El presidente Donald Trump firmó el lunes una iniciativa de ley que permite al gobierno reanudar sus operaciones tras 69 horas de disfunción partidista.
Los demócratas cedieron a regañadientes en sus demandas después de que los republicanos les ofrecieron garantías de que el Senado discutirá a la brevedad el tema de los jóvenes inmigrantes conocidos como “dreamers” y otros asuntos polémicos.
La votación abre paso para que cientos de miles de empleados federales vuelvan el martes a su trabajo y pone fin a lo que pudo convertirse en un turbio y costoso estancamiento. La Cámara de Representantes aprobó la medida poco después, y posteriormente Trump la firmó en privado en la Casa Blanca.
Pero al ceder en sus exigencias, los demócratas no tardaron en convertirse en el blanco de críticas de activistas migratorios y de una base de simpatizantes liberales que querían una disputa con más fuerza y durante más tiempo para crear una legislación que protegiera de la deportación a los alrededor de 700,000 “dreamers” que fueron traídos al país durante su infancia y que viven aquí de manera ilegal.
Los demócratas accedieron después de dos días de negociaciones que culminaron con las nuevas garantías ofrecidas por el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, de que la cámara alta consideraría propuestas migratorias en las próximas semanas. Pero se registró una profunda división en la bancada demócrata debido a la estrategia en momentos en que los legisladores republicanos que luchan por su supervivencia se distanciaron de los progresistas a fin de satisfacer las demandas migratorias de los liberales.
Según el acuerdo, los demócratas proporcionaron los votos suficientes para aprobar una medida temporal de gastos que mantenga al gobierno en funciones hasta el 8 de febrero. A cambio, McConnell accedió a retomar las negociaciones sobre el futuro de los “dreamers”, seguridad fronteriza, gastos de defensa y otros asuntos presupuestales.
En caso de que esas negociaciones no se concreten en un acuerdo durante las próximas tres semanas, los republicanos prometieron permitir que el Senado debata una propuestas en materia migratoria —incluso si se trata de una creada por un grupo bipartidista y no cuente con el respaldo de los líderes y la Casa Blanca, afirmaron los legisladores.
McConnell había declarado previamente que llegaría con un pacto a la votación solo si contaba con el respaldo de Trump.