Ir y regresar del trabajo será una de las víctimas de la reforma fiscal republicana que será votada la próxima semana en la Cámara de Representantes y el Senado.
La versión final de la propuesta de ley acordada por negociadores republicanos y dada a conocer la tarde de este viernes, elimina el incentivo fiscal a empresas privadas que subsidian el costo del pasaje, estacionamiento y uso de bicicleta de sus empleados.
Actualmente, las compañías pueden proporcionar vales de estacionamiento o pasaje con un valor de hasta 255 dólares al mes a empleados como prestación para sus gastos de transporte al trabajo, y luego deducir el costo de sus impuestos corporativos. La cantidad estaba por aumentar a 260 dólares el 1 de enero.
La justificación para eliminar tal deducción es que como la reforma fiscal planea reducir sustancialmente la tasa fiscal corporativa, ya no son necesarias las exenciones fiscales menores que complican el código fiscal.
Las empresas todavía pueden proporcionar vales de estacionamiento y pasaje a empleados, pero ya no tendrían la deducción fiscal. Y los empleados que paguen por sus propios costos de transportación, todavía pueden usar el ingreso bruto.
La eliminación del subsidio tiene a las agencias de tránsito preocupadas de que menos personas opten por el transporte público.
“Sin duda es algo negativo para las personas que gastan mucho dinero en transporte público”, dijo Rob Healy, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Transporte Público. Los subsidios del empleador suelen ser más lucrativos para las personas que la capacidad de utilizar el ingreso bruto para cubrir los costos de transportación, dijo.
“La preocupación es que si los empleadores no pueden deducirlo, no lo ofrecerán. Si no lo ofrecen, es una pérdida para los empleados”, dijo Healy.
Los negocios que ofrecen a sus empleados 20 dólares al mes para cubrir los costos de llegar al trabajo en bicicleta, tampoco podrán desgravar la prestación con la reforma fiscal. Sin el incentivo, el número relativamente reducido de empleadores que ofrecen esa prestación podrían dejar de hacerlo, dijo Ken McLeod, director de políticas de la Liga de Ciclistas Estadounidenses.
Lo que más molesta a los ciclistas, dijo McLeod, no es tanto el dinero, sino que “simplemente se siente como si el gobierno federal no apoyara el ciclismo”.
Contra el “Obamacare”
La reforma fiscal que avanza hacia una votación final en el Congreso eliminaría una cláusula de la ley de salud de la administración Obama, la llamada “Obamacare”: la orden de que prácticamente todos los estadounidenses tengan seguro de salud.
De acuerdo a la Oficina Presupuestaria del Congreso, organización no partidista conocida como CBO por sus siglas en inglés, esta eliminación conllevaría a que más gente esté sin seguro y a que las primas suban para aquellos que compran pólizas personales de seguro.
La CBO calcula que esto haría haría que más gente apueste a quedarse sin seguro de salud, lo cual aumentaría la cantidad de estadounidenses sin seguro en cuatro millones en el 2019 y en 13 millones de aquí a una década.
El gobierno federal ahorraría unos 338.000 millones en una década debido a que menos gente buscaría cobertura subsidiada bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Pero las primas de planes individuales aumentarían en un 10 por ciento porque la gente que se quedaría sin seguro sería propensa a enfermarse.
Esto podría hacer que el Congreso considere otras maneras de tratar de que la gente compre seguros de salud.
Expertos independientes debaten el efecto preciso de este cambio, resaltando que con unos 28 millones de personas aún sin seguro, la llamada orden individual al parecer no trabajó muy bien desde el principio.
“Las cifras no están claras sobre la magnitud del efecto de la orden individual”, dijo Larry Levitt, de la Kaiser Family Foundation, organización no partidista. “Creo que es probable que varios millones de personas más se queden sin seguro si es que se revoca la orden individual pero no tanto como la CBO lo proyecta. Las primas de seguro ciertamente subirán”.
Otras partes importantes de “Obamacare” quedarían invariables, incluyendo los subsidios para primas, protecciones para la gente con condiciones médicas preexistentes y el requisito de que las aseguradoras cubran una amplia gama de beneficios “esenciales”. Se prevén pocos cambios en los planes de empleadores, el pilar de trabajadores y sus familias.
La nueva propuesta fiscal es la reforma más amplia del código tributario en tres décadas y se prevé que aumentará la deuda nacional, que ya suma 20 billones de dólares. Se proyecta que los recortes de impuestos sumarán 1,46 billones en una década.
El proyecto reduciría el impuesto sobre las empresas del actual 35 por ciento a 21 por ciento, lo cual para muchos republicanos es la joya de la corona. Trump y los líderes republicanos esperaban reducirlo a 20 por ciento, pero agregaron un punto para permitir otros recortes que ganaron el voto de legisladores vacilantes en las últimas negociaciones.
La ley reduciría los impuestos que pagan los más ricos, mientras los beneficios para la mayoría de los contribuyentes serían menores.
Se espera que en la votación de la semana entrante los demócratas voten en contra el proyecto de manera unánime, aunque los republicanos dicen tener ya los votos suficientes para alcanzar el éxito, lo que sería primer triunfo legislativo importante de la presidencia de Donald Trump.
AP / OnCuba
Quitarian lo mas impopular del Obamacare, la penalizacion al que no tiene seguro medico.