Comenzó el Festival Timbalaye, y con él todos los rumberos de Cuba están de fiesta. Ya en su 5ta edición la cita se propone avivar las disímiles aristas de una expresión raigal de la cultura nacional que se ha convertido un símbolo de la cultura de la Isla y en uno de sus más importantes embajadores.
Declarada Patrimonio Nacional de la Nación, la rumba, de la mano de Timbalaye, realizará por primera vez un itinerario que se sale del tradicional circuito de presentaciones de la capital, y pondrá a bailar a sus seguidores de Matanzas y Santiago de Cuba, aplaudida iniciativa que demuestra su popularidad.
De origen afro-español, la rumba surge en Cuba a finales del siglo XIX, y se desarrolla después de la abolición de la esclavitud, cuando los esclavos libres dejan los campos para establecerse en las periferias de las ciudades (en particular en Matanzas y La Habana), y en los llamados “solares”, para iniciar una nueva vida. Para estas personas, que se encuentran en los barrios y en las plazas, la danza y la música se adecuan a sus modos de ser, de vivir y de expresión, sea en el plano religioso, social o afectivo.
Irma Castillo, directora artística del evento, dijo a OnCuba que en la cita, donde también se rinde homenaje al son, participan músicos e investigadores de México, Italia, Argentina, Perú, entre otros países, quienes comparten sus experiencias y debaten acerca del género, su impronta y vigencia.
El programa, precisó, incluye talleres de baile, canto y percusión impartidos por prestigiosos maestros del folclor cubano, además de espectáculos, conciertos, conferencias y bailables con agrupaciones del patio y foráneas.
Como novedad esta edición otorgará por vez primera becas de creación, interpretación e investigación sobre la rumba, en colaboración con la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
El Teatro América, el Pabellón Cuba, el Salón Rosado Benny Moré (de La Tropical) y el Palacio de la Rumba son los escenarios que reciben a los intérpretes este año.
Luego de sesionar en La Habana, el Festival se trasladará a Matanzas, los días 23 y 24 de agosto, y luego a Santiago de Cuba (del 25 al 28).
Auspiciado por la AHS, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y la Fundación Fernando Ortiz, Timbalaye también rendirá homenaje a uno de los grandes exponentes de la rumba, Gonzalo Ascencio, conocido como Tío Tom.
El Festival Internacional de la Rumba Cubana se propone en esta edición mostrar la amplitud y la extensión de los fenómenos de la Rumba y del Son en Cuba, a partir de la realidad de la vida en los barrios y de las características más representativas de las tres ciudades, gracias a la participación de importantes personalidades de la cultura cubana e internacional, como antropólogos, eruditos, profesores de danzas folclóricas, bailarines y músicos que mostrarán la diversidad y la importancia de éstos dos géneros musicales para la cultura cubana e internacional.
Foto: Beatriz Verde Limón