy Cuba (1963), La Bella…, después en Bolero y Bolero Rosa, guiones en los que aparecía esta imagen femenina “bajo diferentes rostros, íconos y múltiples recursos semióticos”.
La historia que reúne a estos dos directores “soñadores con otras aspiraciones virginales” (como autodenomina Pineda al dúo que forma con Barba) se desarrolla entre el fin de año de 1958 y el primero de enero de 1959, en el contexto del triunfo revolucionario sobre la dictadura de Batista. Narra la trama de un joven seducido en un cabaret de mala muerte por una cantante de boleros llamada Virgen, bajo el auspicio de un proxeneta, Johnny.
Para seguir trabajando con sus actores preferidos, Barnet apuesta por rostros ya probados en el cine. Así regresa al protagónico Beatriz Valdés, aquella joven que ganó admiradores por su interpretación en La Bella de la Alhambra, y Héctor Noas, quien también trabajó junto al longevo cineasta en algunos de sus cortometrajes y en Verde, verde.
El guión que protagonizarán ya de seguro ellos, tiene la particularidad —según afirmó Enrique Pineda durante una visita el pasado abril a Los Ángeles— de poseer un punto de vista muy privado sobre la advocación mariana de La Caridad del Cobre. La Virgen que veremos en este filme se transforma en una alusión a la Patria misma, su nacimiento y futuro. “Comienza con un amor pasional adolescente, creyendo que la vida va a ser mejor, que el país va a ser mejor, y va creciendo ese sueño, esa pasión, y así mismo empieza el proceso de las crueles decepciones, y aparece todo lo contrario de lo que soñó, y de su imagen de la Virgen de la Caridad”, ha dicho Pineda.
El texto final parece estar listo ya. Su codirector Carlos Barba aclara que se trata de una historia completamente diferente a “La Bella…” pero tan fuerte como el clásico. “Mi virgen de la Caridad” es una película escrita desde la absoluta libertad creadora de sus autores, pues según Barba debe ser contada “con valentía, porque es una verdad”.
Enrique Pineda Barnet también explica para OnCuba que en este filme, participante en la Selección Oficial de Guion Inédito en el 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en 2014, desde el libreto inicial hasta la actualidad no ha realizado ningún tipo de concesiones. La Virgen que hoy reconstruye Pineda junto a Barba, deviene un proyecto fruto de “un largo proceso de vida” y del cual le interesa destacar “la tragedia de la decepción”.
Como muchos proyectos nacientes en Cuba, el asunto ahora más relevante es quién “pone la plata” no solo para rodar en locaciones declaradas obligatorias como la Sierra Maestra, el poblado de El Cobre o el Paseo del Prado, sino también para llevar hasta el final su producción y exhibición. Barba y Pineda buscan los fondos para su obra.
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