La 35 Feria Internacional de La Habana FIHAV 2017 mantiene la amplia convocatoria de ediciones anteriores, con más de 3000 expositores de unos 70 países. Pero no todo es crecimiento en el recinto ferial de ExpoCuba.
En el pabellón 7, donde alrededor de 40 empresas de Estados Unidos promovieron sus productos y servicios en 2016 –la más amplia participación estadounidense en la historia de FIHAV, que duplicó el mayor registro hasta entonces– ahora solo puede hallarse una decena. Incluso algunas que habían previsto su presencia en La Habana, finalmente no ocuparon stands.
El “enfriamiento” de los vínculos entre los dos países provocado por la administración Trump, ha dejado su huella en la principal bolsa comercial de la Isla. Sin embargo, hay quienes perseveran con Cuba.
Como el pasado año, la Secretaría de Agricultura del estado de Virginia está representada en la feria. Su máxima autoridad, el Secretario Basil I. Gooden, piensa que el retroceso de las relaciones bilaterales es “una situación temporal” y no es deseado por muchos políticos y hombres de negocio estadounidenses.
Gooden dijo a OnCuba que en Virginia sigue habiendo “mucho interés en el mercado cubano” independientemente de la postura del gobierno de Trump, y recalcó que el propio gobernador Terry McAuliffe respalda este deseo de los empresarios y agricultores de su estado.
“Por eso estamos presentes en la Feria –explica–, para demostrar que Virginia tiene un compromiso real con Cuba.”
Para el político, los vínculos entre la Isla y su estado pueden ir más allá de la agricultura: “Se puede compartir tecnología, cultura, ciencia… Hay muchas áreas en las que se podrían reforzar las relaciones si las leyes y las condiciones lo permitieran. Son muchos los beneficios que puede haber para ambas partes.”
En opinión de Gooden, las autoridades y ciudadanos de muchos estados de su país comparten la visión de Virginia sobre Cuba, apoyan el comercio con la Isla y quieren seguir adelante en la relación bilateral, “aun cuando el Gobierno Federal no lo facilite”. Lo principal entonces “es no detenernos y seguir promoviendo los negocios entre ambos países”.
“Soy optimista –afirma. Me siento positivo sobre el futuro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y con Virginia en particular.”
“Paciencia, pasión y perseverancia”
Cuando se le pregunta a Jay S. Brickman por qué su empresa está en FIHAV 2017 a pesar del escenario actual de las relaciones entre Cuba y su país, el Vicepresidente de Servicios de Gobierno de Crowley Maritime Corporation responde convencido: “porque debemos”.
Brickman habla en nombre de una empresa con 125 años de operaciones y un reconocido prestigio a nivel internacional. En Cuba lleva 16 años desde que en 2001 firmara un contrato con las autoridades cubanas para transportar pollo, y trajera el primer barco de carga desde los Estados Unidos en décadas.
Desde entonces los negocios no han crecido aún lo esperado, pero Crowley ha permanecido fiel a su filosofía empresarial.
“Estamos en Cuba por el compromiso de nuestra compañía con este país –asegura Brickman a OnCuba. Forma parte de nuestra filosofía respetar los convenios asumidos aunque hayan existido algunas dificultades y en términos financieros los negocios no sean los más importantes para la empresa. Pero moralmente sí lo son y buscamos la manera de que también lo sean económicamente.”
En el contexto de la Feria, la firma estadounidense ha estado negociando un nuevo contrato con la importadora estatal cubana Alimport para transportar alimentos a la Isla, y su Vicepresidente espera que la negociación depare buenas noticias para ambas partes.
Desde su experiencia, Brickman revela las claves para lograr éxito en las relaciones comerciales con Cuba: paciencia, pasión y persistencia. Justo así tituló uno de los capítulos del libro Cuba importa, que escribiera junto a María Conchita Méndez, directora de Ventas y Desarrollo Comercial para América Latina de la autoridad del Puerto de Alabama –también presente en FIHAV 2017. En su criterio el momento actual es oportuno para aplicar su fórmula.
“No es hora de retirarse, sino de permanecer y demostrar interés si este realmente existe”, aconseja.
El empresario, con una vasta experiencia de trabajo en América Latina, lamenta que el gobierno de su país haya “frenado” el acercamiento iniciado bajo la presidencia de Barack Obama y no perciba la importancia de las relaciones con Cuba dentro de la región.
“Para Estados Unidos una mejor relación con Cuba supone una mejor relación con América Latina. Eso ha sido muy claro en los últimos años, y la administración Obama lo entendió. Obama también reconoció que la política de aislamiento contra la Isla no funcionaba y tuvo una gran iniciativa para el acercamiento entre los dos países, pero Trump no tiene esta visión”.
“Sin embargo –aclara–, la administración Trump también ha cuestionado otros acuerdos internacionales y pactos de comercio y parece tener una falta de entendimiento casi completa de la importancia de tener aliados en el mundo. Por eso Cuba no se debe sentir paranoica con esto. Ofendida sí, pero paranoica no, porque la posición del gobierno actual es tristemente la misma con todo el mundo y no es compartida por muchos estadounidenses.”
“Simplemente no hay lógica en esto –agrega Brickman–, y para que esta visión no prevalezca todos tenemos que trabajar, tanto en Cuba como en Estados Unidos. Por eso estaremos en Cuba siempre que seamos bienvenidos. Vinimos para quedarnos y para estar cuando se puedan construir más negocios.”
También los cubano-americanos
Apacargoexpress lleva más de siete años ofreciendo el servicio de carga comercial y no comercial desde Estados Unidos hacia Cuba. Su Manager General, el cubano Eduardo Aparicio, habla con orgullo del liderazgo de su compañía en este campo, gracias a las licencias otorgadas por el Departamento de Comercio para poder operar con la Isla.
No obstante, Aparicio no pretende tapar el sol con un dedo. Más allá de lo logrado por su empresa, reconoce que las relaciones entre los dos países viven un “momento oscuro” en el que es necesario apostar por el trabajo y el cambio de mentalidad.
A FIHAV 2017 llegó con esa convicción.
“Decidimos estar en La Habana a pesar de que hubo empresas estadounidenses que cancelaron los espacios que habíamos reservado para ellas –revela a OnCuba. Pero en honor a la Feria, a nuestro interés de permanecer en Cuba, asumimos esos espacios, los pagamos y estamos acá, así que sentimos la feria como nuestra.”
Aparicio reconoce la posición del gobierno de Trump hacia la Isla como un serio obstáculo para las relaciones bilaterales y considera “muy difícil discernir qué va a suceder a corto plazo”.
“El presidente es una persona muy volátil –afirma– y es imposible predecir el futuro con esta administración. Es doloroso porque Obama hizo un trabajo excepcional y luchó contra mucha oposición para que la gente entendiera la importancia de desarrollar relaciones con Cuba. Y también es duro para mí porque llevo 18 años en los Estados Unidos, me siento bien en ese país, pero también soy cubano y me duelen las cosas que no son buenas para Cuba.”
No obstante, el manager general de Apacargoexpress no solo apunta hacia las políticas del actual gobierno de Estados Unidos.
“En Cuba hay cosas por mejorar también –comenta. Es necesaria una mayor apertura al mundo, a los cubano-americanos, que en una gran mayoría queremos lo mejor para este país. No es coherente seguir con el tabú de que si somos cubanos o americanos porque en realidad somos una sola cosa: cubanos.”
En su opinión, los cubano-americanos que apoyan el acercamiento con la Isla “ya somos mayoría”. Sin embargo, afirma, “no podemos confiarnos en esto. Necesitamos ser más consistentes y tener más apoyo por la parte de Cuba”.
“Es cierto que se realizan encuentros todos los años como el que acaba de celebrar en Washington –dice–, pero después de esos encuentros debe haber un seguimiento, una continuidad. Hay que seguir ‘calentado’ lo que se está haciendo en esta dirección para que tenga una efectividad real.”
A pesar de las dificultades, Aparicio cree en que “se van a lograr mejores cosas” en las relaciones bilaterales. “Pienso estar en Cuba y en la Feria mientras la vida y la ley estadounidense me lo permita –concluye–, porque nuestro trabajo es respetuoso de la legalidad. Y si llegara a no tener los permisos para hacer lo que ahora hacemos en nuestra empresa, entonces lucharé por que exista una vía legal para continuar: hablaré con mi congresista, discutiré el tema e intentaré todo lo que se pueda hacer junto a quienes apoyan esta visión. No debemos aceptar que las relaciones se sigan enfriando.”
y por que estas empresas no pueden comerciar directamente con los agricultores cubanos, que el estado de virginia se convierta en el mercado mayorista, ya que el estado de aca,no puede con los insumos para la agricultura ni garantisar mermelada de mango en verano, por solo citar un ejemplito, por cierto el tomate(o los tomatitos) ya anda alrededor d 20 pesos la libra.