No hacía falta ser adivino para pronosticarlo: los Leñadores de Las Tunas serían el primer clasificado a las semifinales de la Serie Nacional 58 de la pelota cubana, y este viernes certificaron finalmente su pase. Lo hicieron como locales frente al segundo de la tabla, Villa Clara, y ante una afición delirante que no paró de vitorear cada batazo de los suyos.
La pizarra mostró la determinación de los tuneros de no esperar un día más para lograr el cupo. Vencieron 10×1 a unos naranjas que fueron maniatados por el refuerzo de Camagüey Dariel Góngora. El zurdo tiró la ruta completa, con solo cuatro jits en contra y nueve ponches propinados.
El también camagüeyano Alexander Ayala fue la bujía al bate, con par de tubeyes y cuatro impulsadas, secundado por Yosvani Alarcón y Jorge Alomá, ambos con dos indiscutibles y una empujada.
Los Leñadores han sido el mejor equipo de la Serie 58 y en estos momentos están cómodamente en la cima del torneo, con 33 éxitos –50 si se suman todos los de la primera fase– y cinco partidos de ventaja sobre Villa Clara. Por lo hecho hasta ahora y la solidez de su nómina –que pudiera robustecerse aún más con la selección de nuevos refuerzos previa a los play off– son grandes candidatos a mejorar el subcampeonato de la serie anterior y levantar su primer título doméstico.
Sus números lo confirman: batean colectivamente para .315 –segundos detrás de Industriales–, son los que más anotan (508 carreras), sus pitchers lanzan para un aceptable promedio de 4,30 carreras limpias por juego completo –más que suficiente para la pólvora de sus bates– y fildean para .972, un punto por encima de la media del torneo.
Por detrás de Las Tunas, la lucha se ha cerrado. Del segundo al quinto solo median tres juegos de diferencia y ningún conjunto puede patinar si desea incluirse entre los cuatro grandes.
Solo los Cachorros de Holguín, alejados ya a cinco juegos de Industriales, están fuera de la porfía.
De momento, Industriales está también fuera de las semifinales, pero el hecho de acechar a un solo partido al cuarto puesto, Ciego de Ávila, y de estar en plena racha ganadora –ocho triunfos en los últimos diez desafíos– mantienen con fuerza su candidatura.
La otra cara de la moneda son los Gallos de Sancti Spíritus, con cuatro derrotas seguidas –las dos últimas ante los Leones capitalinos–, en una peligrosa marcha atrás que ha borrado la tranquilidad que lucían unas semanas atrás.
Este viernes, los azules derrotaron 11×5 a los espirituanos, liderados por Juan Carlos Torriente (3-3, Hr y 4 CI), mientras los Tigres avileños tampoco dieron su brazo a torcer y noquearon 15×4 a los cabizbajos holguineros, guiados por el bate del refuerzo santiaguero Edilse Silva (5-4, Hr y 6 CI) y el brazo de Vladimir García, quien se anotó su sexta victoria de la campaña.