Según el ex Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, la investigación sobre la trama rusa no es una cacería de brujas. Con esto contradijo una afirmación en sentido contrario sistemáticamente repetida por el presidente Donald Trump, tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
Dijo que Rusia se había inmiscuido en las elecciones de 2016. “Creo que es muy importante tener claro que Rusia se metió en nuestras elecciones”. Pero a la vez, que no había pruebas de colusión o connivencia entre la campaña de Trump y los rusos.
El presidente está enfrentando una verdadera ola de críticas por su actuación en Helsinki, donde contradijo la evaluación al respecto de las agencias de inteligencia estadounidenses. Al regresar al país, hizo un giro en U –pero solo para volver después al mismo punto de partida.
Los puntos de vista de Spicer concitaron la atención social porque, según una encuesta conjunta de Axios / SurveyMonkey, aplicada entre el 16 y el 17 de julio, los votantes republicanos aprobaron el manejo del presidente Trump ante Putin durante la conferencia de prensa, a pesar de las fuertes reacciones de los principales legisladores del Partido Republicano. El 79 por ciento estuvieron de acuerdo con el desempeño de Trump en Helsinki –en otros términos, 8 de cada 10 republicanos registrados.
Esto contrasta con una medición de Reuters / Ipsos, según la cual más de la mitad de los estadounidenses desaprobaron la manera como el presidente Trump estaba conduciendo las relaciones con Rusia.
Sus comentarios se producen en medio de una campana de relaciones públicas promoviendo sus memorias, The Briefing. The Politics, the Press and the President (Barnes & Noble). El ex secretario de Prensa, que concita sentimientos encontrados en muchos estadounidenses, también apareció en el programa de la NBC “Megyn Kelly Today”, donde la conocida presentadora le inquirió sobre las declaraciones francamente hiperbólicas que había hecho apenas el mismo día de asumir su función en la Casa Blanca.
“¿Fue verdad o no?” –le preguntó sobre su archifamosa afirmación de que la audiencia de la ceremonia inaugural de Trump había sido “la más grande de la Historia –y punto”. Spicer no se retractó, a pesar del tono confesional de la entrevistadora. La Kelly le respondió lo que ya se sabía: el número de personas allí presentes no podía compararse con el que había asistido el acto inaugural de Obama. En el estudio, el público aplaudió.
En sus numerosos tuits, mítines de campaña y discursos, Trump se ha caracterizado por validar / propagandizar ideas falsas o infundadas, así como por sobrevalorar el éxito de sus políticas en la economía y las relaciones internacionales.
De acuerdo con The Washington Post, a finales de mayo último el presidente había hecho 3 251 declaraciones falsas desde que se instaló en la Casa Blanca.