El Medicare se quedará sin dinero más pronto de lo que se había previsto anteriormente, y los problemas financieros del Seguro Social no pueden ser pasados por alto por siempre, dijo este martes el gobierno de Estados Unidos en una valoración de programas que resultan vitales para la clase media.
Los administradores del programa dijeron en un informe que el Medicare será insolvente en el año 2026, tres años antes de lo pronosticado la vez anterior. Su gigantesco fondo fiduciario para atención hospitalaria no estará en condiciones de cubrir las facturas médicas previstas para ese entonces.
Según el informe, el Seguro Social será insolvente en 2034, sin cambios respecto de la proyección del año pasado.
La advertencia sirve de recordatorio de los principales problemas que se han dejado languidecer, mientras Washington se sumerge cada vez más en una pugna partidista.
Más de 62 millones de jubilados, trabajadores discapacitados, cónyuges y niños beneficiarios reciben prestaciones del Seguro Social. El pago mensual promedio es de 1,294 dólares para los beneficiarios. El Medicare provee seguro médico a unas 60 millones de personas, la mayoría de al menos 65 años.
A ambos programas en conjunto se les acredita una fuerte reducción de la pobreza entre gente mayor y un aumento en la esperanza de vida de los estadounidenses. Financiados con impuestos de nómina que se cobran a los trabajadores y empleadores, el Seguro Social y el Medicare representan aproximadamente el 40 por ciento del gasto del gobierno, excluyendo los intereses de la deuda federal.
Pero la demanda de ambos programas ha crecido debido al envejecimiento de la población.
A menos que los legisladores actúen, ambos programas enfrentan la posibilidad de no poder cubrir el costo total de las prestaciones prometidas. En el caso del Seguro Social, eso podría implicar una marcada reducción en el monto de los pagos a algunos retirados, muchos de los cuales afrontan dificultades presupuestarias.
En el caso del Medicare podría implicar que los hospitales, asilos y otros proveedores de atención reciban solo parte de sus honorarios acordados.
Los problemas del Medicare son considerados por muchos como los más difíciles de resolver. No es simplemente el aumento del número de beneficiarios de la generación de la posguerra que se han jubilado, sino también la imprevisibilidad de los costos del cuidado de salud que pueden verse afectados por curas innovadoras pero costosas que por lo regular rebasan la tasa general del crecimiento económico.
AP / OnCuba